Las librerías nacieron como expendios exquisitos que posibilitan la comunión humana entre las palabras, los objetos y sus significados. Libreros y lectores se encontraron con este espacio donde lo imposible convive con la certera palabra e imagen de la novela, con la exactitud de la poesía, la sensual provocación del ensayo, en el más áureo peldaño de la cultura.
Es entre libros donde habita la memoria humana, el encuentro personal entre el esfuerzo intelectual y la capacidad de entendimiento: lugares de nuestra infancia rodeados de textos multicolores y fábulas preciosas de nuestra adolescencia donde la historia, geografía, química, matemáticas y literatura comparten la misma razón; de juventud, encuentros y charlas en una tarde de café, el recinto donde uno quisiera estar y perecer es una estrepitosa tormenta de letras.
La librería universitaria es un proyecto de cultura: unión de lo diverso, en el extremo que nuestra sociedad lo requiere; los libros no son producto de la sociedad, sino que estos delimitan el espectro de aquella. Si se quiere tomar decisiones del mundo indudablemente es necesario visitar de vez en cuando este precioso lugar de ideas.
La misión de las librerías universitarias va encaminada hacia la prestación de un servicio cultural, lo cual se ve reflejado en los precios.
El material que ofrecen las librerías universitarias es seleccionado de acuerdo a los comentarios y necesidades percibidas. Se estudian los catálogos y se ofrecen alternativas en los distintos temas, buscando siempre acrecentar este número para cumplir con las expectativas de sus usuarios. Pero también las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad de editar libros de calidad dirigidos a sus comunidades y a la sociedad en general, considerando que una de sus funciones sustantivas es la difusión del conocimiento y la cultura.
Hoy comprar libros pareciese satisfacer los deseos desordenados de nuestro ego, sin embargo, no es así ya que pueden ser considerados como artículos de primera necesidad, cuyo uso reiterado es quizá la semilla que fructificará maravillosamente, garantizando el descubrimiento de sensaciones y conocimientos de valor incalculable.
No es nuevo asumir que uno de los aspectos primordiales sobre los cuales se debe trabajar en beneficio de un mejor nivel cultural, es el hábito a la lectura, de ahí que EcuadorUniversiatrio.Com sugiera que las instituciones de educación superior consideren la necesidad de abrir talleres y cursos en donde públicos con intereses específicos se aficionen a la lectura con textos calificados que respondan a sus necesidades.
Por otro lado, el lector tiene derecho a leer libros de calidad, decorosos y bien hechos, en los cuales interviene tanto el contenido como la presentación.
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