Un estudio donde participa el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (CSIC) aborda la transmisión de microorganismos entre la madre y su bebé en comunidades no occidentales en comparación con la de zonas industrializadas. También analiza el papel de la alimentación materna en la composición del microbioma infantil.
¿Son iguales los microbiomas infantiles en todas las partes del mundo? Es la pregunta a la que trata responder un grupo de investigación internacional donde participa el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), del CSIC.
En un estudio publicado en Current Biology, el equipo señala que en países no occidentales, como Etiopía, los niños comparten menos microorganismos con sus madres que en países occidentales como Suecia e Italia, resultado de una menor transmisión por la leche materna. Sin embargo, la infancia etíope tenía una mayor variedad de microorganismos en su microbioma, entre ellos algunas especies no caracterizadas procedentes del ambiente y de alimentos locales.
En Occidente los niños comparten más microorganismos con sus madres que en otros países como Etiopía
No obstante, aún no se habían analizado otros factores clave como los estilos de vida occidentalizados, con alta higienización, dietas altas en calorías y entornos urbanos, en comparación con estilos de vida no occidentalizados y más rurales.
La investigación ha contado con más de 700 muestras genómicas de niños y sus madres
Los resultados del análisis muestran que la composición de los microbiomas de los recién nacidos occidentales y no occidentales se superpuso durante los primeros meses de vida más que en etapas posteriores, reflejando dietas iniciales similares basadas en leche materna.
“Los bebés etíopes y otros no occidentales compartieron una fracción más pequeña del microbioma con sus madres que la mayoría de las poblaciones occidentalizadas”, revela María Carmen Collado. En concreto, los bebés etíopes comparten menos del 5 % de microorganismos con sus madres (en línea con los otros países africanos), frente a un 29 % que comparten los bebés occidentales.

Los bebés etíopes y otros no occidentales compartieron una fracción más pequeña del microbioma con sus madres

Mayor diversidad del microbioma infantil en Etiopía
Otra diferencia significativa es la mayor diversidad de microbiomas hallada en los bebés etíopes, en los que las especies microbianas no caracterizadas representaron una mayor fracción que en el resto. “Identificamos especies no caracterizadas pertenecientes a las familias Selenomonadaceae y Prevotellaceae, específicamente presentes y compartidas solo en la cohorte etíope”, apunta la investigadora del CSIC. Escherichia coli y Bifidobacterium spp. son las especies más compartidas en los microbiomas de los niños europeos.
Según el equipo de investigación, un alimento fermentado producido localmente, el pan plano etíope llamado injera (hecho con harina del cereal local o tef) puede contribuir a la mayor diversidad observada en el intestino de los bebés etíopes con bacterias que proceden del ambiente y/o de los alimentos fermentados.
Las especies microbianas ‘Escherichia coli’ y ‘Bifidobacterium spp’. son las especies más compartidas en los microbiomas de los niños europeos
“Aunque la dieta podría ser un determinante en la configuración del microbioma infantil, nuestros resultados sobre el intercambio madre-bebé de Prevotellaceae spp. no pudieron descartar que la transmisión materna durante la vida temprana también pueda contribuir a la divergencia en la composición de la microbiota asociada con las comunidades no occidentales”, puntualiza Collado.
Referencia:
Manara et al., «Maternal and food microbial sources shape the infant microbiome of a rural Ethiopian population», Current Biology (2023)