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Discurso del Papa León XIV a los periodistas acreditados para el cónclave

León XIV recibe la ovación de los periodistas acreditados para informar sobre el cónclave en el que fue elegido.León XIV recibe la ovación de los periodistas acreditados para informar sobre el cónclave en el que fue elegido. | Crédito: Vatican Media.

A continuación, reproducimos el texto del discurso de León XIV dirigido a los comunicadores que se acreditaron ante la Santa Sede para la cobertura informativa de la muerte del Papa Francisco y el cónclave en el que fue elegido, en un encuentro celebrado el lunes 12 de mayo en al Aula Pablo VI del Vaticano.

Hermanos y hermanas,

os doy la bienvenida, representantes de los medios de comunicación de todo el mundo. Gracias por el trabajo que habéis realizado y seguís realizando en estos días, que son verdaderamente un tiempo de gracia para la Iglesia.

En el Sermón de la Montaña, Jesús proclamó: «Bienaventurados los pacificadores» (Mt 5, 9). Esta es una bienaventuranza que nos interpela a todos, pero que es particularmente relevante para vosotros, llamando a cada uno de vosotros a esforzarse por un tipo de comunicación diferente, que no busque el consenso a toda costa, no utilice palabras agresivas, no siga la cultura de la competencia y nunca separe la búsqueda de verdad del amor con el que debemos buscarla humildemente. La paz comienza con cada uno de nosotros: en la forma en que miramos a los demás, escuchamos a los demás y hablamos de los demás. En este sentido, la forma en que nos comunicamos es de fundamental importancia: debemos decir «no» a la guerra de palabras e imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra.

Permítanme, por tanto, reiterar hoy la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por buscar y difundir la verdad, al tiempo que pido su liberación. La Iglesia reconoce en estos testigos —pienso en quienes informan sobre la guerra incluso a costa de su vida— el coraje de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de las personas a estar informadas, porque solo las personas informadas pueden tomar decisiones libres. El sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela a la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional, y nos exhorta a todos a salvaguardar el precioso don de la libertad de expresión y de prensa.

Gracias, queridos amigos, por vuestro servicio a la verdad. Habéis estado en Roma estas últimas semanas para informar sobre la Iglesia, su diversidad y, al mismo tiempo, su unidad. Habéis estado presentes en las liturgias de la Semana Santa y luego habéis dado cuenta del dolor por la muerte de Francisco, que sin embargo se ha producido a la luz de la Pascua. Esa misma fe pascual nos ha introducido en el espíritu del Cónclave, durante el cual han trabajado durante largas y fatigosas jornadas. Sin embargo, incluso en esta ocasión, han logrado relatar la belleza del amor de Cristo que nos une y nos hace un solo pueblo, guiado por el Buen Pastor.

Vivimos tiempos difíciles de navegar y de relatar. Son un desafío para todos nosotros, pero no debemos huir de él. Al contrario, exigen que cada uno de nosotros, en nuestros diferentes roles y servicios, nunca cedamos a la mediocridad. La Iglesia debe enfrentar los desafíos que le plantean los tiempos. Del mismo modo, la comunicación y el periodismo no existen fuera del tiempo y la historia. San Agustín nos lo recuerda cuando dice: «Vivamos bien y serán buenos los tiempos. Los tiempos somos nosotros» (Discurso 311).

Gracias, por tanto, por lo que habéis hecho para superar los estereotipos y los clichés a través de los cuales a menudo interpretamos la vida cristiana y la vida misma de la Iglesia. Gracias porque habéis captado la esencia de lo que somos y la habéis transmitido al mundo entero a través de todos los medios de comunicación posibles.

Hoy, uno de los retos más importantes es promover una comunicación que nos saque de la Torre de Babel en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguajes sin amor, a menudo ideológicos o partidistas. Por eso, vuestro servicio, con las palabras que usáis y el estilo que adoptáis, es crucial.

Como sabéis, la comunicación no es solo transmisión de información, sino también creación de una cultura, de entornos humanos y digitales que se convierten en espacios de diálogo y debate. Al observar cómo se está desarrollando la tecnología, esta misión se vuelve cada vez más necesaria.

Pienso en particular en la inteligencia artificial, con su inmenso potencial, que, sin embargo, requiere responsabilidad y discernimiento para garantizar que pueda utilizarse para el bien de todos, de modo que beneficie a toda la humanidad. Esta responsabilidad incumbe a todos en proporción a su edad y a su papel en la sociedad.

Queridos amigos, con el tiempo nos conoceremos mejor. Hemos vivido —podemos decir juntos— unos días verdaderamente especiales. Los hemos compartido a través de todos los medios de comunicación: televisión, radio, internet y redes sociales. Espero sinceramente que cada uno de nosotros pueda decir que estos días han desvelado un poco del misterio de nuestra humanidad y nos han dejado el deseo de amor y paz.

Por eso, repito hoy la invitación que el Papa Francisco ha hecho en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año: desarmemos la comunicación de todo prejuicio y resentimiento, fanatismo e incluso odio; liberémosla de la agresividad. No necesitamos una comunicación ruidosa y enérgica, sino una comunicación capaz de escuchar y de recoger las voces de los débiles que no tienen voz.

Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar el mundo. Una comunicación desarmada y desarmadora nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de manera coherente con nuestra dignidad humana.

Ustedes están en primera línea para informar sobre los conflictos y las aspiraciones de paz, sobre las situaciones de injusticia y pobreza, y sobre el trabajo silencioso de tantas personas que luchan por crear un mundo mejor. Por eso, os pido que elijáis con conciencia y valentía el camino de la comunicación en favor de la paz.

¡Gracias y que Dios os bendiga!

Papa León XIV a los periodistas: Sólo las personas informadas pueden tomar decisiones libres

El Papa León XIV durante la audiencia a los periodistas este 12 de mayoEl Papa León XIV durante la audiencia a los periodistas este 12 de mayo | Crédito: Vatican Media

El Papa León XIV agradeció el trabajo de los periodistas que buscan la verdad, ensalzando el “coraje de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de las personas a estar informadas, porque sólo las personas informadas pueden tomar decisiones libres”.

El Santo Padre participó este día  en su primera audiencia multitudinaria, concedida a los periodistas reunidos en Roma que durante estos días han comunicado al mundo los últimos eventos que han marcado la historia de la Iglesia: desde la muerte del Papa Francisco hasta la elección de su sucesor.

Miles de periodistas acreditados en la Oficina de Prensa de la Santa Sede hicieron fila desde primera hora de la mañana en los alrededores del Vaticano, aguardando su turno para entrar al Aula Pablo VI.

Aunque el encuentro con el Santo Padre estaba programado para las 11:00 (hora de Roma), muchos ya habían ocupado sus asientos dos horas antes. Con la llegada del Santo Padre, la multitud rompió en un prolongado aplauso y vítores de “¡Viva el Papa!”.

El Pontífice agradeció a los comunicadores por su labor en este tiempo “de gracia para la Iglesia”, al tiempo que les animó a no seguir “la cultura de la competencia” y a nunca separar “la búsqueda de verdad” del amor con el que “debemos buscarla humildemente”.

“Debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras e imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”, agregó.

Niña pequeña espera el saludo del Papa. Crédito: Vatican Media
Niña pequeña espera el saludo del Papa. Crédito: Vatican Media

El don de la libertad de expresión y de prensa

Más tarde, reiteró la solidaridad de la Iglesia “con los periodistas encarcelados por buscar y difundir la verdad”, al tiempo que pidió su liberación.

“La Iglesia reconoce en estos testigos —pienso en quienes informan sobre la guerra incluso a costa de su vida— el coraje de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de las personas a estar informadas, porque solo las personas informadas pueden tomar decisiones libres”.

Tras un fuerte aplauso de los presentes, el Papa precisó que “el sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela a la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional, y nos exhorta a todos a salvaguardar el precioso don de la libertad de expresión y de prensa”.

“Gracias, queridos amigos, por vuestro servicio a la verdad”, dijo a continuación.

“Vivimos tiempos difíciles de navegar y de relatar. Son un desafío para todos nosotros, pero no debemos huir de él”, afirmó León XIV.

No ceder a la mediocridad y una comunicación “desarmada”

En este contexto, animó a los periodistas a no ceder “a la mediocridad”, ya que “la comunicación y el periodismo no existen fuera del tiempo y la historia”.

Por ello, reiteró la importancia de evitar “la confusión de lenguajes sin amor, a menudo ideológicos o partidistas”.

Citó también los avances tecnológicos y el “inmenso potencial” de la inteligencia artificial, que, sin embargo, “requiere responsabilidad y discernimiento para garantizar que pueda utilizarse para el bien de todos, de modo que beneficie a toda la humanidad”.

“Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar el mundo. Una comunicación desarmada y desarmadora nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de manera coherente con nuestra dignidad humana”, subrayó.

Por último, animó a los periodistas a seguir en primera fila “para informar sobre los conflictos y las aspiraciones de paz, sobre las situaciones de injusticia y pobreza, y sobre el trabajo silencioso de tantas personas que luchan por crear un mundo mejor”.

“Por eso, os pido que elijáis con conciencia y valentía el camino de la comunicación en favor de la paz”, concluyó.

El Papa León XIV bendice a los periodistas. Crédito: Vatican Media
El Papa León XIV bendice a los periodistas. Crédito: Vatican Media

Bendice a niños pequeños y un guiño a Perú

Al finalizar su discurso, el Papa León XIV se acercó a la multitud para hablar con los periodistas.

Al pasar por el pasillo central, bendijo al pequeño Lorenzo Ibáñez, hijo del veterano fotógrafo de EWTN News. “Es el segundo Papa que le bendice en menos de un año”, precisó su padre, Daniel, en declaraciones a ACI Prensa.

En primera fila se encontraba el consejo de AIGAV (Asociación de periodistas acreditados en el Vaticano) y algunos de ellos pudieron intercambiar unas breves palabras con el Santo Padre.

