Por: Wilson Zapata Bustamante / Maestro Nacional
Expresar algunos conceptos básicos sobre la apertura es relativamente fácil, porque los jugadores en el inicio tienen las piezas en la misma situación. En el medio juego, en cambio, es más difícil porque las aperturas pueden determinar posiciones de una tipología muy diferente y con unas relaciones de proporción que pueden desequilibrar el juego. Por ejemplo, si desaparecieron los peones centrales, será más fácil activar una pieza contra el rey adversario (en el centro o enrocado), y en este caso el largo alcance de los alfiles será más útil que el salto de los caballos. Si, en cambio, se hubieren formado cadenas de peones, aún bloqueados con los adversarios, la acción de los alfiles será limitada y la de los caballos mucho más útil.
La fase conocida como medio juego continúa a la apertura y en ella se coordina las piezas con fines específicos. Es la fase más compleja del juego o partida de ajedrez, pues existen muchas piezas ya desarrolladas e interactuando en el tablero.
El medio juego es la fase en la cual se crean los presupuestos para aquellas tácticas (ataque doble, enfilada, jaque a la descubierta…) que a menudo conducen al jaque mate o a la ganancia de material. Por eso, hay que poner mucha atención. Apenas haya individualizado un objetivo, aunque sea pequeño, debe proseguirlo, porque el ataque obligará al adversario a defenderse y no le permitirá atacar a su vez. Por tal motivo, las torres deben actuar sobre las columnas sin obstrucción de los peones propios, apuntando hacia el campo adversario; por eso está bien atacar a los peones aislados (no defendibles por otros peones), de modo que la defensa deba organizarse de manera antieconómica con las piezas de mayor valor obligadas a defender a las de menor valor.
Un elemento estratégico muy importante, válido siempre, pero particularmente en el medio juego, es el uso defensivo de los peones. El peón tiene un control potencial de las casillas de las columnas adyacentes, pero como solo puede avanzar una casilla, cada vez que se mueve deja indefensas para siempre las casillas de sus lados y su espalda.
Veamos las tres fases de una partida de ajedrez: apertura, medio juego y final.
Blancas: Morrison, John Suart.
Negras : José Raúl Capablanca.
Apertura: Ruy López o Española.
Esta partida se jugó en el Club de Ajedrez de Manhattan, en New York, en 1918.
1.e4, e5
Los dos rivales realizan un juego simétrico ocupando el centro del campo de batalla lo más pronto posible.
2.Cf3, Cc6
Las blancas atacan e5 y las negras realizan la defensa del peón atacado.
3.Ab5
En este omento las blancas plantean la apertura Ruy López o Española: amenaza c6 que defiende e5.
3…, d6
4.Cc3, Ad7
5.d4
Ataca al centro y da salida a Ac1 y más posibilidades de movimiento a Dd1
5…,exd4
6.Cxd4, g6
Para colocar a Af8 en g7 dominando la fuerte diagonal a1-h8.
7.Cf3, Ag7
8.Ag5, Cf6
9.Dd2, h6
10.Ah4, 0-0
11.0-0-0-
Hasta esta jugada se ha dado un desarrollo clásico de la apertura, ambos bandos tienen sus piezas en acción y han enrocado. Aquí termina la apertura (en esta partida) y comienza el medio juego.
11…, Te8
12.The1, g5
13.Ag3, Ch5
14.Cd5, a6
15.Ad3, Ae6
16.c3, f5!?
Capablanca contraataca.
17.h4!?, f4
Amenaza el Ag3, pero las blancas tienen contrajuego.
18.hxg5, hxg5
19.Th1!
La columna h ha quedado abierta para la torre (sin peones) y se amenaza Ch5.
19…, Af7
Defiende a Ch5
20.Rb1!?,Ce5
20…, fxg3 21.Cxg5, Ag6 22.Ac4 daba ventaja material a las negras que capturaron un alfil, pero el rey negro quedaría en peligro por estar muy descubierto.
