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Entre la historia y la ficción. 2025

Foto:                                                   Wikipedia

Por: Dr.  Pedro Reino Garcés, Cronista Oficial de Ambato

Frente a una pregunta que se me hace desde la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos: “Estimado Pedro, Soy catalogadora de la Biblioteca del Congreso (EE.UU.). Estoy  catalogando su libro Cinco sitios para encontrarme con la muerte. Sé que su libro es ficción. Mi consulta es si Francisco González de Hevia es una persona ficticia. Gracias. Sra. Amy Puryear”. Frente a esto quiero reflexionar algunas consideraciones:

Primera: El folleto publicado en 2017, de apenas 48 páginas que no sé cómo llegó a tan importante centro. Es una narración sobre un botánico que vino a la Real Audiencia de Quito por los años de 1789, debido a que el documento ubicado en el Archivo de Chimborazo, CCE, es un testamento del personaje que se quiso asegurar en salvar su investigación en nuestras selvas orientales, para advertir al Rey de España y a la burocracia de la Corte, que a falta de interés demostrados por autoridades de Quito y del virreynato de Santafé, se tomara en consideración que los árboles de canela de Canelos y Macas, eran superiores a los de Ceylán; y que esto daría mayor riqueza.

Segunda: La respuesta obvia que contesté a la catalogadora que tiene a su cargo lo de América Latina y  el Sureste de Europa, era de que se trataba de un personaje de la realidad que yo lo había metido en una “narración ficcionalizada”, sustentándome en  el espíritu del documento que tiene entrecomillados del testamento. Es el protagonista Francisco González de Hevia quien advierte cinco sitios en los que puede morir o le pueden matar a su regreso a España desde Riobamba, a su paso por Guayaquil, Lima, Chile el paso de la Patagonia, supuesto del cual se asegura con el escribano riobambeño don Francisco de Velasco y Vallejo. Su obsesión es que el documento de su investigación y un cofre con muestras de canela en polvo, tuviera un efecto convincente entre gente de ciencia de Europa, porque a los españoles les interesaba mayormente el oro.

Tercera: El folleto tiene como subtítulo Francisco González de Hevia promotor del País de la Canela. Pero la fuerza de lo real maravilloso es lo que ha dejado su huella y la duda de que se trata de una obra de ficción. El propio texto del testamento tiene el esquema de pensamiento  más irreal que de documento formal que ahoga a muchas historias como si yo la hubiese re escrito la presente. Estamos ante un documento de esa América mágica, ante el cual el lector ingenuo y especializado en  una frialdad del dato que exige el “especialista”, le hace ver como invención del escritor contemporáneo. Por eso  es que mis escritos tienen este estilo mágico capturado de lo que me dictan el espíritu de mis calaveras  resucitadas, a las que no puedo traicionarlas. Esto está en la mayoría de mi producción narrativa: “Para qué inventar cuando hay tanto que contar” es mi frase.

Es muy oportuno que se relea el discurso de incorporación a  la Academia de Historia del colombiano don Germán Arciniegas en 1946 donde concluye que Novela e Historia se confunden en nuestro espíritu hispanoamericano: “No, el poeta no inventa, ni el historiador tampoco, lo que hacen uno y otro es componer e interpretar los elementos dispersos de la realidad… Lejos de ser la historia prosaica por su índole, es la realización y afirmación más brillante de toda la poesía actual… sin que necesite el poeta otra cosa que ojos para verla y alma para sentirla… ” (citado a Menéndez y Pelayo).

El impredecible Mr. Tump

Entrevista a Rodolfo Bueno Ortiz Asociación AMARUN

 Por: Rodolfo Bueno 

El 8 de noviembre de 2016, Donald Trump venció en las elecciones presidenciales a la ex primera dama Hillary Clinton. Entre sus muchas declaraciones se destacan: Los medios de comunicación son un “sistema corrupto” que controla la vida de todos e impide a la gente conocer lo que realmente sucede. Para hacer grande de nuevo a EEUU, propuso anular los tratados comerciales TPP y NAFTA; colaborar con Moscú para derrotar al Estado Islámico; desmantelar la OTAN, costoso brazo armado que no sirve para nada; investigar lo que realmente sucedió el 9/11, cuya versión oficial es, según Trump, una flagrante mentira que contradice las leyes de la física; auditar al Banco de la Reserva Federal, FED, entidad privada que controla el sistema financiero de EEUU; cesar el envío al extranjero de las fábricas de EEUU, e imponer impuestos a las ganancias exorbitantes de Wall Street, que dan luz verde a la concentración del 99% de la riqueza en el 1% de la población. Se le debe dar el mérito de que estas cosas las dice por primera vez un presidente de Estados Unidos.

