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Cultura política de la democracia en Ecuador y en las Américas, 2018/19: Tomándole el pulso a la democracia

Presentación

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se enorgullece de apoyar el Barómetro de las Américas. Aunque su objetivo principal es representar la voz de los ciudadanos sobre temas importantes, el Barómetro de las Américas también contribuye a orientar los programas de USAID e informar a los responsables de formular políticas públicas en toda la región de América Latina y el Caribe. De diversas maneras, el Barómetro de las Américas contribuye en las discusiones sobre la calidad y la fortaleza de la democracia en la región. USAID se apoya en el Barómetro de las Américas para informar su estrategia de desarrollo, guiar el diseño de sus programas y evaluar el contexto en el que trabajamos en la región.

El Barómetro de las Américas alerta a los encargados de formular políticas públicas y a las agencias de asistencia internacional sobre los desafíos clave, y proporciona a los ciudadanos información sobre los valores y las experiencias democráticas en sus países en comparación con otros. Como «barómetro», el proyecto ofrece insumos importantes sobre las tendencias a largo plazo que permiten identificar retrocesos democráticos y resaltar las mejoras en las normas y actitudes para su posterior estudio.

En cada etapa del Barómetro de las Américas, el equipo alcanza otro objetivo del proyecto: desarrollar capacidades. En el curso del proyecto, personas experimentadas y expertas en el campo de la investigación por encuestas, trabajan en conjunto y transfieren conocimientos y habilidades a estudiantes, investigadores locales, entre otros. Estas oportunidades surgen a través de discusiones sobre el desarrollo del cuestionario común, colaboraciones entre países en el diseño de muestras, sesiones de capacitación de los equipos de trabajo de campo y del personal de oficina involucrado en las encuestas, y en las sesiones de trabajo y presentaciones de los análisis e informes de los datos de opinión pública.

El Barómetro de las Américas está coordinado por un equipo de Vanderbilt University, el cual acoge al centro de investigación y al equipo central de LAPOP. Al mismo tiempo, el Barómetro de las Américas es un proyecto de colaboración internacional. En la primera etapa de cada ronda, LAPOP consulta con investigadores a lo largo de las Américas, USAID y otros patrocinadores del proyecto, con el fin de desarrollar un cuestionario base. Para la encuesta de cada país, expertos en la materia, equipos locales y funcionarios de USAID, brindan sugerencias para producir módulos específicos que se agregan al cuestionario base. En cada país, LAPOP trabaja con equipos locales para realizar pruebas piloto del cuestionario con el fin de refinar el instrumento de la encuesta y asegurarse de que esté escrito de forma entendible para la persona promedio en dicho país. Una vez que se completa el cuestionario, se programa en una aplicación para realizar encuestas y se capacita a cada equipo local siguiendo los mismos estándares. Las muestras son diseñadas y revisadas por LAPOP y los socios locales. Cuando inicia la recopilación de los datos, LAPOP y los equipos locales se mantienen en contacto permanente para monitorear la calidad, la seguridad y el progreso del trabajo de campo. Una vez recopilada la información, LAPOP audita y procesa los datos mientras entabla conversaciones con un conjunto de personas e instituciones, incluido USAID, sobre los planes para la difusión de esos datos, hallazgos e informes. Una amplia red de personas en toda la región contribuye a producir los informes que se desarrollan después de cada ronda del Barómetro de las Américas.

La naturaleza colaborativa del Barómetro de las Américas perfecciona y hace posible el proyecto. Si bien USAID ha sido el mayor patrocinador de las encuestas que conforman el núcleo del Barómetro de las Américas, Vanderbilt University brinda un apoyo esencial de forma permanente. Además, cada ronda del proyecto cuenta con el apoyo de muchas otras personas e instituciones. Gracias a esta amplia y generosa red de apoyo, el Barómetro cubre las Américas y ofrece un bien público a todos aquellos interesados en comprender y mejorar la gobernabilidad democrática en la región.

USAID agradece al equipo de LAPOP, actualmente bajo el liderazgo de la Dra. Elizabeth Zechmeister (Directora) y del Dr. Noam Lupu (Director Asociado), que trabaja asidua y minuciosamente para generar cada ronda del Barómetro de las Américas. También extendemos nuestro profundo agradecimiento a los sobresalientes estudiantes, anteriores y actuales, que se encuentran en Vanderbilt y en todo el hemisferio, a los equipos locales encargados del trabajo de campo, a todos aquellos que se tomaron el tiempo para responder a la encuesta, y a los muchos expertos e instituciones a lo largo de la región que contribuyen y participan en el proyecto.

Stephanie Molina
Equipo de Democracia y Derechos Humanos
Oficina para el Desarrollo Regional Sostenible
Agencia para América Latina y el Caribe Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Para ahondar en los detalles del informe, ingrese aquí. https://www.participacionciudadana.org/papers/Bar%C3%B3metro-Am%C3%A9ricas%20Ecuador-2018-2019.pdf

«El árbol de caramelos»

La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina pone a disposición de los usuarios la descarga gratuita del libro «El árbol de caramelos» de David Sequera. https://drive.google.com/file/d/1nhSiwE_N_rwPUDsWfmYYFfGRwj9P6S3W/view

PALABRAS DEL AUTOR

Se dice que la narración de historias, cuentos, leyendas, sagas, anécdotas, chistes y sus similares, es una de las actividades expresivo-creadoras más antiguas de la historia humana. Esta habilidad, única en nuestra especie, comienza desde que comenzamos a existir. Todo este proceso de adquisición del lenguaje empieza ya en el vientre materno, desde allí, los futuros niños perciben sensaciones y sonidos, los cuales serán sus primeras herramientas para entender el mundo desconocido que los rodea.

Más tarde, específicamente a los dos años de edad, comienzan a elaborar sus propias frases, y mediante este mágico código empiezan a expresar sus estados de ánimo, sus descubrimientos, preguntas e ideas. Es a partir de esta etapa donde la narración les resulta más fluida, creando así sus propias “historias” y su propio mundo interior.

Lo que inició con un balbuceo, una palabra incompleta, se torna en frases con gran significado, aún cuando sintácticamente el lenguaje esté todavía en proceso de construcción. Es decir, ese “contacto” primero del niño desemboca en una comunicación decodificada con un “lenguaje propio”.