21.Cxe5, Txe5
22.Ah2
El alfil se retira de la amenaza.
22…, Cf6
23. g3
Intentando romper la estructura de peones negros que cierran al Ah2.
23…, Cxe4
24.Axe4, Txe4
25.gxf4, c6!
Importante jugada para expulsar el caballo del centro y abrir la diagonal a2- g8 al Af7.
26.Ce3?, Da5!
Amenazando a2 con la dama y Af7
27.c4??
Era lo mejor 27.a3. Con el siguiente cambio de las damas se entra en la fase final, ahora muy desfavorable para las blancas que tendrán un peón de desventaja y sus piezas fuera de juego.
27…, Dxd2
28.Txd2, gxf4
Las negras han ganado un peón, pero además Ah2 está bloqueado por f4.
29.Cg4?
Era preferible 29.Cc2
29…, Ag6!
Con una amenaza potencial sobre el rey blanco en la diagonal b1-h7
30.Ra1
Para escapar a la mencionada amenaza.
30…, Tae8
Las torres son ahora muy fuertes porque están dobladas en la columna e.
31.a3, Te1+
32.Txe1, Txe1+
Un cambio que marca más la fase final de la partida, recuerden que se trata de una fase simplificada de la partida de ajedrez.
33.Ra2, Af7
Amenaza c4
34.Rb3
Si las blancas jugaban 34.b3?? recibían inmediatamente el mate. Ta1 ++.
34…, d5!
El rey blanco es muy vulnerable por el ataque de los alfiles, la torre y los peones negros, tanto Ah2 como Ch4 están alejados de la lucha.
35.Axf4, dxc4 +
36.Rb4, c3!
Liberando la fila 4 para la torre.
37.bxc3, Te4+
Ahora será capturado el Af4.
38.c4, Txc4+
39.Ra5, Txf4.
40.Td8+, Rh7.
41.Td7, Ae6.
Las blancas se rinden
0-1
Consejos útiles para el medio juego
1º Realice siempre jugadas con un objetivo, así sea simple, de forma que tengan un nexo con las jugadas posteriores que piense hacer. Trace siempre un plan y llévelo adelante, a menos que las jugadas del adversario lo obliguen a renunciar a aquél; en este caso, trate de formular un nuevo plan, y así sucesivamente.
2º Ante un ataque del adversario, no se limite a elaborar una estrategia de defensa en el lapso de una jugada, sino intente intuir su plan, para así elaborar su defensa o respuesta de ataque de una forma más ponderada.
3º No emprenda ataques hasta no tener desarrolladas todas las piezas mayores.
4º Una las torres.
5º Coloque las torres en columnas abiertas o en columnas de dama y rey.
6º No cambie piezas activas por inactivas.
7º No abra columnas y diagonales que conduzcan hacia la posición del rey propio.
8º Procure jaques a la descubierta para ganar y evítelos para no perder.
9º De acuerdo con la posición de los peones vea la importancia de los alfiles contra caballos o viceversa.
10º Conserve la iniciativa.
Los peligros del error en la combinación
La combinación es un recurso heroico del ajedrez que suele dar lugar a partidas notables y a comentarios colmados de adjetivos, pero también a una serie de amargas desilusiones. Cuando un ajedrecista se equivoca en el curso de una partida, el error suele tener una importancia relativa si se trata de alguna movida realizada detrás de la propia cadena de peones. Pero si el error se produce luego de efectuar un sacrificio, o la entrega de pieza efectuada es falsa, nada resta por hacer y la derrota por falta de material bélico es inevitable.
Esto indica que debe meditarse prolijamente cada vez que un jugador intenta una combinación que supone ganadora y que nunca se debe dejar librado el éxito a la primera impresión. Cuando se ha entregado material debe suponerse que el rival puede devolver parte de lo conquistado para evitar la derrota y deben sumarse los efectivos restantes, para ver si del sacrificio y del contrasacrificio no queda algún saldo desfavorable.
Mañana nos centraremos en el tema de los finales. No se lo pierda.
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