El pasado viernes 14 de mayo se celebró el acto de entrega de los Premios CES-AL 2021 que contó con una gran afluencia de intelectuales, académicos y público en general de distintas provincias ecuatorianas (Pichincha, Guayas, El Oro, Chimborazo, Cañar y Azuay) y de diversos países hermanos (Colombia, Costa Rica, Brasil, Chile… y también de España y EE.U.U.).
El acto, conducido por Alejandra Andrade, docente de la Universidad Internacional del Ecuador -UIDE-, y Carlos Valverde, docente de la Universidad Católica de Cuenca, fue aperturado con la intervención del Sr. rector de la Universidad Internacional del Ecuador, Dr. Gustavo Vega, además, de las participaciones de distintos invitados, Jorge Dávila, Paco Godoy, Mateo Buestán, Diana Cordero y Jannet Auqui, entre otros.
En esta nueva edición 2021 los Premios fueron concedidos a Francisco Proaño Arandi (modalidad Literaria); en Carlos Álvarez Pazos (Investigación y Docencia); en Siboney Godoy Torres (Jóvenes Creadores); y en Milton Serrano Valencia (Comunicación).
El doctor José Manuel Castellano, Director de la Editorial de Estudios Sociales de América Latina -CES-AL- destacó que Siboney es el resultado de cinco generaciones que creyeron en el poder de la música. Cuando ella nace dos canciones nacen en ella. Un bolero cubano y una zamba argentina que dieron como resultado que se llamara Siboney Alfonsina. No recuerda su primer acercamiento al violín, pero si las emociones que la música le producía.
A sus cinco años, dijo, sus padres le regalan a su mejor amigo: su violín. Un instrumento que le permite expresarse sin decir una sola palabra. En esas épocas, sus padres no contaban con el dinero para comprar su instrumento, pero su padre se las ingenia e intercambia su acordeón por un violín nuevo. Fue una decisión arriesgada ya que en esas tiernas edades era difícil saber si Siboney tomaría a la música como su pasión de vida.
Agregó que las diferentes personalidades y estilos de sus profesores de música que vinieron de Japón, Noruega, Chile, Polonia, Ecuador y Estados Unidos le permiten a Siboney desarrollar una escucha holística de la música. Como resultado, cuando cumple doce años, se involucra en las presentaciones musicales de sus padres. Así, viaja por todo Ecuador y aprende una variedad de repertorio nacional e internacional que le motiva a viajar sola a futuro.
Según el relato de José Manuel Castellano, cuando cumple quince años de edad tiene su primera gira internacional auspiciada por la embajada de Ecuador en Polonia. Ahí, toca en cinco ciudades polacas para público de todas edades. Esta experiencia es la que marca un hito en su vida y la hace buscar maneras de expresarse musicalmente en más ambientes.
Después de graduarse del colegio, Siboney se une a un circo social donde se involucra como músico y acróbata. Con sus amigos del circo crea nueva música que le permite no solo tocar, pero coordinar las melodías con el movimiento de su cuerpo. Ahí permanece por casi dos años y lo abandona para irse a Estados Unidos en busca de nuevos rumbos.
En Estados Unidos es admitida para estudiar música en Montgomery College. Aprende más teoría musical, se involucra en la orquesta sinfónica y expande más su repertorio internacional. Como resultado, el director de la facultad de música siempre enviaba a Siboney para que represente a su college en una variedad de eventos artísticos dentro y fuera del campus.
Castellano, subrayó que la música ha ayudado a que Siboney pueda transformar su tímida personalidad en fuerza para tocar en frente de muchas personas. Esa fuerza es la que la llevó a tomar la decisión de usar a su violín como su pasaporte al mundo.
Siboney siempre ha dado la misma importancia a tocar en teatros como tocar en las calles. La música para ella es un mensaje de amor y de paz y toda la gente debe tener acceso a esa experiencia. Cuando Siboney inicia sus viajes por el mundo nunca tiene rumbo fijo o pasaje de regreso. Deja que su música la guie y le permite sumergirse en las diferentes culturas que se le presentaban. Como resultado, esa decisión la lleva a tocar en 13 países en América, Asia y Europa y conectar con gente de todo el mundo que influye aún más en el desarrollo de su estilo musical, destacó.
Cuando regresa a Estado Unidos a culminar con sus estudios musicales la pandemia la aleja de ofrecer eventos públicos. Esto la hace enfocarse en grabar videos que sin ninguna expectativa llegaron a inspirar a muchos niños y alegrar los corazones de sus fans. En sus videos semanales graba repertorio del mundo sola o con músicos de otros países y también comparte sus historias como viajera mujer, artista de circo, y busker (street performer).
Asimismo, la pandemia también le dio tiempo de explorar su fase como compositora y componer en géneros donde el violín no tiene un papel protagonista como la salsa, cumbia y merengue. Hasta el día del hoy, Siboney sigue componiendo también para sus amigos del circo en eventos realizados en Ecuador y Francia.
Ahora, concluyó el Director de la Editorial, Siboney solo espera al otoño para poder mudarse a Boston y estudiar composición en Berklee College of Music. Mientras tanto se localiza en Connecticut presentándose en la ciudad de New Haven.
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