Como curioso del lenguaje, no quise dejar pasar tan transcendente oportunidad narrativa que Dios me proponía a través de mis hijos.

Por ello me dispuse a anotar (casi inmediatamente), cual cronista de la palabra, algunas frases que mis hijos pronunciaban desde su nacimiento hasta la edad de nueve años, en el caso de Isabel y siete en Andrés.

Fue todo un maravilloso descubrimiento escuchar y dejar por escrito, cómo ellos revelaban el universo humano de la palabra en el tiempo limitado de la Infancia. Que ya siento que se le escabulle con mucha rapidez.

Hubo momentos difíciles, sobre todo en la etapa de los “por qué” en la cual yo no sabía muchas veces la respuesta más asertiva. Luego descubrí que no siempre mis hijos esperaban una respuesta, solo trataban de dilucidar, cual “exploradores mayéuticos del lenguaje” una de tantas maneras de tratar de entender el extraño mundo que contemplaban.

― ¿Por qué los morrocoys caminan lento papi? ―Pregunta Andrés.
— ¿Por qué las mariposas no suben hasta el cielo? ―Continúa Isabel

Quede pues este libro, cuyo estilo narrativo me atrevo a llamarlo “literatura de la cotidianidad”, como testimonio fotográfico de la palabra que narraron mis hijos en la tierna edad de su infancia que, aunque nunca volverá, ha dejado hermosos recuerdos que les servirán de suave arroyo y será sosiego en los momentos en que obligatoriamente deban enfrentar las tormentas de la vida, las cuales estoy seguro superarán y, gracias a los recuerdos de la infancia, llegarán a lejanos y maravillosos mares por conquistar.

David M. Sequera

EL LIBRO ESTÁ DISPONIBLE EN: https://drive.google.com/file/d/1nhSiwE_N_rwPUDsWfmYYFfGRwj9P6S3W/view

Gestión cultural alterativa

Este ensayo, Gestión cultural alterativa, propuesto por Ramiro Caiza, un activista cultural que cuenta con una amplia y dilatada trayectoria en este campo -tanto desde una acción de compromiso individual (poeta, ensayista y gestor cultural) como en su ejercicio institucional, (miembro fundador y presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana del cantón Mejía, provincia de Pichincha; de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Barcelona en España; y gestor cultural en la Casa Matriz de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión)- pone sobre la mesa del debate social una serie de elementos claves.

Debemos resaltar, en primer lugar, que la acuñación de esa licencia literaria recogida en su título, “alterativa”, no sólo busca atrapar la atención del lector a partir de un posicionamiento claro y directo para estimular una confrontación dialéctica sino que encierra fundamentalmente un re-planteamiento, re-consideración y re-conceptualización de un término, como es la cultura, desde la acción comunitaria y local.

La cultura es, sin duda alguna, un concepto complejo y, desde luego, nada neutral que está en constante transformación epistemológica, con procesos de adaptación y readaptación a lo largo del tiempo y con dinámicas propias en cada territorio. Cada período histórico, cada sociedad, cada área de conocimiento, cada investigador, cada gestor, cada individuo, etc., tiene su modo de ver, entender y hacer cultura. Sus múltiples acepciones, por tanto, condicionan los análisis e interpretaciones, la forma de ver el mundo, de sentirlo, de entenderlo, de definirlo y de proyectarlo.

La cultura dominante es un reflejo del sistema productivo y sus relaciones sociales derivadas, traducidas en determinados comportamientos, hábitos, expresiones y manifestaciones. Pero la cultura, al mismo tiempo, puede ser interpretada como un instrumento de transformación social colectiva liberadora frente a la oficialidad, al institucionalismo y como una herramienta de contrapeso a los comportamientos estáticos y replicantes, es decir, un acto de rebeldía frente a los grupos de poder, que pretenden imponer una cultura única y uniformada.

La cultura hegemónica -visiones y miradas generacionales e intergeneracionales, pasadas y presente- es un movimiento dinámico, construida y de-construida por los sectores dominantes y oficialistas en cada momento junto a la diversidad de acciones surgidas desde otros segmentos sociales, populares, étnicos y territoriales, que en su acción defensiva identitaria intentan recuperar y reconstruir una serie de signos y símbolos que se encuentran, como siempre ha sucedido, en pugna constante y que en el presente histórico obedecen a los procesos globalizadores, dibujados por espacios centrales y periféricos, es decir, por áreas geográficas dominadoras y por territorios dependientes y dominados.

A ese cuadro sociocultural general hay que añadir otros aspectos singulares en nuestra región latinoamericana, donde intervienen y entran en juego cosmovisiones entre el mundo originario (indígena) con las resultantes de las diversas variables del proceso colonizador y sus incidencias aculturativas (pervivencia y sincretismo), la recomposición de una sociedad mestiza diversa, integrada por otras culturas y etnias (como es el caso de los afroecuatorianos o sociedades orientales), junto a la actual presión globalizadora en su más amplia concepción: desde los trasvases migratorios, a la revolución tecnológica y a la configuración hegemónica internacional, plasmadas en un sistema económico-financiero y su engranaje en el escenario ideológico mundial.

En fin, no podemos concebir, ni entender a la cultura desde una perspectiva aislada, independiente o unidireccional sino que juega un rol dinámico, redefinido en cada momento y en cada territorio entre dominadores y dominados, que conviven de forma permanente en confrontación, con mayor o menor intensidad, en sus manifestaciones y cosmovisiones.

En definitiva, el tratamiento que se aborda en las páginas que siguen a estas líneas no tiene como intención cerrar el círculo conceptual y el propio accionar de los movimientos culturales sino que esta visión que se presenta tiene como propósito invitar a una profunda reflexión, análisis y debate sobre la configuración social e ideológica que, en suma, define y re-diseña el marco cultural entre la mayoría minoritaria y las minorías mayoritarias.

EL LIBRO ESTÁ DISPONIBLE EN: Gestión cultural alterativa

José Manuel Castellano Gil (*)

(*) Este texto corresponde al prólogo del libro «Gestión cultural alterativa» de Ramiro Caiza, coeditado recientemente por la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina y el colectivo Mejía Cultura Siglo XXI (Machachi-Pichincha).