Ese triunfo y el actual traen patas arriba a algunos estadounidenses asustadizos. Para entender este miedo hay que ir a sus raíces. Los derrotados son los neocon, sector que impuso al mundo la globalización y el neoliberalismo, doctrinas de la total libertad económica y comercial, de la fuerte reducción del gasto social y de la intervención privada en las competencias del Estado. La política financiera neoliberal permitió el endeudamiento sin límites y la emisión de dólares de manera inorgánica (cuando Obama era presidente, EE.UU. debía diez billones, ahora debe más del triple). Por eso, hoy día circula tanto dinero como para comprar diez veces el planeta entero.

Por otra parte, están los nacionalistas, en cierta manera representados por Trump, quien, cuando arribó al mundo político de Washington, que llamó la cloaca, parecía ser el enterrador del sistema bicéfalo de EEUU.

Las discordias entre internacionalistas y nacionalistas son dos caras de la misma moneda, la que busca mantener la hegemonía mediante la globalización de su industria y la del Presidente Trump, que para volver a EEUU un país grande, optó a rajatabla por el proteccionismo, lo que va contra las reglas del neoliberalismo. Parece que los neocon no aceptaron ni su propia derrota ni las propuestas de Trump, por lo que, para pescar en río revuelto, impulsan el actual desbarajuste. Para ello satanizan la figura de Trump, tarea bastante fácil, pues en muchas ocasiones él mismo colabora.

El 7 de noviembre de 2020, Joe Biden ganó las elecciones presidenciales, derrotó a Donald Trump. Fue la segunda vez que un presidente estadounidense no alcanzó la reelección. El 6 de enero de 2021, los partidarios del Presidente Trump irrumpieron en el Capitolio de los Estados Unidos en un esfuerzo infructuoso por interrumpir el recuento de votos del Colegio Electoral presidencial.

El 5 de noviembre de 2024, Donald Trump ganó un segundo mandato frente a la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris.

Se recuerda que para Trump el enemigo número uno de su país es China y busca mejorar las relaciones con Moscú, para que en esta confrontación Rusia permanezca por lo menos neutral. En cambio, los neoncon mantienen la vieja estrategia de primero derrotar a Rusia, para luego enfrentar a China.

El triunfo de Trump, quien a su manera representa el interés nacional de EEUU, hace crujir los dientes a algunos sectores del establishment estadounidense y a sus títeres de Europa y el resto del mundo. Están aturdidos e intentan implementar sobre la marcha un plan B que les permita actuar ante este impredecible magnate, de cuyo uppercut no se recuperan todavía, y en lugar de arrojar la toalla buscan colaborar con la OTAN para forjar una unidad que los proteja de la “agresiva Rusia”; se semejan a un zombi incapacitado de resucitar, igual que sus vasallos de los ex países socialistas.

Es que si uno se detiene a pensar, concluye que no puede ser que los neocon, después de afirmar que para superar sus problemas EEUU necesitaba de un nuevo Pearl Harbor, y que tanto provecho sacaron del 9/11, se queden con las brazos cruzados y sonriendo de oreja a oreja abran de par en par las puertas de la Casa Blanca y le digan a Trump: “Siga no más y desmonte nuestro proyecto”. Al contrario, eso no va a pasar porque tienen cualquier cantidad de ases bajo la manga para ablandar a Trump. Los neocon respaldarían cualquier acción que frenara a Trump, incluido su asesinato. La pelea recién acaba de empezar y las contradicciones ocultas comienzan a surgir. Las cartas están sobre la mesa, ganará el que mejor las juegue. Trump es un gran jugador, pero los neocon no se quedan atrás. Todo está por verse.

Cualquiera pensaría que con el arrollador triunfo con el que Trump volvió a la Casa Blanca, trataría de resolver el problema de la deuda de su país, el más grave de todos.

