Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Metodologías del aprendizaje para atender a la diversidad desde un enfoque inclusivo es un tema interesante de investigar en nuestras universidades, a la vez que sus resultados reúnen las condiciones para editar un libro académico, de gran utilidad para la sociedad.
Es importante tomar en cuenta a las comunidades de aprendizaje para la transformación social y cultural de una institución de educación superior y de su entorno.
El propósito es mejorar el rendimiento, atender a la diversidad del estudiantado en igualdad de condiciones y mejorar el clima de convivencia en la universidad y fuera de ella.
A continuación, exponemos el funcionamiento de los grupos interactivos, tomando en cuenta las ideas de Blas García.
1. El aprendizaje basado en proyectos. Es necesario comenzar por realizar un diagnóstico (cuadro FODA) sobre nuestra realidad y elaborar un proyecto de vida. El trabajo basado en proyectos se articula en base de las interrogantes que formulan los estudiantes. Cada nuevo interrogante puede constituir un nuevo proyecto y éste, a su vez, un nuevo aprendizaje.
2. El aprendizaje autónomo. Proceso mediante el cual los estudiantes asumen la iniciativa, con o sin ayuda del profesorado, en el diagnóstico de sus necesidades de aprendizaje, la formulación de sus objetivos, la identificación de los recursos necesarios para aprender, la elección de las estrategias adecuadas y la evaluación de los resultados de su aprendizaje.
3. El aprendizaje por descubrimiento. La utilización del descubrimiento y de la intuición es propuesta por Bruner (1988) en razón de una serie de ventajas didácticas como: “un mayor potencial intelectual, motivación intrínseca, procesamiento de memoria y aprendizaje de la heurística del descubrimiento”.
4. El aprendizaje cooperativo. Gemma Riera Romero, considera que: “El aprendizaje cooperativo es una metodología clave para dar respuesta a la diversidad del alumnado desde un enfoque inclusivo. Permite que la adquisición de conocimientos sea compartida, fruto de la interacción y cooperación entre los miembros del grupo, por lo que resulta muy positivo para que el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo pueda aprender y autorregular sus procesos de aprendizaje”.
5. El aprendizaje por tareas. Una tarea es un modelo de secuencia didáctica organizada de tal forma que ayuda a los estudiantes a lograr la realización de una actividad compleja relacionada con distintas áreas de conocimiento y con la experiencia vital de los propios estudiantes. Se trata de una estrategia que todos los expertos la señalan como idónea para el desarrollo de las competencias básicas.
6. El contrato pedagógico. Acuerdo negociado, entre profesor y estudiantes, con la finalidad de conseguir unos aprendizajes a través de una propuesta de trabajo autónomo, que puede ser de carácter cognitivo, metodológico o actitudinal.
7. El trabajo por rincones. Los rincones son un modelo organizativo y de gestión del aula que nos permite distribuir el espacio físico del que disponemos en una estructura de diferentes micro-espacios que, relacionados con el modelo curricular o didáctico que se desarrolle en el aula, coadyuvan a conseguir los objetivos propuestos en el currículum.
8. La enseñanza multinivel. Constituye otra forma de atender la diversidad en el aula porque posibilita que cada estudiante encuentre, respecto al desarrollo de un contenido, actividades acordes a su nivel de competencia curricular.
9. Los centros de interés. Ovide Decroly (1871-1932), introduce los centros de interés como propuesta pedagógica intentando dar respuesta a las necesidades e intereses naturales de los alumnos. Esta estrategia curricular obedece a la organización creativa del currículum (objetivos, contenidos, competencias básicas y criterios de evaluación) en torno a centros de interés. Estos intereses parten del alumno y pueden ser propios del currículum, de relevancia social y de interés personal de los estudiantes.
10. Los talleres de aprendizaje. Los talleres son espacios donde se realizan actividades dirigidas y sistematizadas, con una progresión de dificultad ascendente para conseguir que el alumnado haga uso de diversos recursos y conozca diferentes técnicas y procedimientos que posteriormente utilizará de forma individual en el aula.