El corresponsal del diario español ABC, Javier Martínez-Brocal, le dijo que los periodistas son “aliados y no enemigos del Papa”. “Somos aliados porque buscamos la verdad”, le contestó el Santo Padre.

Otra periodista le recordó que mañana se celebra el día de la Virgen de Fátima y le preguntó si tenía pensado viajar pronto al santuario. “El Cardenal Prevost había decidido ir…pero los planes han cambiado ahora”, contestó León XIV.

También, muchos de ellos se ofrecieron a jugar con él al tenis, ya que es un gran aficionado de este deporte. “Juego, pero no muy bien”, les contestó el Pontífice con una sonrisa.

León XIV también tuvo tiempo de firmar una pelota de béisbol y de posar con una bufanda de lana de alpaca que se colgó del cuello, regalo de una periodista de Perú, el país que el Papa lleva en su corazón.

Las mujeres que hicieron cuentas… y cambiaron la historia

12 de mayo: Día Internacional de la Mujer Matemática

En un mundo que durante siglos les negó el acceso al saber matemático, algunas se atrevieron a destacar en este campo. Desde una caja de ahorros fundada en un aula hasta la órbita de un cometa calculada a mano, estas pioneras no solo rompieron barreras, sino que redefinieron el sentido mismo de contar, calcular y enseñar.

Maryam Mirzakhani, matemática

La matemática iraní Maryam Mirzakhani, fue primera mujer ganadora de la prestigiosa medalla Fields. / IMU

El 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Mujer Matemática, coincidiendo con la fecha de nacimiento en 1977 de la iraní Maryam Mirzakhani, primera mujer ganadora de la prestigiosa medalla Fields. Ese mismo día de 1820 nació también Florence Nightingale, enfermera que salvó la vida de miles de soldados de la guerra de Crimea. Lo hizo utilizando estadísticas que convencieron al Gobierno británico para mejorar las medidas higiénicas de los centros hospitalarios.

A lo largo de la historia muchas mujeres han utilizado las matemáticas para mejorar la vida de las personas (y de las mujeres en particular). Un claro ejemplo es el de la aragonesa María Andresa Casamayor y su obra Tyrocinio Arithmetico, en el que enseñaba las reglas básicas de la aritmética, y cómo usarlas en transacciones comerciales. Era la primera mitad del siglo XVIII.

Son muchas más las mujeres que han sumado, y suman, a la historia. Sirvan estas líneas como un pequeño homenaje a todas ellas.

Priscilla Wakefield y el ahorro financiero

María Guerrero, la primera mujer reconocida oficialmente como contable. Mundo Gráfico/Wikimedia Commons

Priscilla Wakefield. / Wikipedia

A finales del siglo XVIII, en el norte de Londres, una niña anota sus primeros peniques. A su lado, Priscilla, cuáquera, madre, escritora, autodidacta, filántropa, le enseña a calcular el gasto semanal.Priscilla Wakefield fundó en 1798 la primera caja de ahorros para mujeres y niñas en una época que las excluía legalmente del manejo de dinero. Lo hizo desde el aula, no desde la banca, y con visión ética, sin ánimo de lucro.

Wakefield no pisó una universidad. No por falta de capacidad, sino por un sistema que no la contemplaba. Aprendió entre libros de economía moral, textos científicos y conversaciones cuáqueras. Para ella, sumar no era para comerciar: era para resistir. En un tiempo en que las mujeres no accedían al conocimiento matemático, estudió contabilidad, administración doméstica y economía por su cuenta.

En 1792 fundó la School for Industry. Allí, niñas pobres aprendían a leer, escribir, coser… y calcular. Era supervivencia enseñada como ciencia. La escuela era una incubadora de autonomía. Cada suma era una declaración de existencia. Wakefield, sin saberlo, diseñó una educación STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) mucho antes de que se acuñara el acrónimo. Pero en su caso, la “ciencia” no era para competir en rankings: era para sostener hogares y sobrevivir sin renunciar a la dignidad.

María Mitchell, la astrónoma y educadora de científicas

Maria Mitchell, astrónoma estadounidense y pionera de los derechos de la mujer, a partir de un retrato de H. Dassell, 1851 / Wikimedia commons

María Mitchell nació en Nantucket, Massachusetts, entonces un importante puerto ballenero. Educada según los principios cuáqueros, que fomentan el trabajo, valoran la educación y promueven la igualdad, tuvo las mismas oportunidades de estudiar que sus hermanos varones, algo poco habitual en su época que marcaría su futuro.

La astronomía formó parte de su vida desde niña. Su padre trabajaba calibrando los instrumentos de navegación de los barcos. Mitchell, con gran curiosidad por las estrellas y habilidad para hacer cálculos, se convirtió en su ayudante. Con 14 años, los balleneros confiaban en ella para ajustar los cronómetros que guiarían sus travesías en alta mar.

El 1 de octubre de 1847, observando una región del cielo que conocía bien, detectó una mancha blanca que surcaba el firmamento en un área donde antes no había ninguna actividad, dedujo que era un cometa y procedió a calcular su órbita, presentando sus resultados en enero. Su descubrimiento fue reconocido con la medalla de oro otorgada por el rey Christian VIII de Dinamarca a los descubridores de cometas telescópicos. Ese cometa fue conocido como el “cometa de la señorita Mitchell” hoy C/1847 T1.