Procesos de Mundialización. Cuando los beneficios, la desigualdad y el conocimiento son compatibles

Por cortesía de la Editorial Centro de Estudio Sociales de América Latina (CES-AL) les ofrecemos para descarga gratuita el libro «Procesos de Mundialización. Cuando los beneficios, la desigualdad y el conocimiento son compatibles».

FICHA TÉCNICA

Título: Procesos de Mundialización. Cuando los beneficios, la desigualdad y el conocimiento son compatibles.

Autores: Luis Andrés Crespo Berti, Rafael Carlos Hernández Infante, Juan-Ramón Barbancho, Pedro A. Carretero Poblete, Genoveva V. Ponce Naranjo, Ramón Rueda López, Pedro Enrique Espitia Zambrano, Arturo Luque González, Fernando Barragán Ochoa, Lilián Victoria Morales Carrasco, María Vasílica Margalina, Diana Jissela Olivarez Alajo y Sandra Patricia Rodríguez Lamus

Prólogo: Fernando Oliván

Obra arbitrada por pares dobles ciego.

Editorial Centro de Estudio Sociales de América Latina (CES-AL) http://www.ces-al.ml
Cuenca (Ecuador) 2019

CRÉDITOS

Cuidado edición: CES-AL
Fotografía portada: María Ximena de Lourdes Villagran Matzdorf
ISBN: 978-9942-8814-0-3
Diseño y diagramación: CES-AL

QUEDA TOTALMENTE PERMITIDA Y AUTORIZADA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE MATERIAL BAJO CUALQUIER PROCEDIMIENTO O SOPORTE A EXCEPCIÓN DE FINES COMERCIALES O LUCRATIVOS.

Descargar aquí: «PROCESOS DE MUNDIALIZACIÓN».

www.EcuadorUniversitario.Com

Universidad 2020: Transferencia del conocimiento

Más allá de la misión educativa y formativa de la universidad, Nueva Revista aborda en este monográfico la transferencia del conocimiento de la universidad al mundo de la empresa, desde diversos ángulos y de la mano de destacados especialistas.

Por: Nueva Revista

Las universidades y los organismos públicos de investigación son conscientes de su papel en la contribución al desarrollo tecnológico del país. Las empresas, por su parte, han llegado a la convicción de que la inversión en investigación implica incrementar la competitividad. El tejido industrial proporciona estabilidad a la economía nacional mediante el impulso a la productividad y a la exportación, gracias a su capacidad innovadora. De ahí el énfasis en un perfecto engranaje entre los mundos del conocimiento y las herramientas para transferirlo con éxito al mundo productivo.

España, a pesar de su importante producción científica originada en las universidades y en los organismos públicos de investigación (OPI), es deficitaria en tecnología propia. Debe importarla en múltiples ocasiones. Permanece en el vagón de cola de los países innovadores en Europa. Ello se debe en buena medida a la escasa capacidad de transferencia del conocimiento y de innovación de nuestro país, si se compara con otros como Estados Unidos, Japón, China.

En una primera parte de este número de Nueva Revista, se han abordado, bajo el título general La investigación, motor de la transferencia y la innovación, aspectos generales sobre la investigación básica y aplicada, el papel de la innovación, los perfiles del investigador y del emprendedor, así como la necesaria formación en liderazgo en nuestras instituciones públicas.
En una segunda parte, bajo el nombre de La transferencia del conocimiento de la universidad y los OPI a la empresa, se presentan las estructuras más conocidas desde las que se realizan las actuaciones en transferencia del conocimiento: las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), los institutos mixtos, las cátedras de empresa, los CEI (Campus de Excelencia Internacional), los centros tecnológicos, los parques científicos y tecnológicos y las empresas de base tecnológica.

Finalmente, en el tercer bloque, bajo el título Casos de éxito de alcance nacional e internacional, se presentan como ejemplo algunas experiencias exitosas en la transferencia del conocimiento, tanto en el sector público como en el privado, las cuales constituyen ejemplos de buenas prácticas.

Para todos los artículos se cuenta con expertos profesionales procedentes de la universidad, de la administración pública y de la empresa privada.

El número lo ha coordinado Guillermo Calleja Pardo, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad Rey Juan Carlos y acaba de ponerse a la venta.

Este es el sumario de Universidad 2020:

Introducción
Por Guillermo Calleja Pardo.

Iniciativas de la administración para transferir conocimiento e innovación a la universidad

Los autores exponen la estrategia de transferencia de HealthStart, el programa de la Fundación Conocimiento madri+d, para acelerar start-ups tecnológicas en el sector de la salud.
Por Federico Morán Abad y José de la Sota Ríus.

Hacia una nueva figura: el investigador emprendedor

La fusión entre innovación científica y empresa demanda investigadores emprendedores. Para ello es preciso formar a los investigadores más jóvenes en las competencias de mercado.
Por Paloma Domingo García y María José Herrero Villa.

La formación en liderazgo: una asignatura pendiente

Una carencia en la formación académica es la del liderazgo, es decir, la habilidad para dirigir equipos humanos y gestionar conflictos.
Por María Becerro Torres.

Oficinas de Transferencia: misión cumplida

Las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) han contribuido a dinamizar la innovación, al generar conocimiento en las universidades y transferirlo a la empresa.
Por Elena Taulet Grech y Constantino Martínez Cavero.

Los campus de excelencia internacional

Son instrumentos para la dinamización de las interacciones público-privadas de innovación y desarrollo tecnológico al crear ecosistemas de innovación en sectores estratégicos.
Por Juan Antonio Melero Hernández y Mar Gómez Zamora.

La labor de los Centros Públicos de Investigación

Centros tecnológicos, parques científicos y empresas de base tecnológica juegan un inestimable papel para transferir conocimiento a la sociedad.
Por Emilio Lora-Tamayo.

La aportación de la red de laboratorios de la Comunidad de Madrid

Con la red de laboratorios, la Comunidad pretende establecer un puente entre organismos públicos de investigación y empresas, que se refleja en los casos de éxito descritos por el autor.
Por Rafael A. García Muñoz.