Los especialistas afirman que uno de los problemas que provocará una nueva crisis mundial es la deuda pública de EEUU, que tiene visos de ser una dolencia incurable. El multimillonario Warren Buffett la describe como una “bomba financiera de relojería”. La deuda de Estados Unidos ha alcanzado tan fabulosa cifra que ni siquiera se conoce con certeza a cuánto asciende. ¿La podrá EEUU pagar algún día? ¿Qué pasaría si no la paga? Tal vez, la única vía sea el desconocimiento de la emisión inorgánica anterior, lo que significaría el fin del sistema financiero internacional.

Antes de que Obama fuera electo presidente se consideraba que habría una hecatombe financiera si la deuda de EEUU llegaba a 10 billones de dólares; eso pasó y nada sucedió. Es más, durante su administración la deuda se incrementó de 10.6 a 18.5 billones de dólares y actualmente ha superado los 36.5 billones de dólares.

¿Quién tiene la culpa de este descalabro? La FED, “una entidad con una estructura público-privada en su gobierno”, cuyo dueño es un cogollo de banqueros dispuesto a todo con tal de conservar el privilegio de imprimir moneda internacional sin respaldo alguno. Se trata de un banco central independiente que, desde su creación en 1913, pertenece a doce bancos privados, cuyos accionistas son desconocidos y cuyas decisiones no deben ser ratificadas ni siquiera por el presidente de EEUU, ni por ningún otro órgano estatal, ni tampoco rinde cuentas a nadie.

La afirmación de Mayer Rothschild: “Denme la posibilidad de imprimir el dinero de un país, y no tendré problemas con sus leyes”, ayuda a entender el meollo de la actual crisis mundial; sólo habría que intercambiar las palabras dinero por dólar y país por mundo, o sea, decir: “Denme la posibilidad de imprimir los dólares del mundo, y no tendré problemas con sus leyes”. Casi todos los dólares que circulan por el planeta son virtuales y no tienen respaldado de ningún tipo; se trata de una masa monetaria creada de la nada, que fluye de mano en mano mientras le dure su único sostén, la fe en la buena fe del sistema. Pero como todo plazo se cumple, esta pirámide sistémica está condenada a derrumbarse.

Y cuando se esperaba que Trump tome al toro por los cuernos, sorprende a todos al declarar una guerra arancelaria contra el mundo entero. El país más castigado, China.

Al respecto, Víctor Gao, experto chino en relaciones internacionales, declaró: “China está totalmente preparada para luchar hasta el final. El mundo es tan grande que EEUU no representa la totalidad del mercado mundial. Así que, si Estados Unidos quiere aislarse completamente del mercado chino, bienvenido sea”. Gao, que fue traductor de Deng Xiaoping, al ser preguntado sobre las preocupaciones de Pekín de perder el 15 % de su mercado de exportación a Estados Unidos, contestó: “No nos importa, nos da igual. China ha estado aquí durante 5.000 años; durante la mayor parte de ese tiempo no existía EEUU y sobrevivimos. Si Estados Unidos quiere intimidar a China, afrontaremos la situación sin EEUU. Y esperamos sobrevivir otros 5.000 años. No intenten imponer sus prejuicios”.

Por lo visto, la única posibilidad de que Trump llegue a un acuerdo con China es que cambie su actitud hacia ese país y muestre respeto hacia su pueblo. Por otra parte, si ambos países no toman medidas para corregir todos los aranceles, se producirá una recesión global. Así opina el multimillonario Bill Ackman, que respaldó la campaña de Trump, quien expresó: “Si no se aplica una pausa, el mundo se dirigirá hacia un invierno nuclear económico autoinfligido”. Y, según The Washington Post, Elon Musk se habría dirigido personalmente a Trump con la petición de que reconsiderara sus medidas; además calificó a Peter Navarro, el principal asesor comercial de Trump, de ser más tonto que un saco de ladrillos. Posiblemente, ambos se dan cuenta de que China no va a sucumbir por altos que sean los aranceles que les impongan.

13 de Abril

Rosalía Arteaga Serrano
Por: Dra. Rosalía Arteaga Serrano,
Presidenta de UNIR  Ecuador

Hay números que nos traen reminiscencias, el del 13 de abril, por ejemplo, nos trae los recuerdos de la celebración del día del maestro en el Ecuador, que es diferente a las fechas de celebración de otros países, pero que exalta la memoria de ilustres ecuatorianos que ejercieron la docencia, que se destacaron como profesores. Por lo tanto, es una fecha que no puede pasar desapercibida en el calendario nacional, ni perder importancia frente a otras celebraciones. Hay que recordar a los maestros, reiterar la nobleza de esta profesión y relievar el trabajo que hacen en la conducción de los niños y jóvenes.