Este hallazgo la convirtió en la primera mujer astrónoma de renombre mundial y en la primera mujer admitida en la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, todo un hito en el siglo XIX.

En 1865, Mitchell rompió otro techo de cristal: fue contratada como la primera profesora de Astronomía del Vassar College, una universidad de élite para mujeres en Nueva York. Era la única mujer entre los nueve profesores. Posteriormente fue nombrada directora del observatorio astronómico del centro, donde trabajó con uno de los telescopios más potentes de EE. UU., especializándose en el estudio de Júpiter y Saturno.

A pesar de su prestigio y experiencia cobraba menos que sus colegas. Luchó contra la brecha salarial, que establecía que las profesoras cobraran menos porque “los hombres tenían que sostener a sus familias” consiguiendo un aumento de salario. Esta injusticia la motivó a participar en la lucha por los derechos de las mujeres, uniéndose en 1873 a la Asociación Americana para el Avance de las Mujeres, un grupo dedicado a la reforma educativa y la promoción de la educación superior para mujeres.

Durante más de 25 años formó a generaciones de mujeres que posteriormente ocuparían puestos en instituciones científicas como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

María Guerrero y la revolución contable

María Guerrero, la primera mujer reconocida oficialmente como contable. Mundo Gráfico/Wikimedia Commons

México, 1908. Mientras en el sur del país empezaba a gestarse la revolución campesina liderada por Emiliano Zapata exigiendo justicia, María Guerrero libraba otra revolución más silenciosa, más solitaria, pero igual de heroica, una revolución en la que los rifles se habían sustituido por libros y las balas por plumas.

En una época en la que las mujeres estaban llamadas a bordar, obedecer o rezar, María eligió “adeudar”, “acreditar” y “saldar”.

Poco se sabe de la infancia y juventud de María, más allá de que nació en Ciudad de México en 1867 y que en 1894 se inscribió en la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), aprovechando la oportunidad de que estos estudios se abrían por primera vez a las mujeres.

El 19 de diciembre de 1908, María defendió ante un tribunal exclusivamente masculino su examen profesional. Abordó casos prácticos contables que parecían sacados de los libros más complicados. Con cada explicación y cada resolución cautivó al tribunal.

Su examen fue aprobado por unanimidad, por la calidad de su conocimiento y por la fuerza con la que defendió su lugar en la historia.

María se convirtió en la primera mujer titulada oficialmente como “contadora” en México, y… ¡en el mundo! Había roto ese “techo de cristal” sin rifles, con palabras, llevando a cabo su propia revolución en un mundo en el que solo a los hombres les era permitido “contar”.

En los años que siguieron a aquel histórico día, María se dedicó a transmitir su pasión por la teneduría de cuentas. Enseñó a sus alumnas los criterios de cargo y abono, y la dignidad de un oficio que hasta entonces había sido negado al género femenino.

Raquel Villacampa: doctora y profesora de Geometría y Topología, Universidad de Zaragoza (UNIZAR). Aurora Sevillano: profesora titular de Escuela Universitaria en el área de economía financiera y contabilidad (UNIZAR). Mª Begoña Pérez, catedrática de Economics (UNIZAR). Mª Pilar Laguna: profesora de lenguajes y sistemas informáticos (UNIZAR). María Sumelzo: profesora en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación.

Fuente: The Conversation
Derechos: Creative Commons.

Rosalía Arteaga Serrano: “La mejor materia prima del mundo es el cerebro de los niños y adolescentes”

La presidenta de UNIR en Ecuador compartió reflexiones sobre el poder transformador de la educación, en el marco de la Cumbre de Sostenibilidad ESG 2025 celebrada en Quito.

 

 

Daniel Noboa y María José Pinto son proclamados oficialmente por el CNE como Presidente y Vicepresidenta electos

CNE proclama al binomio Noboa-Pinto como Presidente y Vicepresidenta

CNE proclama al binomio Noboa-Pinto como Presidente y Vicepresidenta
Una vez que se cuenta con las certificaciones de que se resolvieron todos los recursos tanto en sede administrativa como jurisdiccional, el Pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), proclamó este sábado 10 de mayo  los resultados definitivos de la Segunda Vuelta de las Elecciones Generales 2025 y adjudicó la dignidad de Presidente y Vicepresidenta de la República a Daniel Noboa Azin y María José Pinto, respectivamente, del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN).

En los comicios del pasado domingo 13 de abril el Binomio Presidencial de ADN alcanzó 5´870.618 votos, equivalentes al 55,63% de sufragios volidos. .

Cumplida esta etapa, en los próximos días se procederá con la entrega de credenciales a las autoridades electas para el periodo 2025-2029, con lo que quedarán habilitadas para iniciar funciones el próximo 24 de mayo, en cumplimiento del mandato constitucional.