Viveros y aceleradoras de empresas en España como instrumentos de transferencia

Se detalla el funcionamiento de estos instrumentos de la transferencia entre universidades y organismos públicos de investigación y el mercado.
Por Francisco José Blanco Jiménez.

Las ciencias humanas y sociales en la innovación

Aunque inicialmente los estudios sobre innovación se centraron en la industria, ahora se identifican nuevas oportunidades para las ciencias humanas y sociales.
Por Elena Castro Martínez.

Las tecnologías online en la transferencia del conocimiento

La comunicación científica, la divulgación generalista, los derechos de propiedad o los proyectos de I+D+i públicos generados como resultado de una investigación son también herramientas de transferencia.
Por Daniel Burgos.

Casos de éxito en el sector de las TIC

La transferencia de los resultados de investigación a la sociedad se hace especialmente visible, según el autor, en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación.
Por Juan Ramón Velasco.

Iniciativas pioneras en la biotecnología sanitaria

El caso de las empresas 3p Biopharmaceuticals y Biohop son dos iniciativas de éxito del sector gracias a la suma de valor añadido, tecnologías disruptivas y liderazgo empresarial.
Por Eva Martín Becerra.

Experiencias de éxito en Europa

La cooperación universidad-empresa constituye un pilar de competitividad en Europa, aunque el autor considera que es preciso desarrollar más los mecanismos de cooperación.
Por Luis Delgado Martínez.

FUENTE: https://www.nuevarevista.net/destacados/universidad-2020-transferencia-del-conocimiento/
19 de diciembre de 2019

El deber moral de ser inteligente

Por: Enrique García-Máiquez

No había visto nada igual desde que paseé por los pasillos del instituto de enseñanza secundaria donde enseño con La profundidad de los sexos de Fabrice Hadjadj bajo el brazo. El título de este último libro de Gregorio Luri (Azagra, 1955) también ha despertado la casi impertinente curiosidad de todos (alumnos, padres, profesores) con los que me cruzaba. Si en el primer caso se sentían interesados, con El deber moral de ser inteligentes se sentían interpelados.

Luri se apresura a reconocer que el título no es suyo, sino de John Erskine (fundador de la Universidad de Columbia), que escribió en 1914 The moral obligation to be intelligent. Sugiere Luri que Concepción Arenal y Jaime Balmes esbozaron la idea antes que Erskine. En La instrucción del pueblo, Arenal advierte de que permanecer voluntariamente en un estado de letargo intelectual equivale a «mutilar la existencia». La anécdota del título del libro nos da, si la extrapolamos, la categoría de Gregorio Luri. Primero, su infalible olfato lector, capaz, en este caso, de identificar un título que es un lema de poderoso atractivo. Luego, la honradez de jugar siempre con sus fuentes encima de la mesa. A renglón seguido, la capacidad de remontar cualquier originalidad hasta los orígenes. Pero lo más importante es su determinación para poner en práctica lo que lee y escribe. Y un paso más: su habilidad para involucrarnos. Los libros de Gregorio Luri tienen mucho de llamada a la acción, en este caso, de empujar a la inteligencia.

El deber moral de ser inteligentes consiste en una colección de artículos y conferencias con el denominador común de la pedagogía, campo en el que Gregorio Luri es un experto de reconocimiento internacional. A diferencia de lo habitual con este tipo de libros recolectores, aquí nunca decae la intensidad ni el interés ni la coherencia. Gregorio Luri ha demostrado ser un ensayista de mucho empaque —Erotismo y prudencia: biografía intelectual de Leo Strauss (Encuentro, 2012); La escuela contra el mundo (Ariel, 2015); Introducción al vocabulario de Platón (Siltolá, 2015); Elogio de las familias sensatamente imperfectas (Ariel, 2017); etc; pero es, quizá antes, un comunicador sobresaliente. Estas conferencias cumplen al pie de la letra la máxima horaciana de instruir deleitando, y trasladan al papel el tono cordial de su voz.

La lectura no resulta repetitiva porque, aunque el libro no sigue el camino rectilíneo de la argumentación ensayística, logra un armónico expandirse en círculos concéntricos. Los temas van ensanchándose de conferencia en conferencia, sin monotonía o redundancia. Lo consigue gracias a un estilo que aúna amenidad y ambición intelectual. El texto sobre la negligencia es prodigioso: maravillosamente escrito, con gran pulso narrativo y una in-formación ingente, marca de la casa, que redunda en un imperativo moral: el trabajo es mucho más divertido que la indolencia. Lo que queda demostrado, además, con el propio artículo, tan trabajado, fascinante y rematado con donosura: «La condena de quien no hace nada es que nunca puede darse un descanso».

El reto de conseguir la atención

¿Cuáles son esos temas concéntricos? Primero, la crítica constante a los datos y los tópicos indiscutidos. Oímos repetir sin pausa que el 65% de los niños actuales acabarán trabajando en sitios que ni imaginamos. Luri comenta:

«Nadie nos explica nunca cómo ha conseguido obtener datos tan precisos sobre un futuro del que, por supuesto, sabemos tan poco». Cuando acepta un dato, no se queda en él, sino que extrae conclusiones. Si el Informe Pisa de 2009 constata que los profesores gastan como media el 20% del tiempo de clase en sofocar las pequeñas interrupciones, Luri concluye: «Es decir, de los cinco días lectivos semanales uno lo dedicamos a intentar poner orden». Por último, no se deja impresionar por la originalidad de las teorías. Se atreve a denunciar que «lo novedoso parece sustituir a lo bueno en el orden de nuestros valores». No solo desmonta tópicos, también actitudes: «Hoy en el mundo de la educación nadie parece molesto si le dices que está equivocado, pero se deprime si sospecha que está anticuado».

Liberado, dedica su atención a un valor tan poco original como a la atención. El reto pedagógico más importante del presente consiste en educar la atención: «la llave de acceso a nuestra inteligencia». Vacunado de novedades y novelerías, puede leer con provecho a Jaime Balmes, nada menos: «Un espíritu atento multiplica sus fuerzas de una manera increíble; aprovecha el tiempo, atesorando siempre un caudal de ideas; las percibe con más claridad y exactitud; y finalmente las recuerda con más facilidad, a causa de que, con la continuada atención, estas se van colocando naturalmente en la cabeza de una manera ordenada». Balmes añade una consideración más ética, que se compagina bien con el tono moral del libro de Luri. Quien es atento resulta, encima, «más urbano y cortés. […] Es bien notable que la urbanidad o su falta se apelliden también atención o desatención».