El día del maestro ecuatoriano se celebra en escuelas y colegios, en gremios y en diferentes sectores que quieren reconocer una tarea fundamental para el desarrollo de las personas, las sociedades y los países.

Pero también hay otra celebración que tiene que ver con el calendario cristiano, y es la recordación del Domingo de Ramos, tan importante para la tradición católica, que rememora la entrada de Jesús en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, cuando las multitudes lo aclaman y también el inicio de la Semana Santa, considerada la Semana Mayor de la Iglesia.

Al ser inicio de la Semana Santa, anuncia el sacrificio por la humanidad del Hijo de Dios, hecho Hombre. Por lo tanto, tiene una serie de connotaciones que hablan de la fe y de la doctrina, así como de la redención.

Pero para los ecuatorianos, en estos días, significa también la obligación cívica de participar en un proceso electoral muy importante para el país. Esta segunda vuelta electoral marca definiciones claves para el devenir de la nación, que se debate entre la vuelta a una década que muchos consideramos perdida, con enormes visos de autoritarismo, despilfarro de los dineros públicos y de corrupción, frente a la esperanza que un gobierno que quiere luchar contra la violencia y la corrupción ofrece.

Son propuestas divergentes que hablan de estilos de gobierno, pero que también ponen de relieve el futuro que escogerá el Ecuador, sumergido en una de las más profundas crisis que recoge la historia y de la que debe salir por la decisión de sus propios habitantes a través de su expresión soberana y sin presiones en las urnas y con el trabajo que cada uno de nosotros debe aportar.

 

 

No podemos permitir que el control de la infección del VIH vuelva a retroceder 20 años

De mantenerse los recortes anunciados por los principales países donantes, podríamos ver hasta 10,8 millones de nuevas infecciones y 2,9 millones de muertes adicionales por VIH hasta 2030. El impacto afectaría sobre todo a países del África subsahariana y a los grupos más vulnerables, según un estudio en The Lancet.

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Los recortes afectarán en especial a personas sin acceso alternativo a antirretrovirales, diagnóstico precoz o medidas básicas de prevención como preservativos o PrEP. / Adobe Stock

Como médico dedicada a la atención de personas con VIH desde hace años, recibo con profunda preocupación el estudio publicado recientemente en The Lancet HIV, que modeliza el devastador impacto que podrían tener los recortes en la financiación internacional para la prevención y el tratamiento del VIH en países de ingresos bajos y medios.

Según el análisis, de mantenerse los recortes anunciados por los principales países donantes, podríamos ver hasta 10,8 millones de nuevas infecciones y 2,9 millones de muertes adicionales por VIH hasta 2030. No son simples proyecciones: es una advertencia clara de que décadas de progreso podrían desmoronarse en pocos años.

No son simples proyecciones: es una advertencia clara de que décadas de progreso podrían desmoronarse en pocos años

Incluso si los recortes cesaran en los próximos 12-24 meses, el estudio nos muestra que las nuevas infecciones por VIH se estabilizarían en los niveles del año 2020, lo que significa que serán necesarios de 20 a 30 años de inversión adicional para situar a la infección por VIH/SIDA fuera del umbral de amenaza para la salud pública mundial.

Mayor riesgo para los más vulnerables

El artículo refleja un escenario en el que el apoyo financiero de programas históricos como el PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para el Alivio del Sida) se reduce drásticamente o incluso se detiene, como ya está sucediendo.

Esto afectaría especialmente a regiones como África subsahariana y a poblaciones que ya viven en condiciones de vulnerabilidad: mujeres, niños, personas que se inyectan drogas, trabajadores sexuales, hombres que tienen sexo con hombres. En muchos casos, hablamos de personas sin acceso alternativo a antirretrovirales, diagnóstico precoz o medidas básicas de prevención como preservativos o PrEP.

Programas históricos como el PEPFAR en EE UU se va a reducir drásticamente o incluso se detiene, tal y como ha anunciado la Administración Trump

Desde el año 2000, la respuesta global frente al VIH y los programas de donaciones han logrado resultados históricos: se ha evitado la transmisión materno-infantil en millones de casos, garantizando una generación libre de VIH, la mortalidad ha disminuido en más de un 50%, y se ha logrado acceso a tratamiento para más de 29 millones de personas.

