“La formación de postgrado resulta indispensable para el desarrollo de la investigación científica, tecnológica, humanística y artística, basada en criterios rigurosos de calidad. El postgrado ha de estar fundamentado en líneas activas de investigación y creación intelectual para garantizar que sean estudios que promuevan las más altas calificaciones profesionales y la formación permanente, contribuyendo efectivamente a la generación, transformación y socialización del conocimiento”, señala la Declaración Final de la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe.
Los esfuerzos por consolidar los estudios de postgrado en el país, tienen que pasar necesariamente por el fortalecimiento de los cuerpos académicos de las instituciones de educación superior, entendidos éstos como grupos disciplinarios e interdisciplinarios de profesores-investigadores que deberán caracterizarse por su alta habilitación académica, su actualización constante, su compromiso con el desarrollo institucional y su participación en redes nacionales e internacionales de intercambio académico.
Para lograr el mejoramiento del postgrado en el Ecuador es necesario establecer una mayor coordinación entre las instituciones y promover mecanismos de intercambio y apoyo que permitan potenciar las diversas capacidades para establecer nuevas perspectivas de desarrollo.
Para incrementar el número de ecuatorianos con estudios de postgrado no es suficiente con ofrecer un mayor número de éstos, o enviar a unos pocos a estudiar en el extranjero, es preciso que los programas académicos tengan como característica la calidad y la pertinencia que garantice la mejor formación de especialistas, técnicos e investigadores con capacidad para competir internacionalmente.
En este sentido, resulta fundamental que la impartición de los programas descanse en el personal con el más alto grado de habilitación académica posible, lo que en la mayoría de las disciplinas corresponde a quienes han obtenido el grado de Doctor PhD.
Al lado de los recursos nacionales y de capital, nuestra “reserva de conocimiento” será determinante en el lugar que ocupe el Ecuador en el panorama internacional del siglo XXI, por lo que es necesario ampliar los esfuerzos para ofrecer estudios de postgrado de mayor calidad y con mejor capacidad de respuestas a las necesidades nacionales.
Es necesario la constitución de un genuino sistema nacional de postgrado, con vías y mecanismos de apoyo que permitan la creción de redes interinstitucionales de colaboración académica y la flexibilización de las estructuras curriculares, donde sea posible, por ejemplo, que los candidatos desarrollen parte de su formación en una institución distinta de la de su origen, o bien que distintas fases de la formación se desarrollen en lugares diversos.
El objetivo de esta propuesta, es potenciar las capacidades dispersas y aprovechar en mayor medida las especializaciones que diversas instituciones han desarrollado, así como promover el desarrollo cualitativo del conjunto del sistema, pues éste estimulará la constitución de cuerpos académicos y su cooperación en labores de formación de investigadores.