La pulcritud intelectual

Esas buenas maneras, Luri las eleva a rango de mejoras educativas. Se declara ferviente partidario de una innovación pedagógica: la de la puntualidad de los profesores, que evitaría lógicos desórdenes de convivencia y pérdidas absurdas de tiempo. Y partidario de otra innovación: la de los pasillos limpios, que servirían de correlato objetivo de la pulcritud intelectual.

No hay que sacar la impresión de que Gregorio Luri se contenta con exponer con encanto lo evidente. Ya hemos hablado de lo bien pertrechado de datos y de estudios que llega a sus conclusiones. Él viene de casa con la tarea hecha. Pero, a cambio, nos manda más tarea. Defiende una educación que ponga al alcance del alumno la excelencia.

«Un maestro es», recalca, «el amante celoso de lo mejor que puede llegar a ser un alumno».

Por eso, reacciona contra esa «tolerancia represiva», en palabras de Herbert Marcuse, que, a fuerza de pensamiento débil y de absolutizar el relativismo, termina educando contra el amor a la verdad. Solo desde el respeto a los hechos y el cuidado de las palabras («los seres humanos estamos hechos de palabras», subraya Luri) podemos hacer algo noble con nosotros mismos. Ese empeño, que Rob Rieman llama «nobleza de espíritu», Gregorio Luri lo llama «humanismo», aunque son dos gotas de agua. No es extraño que ambos pensadores coincidan en citar con veneración a Jan Patocka, que en Platón y Europa insistía:

«El cuidado del alma no tiene por finalidad el conocimiento, sino que el conocimiento es para el alma un medio de llegar a ser lo que puede ser, de alcanzar lo que aún no es por completo».

FUETE: https://www.nuevarevista.net/libros/el-deber-moral-de-ser-inteligente/

El poemario SUPERNOVA

Por: Jorge Dávila Vázquez

Francisco Carrasco Ávila, tiene ahora 21 años, pero en el futuro, y gracias a este su libro primero, su peldaño inicial en el mundo de la literatura, siempre va a tener esa edad.

Sus poemas y su prosas poéticas van a contribuir decisivamente a ese detenerse en el tiempo, de este joven escritor, que con
estas páginas se enfrenta a sí mismo, a la literatura y al mundo, diciéndose y diciéndoles: este soy yo, un buscador, un hombre joven que ansía encontrar una forma de comunicación con el otro, que puede ser una utópica mujer amada y perdida para
siempre, soñada y apartada con desdén, con resignación, con ese dolor que es un puñal afilado en la edad joven del ser humano, y que no vuelve a ser jamás algo semejante a lo largo de su existencia; ese otro, que a lo mejor es un ser misterioso, que encierra en sí a la muerte y, más ampliamente, un orbe, una naturaleza, un cosmos, del que se siente parte, y nos lo deja
ver o intuir hasta en el título y los subtítulos de las partes de su libro.

SUPERNOVA es el fruto de una serie de revelaciones que sufre todo hombre en el camino hacia la madurez, pero de las cuales
solo es consciente y nos deja un testimonio, a veces dolorido, a veces angustiado, raramente muestra de una plenitud de
espíritu y de sentimientos, este conjunto de textos reunidos a lo largo de los años, rescatados del olvido y la destrucción.
Únicamente el ser privilegiado, que va tomando consciencia lentamente del don que posee en el plano expresivo, en el misterio de la percepción de los diversos mundos en los que habita -y habitamos-, logra dejarnos un testimonio de ese proceso, de esa evolución, los demás se echan a la espalda su carga de penas o de gozos, y van ansiosamente en busca de aquello que anchamente podríamos definir como el futuro.

¿Qué no más es SUPERNOVA?

• El poemario inicial de alguien que pese a sus pocos años, ha transitado ya largamente por el pedregoso terreno de la lírica.
• La ocasión de que un joven escritor les diga a su entorno, a su hábitat, a los suyos y a los extraños: este soy yo, me tomes o me dejes, así, nuevo, soñador empedernido, anhelante de cambios y de realidades que apenas intuyo.
• El ensayo del cántico, que, con el paso del tiempo se puede transformar en un gran solo o en un coro multiforme, que exprese las sensaciones, los altibajos del espíritu, las evocaciones del tiempo y del sentir jóvenes, de un momento real de la historia.
• El desafío que se plantea a sí mismo un hombre, en la frescura de sus años, diciéndose, no siempre en silencio, y muchas veces en alta voz, “este soy yo, sí, pero solo por ahora”. Reconociendo que en poco tiempo ya no será más ese espíritu pleno de una pureza cósmica, que le permite captar lo individual y lo universal, con igual fuerza, con imperfecciones, sí, pero con un hálito vital incomparable, puro, único.

¿Volverá Francisco a labrar la dura tierra del lirismo? ¿Sembrará y tendrá la paciencia suficiente para esperar los frutos en sazón y cosecharlos con amor, pero también con severidad? Recordando aquel breve poema suyo sobre la felicidad, en el que vida y poesía se unimisman, podría afirmar que sí. Tendrá que ir madurando en conocimientos, en dominio del instrumento poético esencial: la lengua, sus significados varios, diversos, prismáticos, los que rebasan habla y comunicación, y subyacen como un tesoro, en lo hondo del corazón del idioma, esperando quien los rescate, los ponga a la luz, les dé categoría estética; e irá dominando sus estructuras; aprenderá a mirar el mundo, de lejos y de cerca, a fijarse en sus detalles, incluso los humildes y desdeñados, de donde puede surgir el poema; evolucionará, y en esa espléndida madurez que le espera, se encontrará cara a cara con la poesía, y no podrá esquivarla.¡Suerte en el camino, joven poeta!

NOTA DEL DIRECTOR

Supernova, primer poemario de Francisco Carrasco Ávila, coeditado por la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina y el Núcleo del Cañar de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, fue presentado en Cuenca este miércoles 11 de diciembre a las 19:00 horas en la Escuela Central y contó con la presencia del prestigioso literato Jorge Dávila Vázquez, autor del prólogo de esta obra.

