La IV cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA) fue inaugurada este martes 10 de noviembrede 2015 en Riad, Arabia Saudita. El mandatario ecuatoriano y presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinaomericanos y Caribeños (Celac), Rafael Correa participa en la cita que se desarrolla en el Centro Internacional de Convenciones Rey Adbulaziz, con la presencia de 34 delegaciones.
La complementariedad económica, incluido el incentivo al comercio y la inversión, y la concertación política en foros mundiales destacaron como ejes centrales en la jornada inaugural de la Cumbre.
Para el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hay otros asuntos que requieren atención y coordinación de ambas regiones, sobre todo la lucha contra el terrorismo, el fin de las guerras de Siria y Yemen, y el compromiso de impulsar la agenda de desarrollo sostenible post-2015.
Ban habló ante un plenario de reyes, presidentes, primeros ministros, cancilleres y otros jefes de delegaciones de los 22 estados de la Liga Árabe y los 12 de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y también apeló a compromisos en materia ambiental y la cumbre del cambio climático de París.
Mención especial mereció su llamado a potencias mundiales para reaccionar de modo diligente ante el drama de los refugiados que llegan a Europa.
Poco antes, en la alocución de apertura de la cumbre en el Centro de Conferencias Rey Abdulaziz de Riad, el rey Salman bin Abdulaziz de Arabia Saudita llamó a impulsar la cooperación política y económica árabe-sudamericana, estimular las inversiones y el comercio.
También abogó por establecer consejos de negocios para regular y fomentar el comercio birregional, que saltó de seis mil millones de dólares en 2004 a 33 mil millones este año, según expuso el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, en su condición de jefe de la cumbre árabe.
Las oportunidades de desarrollo de las relaciones económicas entre nuestros países son promisorias, con buenas corrientes para lograr desarrollo y prosperidad, guiándonos a superar obstáculos y restricciones que enfrentan, señaló el soberano saudita. Agregó que hay ambiente propicio para alentar el flujo de inversiones, intercambio de experiencias, transferencia de tecnologías y cooperación en todas las esferas, y alabó el buen crecimiento de comercio y las tasas de inversión en ambos sentidos desde la primera cumbre de Brasilia, en 2005.
En opinión de Salman, la firma de acuerdos de libre comercio, la exención de la doble imposición tributaria, y el estímulo y protección de los acuerdos de inversiones entre los países de las dos regiones proveerán un marco legal y regulatorio para mejorar los flujos comerciales.
Sobre otros temas regionales, el monarca wahabita deploró la situación en los territorios palestinos ocupados por Israel y la profanación por extremistas judíos de la mezquita Al-Aqsa, tercer lugar sagrado del Islam, y agradeció el histórico apoyo latinoamericano a la causa árabe y Palestina.
Por su lado, el vicepresidente uruguayo, Raúl Sendic, urgió a los estados árabes a asumir junto con los sudamericanos el desplome de los precios del petróleo en el mercado mundial, un asunto que medios locales adelantaron que también expondrá aquí el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Sendic retomó el llamado del rey saudita a estrechar la coordinación para hacer frente a «desafíos comunes» como la amenaza terrorista, la solución de conflictos armados, la migración ilegal y la crisis de los refugiados.
También indicó que la disponibilidad de voluntad política y el fundamento común de principios sobre temas y valores humanos, así como en materia cultural y económica, allanará el camino para avanzar en muchas perspectivas de cooperación entre ambas zonas geográficas.
La canciller colombiana María Ángela Holguín, a su ingreso al evento inaugural, resaltó la importancia del encuentro, donde los países productores de petróleo aspiran alcanzar acuerdos para enfrentar el bajo precio del crudo causado por la sobreproducción.
La Cumbre es el instrumento para fortalecer las relaciones, además de incentivar el compromiso de apoyo mutuo entre las naciones participantes. Así ocurrió en el 2012 en Perú. “Desde la fecha se han logrado avances en negociaciones y cooperación”, dijo el vicecanciller del vecino del sur, Eduardo Martínez.
Los 22 países árabes y los 12 de América del Sur, presentes en Riad, buscan impulsar la inversión de empresas del Golfo en nuestra región y la apertura de nuevos mercados para la industria sudamericana.
“El interés de invertir en Sudamérica es latente en los países de la Liga Árabe, que se sienten atraídos por el desarrollo que vive Ecuador, Bolivia, Argentina y otros países del continente”, puntualizó el embajador en Egipto y recurrente en Arabia, Germán Espinoza.
En el encuentro internacional se espera concretar nuevos acuerdos en desarrollo energético, económico, social y cultural que beneficien a las dos regiones.
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