Con esta proclamación, el CNE ratificó la voluntad popular expresada en las urnas y pondrá fin al proceso electoral con la entrega de credenciales a las autoridades electas.

La presidenta del CNE, Diana Atamaint, destacó que el proceso se desarrolló con transparencia y respeto a la normativa electoral vigente. “Los resultados emitidos son el reflejo de la voluntad popular expresada libremente el día de los comicios, en el que cada voto fue contado con rigor y cada decisión ciudadana fue respetada con responsabilidad”, sostuvo.

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Secretario General de las Naciones Unidas celebra la elección del Papa León XIV “en un momento de grandes desafíos globales”

En la fotografía oficial, el Papa León XIV luce la muceta roja, la estola bordada, el roquete y la cruz pectoral dorada.En la fotografía oficial, el Papa León XIV luce la muceta roja, la estola bordada, el roquete y la cruz pectoral dorada. | Crédito: Vatican Media

 

El Secretario General  de la Organización de las Naciones Unidas -ONU-, António Guterres, dijo que espera aprovechar el largo legado de cooperación entre las Naciones Unidas y la Santa Sede para promover la solidaridad, fomentar la reconciliación y construir un mundo justo y sostenible para todos.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, celebró el jueves 8 de mayo el anuncio de un nuevo Papa, su Santidad el Papa León XIV.

Robert Francis Prevost, es la primera persona nacido en  Estados Unidos que dirige la iglesia católica, aunque también posee la nacionalidad peruana tras trabajar en el país latinoamericano durante muchos años.

Fue elegido por votación de cardenales en el Vaticano, en Roma, y posteriormente saludó a miles de personas desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro con un mensaje de paz.

Se necesitan voces fuertes a favor de la paz

El Secretario General de las Naciones Unidas ha extendido sus felicitaciones, tanto al Papa como a los católicos alrededor del mundo, explicando que “la elección de un nuevo Papa es un momento de profundo significado espiritual para millones de fieles de todo el mundo, y llega en un momento de grandes desafíos globales”.

“Nuestro mundo necesita las voces más firmes a favor de la paz, la justicia social, la dignidad humana y la compasión”, orecisó Guterres.

António Guterres, secretario general de la ONU (cuarto por la derecha) saluda a un funcionario frente a la Basílica de San Pedro en el funeral del Papa Francisco.
d© FAO/Giuseppe Carotenuto: António Guterres asistió a los funerales del Papa Francisco

Aprovechar el legado

El Secretario General dijo que espera aprovechar el largo legado de cooperación entre las Naciones Unidas y la Santa Sede, alimentado recientemente por el difunto Papa Francisco, para promover la solidaridad, fomentar la reconciliación y construir un mundo justo y sostenible para todos.

“Tiene sus raíces en las primeras palabras del Papa León”, señaló. “A pesar de la rica diversidad de orígenes y creencias, las personas de todo el mundo comparten un objetivo común: que la paz sea con todo el mundo”.

El Papa León, de 69 años, nació y creció en la ciudad de Chicago en Estados Unidos. Pasó años trabajando como misionero en Perú, antes de convertirse en obispo y ascender hasta dirigir la Orden internacional de San Agustín.

En 2023 se convirtió en cardenal y pasó a dirigir la oficina vaticana que selecciona y gestiona a los obispos católicos de todo el mundo.

Sucede al Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano, que falleció en abril tras 12 años en el cargo.

Tras su muerte, el Secretario General de la ONU recordó que el Papa Francisco fue “una voz trascendente en favor de la paz, la dignidad humana y la justicia social” que “deja tras de sí un legado de fe, servicio y compasión para todos, especialmente para aquellos que quedan al margen de la vida o atrapados por los horrores de los conflictos”.

 

La primera visita sorpresa de León XIV fue al santuario de Nuestra Señora del Buen Consejo

León XIV, Madre del Buen ConsejoLeón XIV rezando frente al milagroso icono de la Madre del Buen Consejo en Genazzano. | Crédito: Vatican Media.

El Papa León XIV visitó hoy por sorpresa el santuario de la Madre del Buen Consejo, ubicado en Genazzano, una pequeña localidad ubicada aproximadamente a una hora de Roma. Se trata de una basílica confiada a la Orden de San Agustín desde el siglo XV.

El Santo Padre saludó a la gente en la plaza y rezó ante el milagroso icono de la Virgen, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Es la primera salida sorpresa del brevísimo pontificado de León XIV, elegido el jueves 8 de mayo. El Vaticano aseguró que la visita privada del Papa tuvo lugar hasta las 16:00 (hora de Roma).

Varios centenares de personas se reunieron en la plaza del santuario para recibir a León XIV con una “acogida festiva”. El Pontífice luego entró, saludó a los religiosos, y se detuvo a rezar primero ante el altar y luego ante el ícono de Nuestra Señora del Buen Consejo. Allí, junto a todos los presentes, recitó la oración de San Juan Pablo II dedicada a esta devoción mariana, que tiene gran importancia en Italia.