El autor del poemario,Francisco Javier Carrasco Ávila es un Joven cuencano de 21 años, estudiante de Psicología Clínica en la Universidad del Azuay.

Descarga el El poemario SUPERNOVA aquí.

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CRÓNICAS INTERCULTURALES

Este libro, Crónicas Interculturales de los autores Brígida San Martín, Edgar Cordero y Lorena Álvarez, se confecciona a partir de una recopilación de reportajes sobre diversos aspectos relacionados con las comunidades étnicas ecuatorianas. Estos materiales, publicados de forma independiente por el Diario El Mercurio de Cuenca entre 2015 a 2017, tenían en su origen una vida efímera, muy propia de la producción periodística, para posteriormente reposar en los anaqueles de las hemerotecas clásicas o en los archivos digitales, por tanto, conformaba un legado disperso y reservado exclusivamente a la consulta de investigadores e interesados. De modo que, con la publicación de este compendio, que saca a la luz pública la Editorial
Centro de Estudios Sociales de América Latina, adquiere ahora un carácter sustancial, compacto y permanente a disposición de la ciudadanía. Ese aspecto constituye, sin lugar a dudas, el primer gran valor a resaltar en esta publicación, al que debemos unir otras cualidades destacadas.

Las aportaciones recogidas en estas crónicas contienen unos rasgos dignos de mención y elogios. Entre ellos sobresale la traza profesional de sus autores, que han sabido imprimir su compromiso y su intencionalidad por indagar y recuperar, desde un perfil antropológico-etnográfico, la memoria e identidad colectiva de los pueblos y sus tradiciones a través de su propia cosmovisión, sin una reinterpretación externa.

Junto a ello se debe resaltar también el esmerado y elegante proceso de observación y descripción literaria, a través de una depurada técnica que podemos denominar de “relato fotográfico textual”, presente en todos los elementos que entran en juego en las distintas escenas: desde el aspecto concreto que se pretende comunicar, las descripciones de atuendos e instrumentos hasta el retrato vivo de los espacios geográficos, climáticos, paisajísticos, sociales, humano, etc., que constituye, por sí mismo, una fuente documental primaria, riquísima, detallada y muy precisa, que la convierte en un cuaderno de amplios conocimientos sobre cada espacio, tiempo, sujeto y objeto, donde se expone una visión y voz propia del legado de las distintas comunidades, con la finalidad última de sensibilizar al lector sobre la imperiosa necesidad de preservar y conservar las tradiciones de las
culturas ancestrales.

Asimismo, las páginas de este libro registran una perspectiva propia, la de los autores, que va más allá del mero proceso de recogida de información y comentarios descriptivos que les lleva, junto ese intenso trabajo de campo realizado, a una tarea complementaria de revisión historiográfica y documental, que encierra un explícito ejercicio periodístico profesional de gran altura, manifestado en el tratamiento, abordaje y búsqueda de la información que pretenden trasmitir al lector.

Crónicas Interculturales se organiza en seis capítulos a los que le antecede unas breves reflexiones, donde se clarifica la concepción de la interculturalidad y el enfoque que deben asumir los medios de comunicación sobre la multiculturalidad.
Asimismo, entre otras cuestiones, los autores hacen especial énfasis en un aspecto que consideramos clave y esencial a la hora de abordar, elaborar y difundir esa producción periodística, como es su sustentación en las labores investigativas y en la contextualización de la memoria a través de las manifestaciones simbólicas de estas culturas originarias.

El primer capítulo se dedica a la comunidad afroecuatoriana y se inicia con una muestra de altares, que fue presentada en la Casa de Chaguarchimbana en Cuenca, donde se exhibía la presencia, el sincretismo, las creencias, ritualidad y simbolismo de las deidades afro en América, Ecuador y Azuay. A continuación, el lector podrá adentrarse en un interesante viaje hacia la parroquia Ambuquí del cantón de Ibarra (provincia de Imbabura), cuna de negros cimarrones,para acercarse a la vida del guitarrista Segundo Severo Méndez, fundador de la Banda Mocha. Sin salir del Valle del Chota se podrá encontrar con Isidro Mina y Zoila Espinoza. El primero, un experto en sacar música e interpretar melodías al ritmo de sanjuanitos, pasacalles
y bombas por medio de una hoja de mandarina, naranja, limón o de ficus, una práctica ancestral e identitaria de este Valle del Chota. La segunda, conocer a la “Reina de la Bomba”, una afroecuatoriana coronada en Colombia en 2006, que danza a ritmo de tambores, maracas y guasa. Desde Ibarra el lector podrá desplazarse al cantón Eloy Alfaro (provincia de Esmeralda), donde le espera la voz de arrullo, chigualo y marinba de Rosa Huila Valencia; y desde ahí llegará a Chalguayacu, cantón Pimampiro (provincia de Imbabura), donde tendrá la oportunidad de descubrir el nacimiento de la música a partir de instrumentos elaborados con calabazas y hojas de pencos, entre otras, y acercarse a los cuentos que, trasmitidos de generación en generación, forman parte de su idiosincrasia popular. Finaliza este primer periplo con una invitación al Palenque, círculo sagrado donde están presentes los símbolos de la cultura afro, un culto y ritual a la libertad, donde cada componente tiene su significado y su santo protector.

El segundo capítulo se centra en la comunidad de Cañar y comienza con Luis Antonio Palchisaca, un vecino de El Tambo, heredero y activista de los saberes ancestrales, que toca la quipa, el pingullo, la flauta, el violín y el clarinete, además, de tejer bayetas, chumbis, cuzhmas y ponchos. Desde El Tambo el lector avanzará hasta Narrío, en Quilloac-Cañar, para conocer por dentro la celebración y culto a San Antonio, un momento para compartir entre los vecinos y parientes, ya que es el Santo de la unidad familiar. Seguidamente se aproximará a descubrir de forma detallada el calendario agrícola cañari y sus rituales; la yanushca y su preparación, que es uno de los alimentos más ancestrales; apreciar el sonido de la chirimía de Clemente Tenezaca junto al tamborilero, durante el juego de la escaramuza, en Semana Santa, en las octavas de Corpus Christi y en la danza de los Tunduchiles, además, del conjunto Intiñan de los hermanos Guamán que animan a los contra-danzantes y rucuyayas para concluir con la semblanza del único bocinero de Cuchucún (Cañar), el Taita Sisa, Juan Doncón González.

