Por: Eduardo F. Naranjo C.

Transmitir información desde un cerebro a otros, es quizá una de las tareas más complejas de los muchos procesos que ocurren en los sistemas educativos, dado el simple hecho de que, quien hace de fuente emisora de datos tiene que tener dos cosas, un amplio dominio del tema y real capacidad para enviar los “mensajes cifrados” de la forma más sencilla posible, es decir ser un comunicador nato.

Es probable que en los tiempos actuales los sistemas cibernéticos estén en parte resolviendo el problema, porque sus contenidos son multidimensionales, es decir viene texto, gráficos, fotos, películas, diagramas, tutoriales, etc.

Pero en tanto no entre a competir la inteligencia artificial, el maestro seguirá siendo la clave para sembrar conocimiento en las mentes abiertas y motivadas, por esta razón es necesario insistir en lo señalado, ya que al menos un setenta por ciento del éxito en el aprendizaje depende del profesor, esto además asumiendo que el alumno escogió la carrera que realmente le gusta y luego que tiene la capacidad de atender, preguntar y consultar, pues el aprendiz tiene casi una tabla en blanco o quizá parcialmente conoce algo de los temas que tratan en el curso, de allí la importancia de quien pueda ostentar el título de maestro y serlo a plenitud.

Los métodos que usan los maestros para transmitir el conocimiento son variados, sin embargo, se precisa la reiteración, de tal forma que en ningún momento sea ambiguo el mensaje, en concreto es hacer entender el “concepto” y la “función” de cada elemento en la ecuación, y nunca dar por sabido que el alumno-receptor está comprendiendo a plenitud lo que presenta y explica el profesor.

La complejidad en los niveles inferiores del proceso educativo, está en la “variedad” de estudiantes, de allí que quienes trabajan en los procesos de enseñanza- aprendizaje siempre estén buscando nuevos métodos que intentan “homogenizar” al grupo receptor, asunto que debe ser diferente en el proceso universitario, donde se requiere de una selección vocacional, que no es fácil, un joven de 17 o 18 años no tiene aún claras las ideas sobre que seguir, en el caso femenino parece ser más efectiva la capacidad de elección, de allí que es una buena normativa guiar a los aspirantes a encontrar sus mejores capacidades y mostrarles las ´proyecciones profesionales, ya que la vida es mejor siempre que los individuos hacen durante ella lo que de verdad les gusta, convirtiéndose así en profesionales apasionados y creativos.

En el tiempo actual las facilidades de consulta son amplísimas, por lo que es de esperar que los profesionales estén mucho mejor preparados que antes y tengan a su vez valores solidarios a fin de poder ayudar al resto y no hacer de su profesión un camino individualista a la riqueza.

Las diferencias individuales hacen que en una misma carrera haya buenos y muy buenos profesionales y estas diferencias hacen que en los países ricos, cuando aparecen estudiantes excepcionales les destinen a los mejores académicos, de tal forma que los connotados maestros a más de una o dos clases por semana al grupo, tienen el resto del tiempo para atender a los estudiantes sobresalientes, empujando de esta manera a la formación de una elite intelectual en las diferentes ramas del conocimiento, hecho que a su vez redundará en la economía de esos países y el prestigio de sus universidades, esto desde luego funciona porque están conectados con las grandes corporaciones que buscan la elite para desarrollar proyectos de los cuales sacaran mucho dinero. Sin embargo, también los genios creativos pueden lograr concretar su conocimiento e iniciar empresas prometedoras, pero estos son bastante escasos.

Entonces la educación en el mundo enfrenta el hecho de seleccionar y preparar a todos los posibles, para que una vez producido el proceso de selección puedan ser absorbidos por aquellos países donde sus servicios son reconocidos y bien remunerados, que en conclusión nos lleva a pensar que si los países con menos recursos no desarrollan una política integral nunca podrán salir adelante y siempre estarán supeditados a ser los proveedores de cerebros entrenados y creativos para fomentar la riqueza de aquellos.

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