Tras el rezo del Ave Maria y el canto del Regina Caeli, León XIV se dirigió a los fieles de Genazzano, congregados dentro y fuera del santuario:

Además, recordó la visita que hizo al lugar como prior general de la Orden de San Agustín, realizada poco tiempo después de su elección en 2001. El Papa reiteró su “confianza en la Madre del Buen Consejo”, refiriéndose a Ella como una compañera de “luz, sabiduría” y destacando sus palabras en las Bodas de Caná: “Hagan todo lo que Él les diga”.

A continuación, junto con la comunidad, el Papa se dirigió a una sala interior para un encuentro privado.

Como dato curioso, el Papa León XIII nunca llegó a visitar el santuario, pero en 1903 lo elevó a la dignidad de basílica menor.

Breve historia del santuario de la Madre del Buen Consejo en Genazzano

En el siglo XIV, el pueblo de Genazzano veneraba a la Madre del Buen Consejo en una vieja iglesia que poco a poco fue quedando en ruinas. Una terciaria agustina, viuda de nombre Petruccia, era muy devota a la Madre del Buen Consejo.

La piadosa señora recibió del Espíritu Santo la siguiente revelación: “María Santísima desea salir de Albania”. El fresco que ahora reposa en la basílica se encontraba antes en la localidad albanesa de Scútari. Petruccia también recibió una orden de la mismísima Virgen: levantar el templo que debería recibir su fresco, así como la promesa de ser ayudada en el tiempo oportuno.

Los Heraldos del Evangelio cuentan que la viuda comenzó la construcción de la pequeña iglesia empleando todos sus recursos, que se terminaron cuando las paredes sólo llegaban al metro de altura.

Los escépticos habitantes de la pequeña ciudad convirtieron a la viuda en blanco favorito de sus burlas y sarcasmos, llamándola loca, visionaria, imprudente y anticuada. Pero ella atravesó confiada esta prueba.

El 25 de abril de 1467, fiesta de san Marcos, patrono de Genazzano, el pueblo —que se encontraba distraído con las bulliciosas fiestas— siente una melodía de singular belleza venida del cielo. Era una pequeña nube blanca, tan luminosa que opacaba los rayos del sol, que descendió hasta ubicarse en la pared de una capilla lateral de la inconclusa iglesia del pueblo.

Al disiparse, todos vieron suspendido en el aire, sin ningún soporte visible, el sagrado fresco de la Señora del Buen Consejo. Tras este prodigio, se terminó de construir la iglesia. En los primeros 110 días después de la llegada de la imagen a Genazzano, se registraron 161 milagros.

Discurso del Papa León XIV a los cardenales, pronunciado este sábado 10 de mayo

El Papa León XIV, este 10 de mayoEl Papa León XIV, este 10 de mayo | Crédito: Vatican Media

A continuación, el discurso que el Papa León XIV dirigió este sábado 10 de mayo a los cardenales reunidos en el Aula Nueva del Sínodo.

Antes de sentarnos comencemos con una oración, pidiendo que el Señor siga acompañando el  Colegio y a toda la Iglesia con este espíritu y entusiasmo, que es sin embargo de profunda fe. Recemos  juntos en latín: Pater noster… Ave María…

En la primera parte del encuentro hay un pequeño discurso con las reflexiones que quisiera  compartir con ustedes. Pero después habrá una segunda parte, que muchos han solicitado, será una  especie de diálogo con el Colegio Cardenalicio en el cual poder escuchar los consejos, las sugerencias,  las propuestas concretas, de las cuales que ya se ha hablado en los días anteriores al cónclave.  

Hermanos cardenales:

Los saludo y les agradezco a todos por este encuentro y por los días que lo han precedido,  dolorosos por la pérdida del Santo Padre Francisco, arduos por las responsabilidades afrontadas juntos  y, al mismo tiempo, según la promesa que Jesús mismo nos ha hecho, ricos de gracia y de consolación  en el Espíritu (cf. Jn 14,25-27).

Ustedes, queridos cardenales, son los más estrechos colaboradores del Papa, y esto me sirve de  consuelo al aceptar un yugo que claramente supera no sólo mis fuerzas, sino a las de cualquier otro.  Su presencia me recuerda que el Señor, que me ha confiado esta misión, no me deja solo con la carga  de esta responsabilidad. Ante todo, sé que cuento siempre, siempre, con su auxilio, el auxilio del  Señor, y, por su Gracia y Providencia, con la cercanía de ustedes y de tantos hermanos y hermanas  que en el mundo entero creen en Dios, aman a la Iglesia y sostienen con la oración y las buenas obras  al Vicario de Cristo.

Mi agradecimiento al Decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re — merece un aplauso, al menos uno, si no más— que, con su sabiduría, fruto de una larga vida y de  muchos años de fiel servicio a la Sede Apostólica, nos ha ayudado mucho en este tiempo.

También  agradezco al Camarlengo de la santa Iglesia romana, el cardenal Kevin Joseph Farrell —creo que está  aquí presente—, por el valioso y difícil papel que ha desempeñado durante el tiempo de la Sede  Vacante y la convocación del cónclave. Dirijo también mi pensamiento a los hermanos cardenales  que, por razones de salud, no han podido estar presentes y, junto con ustedes, me uno a ellos en  comunión de afecto y oración.