El tercer capítulo nos traslada a las comunidades indígenas, campesinas y a la riqueza cultural e identitaria del Ecuador. La primera estación es la comunidad de Gañil, Saraguro, para disfrutar, durante la festividad de Santa Rosa de Lima, del ritual de los Danzantes Colorados, además, de conocer de primera mano, por medio del maestro artesano Francisco Sarango, el proceso de elaboración del sombrero de Saraguro. El viaje continúa con destino a la parroquia de Zhiña del cantón de Nabón (provincia del Azuay) para conversar con José Domingo Morocho sobre el histórico e interesante proceso de liberación de la hacienda Zhiña. Ante de proseguir la ruta el lector se introducirá en la simbología de la Chakana o Cruz Andina para tener como destino posterior el Tena, capital de la provincia del Napo, donde le recibirá Antonio Shiguango Tunay, que le comentará sobre
la ayahuasca, las limpias, los brebajes y métodos de sanación. Esta aventura por el conocimiento continúa con otros recorridos y temas de interés, como el asentamiento de los Saraguro en Zamora Chinchipe; la exploración de la ruta del Hielo de la mano del último hielero del Chimborazo, Baltazar Ushca; apreciar la artesanía y diseño textil desarrollada por Alberto Daquilema en San Miguel de Pomachaca, parroquia Palmira del cantón Guamote (provincia de Chimborazo); visitar el Museo Etnográfico de Salasaca (provincia de Tungurahua), cuyas raíces se asienta en la unión de tres civilizaciones (los panzaleos, puruháes e incas); percibir la inquietud existente en la parroquia de Cacha (cantón de Riobamba) ante la amenaza de desaparición de
determinadas manifestaciones milenarias, como su danza y su música; descubrir al precursor de la pintura de Tigua (Cotopaxi), Julio Toaquiza, y valorar el arte escultórico trabajado en madera en San Antonio de Ibarra (provincia de Imbabura).

El cuarto capítulo aborda las fiestas heredadas de los antepasados, como el Puntiatzil en el cantón Cayambe (provincia de Pichincha), sitio sagrado para los cayambis donde rinden tributo al Taita Inti; la oración al Taita Inti a favor de los necesitados; las siete franjas de la chacana; el santiguado kichwa; el carnaval intercultural de Guaranda y su festividad del Pawcar Raymi; y también la colorida caminata del carnaval del cantón Suscal (provincia de Cañar) hasta la comunidad cercana de Kulla Uco, con motivo de la celebración de Lalay Raymi o Pawcar Raymi.

El quinto capítulo profundiza sobre algunas fiestas religiosas mestizas en la región andina del Ecuador, como son las coplas y danzas en el cantón Cayambe durante la víspera de San Pedro; la fiesta del Marcantaita con su baño de purificación, procesión de madrugada y su caminata de regreso, acompañados de los ajas, wiki, sarawis y sarahuis en el cantón de Saraguro; la fiesta de Reyes en Salinas de Guaranda (provincia de Bolívar) en conmemoración a los Reyes Magos; la cogida del toro en Gullanzhapa, parroquia Tarqui (provincia del Azuay); y la hibrida festividad de San Juan Bosco, que se celebra en la comunidad de San José de Balzay en la parroquia Sinincay del cantón Cuenca.

El sexto capítulo retrata algunos aspectos identitarios reflejados en determinadas manifestaciones culturales. Este itinerario arranca con el acercamiento a la cosmovisión de un hombre de sabiduría, el yachac Baudilio Quishpe, el Inca Runa de Saraguro y, posteriormente, el lector se familiarizará con los secretos de la chicha tictido, conservado por las mujeres de Nabón y sus comunidades (provincia del Azuay); poco después podrá acceder al tradicional telar de Francisco Asqui Pillco, un tejedor de ponchos en la comunidad de Cacha Obraje de Riobamba (provincia de Chimborazo); también podrá recrear el pasado cañari con una visita al complejo arqueológico Shungumarca en la parroquia General Morales (cantón Cañar) y desplazarse a la comunidad de Juigua del cantón de Pujilí (provincia de Cotopaxi) para conocer la historia de un músico legendario, Julián Tucumbe; y, por
último, concluye este recorrido intercultural en las Colinas Cullca del cantón de Cuenca, donde la última guardiana del proceso de elaboración de la chicha huevona, Ermelinda Álvarez, desvelará su receta ancestral.

En definitiva, este libro, además de brindar un apasionante viaje intercultural por el territorio y sus nacionalidades, tiene, desde esa acción de rescate, investigación y divulgación, la gran virtud de contribuir a fortalecer procesos de construcción identitaria socio-étnicas y, por consiguiente, coadyuvar a consolidar espacios y ejercicios de derechos sociales, educativos y culturales en un país plurinacional como es el caso de Ecuador.

Descargar el libro aquí: CRÓNICAS INTERCULTURALES

Dr. José Manuel Castellano Gil
Miembro de la Academia Nacional de Historia de Ecuador

Cuaderno de prácticas de psicología de la educación

José Manuel Castellano Gil, Profesor Titular de la Universidad Nacional de Educación del Ecuador (UNAE), en la presentción de esta publicación expresa:

La Psicología de la Educación es una disciplina de marcado carácter aplicado, que ofrece soluciones científicamente contrastadas a diferentes problemas educativos que pueden ir desde el control del aula hasta la optimización del aprendizaje.

Este manual aborda algunas de esas aplicaciones a través de sencillas explicaciones, así como de casos y ejercicios simplificados en los que el alumnado identifique algunos errores que puede cometer, si el conocimiento que se posee de los principios de aprendizaje no es lo suficientemente profundo, así como proponer soluciones basadas en dichos principios de aprendizaje.

Además este texto contempla una problemática universal y trasversal: el plagio en contextos académicos y el correcto empleo de normas de citación, en este caso, la normativa APA.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO: Cuaderno de Prácticas de psicología de la educación. Grado de Magisterio (Infantil y Primaria)

Autores: José Martín-Albo Lucas, Camino Álvarez Fidalgo y Ginesa López Crespo

Obra arbitrada por pares dobles ciego.