Estos logros no han sido fruto de la inercia, sino del compromiso internacional, la cooperación sanitaria y la inversión sostenida. Romper esa cadena en nombre de intereses económicos a corto plazo es no solo injusto, sino también profundamente miope desde el punto de vista de la salud pública global.

Un multiplicador de inequidades.

Sabemos que el VIH no es solo un virus: es un multiplicador de inequidades. Cuando se debilita la respuesta al VIH, también lo hace el sistema de salud que lo rodea.

Los recortes a los centros de VIH amenazan a otros servicios esenciales: vacunación, atención primaria, embarazos y tuberculosis

Los centros que hoy tratan el VIH también vacunan, atienden embarazos, tratan la tuberculosis y ofrecen atención primaria. Los recortes no solo ponen en peligro vidas por el VIH, sino por muchas otras causas asociadas.

Como comunidad médica, debemos alzar la voz. El modelo predictivo del estudio de The Lancet HIV es un recordatorio urgente de lo que está en juego. Perder la prevención hoy es pagar vidas mañana. Cada paciente que dejamos sin diagnóstico, cada tratamiento que no se inicia, cada estrategia que se paraliza, es una oportunidad perdida.

No podemos permitir que el VIH vuelva a ser una sentencia. No ahora, no otra vez

Revertir estos recortes, presionar para mantener los compromisos internacionales y reforzar las capacidades locales es una responsabilidad ética, profesional y humana. No podemos permitir que el VIH vuelva a ser una sentencia. No ahora, no otra vez.

María Velasco es Secretaria de GeSIDA y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.

Los aranceles son impuestos

Los aranceles a las importaciones no lograrán restaurar la competitividad y proponen como alternativa el retorno a la disciplina fiscal

Foto: CC Wikimedia Commons

Bruno Meyerhof Salama. Profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley y catedrático de Derecho en Escuela de Derecho de la Fundaçao Getulio Vargas (São Paulo, Brasil).

Leonidas Zelmanovitz. Licenciado en Derecho por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil, y doctor en Economía por la Universidad Rey Juan Carlos (España). Miembro de Liberty Fund.

Avance

¿Son eficaces los aranceles a las importaciones como instrumento de las políticas económicas?, ¿logran solventar los desequilibrios comerciales y potenciar la fabricación local? Los autores de este artículo analizan una cuestión que vuelve a estar de actualidad en Estados Unidos. Recuerdan que, en el pasado, ese tipo de medidas se adoptaron bajo el paraguas del patrón-oro o con un sistema fijo de tipos de cambio. Pero actualmente el mundo entero opera bajo tasas de intercambio variables, por lo que la respuesta en las importaciones es diferente. De suerte que «los aranceles no dejan de ser una forma de impuestos», afirman. Funcionan como un gravamen indirecto a las importaciones: el Gobierno obtiene ingresos adicionales sin tener que aprobar impopulares subidas de impuestos, pero los que, al final, pagan la diferencia son las empresas y los consumidores.

Además, no constituyen un instrumento eficaz para reducir el déficit presupuestario de EE. UU., pues el volumen de los ingresos generados por los aranceles es insignificante en comparación con la escala del déficit fiscal. Para solucionar este, se debería abandonar «una medida proteccionista caduca y centrarse en realizar reformas económicas que merezcan la pena», consideran los autores. Comenzando por políticas fiscales sensatas que solventen los problemas estructurales reales causantes de los desequilibrios comerciales, en lugar de imponer barreras artificiales al comercio.

ArtÍculo

Hace ya algún tiempo que el debate público en Estados Unidos gira en torno a la eficacia de los aranceles a las importaciones como instrumento de las políticas económicas. ¿De verdad logran solventar los desequilibrios comerciales y potenciar la fabricación local? ¿Es el proteccionismo fundamental para garantizar la prosperidad?

A lo largo de toda la historia de Estados Unidos, siempre se ha atribuido a los aranceles esta función. El primer secretario del Tesoro del país, Alexander Hamilton, fue también el primero en imponer fuertes aranceles con el objetivo de combatir las importaciones británicas, bajo el argumento de que era necesario proteger su recién nacida industria nacional para que esta pudiera desarrollarse y competir. La estrategia de Hamilton, sin embargo, también incluía ayudas al sector e inversión en infraestructura. Fueron estas las políticas que permitieron sentar las bases de la industrialización de Estados Unidos.

