Adquisición de competencias para ser un Maestro de Ajedrez

Por: Wilson Zapata Bustamante / Maestro Nacional

La verdadera maestría en todos los órdenes del conocimiento, y, desde luego, en ajedrez, supone una visión interna de perspectivas lejanas que no pueden de momento apercibirse con los ojos de la cara y que, por lo tanto, hay que presentirlas. Podría afirmarse que esta visión ideal o presentimiento constituye la raíz más profunda de la fuerza creadora. Por eso el ajedrecista, que sólo considere las posibilidades inmediatas en búsqueda de objetos visibles, podrá quizá, si tiene facultades de cálculo, llegar a ser un gran combinador, un táctico peligroso que consiga en ocasiones éxitos brillantes, pero nunca llegará a poseer las competencias y esa seguridad de orientación y de plan que se requiere en el doctorado del juego ciencia y que sólo lo adquieren los Grandes Maestros de Ajedrez, aquellos que están listos para ser Campeones del Mundo.

Las competencias son un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas, tanto específicas como transversales, que debe reunir un Maestro de Ajedrez para satisfacer plenamente las exigencias de los contextos sociales.

Fomentar las competencias es el objetivo de los programas que elaboren los entrenadores o profesores de ajedrez. Las competencias son capacidades que el jugador de ajedrez desarrolla en forma gradual y a lo largo de todo el proceso de su formación y son evaluadas en diferentes etapas. Pueden estar divididas en competencias relacionadas con la formación profesional del ajedrecista (competencias genéricas) y con un área de conocimiento (específicas de un campo de estudio).

Competencias genéricas

Un ajedrecista debe desarrollar o adquirir las siguientes competencias genéricas no solo para triunfar en los torneos sino para triunfar en la vida misma, en cualquier profesión:

  1. Capacidad de abstracción
  2. Capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica.
  3. Capacidad para organizar y planificar el tiempo.
  4. Conocimientos profundos sobre el ajedrez.
  5. Capacidad de comunicación oral y escrita.
  6. Capacidad de comunicación en un segundo idioma.
  7. Capacidad en el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación.
  8. Capacidad de investigación.
  9. Capacidad de aprender y de actualizarse permanentemente.
  10. Habilidades para buscar, procesar y analizar información procedente de fuentes diversas.
  11. Capacidad crítica y autocrítica.
  12. Capacidad para actuar en nuevas situaciones.
  13. Capacidad para identificar, plantear y resolver problemas.
  14. Capacidad para tomar decisiones.
  15. Capacidad de trabajo en equipo.
  16. Capacidad de motivar y conducir hacia metas comunes.
  17. Compromiso con su medio socio – cultural.
  18. Valoración y respeto por la diversidad y multiculturalidad.
  19. Habilidad para trabajar en contextos internacionales.
  20. Habilidad para trabajar en forma autónoma.
  21. Compromiso ético.
  22. Compromiso con la calidad.

Las seis competencias más importantes son:

  1. Capacidad para tomar decisiones.
  2. Capacidad de aprender y actualizarse.
  3. Capacidad de abstracción, análisis y síntesis.
  4. Capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica.
  5. Capacidad para identificar, plantear y resolver problemas.
  6. Compromiso con la calidad.

Además de las competencias genéricas –muchas de las cuales se esperaría que se desarrollasen en todos los programas de estudio del ajedrez-, cada entrenador o profesor buscará cubrir competencias más específicas, de cada área temática.

Competencias específicas

Un ajedrecista que desee adquirir la maestría debe haber desarrollado las siguientes competencias específicas:

  1. Capacidad para calcular largas variantes.
  2. Capacidad para valorar correctamente una posición.
  3. Capacidad para realizar con exactitud una ventaja o encontrar la decisión psicológica precisa.
  4. Capacidad para lograr la estabilidad y seguridad en el juego. Por el camino de un plan de eliminación de los errores.
  5. Capacidad para desarrollar los puntos fuertes del talento ajedrecístico.
  6. Capacidad para estar bien preparado en el aspecto psicológico, físico y puramente ajedrecístico. (A.S. Makarenko recomendó a los pedagogos ayudar a los alumnos a organizarse según un determinado sistema de objetivos: objetivos próximos, lejanos y medios o intermedios).
  7. Capacidad para solucionar ejercicios concretos para el perfeccionamiento en conexión con la participación con éxito en torneos.
  8. Capacidad para saber establecer su estrategia de torneo.
  9. Capacidad para el análisis de las partidas propias. (¿A qué hay que prestar atención cuando analizamos una partida propia? Sobre todo, hay que encontrar los puntos de cambio. Dónde se producen los errores, cambia la valoración o se desaprovechan las oportunidades, dónde cambia la situación en el tablero. Solo la capacidad para encontrar ese momento crítico de la partida en el análisis, es excepcionalmente importante. Nos ayudará a descubrir en el transcurso de la partida ese momento. Esto es quizá lo más difícil en ajedrez, saber cuál es el momento crítico en la partida, cuándo hay que pensar sin descanso en la resolución de un problema y cuándo el resultado de una partida depende de una jugada). Entre los ajedrecistas de élite solo unos pocos dominan completamente esa capacidad.
  10. Capacidad para la búsqueda de la causa de nuestros errores.
  11. Capacidad para comprender el espíritu de la posición. (Si se comprende el espíritu de la posición y se encuentra el hilo del juego, entonces se puede dominar cualquier situación. Una comprensión semejante ayuda al ajedrecista a encontrar sobre el tablero la única decisión correcta).
  12. Capacidad para lograr una precisa transformación de la ventaja.
  13. Capacidad para defenderse con todas las fuerzas, descubrir con obstinación las posibilidades prácticas, y colocar siempre al adversario ante nuevos problemas.
  14. Capacidad para utilizar con certeza los recursos defensivos en la partida de ajedrez. (Las principales cualidades para la defensa son la frialdad, la presencia de ánimo y la obstinación).
  15. Capacidad para realizar un estudio serio del ajedrez clásico.
  16. Capacidad para dominar a la perfección los principios de la estrategia.
  17. Capacidad para adquirir los procedimientos típicos del juego posicional.
  18. Capacidad para el estudio de las sutilezas ajedrecísticas. (Para poder analizar su pensamiento, para trabajar con métodos racionales de reflexión, para establecer la causa de errores cometidos o para conseguir unos logros creativos, no hay nada más importante que el estudio de las sutilezas ajedrecísticas).
  19. Capacidad para evaluar una posición.
  20. Capacidad para el estudio de las posiciones típicas.
  21. Capacidad para el estudio de posiciones con una determinada relación de fuerzas. (Por ejemplo, hay posiciones, en las que el Alfil es más fuerte que el Caballo, o con un Alfil malo y otro bueno. Se debe aprender el valor de las distintas combinaciones de piezas. Por ejemplo Torre y Alfil la mayoría de las veces cooperan mejor que Torre y Caballo. Por el contrario, la Dama actúa mejor con un Caballo que con un Alfil).
  22. Capacidad para desarrollar cada una de las formas de pensamiento establecidas, dominar los distintos métodos para abordar una posición, aprender a unirlos correctamente, con independencia de su capacidad, sus gustos o su estilo de juego.

Los que tenemos alguna experiencia hemos podido observar –y frecuentemente, por desgracia- que muchos principiantes admirablemente dotados y provistos de un considerable arsenal de conocimientos teóricos sobre todo de aperturas, realizaban en poco tempo adelantos rápidos, que después pasaban por un período de amortiguamiento y casi paralización del progreso, que al principio no extrañaba, considerándola transitoria, porque en las carreras largas hace falta aliento. Pero al fin comprobábamos con tristeza que el ralentí se convertía en detención y ésta en parada definitiva.

Finalmente, quiero dar dos recomendaciones importantes: La primera, no hay que precipitarse, pretendiendo conseguirlo todo de prisa, y la otra, hay que buscar academias de ajedrez donde se sistematice racionalmente su enseñanza. ¡Un sueño sería que en escuelas y colegios se sistematice la enseñanza del ajedrez!

UNA PARTIDA PARA EL ESTUDIO

Foto: Boris Spassky

Blancas: Mijail Tahl

Negras: Boris Spassky.

Torneo de Candidatos 1965

Apertura Española.

En ajedrez se llama apertura española o apertura Ruy López a una apertura de ajedrez que surge tras los siguientes movimientos:

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5

Está considerada dentro de las aperturas abiertas. Se la conoce como apertura Ruy López, debido a que fue el ajedrecista español Ruy López de Segura quien la popularizó en el siglo XVI. Ha sido objeto de muchos análisis por parte de los teóricos del juego y sus variantes son numerosas.

