Recuerdo que en mi primer trabajo una vez el Gerente del área nos reunió a quince analistas, todos ingenieros industriales, y nos dio un discurso en el que indicó querer mejorar el análisis de la información del área. “Quiero que ustedes sean los mejores planilleros del país”, dijo generando la molestia de todos los asistentes.
Cuando estaba en la universidad los profesores nos decían que seríamos los líderes del siglo XXI, haciéndonos subir nuestras expectativas laborales al máximo. Ser el mejor planillero con uno de los futuros líderes en materia de negocio no era consecuente para nadie y todos manifestaron su molestia respecto de lo que dijo el gerente.
Cuando conté la historia a un pariente de más experiencia me dijo que no había de qué molestarse, el gerente no había dañado a nadie sólo había declarado implícitamente que él evaluaría a los mejores analistas según el manejo que tuvieran del Excel. “Si quieres ser considerado un buen analista debes entender que también debes ser experto en el manejo de las “planillas”, esa es la forma que él dará oído a tus análisis”. Me comentó también que la soberbia que teníamos todos nos impedía ver la oportunidad que el gerente estaba abriendo; él buscaría a los mejores analistas y había dicho cuál sería la forma de evaluarlo.
Rápidamente me hice experto en el manejo de planillas y me encargué de mostrárselo sutilmente en cada reunión que coincidía con él. Debo destacar que el tener un nivel mayor de conocimiento de la herramienta me permitió hacer mejores análisis y comprender más rápidamente el negocio, respecto de mis compañeros.
Al cabo de un mes, el gerente me llamó a su oficina y me dijo que me consideraba el mejor analista de su grupo y quería encargarme un proyecto. Así fue que logré mi primer ascenso a los seis meses de haber comenzado a trabajar, lo cual era bastante inédito.
Las formas de aprender son diversas, como también las formas de evaluar tus capacidades. Dejar la arrogancia atrás te permitirá ver oportunidades que no son vistas por tus compañeros, ya que sus emociones los ciegan.
Por @Gerente2012
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