Los expertos en reclutar personal altamente calificado y formado señalan que un profesional con estudios de posgrado aumenta en más de cuatro veces sus posibilidades de acceder a un cargo gerencial.
Un profesional sin MBA tiene apenas un 5% de posibilidades de ser gerente o subgerente, mientras que una persona que ha cursado un posgrado, tiene un 21% de posibilidades de obtener el puesto.
Es por ello que cada vez más estudiantes al finalizar sus estudios de grado, se plantean continuar con su formación y especializarse para poder ser más competitivos en el mercado laboral que está en constante cambio y al que los profesionales deben acoplarse.
Los expertos destacan que es indudable que estudiar un posgrado universitario abre muchas puertas en el mercado laboral, ya que constituye un valor agregado considerable para postular a cargos de gerencia o docencia. Hoy en día las empresas valoran muy positivamente a los profesionales cualificados y con formación específica a niveles postuniversitarios en los procesos de selección de personal.
Contar con un posgrado se está convirtiendo en una exigencia cada vez más demandada por los empleadores, ya que ello asegura un mayor nivel de productividad en cualquier actividad por parte de las personas que tienen una formación académica de este tipo.
La importancia de estudiar un posgrado radica en que permite desarrollar habilidades para la aplicación de un conocimiento específico sobre la formación general en un área determinada, y hoy en día, las grandes empresas requieren de trabajadores con capacidad de análisis y altamente competentes para resolver problemas.
No obstante, el estudiar más no significa necesariamente contar con un empleo seguro, pues existe una combinación de varios factores, entre ellos la experiencia, que es primordial a la hora de comenzar la búsqueda laboral, ya que permite desarrollar competencias y habilidades.
Actualmente la interdisciplinariedad ha tomado fuerza entre los nuevos profesionales y por eso el tiempo adecuado para iniciar un posgrado dependerá de la experiencia. Los expertos coinciden en que dos o tres años después de terminar una carrera profesional es prudencial, mientras se maduran los conocimientos adquiridos en el pregrado y se aplican al campo profesional.
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