La Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) establece que el asesinato, el secuestro, la intimidación, la amenaza a comunicadores y la destrucción material de medios de comunicación, violan derechos elementales y coartan la libertad de expresión y que es deber de los Estados prevenir e investigar esos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.
En Ecuador, la aplicación de este mandato es prioritaria pues, en las 2 últimas décadas, la labor periodística se ha vuelto más riesgosa, por la arremetida de la narcopolítica y del crimen organizado.
En ese escenario, la Unión Nacional de Periodistas (UNP) conmemora el tercer año de la Declaratoria del 8 de Abril como el Día de Luto del Periodismo Ecuatoriano, fecha establecida en memoria de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, del equipo de Diario El Comercio, secuestrados el 26 de marzo de 2018 por el Frente Oliver Sinisterra (FOS), disidente de las FARC, y asesinados 12 días después, tras el fracaso de la negociación para su liberación en el Gobierno de Lenín Moreno. Han transcurrido ya 6 años y el caso sigue impune.
Otros sucesos insólitos como el crimen de los periodistas Fausto Valdivieso y Gerardo Delgado, la toma de TC Televisión y el magnicidio del periodista y candidato presidencial Fernando Villavicencio, por denunciar al narcotráfico y sus nexos con gobiernos, partidos, movimientos políticos y grupos económicos más los hechos develados por la Fiscalía General del Estado en los casos Metástasis, Purga y Plaga, ponen en evidencia que la prensa ecuatoriana continúa bajo el asedio de grupos criminales.
En este contexto adverso, complejo y preocupante, la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador , además de rendir homenaje a las víctimas mortales y vivas de la escalada de violencia: exhorta a la comunidad a recordar el 8 de Abril, Día de Luto Del Periodismo Ecuatoriano.
Exige que el Gobierno de Daniel Noboa Azín disponga que se haga pública la información sobre el crimen del equipo de Diario El Comercio.
Demanda al Sistema Judicial celeridad en la investigación de los asesinatos, la persecución a periodistas y sanción para autores intelectuales, materiales, cómplices y encubridores.
Respalda la valiente labor del periodismo ecuatoriano que afronta el riesgo y los mecanismos de censura extrema para seguir cumpliendo su misión de mantener informada a la sociedad.