Por: Dr. Juan Morales Ordóñez
En la elaboración de documentos académicos es necesario citar formalmente autores de reconocido prestigio con el fin de fortalecer el criterio que se expone. Las citas, cuando son pertinentes, son conocidas también como argumentos de autoridad.
Cada una de las disciplinas del conocimiento cuenta con un acervo de autores a los cuales se acude para lograr que lo expuesto tenga un peso mayor.
Los criterios ciudadanos respecto a aspectos de la cotidianidad también utilizan esta estrategia. Así, para apuntalar opiniones sobre temas éticos se acude normalmente a textos religiosos de las diferentes civilizaciones o a criterios de personalidades mundiales o locales de reconocido prestigio, para fortalecer posiciones políticas a textos jurídicos como Constituciones y Declaraciones Universales que abordan esas cuestiones y también al pensamiento tradicional y contemporáneo de ciudadanos connotados. Sucede lo mismo cuando se trata de explicar formas culturales específicas, pues se las defiende y justifica acudiendo a tradiciones y costumbres documentadas histórica y sociológicamente.
En alguna oportunidad he recurrido al prestigio y a la inteligencia clara del Presidente uruguayo José Mujica, para apoyar el punto de vista personal expresado en esta columna. En esta ocasión, lo hago nuevamente, para hablar de la importancia del estudio y del conocimiento cabal del idioma inglés.
La generación que ha concluido sus estudios secundarios en los últimos cinco años, en la ciudad de Cuenca –a modo de ejemplo- tiene un nivel de inglés superior al adquirido en épocas anteriores, sin embargo éste es aún insuficiente si lo comparamos con el que existe en otras ciudades del Ecuador y ni se diga con el alcanzado por otros países.
Las aplicaciones prácticas del idioma inglés son tantas como lo son las diversas actividades humanas en sociedad: cultura, comercio, viajes, turismo, ciencia y educación, entre otras.
Por esas razones los diferentes espacios de educación, desde el familiar hasta el universitario, deben abordar este requerimiento con niveles de exigencia cada vez mayores, pues el beneficio que se deriva del dominio de este idioma universal es determinante para el mejor desempeño profesional y humano de todos los ciudadanos.
Al respecto, en su Discurso a los Intelectuales, el Presidente Mujica, se expresa con sencillez y contundencia cuando habla de la educación y plantea algunos conceptos para potenciarla, entre los cuales el dominio del idioma inglés es un requisito inexcusable: “…Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública. Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo…”.