Guaranda en carnaval es una sola copla, creada y cantada por un pueblo altivo, alegre y hospitalario

Guaranda en carnaval es una sola copla, creada y cantada por un pueblo altivo, alegre y hospitalario capaz de reír, bailar y jugar, sin hacer caso del tiempo, por lo que quien le visita y disfruta es desde ya y para siempre, un guarandeño de corazón.

Laura Hidalgo Alzamora afirma que las coplas brotan con tanta espontaneidad en la provincia de Bolívar que da la impresión que no es el pueblo quien las compone sino que las coplas están allí, que andan por las calles, corren en el agua de los ríos o están sentadas en los quicios de las puertas y en las maniguas del camino en busca de los labios que las canten.

Millares de coplas corren en los labios de los trovadores, desde las bajas zonas subtropicales de la montaña hasta las nieves de la Cordillera, porque también allí en los páramos de los Andes, nuestro indígena canta en quichua sus coplas de Carnaval.

Las coplas se refieren a la mujer, hijos, vecina, al amor, penalidades, alegría, tristeza, platos típicos, suegra, visitantes, guitarra, entre otros.

En el Carnaval de Guaranda se juega con serpentinas, talcos, lociones, flores, confites, polvo y por supuesto agua; es una fiesta animada por comparsas, pregones, contrapuntos, bailes públicos y festival de comidas típicas que forman parte de la cultura carnavalesca.

La fiesta, es completa, se realizan comparsas y bailes en cada localidad de la provincia pero oficialmente empieza una semana antes de lo establecido a nivel nacional, así un día es el el carnaval infantil, etro día es el carnaval de las coplas, el siguiente es el Carnaval Institucional, enseguida viene el Carnaval Universitario. y Así por el estilo. En todas partes se vive el carnaval: en San Miguel, en Guaranda, en San José de Chimbo, en Balsapamba, en Caluma y en Echeandía.

Clubes, barrios e instituciones realizan programas hasta el día martes en que concluyen las fiestas en el área urbana.

En los días de fiesta casi nadie duerme y desde las seis de la mañana se empieza a chamuscar los chanchos, cocinar el mote, preparar las humas, la chicha, el dulce de sambo, pan, entre otros products alimenticios que se brindará a visitantes o familiares, quienes mojados por dentro y por fuera, pintados la cara con polvo y al son de coplas carnavaleras, disfrazados portando guitarras, acordeones y tambores se unen a esta fiesta popular.

En la fiesta se hace uso del maíz, pues se consume en distintas formas: tierno o seco, natural o procesado como choclo cocinado, tostado, mote, en forma de harina al hacer los “Chiguiles” y envolver con las hojas tiernas del mismo maíz; en forma de alcohol en la Chicha de Jora, fermentación del maíz que está germinando o la harina de maíz para blanquear a las personas que participan de la fiesta.

En la zona rural se inicia el Carnaval con el juego del Gallo Compadre que disfrazados imitan a diversos animales y al son de un tambor, recorren esos días las casas de sus compadres, vecinos y amigos, para ser atendidos y agasajados con abundantes comidas y licor.

Las autoridades de los cantones involucran a los actores locales para lo cual programan las actividades con meses de anticipación con la finalidad de atraer el turismo, organizando bailes populares en parques y colegios, comparsas, exposiciones, coronación de reinas, y más eventos.

Terminada la fiesta del Carnaval en el área urbana, se reinicia el miércoles de ceniza en las comunidades indígenas, de allí es considerada una manifestación cultural, religiosa, tradicional y popular que se celebra los tres días anteriores a la cuaresma de Semana Santa dependiendo de la programación de la Iglesia Católica.
Es una fiesta popular muy arraigada en el corazón de los bolivarenses como parte de su ser y por eso, año tras año, el carnaval nace, se intensifica y muere para volver a nacer, representa para los bolivarenses el mito del eterno retorno, es cumplir con el ciclo vital, que año tras año se lo vuelve a vivir.

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