En este momento, a la vez triste y alegre, envuelto providencialmente en la luz de la Pascua,  quisiera que contempláramos juntos el tránsito del recordado Santo Padre Francisco y el cónclave  como un acontecimiento pascual, una etapa del largo éxodo a través del cual el Señor sigue  guiándonos hacia la plenitud de la vida. En esta perspectiva, confiamos al «Padre de las misericordias  y Dios de todo consuelo» (2 Co 1,3) el alma del Pontífice difunto y también el futuro de la Iglesia.

El Papa, desde san Pedro hasta mí, su indigno sucesor, es un humilde siervo de Dios y de los  hermanos, y nada más que esto. Lo han demostrado bien los ejemplos de muchos de mis predecesores,  como el del Papa Francisco mismo, con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria  esencialidad de vida, de abandono en Dios durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el  momento del retorno a la Casa del Padre. Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino,  animados por la misma esperanza que nos viene de la fe.

Es el Resucitado, presente en medio de nosotros, quien protege y guía a la Iglesia, y continúa a reavivarla en la esperanza, a través del amor que «ha sido derramado en nuestros corazones por el  Espíritu Santo, que nos ha sido dado» (Rm 5,5). A nosotros nos toca ser dóciles oyentes de su voz y  ministros fieles de sus designios de salvación, recordando que Dios ama comunicarse, más que en el fragor del trueno o del terremoto, en «el rumor de una brisa suave» (1 R 19,12) o, como lo traducen  algunos, en una “sutil voz de silencio”. Este es el encuentro importante, que no hay que perder, y  hacia el cual hay que educar y acompañar a todo el santo Pueblo de Dios que nos ha sido confiado.

En los días pasados hemos podido ver la belleza y sentir la fuerza de esta inmensa comunidad  que, con tanto afecto y devoción, ha despedido y llorado a su Pastor, acompañándolo con la fe y la  oración hasta su encuentro definitivo con el Señor. Hemos visto cuál es la verdadera grandeza de la  Iglesia, que vive en la variedad de sus miembros, unidos a su única Cabeza, Cristo «Pastor y  Guardián» (1 P 2,25) de nuestras almas.

Ella es el vientre en el que también nosotros fuimos  generados y, al mismo tiempo, la grey (cf. Jn 21,15-17), el campo (cf. Mc 4, 1-20) que se nos ha  entregado para que lo cuidemos y lo cultivemos, lo alimentemos con los Sacramentos de salvación y  lo fecundemos con la semilla de la Palabra, de manera que, sólido en la concordia y entusiasta en la  misión, camine, como una vez los israelitas en el desierto, a la sombra de la nube y a la luz del fuego  de Dios (cf. Ex 13,21).

Y a este propósito, quisiera que renováramos juntos, hoy, nuestra plena adhesión a ese camino, a  la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio  Vaticano II.

El Papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido en la  Exhortación apostólica Evangelii gaudium, de la que me gustaría destacar algunas notas  fundamentales: el regreso al primado de Cristo en el anuncio (cf. n. 11); la conversión misionera de  toda la comunidad cristiana (cf. n. 9); el crecimiento en la colegialidad y en sinodalidad (cf. n. 33); la  atención al sensus fidei (cf. nn. 119-120), especialmente en sus formas más propias e inclusivas, como  la piedad popular (cf. 123); el cuidado amoroso de los débiles y descartados (cf.n. 53); el diálogo  valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades (cf. n.  84, CONCILIO VATICANO II, Const. past. Gaudium et spes, 1-2).

Se trata de los principios del Evangelio que animan e inspiran, desde siempre, la vida y la obra de  la Familia de Dios; de los valores a través de los cuales el rostro misericordioso del Padre se ha  revelado y continúa a revelarse en el Hijo hecho hombre, esperanza última de todos los que busquen  con ánimo sincero la verdad, la justicia, la paz y la fraternidad (cf. BENEDICTO XVI, Carta enc. Spe salvi, 2; Francisco, Bulla Spes non confundit, 3).

Precisamente, al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV.

Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum  novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la  Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y  a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la  dignidad humana, de la justicia y el trabajo.

Queridos hermanos, quisiera terminar esta primera parte de nuestro encuentro haciendo mío ―y  proponiéndoselo también a ustedes― el deseo que san pablo VI, en 1963, expresó en el inicio de su  ministerio petrino: «Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a  todos los hombres de buena voluntad, allanando los caminos de la colaboración recíproca y que  atraiga sobre la humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios, sin  cuya ayuda nada vale ni nada es santo» (Primer Mensaje al mundo entero Qui fausto die, 22 junio  1963).

Que sean también estos nuestros sentimientos y, con la ayuda del Señor, los traduzcamos en  oración y compromiso. Gracias.

 

FOTOS: El Papa León XIV y su encuentro con los últimos tres pontífices

Robert Francis Prevost, con el hábito negro propio de los agustinos, saluda a San Juan Pablo II.Robert Francis Prevost, con el hábito negro propio de los agustinos, saluda a San Juan Pablo II. | Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.

