Rafael Correa enfatiza el concepto de Emisiones Netas Evitadas

En la charla que brindó en la Conferencia de Alto Nivel ‘Proteger la Tierra y Dignificar al Ser Humano’, organizada por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Academia Pontificia de Ciencias y Religiones para la Paz de la Santa Sede, el Presidente del Ecuador, Rafael Correa enfatizó que la noción de Emisiones Netas Evitadas (ENE) debe basarse en el principio de responsabilidades conjuntas y diferenciadas. Es decir, los países que más contaminan deben dar compensaciones por el deterioro del ecosistema planetario.

El mandatario ecuatoriano precisó que las naciones más desarrolladas, como China, Estados Unidos, Rusia, India y Japón, son responsables del 60% de las emisiones de gases contaminantes. Los peores daños ecológicos los hacen los países ricos, pese a las mejoras tecnológicas, por esto una persona que vive en uno de estos estados emite el 38% o más de CO2 que un habitante de una nación pobre.

Rafael Correa dijo que la deuda ecológica se puede reflejar tanto en términos monetarios, como biofísicos, pero lo primordial es no pagar esta deuda, sino impedir que se acumule y crezca, frenando los daños y reparando lo realizado.

En este sentido, el concepto ENE surge como una oportunidad para que los países en vías de desarrollo puedan recibir beneficios económicos, transferencia de tecnología y construcción de capacidades, por evitar la emisión de gases de efecto invernadero al mantener sus ecosistemas protegidos. Incluye la compensación por la contaminación evitada e incorpora las actividades económicas que conlleva el uso de los recursos renovables y no renovables. Esta idea propone, además, ampliar lo estipulado en Kyoto y aplicarlo al cambio climático, con lo que se alcanzaría una transformación revolucionaria en el comercio internacional.

Los países en desarrollo podrán, entonces, transformar sus economías que se basan en la extracción de combustibles fósiles contaminantes, en economías que exportan servicios ambientales.

Sin embargo, el gobernante puntualizó que la aplicación de las ENE y conservación del medio ambiente en países cuyo nivel de vida no es el óptimo, generará restricciones si la compensación es menor al beneficio al que dichos países renuncian al no explotar sus recursos.

Un ejemplo de ello fue la Iniciativa Yasuní-ITT que apuntaba a mantener bajo tierra los 846 millones de barriles de petróleo en la Amazonía ecuatoriana a cambio de una compensación monetaria de todos los países para evitar la contaminación, pero falló.

En su presentación también dijo que un componente adicional a las ENE son los beneficios asociados a la protección de la biodiversidad y los recursos genéticos. Estos beneficios pueden entenderse como equivalentes al valor de los bienes y servicios ecosistémicos que contribuyen a la existencia equilibrada del bienestar humano y del planeta.

El acceso a esos medios, a través del reconocimiento de las ENE, le permitirá a los países en desarrollo continuar el proceso soberano de transformación de la matriz energética y productiva como instrumentos para alcanzar el Buen Vivir y la erradicación de la pobreza en armonía con la naturaleza.

El Jefe de Estado habló, además, de un ecoimpuesto al precio del petróleo y otros derivados para lograr una reducción en la demanda de petróleo y una consecuente menor producción de CO2, generando ingresos que pueden servir para compensar a los países importadores que se verían afectados por este arancel y financiar la reducción de los gases de efecto invernadero a través del desarrollo de una matriz energética.

El Presidente de la República, Rafael Correa, fue el único Mandatario presente en la Conferencia de Alto Nivel ‘Proteger la Tierra y Dignificar al Ser Humano’, organizada por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Academia Pontifica de Ciencias y Religiones para la Paz de la Santa Sede, que se lleva a cabo en la Santa Sede.

La conferencia se desarrolla para elevar y construir el debate global sobre la necesidad de discutir acerca de las dimensiones del cambio climático y el desarrollo sostenible, en el marco conceptual de la elaboración de la primera encíclica papal sobre medio ambiente y cambio climático que se efectuará en Francia, a finales de año.

Esto, previo a la publicación de la primera encíclica del Papa sobre cambio climático y la Cumbre Climática que se celebrará en diciembre, en París.

Según información del Vaticano, la encíclica del cambio climático, estaría lista y podría publicarse en enero del 2016. En ella un significativo grupo de asesores –entre los que destacan el cardenal ghanés Peter Turkson y los teólogos argentinos Carlos María Galli y Víctor Manuel Fernández- llevan trabajando desde otoño de 2013.

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