Por: Dr. José Vega Delgado
La Genealogía, en sus inicios, fue considerada una Ciencia Auxiliar para el estudio de LA HISTORIA; hoy en día ha tomado tan inusitado interés y relieve, que se la puede considerar disciplina autónoma, al interior de las Ciencias Humanas y Sociales.
Aun así, no deja de sorprendernos el gigantesco esfuerzo desplegado por el investigador lojano: PATRICIO MUÑOZ VALDIVIESO, con la colaboración de FERNANDO JURADO NOBOA, en la composición de su obra en II tomos: (Quito, 2007/2011.)
Si alguien quisiera informarse sobre algún personaje, ilustre o no, perteneciente a LA FAMILIA CARRIÓN, debería hacer de los volúmenes citados, una imprescindible OBRA DE CONSULTA. Así, por ejemplo, no conozco una biografía más detallada de MANUEL BENJAMÍN CARRIÓN MORA (1897-1979), que la consignada por su paisano (Capítulo 87, Tomo II, Págs. 813/824); en la cual se nos informa de un sin número de datos y aspectos, que peculiarizaron la vida de BENJAMÍN CARRIÓN.
Hay momentos en que la investigación, debido a las fuentes orales consultadas, se deslava y pierde en trivialidades, a falta de un filtro crítico más riguroso. Así, por caso, ¿a quién puede importarle el que un personaje naciera a las 3 a.m., u otro menos 5 para las seis, si no lo fuera a sus familiares más íntimos?; pero sin peso de relieve para lo que, verdaderamente, le importa a la Ciencia de la Historia o Historiografía.
Otros datos pueden, en cambio, ser discutibles; como aquél de que: “Tuvo como hobby, entre otros (hablando del propio Benjamín Carrión), edificar casas, como hemos visto a lo largo de su biografía, y luego venderlas. ”
(Op. cít. pág. 819.) Parece, antes bien, que no por hobby sino por necesidades económicas, CARRIÓN MORA vendió todos sus bienes, incluidas haciendas y la de su esposa, Águeda Eguiguren Riofrío, en Loja, para poder pagar sus deudas contraídas, cuando la quiebra del DIARIO EL SOL, una de las quijotadas de BENJAMÍN. (Cf. RODRIGO VILLACÍS MOLINA, .)
POSTDATUM.- En mi Artículo de diciembre pasado, 12. XII. 2011 (www.EcuadorUniversitario.com), al hablar de EL MITO, que no desapareció con el advenir de EL LOGOS, el caso de PLATON (427-347 a.C.) es el mejor ejemplo.
Con autorización del autor: tomado de El Mercurio (26-03-2012).