Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

El caballo constituye el animal más bello y el que presta más y mejores servicios al hombre. Es inteligente. Pueden recordar a sus jinetes y entrenadores. Reconocen también lugares y experiencias en los que ya han estado o vivido hace ya bastante tiempo. Cuando están aburridos se ven afectados por ese malestar, que los puede llevar a enfermar. Hacen distinciones con las personas e incluso con los objetos. Si algo no le gusta le advierte de su rechazo.

El escritor Iván Egüez Rivera ha escogido nombres de caballos famosos para las revistas dirigidas por él: “Rocinante” y “Babieca”, de la Campaña Nacional Eugenio Espejo por el libro y la lectura. Falta revistas con el nombre de: Bucéfalo, de Alejandro Magno y Pegaso, caballo mitológico del Dios Zeus, que se refieran a la “Madre Tierra”, a nuestra naturaleza generosa y fértil, de paisajes poéticos, que tienen que ver con “Pegaso”.

Rocinante, caballo de Don Quijote de la Mancha. «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha» es una novela escrita en 1605, por don Miguel Cervantes de Saavedra, convirtiéndose en su obra maestra. Es una caricatura perfecta de la literatura caballeresca, y sus dos personajes: Don Quijote y Sancho Panza.

Babieca, caballo del «Cid Campeador». De pelaje blanco. Hay quien dice que era de origen leonés (de la comarca de Babia). Le fue regalado por el rey Alfonso VI de León y Castilla como recompensa a sus servicios y fue criado en un convento español. Era obediente y ágil.

Bucéfalo – caballo de «Alejandro Magno». Alejandro Magno fue el general más grande de la Historia y el «hombre de Estado» más genial de su tiempo. Fue el hijo primogénito del rey de Macedonia, Filipo II, nació en el año 356 A.C. y tuvo como profesor de estudios al gran filósofo Aristóteles.

Pegaso, caballo del Dios Zeus. Según los esquemas de la mitología el «caballo volador» nació del chorro de sangre que brotó cuando Perseo cortó la cabeza a Medusa y gracias a él pudo libertar el héroe a Andrómeda, la hija del rey de Etiopía, que quiso disputar a las Nereidas el premio de la hermosura.

Ya decía Rubén Darío que: “No se concibe a Alejandro Magno sin «Bucéfalo»; al Cid, sin «Babieca»; ni puede haber Santiago en pie, Quijote sin «Rocinante», ni poeta sin «Pegaso».

Aparte de los caballos famosos nombrados hay todavía muchos nombres célebres tanto en el cine y la televisión, que dejaron su huella en la Historia del Hombre.

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