La educación, de manera particular la de nivel superior, está llamada a constituirse en la inversión prioritaria, en la inversión estratégica del siglo XXI. Porque, indudablemente, vamos hacia una sociedad basada en el conocimiento y el aprendizaje, donde el reconocimiento de la calidad en este proceso es indispensable para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos del planeta.
Una de las principales tareas de la Universidad Ecuatoriana, en tanto facilitadora del conocimiento científico tecnológico hacia la sociedad, será adelantarse prospectivamente a los hechos y proponer soluciones creativas que interactúen con el futuro, en el presente.
La misión fundamental de la Universidad Ecuatoriana será la formación de seres humanos profesionalmente competentes, éticamente íntegros, comprometidos con los sectores sociales, en especial los más vulnerables, con capacidad y motivación para educarse en forma continua, con sensibilidad para comprender, respetar y proteger los derechos humanos y el ambiente natural, a través del ejercicio articulado, crítico, innovador, pertinente y prospectivo de la docencia, investigación, producción y vinculación con la sociedad.
La Universidad Ecuatoriana estará legalmente constituida y cumplirá con todos los requisitos que exige su normal funcionamiento y que constan en la Ley de Educación Superior y en su Reglamento General, en sus respectivos estatutos, reglamentos, normas, disposiciones e instructivos académicos y administrativos.
La Universidad Ecuatoriana contará con una estructura orgánica ágil y dinámica que se enmarque dentro de las disposiciones de la Ley de Educación Superior, con una definición clara de las funciones de cada uno de los organismos académicos y administrativos. Dispondrá de un patrimonio propio legalmente constituido que garantice el normal desenvolvimiento de sus actividades académicas y administrativas, en espacios saludables y confortables.
La Universidad Ecuatoriana ejercerá una autonomía responsable que garantice la libertad académica y el derecho a la búsqueda de la verdad sin restricciones; así como el gobierno y la gestión de sí misma, en consonancia con los principios de alternancia, transparencia y la producción de ciencia, tecnología, cultura y arte.
La autonomía se expresará en el orden académico, en el orgánico administrativo y en lo financiero, siempre bajo la lógica de la responsabilidad social, rendición de cuentas y la participación en la planificación nacional.
Profesores, estudiantes, empelados y trabajadores participarán activamente en el gobierno de la Universidad Ecuatoriana , velando por su engrandecimiento y prestigio.
La Universidad Ecuatoriana ofrecerá a los y las estudiantes las mismas posibilidades en el acceso, movilidad, permanencia y egreso, sin discriminación de género, credo, sexo, etnia, cultura, orientación política, condición socioeconómica o discapacidad que no limite sus facultades de aprendizaje, considerando una pauta distributiva basada en el mérito académico.
La Universidad Ecuatoriana pondrá en acción programas de nivelación, para lograr la igualdad de oportunidades en los procesos de admisión de los bachilleres que tienen diferente formación dependiendo de los colegios donde se educaron, grandes diferencias de las que no son responsables ellos sino del colegio que les formó.
La calidad continuará siendo el referente de la Educación que imparte la Universidad Ecuatoriana, en esa búsqueda constante y sistemática de la excelencia, la perfección y la elevación en la producción y transmisión del pensamiento y conocimiento.
En esta perspectiva, la Universidad Ecuatoriana realizará permanentemente procesos de autoevaluación para mejorar la calidad de sus carreras y programas académicos.
La educación que imparta la Universidad Ecuatoriana responderá a las expectativas y necesidades de la sociedad y la planificación nacional, articulando su oferta docente, de investigación y actividades de extensión a la formación de un ser humano integral en armonía con su entorno social y ambiental, a la construcción de una identidad nacional, a la demanda académica, a las necesidades del desarrollo local, regional y nacional; a la vinculación con la estructura productiva del país; a las políticas nacionales de ciencia y tecnología, y a la prospectiva de desarrollo científico y tecnológico mundial.