A medida que crece el porcentaje de la población vacunado contra la COVID-19, las empresas de toda Europea se preparan para volver a abrir sus puertas. Sin embargo, muchas personas sienten ansiedad por tener que volver a la oficina. En EURES hemos preparado algunas recomendaciones que pueden ser de ayuda.
Sentir ansiedad por volver a la oficina es algo perfectamente normal. Puede estar preocupado por su salud o la de alguien de su casa, sentir pavor por tener que retomar los largos desplazamientos al trabajo, o tal vez simplemente se haya acostumbrado a trabajar desde casa… la ansiedad por volver a la oficina no debe tomarse a la ligera. El cuidado de la salud mental es igual de importante que el de la salud física. Así que, si siente aprensión por volver al trabajo, hemos preparado algunos consejos para facilitarle la transición.
No reprima sus sentimientos
A veces, cuando sentimos ansiedad por el trabajo, nos avergonzamos porque pensamos que somos los únicos que nos sentimos así. Es importante no reprimir la ansiedad, sino afrontarla e intentar entender de dónde procede. Esto no significa que deba concentrarse en sus sentimientos negativos; confrontar los miedos y comprenderlos es el primer paso para superarlos.
Prepárese para las nuevas condiciones de trabajo
La vida puede estar volviendo a la normalidad, pero eso no significa que su entorno de trabajo vaya a ser el mismo que antes de la pandemia. Puede haber cambios para garantizar la seguridad de la plantilla, como normas relativas a la distancia social y el uso obligatorio de mascarillas. Tal vez se necesiten un par de días o semanas para acostumbrarse a trabajar en este nuevo entorno, de modo que al final de la jornada es posible sentir mayor cansancio de lo habitual.
Mantenga un buen equilibrio entre la vida familiar y la vida profesional
Trabajar desde casa puede tener desventajas, pero hay mucha gente que señala que con el teletrabajo ha mejorado considerablemente la conciliación familiar y laboral y su bienestar. No deje que volver a la oficina afecte a su rutina diaria. Por ejemplo, si se ha acostumbrado a dar un paseo a la hora de comer, mantenga esta rutina a pesar de cambiar de lugar de trabajo, e intente finalizar la jornada puntualmente siempre que sea posible.
Identifique las señales de estrés
El estrés tiene manifestaciones físicas en el cuerpo, como tensión en la mandíbula, en los hombros y la espalda, o respiración pectoral. Si siente estrés en la oficina, tómese un minuto para identificar estas señales, respire profundamente un par de veces y relaje y estire esa parte del cuerpo.
Transmita positividad
Haga un esfuerzo por ser una fuente de positividad para sus compañeros y compañeras de trabajo. Posiblemente le resulte difícil al principio, pero enseguida se dará cuenta de que es tan beneficioso para ellos como para usted. Este enfoque le hará centrarse en los aspectos positivos de volver a la oficina y no obsesionarse con los negativos.
Explore la opción de flexibilizar el trabajo
Investigue cuál es la política de la empresa en materia de trabajo flexible. Podría llegar a un acuerdo con su empresa sobre un planteamiento combinado, de modo que solo trabaje desde la oficina algunos días a la semana. También podría plantear cambiar el horario para evitar el tráfico de primera hora de la mañana o última de la tarde.
No tenga miedo a pedir ayuda
Si le supera la ansiedad y necesita ayuda, pregunte al departamento de recursos humanos si disponen de algún programa de bienestar o salud mental. No dude en llamar a su médico de cabecera u otro profesional sanitario para que le ayude.
FUENTE: EURES