En el siglo XIX, se recurrió a los aranceles (en especial al arancel Morrill, de 1861) para salvaguardar la producción local frente a la competencia europea, al tiempo que se obtenían ingresos adicionales. Los gobiernos de la edad dorada estadounidense, marcados por las mayorías republicanas, adoptaron tres pilares fundamentales en sus políticas económicas: una moneda estable basada en el patrón-oro, un mercado doméstico con una regulación moderada favorable para las empresas, y los aranceles, en una función doble como fuente de recursos y medida proteccionista. A principios del siglo XX, los aranceles continuaron siendo esenciales en las políticas comerciales. La Ley arancelaria Smoot-Hawley, de 1930, aspiraba a proteger a los granjeros y fabricantes estadounidenses, pero en la actualidad se le atribuye el recrudecimiento de la Gran Depresión. Otras naciones contraatacaron con medidas similares, lo que redujo el comercio mundial y agravó la crisis económica.

Todos estos ejemplos históricos tienen una característica fundamental en común: se produjeron al amparo del patrón-oro o de un sistema fijo de tipos de cambio. Bajo dichos regímenes, es posible que en ocasiones los aranceles contribuyan a reducir los desequilibrios comerciales, pero no tanto por la devaluación de la moneda como por la realización de ciertos ajustes internos, como la presión deflacionaria o una demanda local más baja.

Dentro de un sistema fijo de tipos de cambio o con patrón-oro, las políticas monetarias se ven constreñidas, por lo que el déficit comercial se regula a través de la modificación de los precios y salarios nacionales, y no tanto por la depreciación de la moneda. Si se reducen las importaciones por medio de aranceles, la fuga de oro y de reservas de divisas se ralentiza, lo que estabiliza el suministro monetario. Sin embargo, dado que la tasa de intercambio permanece fija, es necesario reestablecer la competitividad bajando los precios y salarios nacionales, lo que suele conllevar una menor demanda local.

Los aranceles también crean un mercado protegido para la industria nacional, al encarecer los bienes de importación y fomentar la producción regional. Sin una devaluación de la moneda que beneficie a los competidores extranjeros, los fabricantes nacionales adquieren un entorno estable en el que expandirse. Además, los ingresos generados por los aranceles sirven para financiar infraestructuras y subvenciones al sector, lo que estimula aún más el desarrollo económico. Esta fue la estrategia que hizo posible la industrialización de Estados Unidos en el siglo XIX, y que adoptaron, con similares características, Alemania y Japón.

Sin embargo, la existencia de un patrón-oro o un sistema fijo de tipos de cambio bajo el que funcionar no implica que los aranceles fueran una solución perfecta. De hecho, con frecuencia lo que hicieron fue proteger sectores industriales poco eficaces, elevar los precios de consumo y provocar represalias por parte de los demás países. Los tipos de cambio fijos lograrán hacer los aranceles más tolerables, pero nunca convertirlos en una solución económica realmente positiva.

En la actualidad, el mundo entero opera bajo tasas de intercambio variables, por lo que la respuesta en las importaciones es diferente. Si un país impone aranceles, lo habitual es que su moneda se revalorice conforme el flujo de capital se va ajustando y la demanda de moneda extranjera cae. Esto encarece las exportaciones y abarata las importaciones, lo que neutraliza las supuestas medidas proteccionistas del arancel.

Los desequilibrios comerciales se resuelven sobre todo a través de las fluctuaciones monetarias, y no tanto con la modificación de la producción nacional. Los aranceles se convierten, por tanto, en una herramienta contraproducente con la que enfrentarse al déficit comercial. En lugar de potenciar la fabricación nacional, tiende a reforzar la moneda, lo que contrarresta el efecto que se esperaba conseguir sin lograr que la industria gane competitividad, puesto que las auténticas causas del desequilibrio (la tasa de ahorro nacional, la formación de capitales o la productividad de la mano de obra) se mantienen bajo las mismas condiciones que antes.

Si no hacen lo que deberían, ¿para qué sirven?