La provincia agustiniana del Medio Oeste en EEUU, constituida bajo el patrocinio de Nuestra Madre del Buen Consejo, ha publicado varias imágenes de los encuentros entre San Juan Pablo II y Benedicto XVI con quien, desde el 8 de mayo, es sucesor de San Pedro.

En la primera, se observa a un joven Prevost revestido como diácono, saludando al pontífice polaco, probablemente al concluir una ceremonia litúrgica. 
Un joven Robert Francis Prevost, hoy León XIV, junto a San Juan Pablo II. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.
Un joven Robert Francis Prevost, hoy León XIV, junto a San Juan Pablo II. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.

En la segunda, San Juan Pablo II parece bromear con un joven Prevost, que luce el hábito negro propio de la Orden de San Agustín.

Robert Francis Prevost, con el hábito negro propio de los agustinos, saluda a San Juan Pablo II. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.
Robert Francis Prevost, con el hábito negro propio de los agustinos, saluda a San Juan Pablo II. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.En la tercera instantánea se aprecia a San Juan Pablo II en sus últimos años de vida, ante quien se arrodilla el fraile agustino. 

Robert Francis Prevost (León XIV), arrodillado ante San Juan Pablo II, en su última etapa. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.
Robert Francis Prevost (León XIV), arrodillado ante San Juan Pablo II, en su última etapa. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.

También vestía el hábito agustiniano cuando fue capturada esta instantánea durante el pontificado de Benedicto XVI.

Un amable encuentro en los jardines vaticanos entre Robert Francis Prevost (León XIV) y el Papa Benedicto XVI. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.
Un amable encuentro en los jardines vaticanos entre Robert Francis Prevost (León XIV) y el Papa Benedicto XVI. Crédito: Cortesía de la provincia agustiniana del Medio Oeste (EEUU) Nuestra Madre del Buen Consejo.

Finalmente, el 30 de septiembre de 2023, se pudo tomar una de las fotografías más significativas de su servicio a la iglesia hasta el jueves 8 de mayo de 2025, cuando fue elegido Papa.

Se trata del momento en que el Papa Francisco le crea cardenal y le impone el capelo color púrpura característico.

Mons. Prevost es creado cardenal el 30 de septiembre de 2023 por el Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News
Mons. Prevost es creado cardenal el 30 de septiembre de 2023 por el Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News

TEXTO COMPLETO: Primeras palabras del Papa León XIV tras su elección

El Papa León XIV en su primer discurso al mundo 08052025El Papa León XIV en su primer discurso al mundo. | Crédito: Vatican Media.

Luego de anunciarse su elección, el recién elegido Papa León XIV apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro donde pronunció sus primeras palabras e impartió su primera bendición Urbi et orbi (a la ciudad y al mundo.

A continuación su discurso completo

¡La paz esté con todos ustedes!

¡Queridísimos hermanos y hermanas! Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor, que ha dado la vida por el rebaño de Dios.

También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones y les alcance a sus familias y a todas las personas, donde quiera que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con ustedes!

Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada, una paz desarmante, humilde y perseverante, que proviene de Dios, de Dios que nos ama a todos incondicionalmente.

Todavía conservamos en nuestros oídos, esa voz débil pero siempre valiente del Papa Francisco que bendecía a Roma. El Papa que bendecía a Roma daba su bendición al mundo, al mundo entero, esa mañana del día de Pascua. Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: Dios nos quiere, Dios los ama a todos y el mal no prevalecerá, estamos todos en las manos de Dios.

Por lo tanto, sin miedo, unidos y de la mano con Dios y entre notros vayamos adelante, seamos discípulos de Cristo, Cristo nos precede. El mundo necesita de su luz. La humanidad necesita de Él como puente para ser alcanzada por Dios, por su amor.

Ayúdense también ustedes, los unos a los otros, a construir puentes con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz.

¡Gracias al Papa Francisco! Quisiera también agradecer a todos mis hermanos cardenales, que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes, como Iglesia unida, buscando siempre la paz y la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.

Soy un hijo de San Agustín, agustino, que ha dicho con ustedes ‘soy cristiano y para ustedes obispo y en este sentido podemos todos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.

A la Iglesia de Roma un saludo especial. Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos, a todos aquellos que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, el diálogo y el amor.

(En español) Y si me permiten también una palabra, un saludo a todos aquellos…. En modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe, y ha dado tanto, tanto, para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.

(Nuevamente en italiano)

A todos ustedes hermanos y hermanas de Roma, de Italia y de todo el mundo: queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, busca siempre la caridad, busca siempre ser cercana, especialmente a quienes sufren.

Hoy, el día de súplica a la Virgen de Pompeya, nuestra Madre María quiere siempre caminar con nosotros, estar cerca, ayudarnos con su intercesión y su amor.

Ahora quisiera rezar junto con ustedes, recemos juntos por esta nueva misión, por esta misma Iglesia, por la paz en el mundo, pedimos esta gracia especial de María, nuestra Madre.

Ave María