Una investigación de María Caiminagua Pindo, estudiante; y Karina Rojas Carrión, docente de la carrera de Psicopedagogía de la Universidad Nacional de Loja.
El rendimiento escolar de niños, niñas y adolescentes es un tema de atención en los docentes y demás miembros de la comunidad educativa que velan por brindar una educación de calidad y calidez a los escolares, por ser un indicador de eficiencia en el proceso educativo, en el mismo que intervienen múltiples factores asociados al ámbito familiar, escolar o social.
Dentro del ámbito familiar uno de los factores que más dificultades ocasiona, es el divorcio, que de acuerdo a las cifras emitidas por el INEC (2021) en Ecuador en el año 2020 existieron 14.568 divorcios que a comparación del año 2019 disminuyó, pero su descenso está relacionado con el confinamiento por la Covid-19, dado que en los últimos años pre pandemia las rupturas iban en aumento.
El divorcio pone fin a la convivencia de la pareja en conjunto con los hijos, provocando diferentes efectos en la familia, efectos que dependen en gravedad de las circunstancias y causales de la separación. Según Martínez y Penagos (2020), los efectos negativos en la pareja están relacionados con la inseguridad por reconstruir una nueva vida, sentimientos de fracaso, miedo a la soledad y toma de decisiones equivocadas, remordimientos por el dolor causado a las personas más cercanas (hijos, padres, etc.).
Con respecto a los efectos en los hijos, Núñez y Mederos (2017), mencionan que los niños y adolescentes relacionados con divorcios que permanecen en conflicto por períodos prolongados presentan: irritabilidad, ansiedad, desánimo, dificultades en las relaciones con pares y adultos, intranquilidad, agresividad, pérdida de apetito, dificultades en el sueño, dolores de cabeza, náuseas y vómitos recurrentes; así como dificultades en la atención e índice académico. En relación a las dificultades académico de los hijos Chavarría Rodríguez & López Niebla (2019) complementan que el divorcio conflictivo trae consigo consecuencias escolares como:
- Bajo rendimiento escolar
- Apatía al estudio, incumplimiento de tareas
- Problemas de conducta, rebeldía
- Ausentismo parcial que en ocasiones termina en deserción escolar
De ello resulta necesario decir que, el divorcio en sí no necesariamente es una causa directa que afecta al rendimiento escolar de los hijos, sino las actitudes poco asertivas de los padres en el transcurso del divorcio y después de este, acompañado de cambios bruscos en la dinámica de vida de los niños.
En este contexto, se recomienda a los progenitores que lleven un proceso de comunicación activa con los hijos y se hable sobre los cambios que se van a dar a raíz de su separación, reducir el estrés del niño evitando involucrar a éste en conflictos y discusiones de la pareja. Además ayudar en el manejo de sentimientos de los menores para evitar depresión, falta de motivación y diferentes conductas que afectan el rendimiento escolar y a la vida personal que se encuentra sumamente ligada al proceso de aprendizaje.