Si los aranceles no logran reducir de manera significativa los desequilibrios comerciales, ni potenciar la fabricación local, entonces, ¿para qué sirven? La respuesta automática sería decir que para recaudar impuestos. Los aranceles funcionan como una forma de gravamen indirecto a las importaciones. Aunque las empresas y los consumidores sean los que acaban pagando la diferencia, el Gobierno obtiene ingresos adicionales sin tener que aprobar impopulares subidas de impuestos.

Los votantes conservadores suelen ver con malos ojos cualquier aumento de la presión fiscal, pero los aranceles proporcionan una conveniente fuente alternativa de ingresos que no afecta de forma negativa a la imagen del político, puesto que pueden justificarlos como una manera de presionar a la competencia extranjera y ganarse, así, a un grupo demográfico de naturaleza por lo general escéptica.

Al igual que los impuestos directos, los aranceles no tienen por qué provocar una inflación generalizada, puesto que solo alteran el precio relativo de los bienes gravados. La revalorización monetaria que surge tras su imposición puede compensar en parte el aumento de los precios en las importaciones. Visto desde una perspectiva fiscal, lo que los aranceles hacen es enriquecer las arcas del Estado a costa del sector comercial.

Sin embargo, todavía queda por mencionar una consecuencia clave: la subida de impuestos. Puede que se intente presentar los aranceles como una medida económica nacionalista, pero su efecto fiscal más inmediato es recaudar más fondos para el Gobierno. Aunque sus defensores los vendan como una herramienta para la protección del empleo y la producción nacional, esto no es más que un efecto ilusorio generado por las tasas de intercambio variables. Sus beneficios serán, en el mejor de los casos, temporales, y todo ello suponiendo que su implantación no derive en una guerra comercial

¿Pueden resolver el problema del déficit estadounidense?

Entonces, si los aranceles no son más que una subida de impuestos mal disimulada, ¿pueden aun así constituir una herramienta viable contra el déficit presupuestario de Estados Unidos? Lo cierto es que no. El volumen de los ingresos generados por los aranceles es insignificante en comparación con la escala del déficit fiscal, y los beneficios financieros que pudieran conllevar no logran compensar los enormes inconvenientes económicos.

El déficit estadounidense es producto del gasto en programas de ayuda social, de la política fiscal y de otros factores estructurales más amplios, pero ninguna de estas causas se combate eficazmente con impuestos a las importaciones. Por el contrario, estos aranceles generan respuestas revanchistas en los demás Estados, lo que daña las exportaciones y perjudica a las empresas que dependen de cadenas de suministros internacionales. Tampoco abordan la raíz de los desequilibrios comerciales, surgidos más de las condiciones macroeconómicas que de unas prácticas comerciales injustas.

Tomemos como ejemplo la compra de activos estadounidenses desde el exterior. Los inversores que adquieran bonos del Estado tendrán que hacerse primero con dólares estadounidenses, con el consiguiente incremento de su demanda. Esto significa que, si todo lo demás se mantiene igual, los desequilibrios federales, estatales y locales crearán una demanda artificial del dólar que impulsará el ascenso de la tasa de intercambio. Si los Estados Unidos contuvieran sus déficits, la demanda del dólar descendería, lo que haría que los productos fabricados en el país resultaran más competitivos en todo el mundo.

Una alternativa mejor: la responsabilidad fiscal

Los aranceles a las importaciones no logran restaurar la competitividad de los productores estadounidenses en un contexto de tipos de intercambio variables. Únicamente un retorno a la disciplina fiscal podría conseguirlo. Los casos de consolidación fiscal tanto históricos como recientes nos han demostrado que es posible reducir el déficit en una democracia cuando se reúne la suficiente voluntad política. Un déficit menor reduciría la artificial demanda de dólares estadounidenses, con lo que cotizarían menos y, por tanto, la competitividad de los productos estadounidenses mejoraría por sí sola.

Es posible que los aranceles constituyan una medida política popular, pero en el contexto de unos tipos de intercambio variables, no logran corregir los desequilibrios comerciales ni potenciar la industria local. Por el contrario, funcionan a grandes rasgos como una subida de impuestos que afecta de manera desproporcionada tanto a los consumidores como a las empresas que dependen de los bienes comerciales.