Editorial Centro de Estudio Sociales de América Latina (CES-AL)

Cuenca (Ecuador) 2019

CRÉDITOS

Cuidado edición: CES-AL
ISBN: 978-9942-8742-8-3
Diseño y diagramación: CES-AL

QUEDA TOTALMENTE PERMITIDA Y AUTORIZADA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE MATERIAL BAJO CUALQUIER PROCEDIMIENTO O SOPORTE A EXCEPCIÓN DE FINES COMERCIALES O LUCRATIVOS.

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Saramama. La cultura del maíz. Lenguaje, saberes e identidad en la comarca azuayo-cañari

PRÓLOGO

Tengo el honor de hacer la presentación del libro de Carlos Álvarez intitulado: Saramama. La cultura del maíz. Lenguaje, saberes e identidad en la comarca azuayo-cañari.

La difusión digital de esta obra ocurre cuando nos encontramos reflexionando y aspirando a que, efectivamente, ocurra el reconocimiento, valoración e impulso de las lenguas indígenas,teniendo como marco el Año Internacional de las Lenguas Originarias, instituido por las Naciones Unidas.

La edición digital de este libro ha sido posible gracias a la sensibilidad del historiador canario José Manuel Castellano quien ha impulsado la “Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina”, que viene
dando cabida a la publicación de los resultados de investigaciones,situadas, preferente pero no exclusivamente, en la región austral de nuestro país.

Mi relación con Carlos Álvarez se inició, hace muchos años, debido a nuestro mutuo interés en la lengua y cultura kichwas. Carlos Álvarez, particularmente inclinado a los estudios lexicográficos, ha realizado
múltiples aportes sobre el castellano azuayo, enriquecido, por la lengua y cultura kichwas, cuya impronta es innegable, a pesar del desplazamiento de la lengua kichwa en favor del castellano. La obra Saramama. La cultura del maíz. Lenguaje, saberes e identidad en la comarca azuayo-cañari, así lo atestigua.

El libro, como dice el autor, se empezó a escribir en el 2014 y, para el presente año de 2019, el texto pasó por muchas reflexiones, aproximaciones y acercamientos de distinta índole: desde los académicos hasta los emocionales.

La obra nos remite al análisis lexicográfico en torno al maíz. El autor explora los aportes de conocedores de la cultura regional azuaya y cañareja. Los nombres de Julio Paris, Luis Cordero, Alfonso Cordero Palacios y, el del estudioso contemporáneo Glauco Torres, nos permiten una aproximación acerca de la evolución de la lengua kichwa. Se pasa revista, igualmente, a crónicas coloniales tempranas.

El análisis de la documentación histórica de fines del siglo XVIII y principios del XIX sobre la Gobernación de Cuenca y la Región Centro Sur del país constituyen otra interesante mirada del objeto de estudio propuesto por Carlos Álvarez. Mirada acompañada de la mención a estudios etnográficos contemporáneos sobre la cultura
campesina regional y, de modo especial, de aquella vinculada al cultivo, comercialización y ritualidades sincréticas en las cuales tiene presencia el maíz, en realidad una madre, para la sensibilidad y conceptualización andinas.

Un antecedente de este estudio son los trabajos que, sobre la cultura campesina regional, impulsara el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Cuenca y en los cuales participara Carlos Álvarez,
en su calidad de docente e investigador de la lengua kichwa y la cultura indígena y campesina de Cañar y Azuay.

En este libro surgen las voces de mujeres y hombres, que aportan a la reflexión y conocimientos sobre la cultura del maíz y a la visualización de las aspiraciones y esfuerzos de la gente por alcanzar el Sumak Kawsay. Campesinos, pequeños comerciantes, dirigentescampesinos, de un modo o de otro, expresan su compromiso con el fortalecimiento de su propia organización y con el ejercicio de sus derechos en torno a la salud, la educación y el bienestar colectivo.

Todos, hablando en kichwa o en castellano, muestran sus raigambres cañari y quichwa a través del calendario ritual y de las visiones del mundo, plasmadas, entre otros, en el disfrute de la gastronomía, la música y la transmisión oral de las tradiciones locales.

En el libro se restituyen las voces de la gente de comunidades y parroquias de Cañar y Azuay: Sayausí, San Alfonso, Cojitambo, Patapamba, San Gerardo de Huahualpata, Pachón, Nabón, Collauco, Suscal, Lunduma, Punta Corral, Jima, Caguanapamba, El Tambo, Quilloac, San Alfonso, Victorilla, Santa Isabel, General Morales,
Socarte , zonas alta y baja Cañar, Sigsig, Santa Ana Patapamba… El cuidadoso –y amoroso- tratamiento de las voces kichwas sobre el maíz, amplía los horizontes de la lexicografía del kichwa y deja ver la impronta de la cultura andina en el castellano regional.

En el léxico documentado por Carlos Álvarez puede encontrarse los rastros de la lengua cañari que fue estudiada en la segunda mitad del siglo XVI, probablemente a partir de 1563, por decisión del Sínodo de
Quito. Lamentablemente no hay rastros de la gramática y del léxico de esta lengua que, junto a las descripciones de otras lenguas originarias, se construyeron para facilitar los procesos de la catequización instalados desde la colonia temprana.

La investigación de los vestigios de la lengua cañari debería ser objeto de nuevos estudios en el marco de la compleja historia del pueblo cañari. Ojalá el presente trabajo despierte el prolijo interés de nuevos
investigadores y el apasionado empeño por salvaguardar y desarrollar las identidades. Ojalá esta empresa continúe motivando tanto a los herederos directos del patrimonio cañari y kichwa cuanto a todos los que apuestan por relaciones interculturales que garanticen la soberanía epistémica y el pleno reconocimiento y
ejercicio de los derechos lingüísticos y culturales.

Con aportes como los de Carlos Álvarez ganamos todos. Avanzamos todos. Nos regocijamos todos.

Descargar el libro Saramama. La cultura del maíz. Lenguaje, saberes e identidad en la comarca azuayo-cañari 

Ruth Moya
Quito, julio de 2019