En general, se considera que da a las piezas blancas una ventaja ligera y duradera.

Veamos cómo se desarrolló la partida Tahl – Spassky

1. e4 e5; 2. Cf3 Cc6; 3. Ab5 a6; 4. Aa4 Cf6; 5. 0-0 Ae7; 6. Te1 b5; 7. Ab3 0-0; 8. a4 b5!

Pachman, Gran Maestro y teórico de las aperturas de ajedrez señala que durante mucho tiempo se solía jugar exclusivamente 8…Ab7, pero que este desarollo del alfil no es el más eficaz.

9. c3 d6; 10. a5 bxc3 (esta jugada le colabora a las blancas en su desarrollo) 11. dxc! Ae6; 12. Cbd2 Tb8; 13. Ac2 Ch5

Según Pachman, las negras, evidentemente, están en desventaja en el ala de dama; por eso emprenden acciones en el bando contrario. Un principiante puede fácilmente no ver la típica celada: 14. Cxe5 CxC; 15. DxC Ag5 con pérdida de la dama blanca.

14. Cf1 g6; 15. Ce3 Af6; 16. Cd5 Ag7; 17. Ad3 Ta8; 18. Cg5 Ac8; 19. Ac4 h6; 20. Cf3 Ae6; 21. Dd3 Cb8; 22. Ae3 Cf6

23. Tfd1?

Pachman dice que éste, es el primer momento crítico de la partida. Con su indecisa jugada, cierto es que Tahl aún no abandona toda su ventaja, pero habría sido decisivamente más enérgico 23. CxC+ DxC; Ad5!

23…Axd5; 24. AxA CxA; 25. DxC Cd7; 26. Dc4 Rh7; 27. Ta4? f5; 28. g3 Dc8!

Pachman considera que es una jugada muy fina; amenaza ante todo 29…f4; 30. gxf exf; 31. Ad4 Ce5!, seguido de Dg5+

29. De2?

Pachman anota que éste ya es un error decisivo, después el cual las plancas tendrán que entregar un peón.

29… fxe ; 30. Txe Db7!; 31. Cd2 Dxb2

Pachman comenta que estos peones suelen estar envenenadados, lo que naturalmente no significa que haya que abstenerse, por principio, de su captura.

32. Dd3 Db1; 33. Th4 Cf6; 34. Cf3 Dc1; 35. Te1

“Llega con rayos x a la dama negra e impide así el avance de los peones centrales negros…” comenta Pachman.

35… Dd7!; 36. g4!

El análisis realizado por Pachman determina que si 36… Cxg4?; 37. Cg5+ Rg8; 38. Dxg6, hxC; 39. Dh7+ Rf7; 40. Dh5+ recupera la pieza. La mala suerte de Tahl en esta posición consiste en que con su agresivo avance no amenaza nada, apunta Pachman.

36…Tae8; 37. Axh6!? AxA; 38. g5 Ch5; 39. gxA Df5!; 40. DxD (obligado) TxD; 41. Cd2 Cf4;

Aquí se aplazó la partida, en una posición perdida para Tahl. Lo curioso es que éste aguanta casi 30 jugadas más.

42. Ce4 Tb8; 43. Cg3 Tff8; 44. Ce4 Ce6 (evita el jaque en g5); 45. c4 Tb2; Td1 Tf5; 47. c5!? d5!; 49. Rg2 Cf4+; 50. TxC TxT, 51. Txp Rxp; 52. Te6 Te1; 53. f3 Te3; 54. Txa6 Texf3; 55. Tc6 Ta3; 56. Cg3 Ta2+; 57. Rg1

Pachman anota que si Rh3, Rg5, y las blancas pierden inmediatamente.

57…Tff2; 58. Cf1 Tf7; 59. Ce3 Rg5!; 60. a6 Te7; 61. Cf1 Rh6!; 62. h3 Rg7; 63. h4 Rf7; 64. h5 pxp; 65. Th6 Te5; 66. Th7+ Rg6; 67. Txc7 Tg5+; 68.Rh1 Ta8; 69. a7 TxC+; 70. rh2 Ta8. Las blancas abandonan.

Boris Spassky fue Campeón del Mundo  y el título lo perdió ante el gran  !Bobby Fischer!

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