La conclusión es que, si los políticos de verdad pretenden solucionar las dificultades fiscales y comerciales a las que se enfrentan los Estados Unidos, deberán abandonar una medida proteccionista caduca y centrarse en realizar reformas económicas que merezcan la pena. Las economías fuertes y competitivas no surgen de imponer barreras artificiales al comercio, sino de establecer políticas fiscales sensatas que solventen los problemas estructurales reales causantes de los desequilibrios comerciales.


Artículo publicado por Salama y Zelmanovitz el 5 de febrero de 2025 en Law & Liberty, que puede consultarse aquí. Lo reproducimos en Nueva Revista con la autorización de Law & Liberty, a quien se lo agradecemos. Traducción del inglés al español de Patricia Losa Pedrero.

Foto: Contenedores apilados en el puerto de Rotterdam, Países Bajos. El archivo de Wikimedia Commons se puede consultar aquí.

El 13 de abril

Por: Dr. César Ulloa Tapia

Vicerrector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- 

No es un día cualquiera, ni mucho menos para esconder la basura debajo de la alfombra. Elegiremos entre dos modelos que condicionarán nuestra vida en los próximos cuatros años, aunque desde el inicio y sin haber hecho nada por parte de quien gane, se delatará el deseo de reelección. Aquí no cabe ninguna postura intermedia, pues hay dos opciones muy distintas: la versión actual del Socialismo del Siglo XXI con caras nuevas y otras reencauchadas y la continuidad de un gobierno que pretende extenderse con sus planes sin consolidar todavía.

Un gran porcentaje de los electores tiene la película clara, pues ya vivió el correísmo, su emergencia, el boom económico y el desastre de la mesa no servida, así como también la llegada del presidente más joven en la vida republicana, sus intentos de capear las diferentes crisis sin recursos con un gabinete amateur. La gente escogerá entre un posible club de amigos con Maduro a la cabeza, Ortega, Petro y Sheinbaum, pese a sus maravillosos países o Trump, principalmente, y quienes se sumen a esa corriente, sin perder de vista el multilateralismo.

Ningún ganador la tiene fácil, pero ahí viene el gran pero, ¿se reinventa una estrategia contra la inseguridad o se continúa con la que se desarrolla? ¿El Estado debe arrodillarse ante las bandas del crimen transnacional organizado o definitivamente las reduce y ojalá las extingue? En otro tema, ¿volvemos al Estado convertido en partido político o la reinvención de un Estado que tenga presencia, sea eficiente y que genere condiciones para reflotar la economía?

Al final del día, la gente quiere paz, seguridad, trabajo, futuro y certezas. Han sido años muy complicados y ahora vivimos una campaña de mucho desgaste para un país que requiere cosas sencillas, pero que se han vuelto muy complejas: transparencia, buenos servicios, empleo, salud, educación. El 13 de abril no es un día cualquiera, pues se decide en libertad para seguir viviendo en libertad, se vota en democracia para mantener esa trayectoria en el tiempo, se elige por alguien que si no cumple, se lo reemplazará en la próxima elección.

Orígenes del misticismo de Occidente

Entrevista a Rodolfo Bueno Ortiz Asociación AMARUN

Por: Rodolfo Bueno 

La religión primitiva de Grecia se orientaba a estimular la fecundidad de la tierra, los animales y la gente. Durante el solsticio de invierno, los griegos animaban al Sol a no disminuir su ímpetu y en el de verano, a que la recolección fuera fructífera. Los dioses griegos eran esencialmente humanos y se distinguían del hombre por ser más poderosos e inmortales. El aspecto místico de la religión griega tiene que ver con el culto a Dionisos, o Baco, cuyo papel real fue favorecer la fecundidad; el descubrimiento de la cerveza y el vino le dieron su inmerecida fama actual.

Baco, hijo de Zeus y Semelé, de niño fue devorado por los titanes, todo su cuerpo menos su corazón, del que su padre lo hizo renacer. En el rito báquico, descrito por Eurípides en las Bacantes, se estimulaba el éxtasis de las participantes, doncellas y matronas respetables que se reunían para ejecutar la danza de las ménades durante noches enteras, bajo la luz de la luna y las estrellas, sobre la yerba desnuda, para así evadir las obligaciones duras de una civilización plena de hastío. Las bacantes se liberaban de la prudencia encontrando en la ebriedad un mundo donde la fantasía y la belleza volaban lejos del aburrimiento cotidiano. El ritual báquico permitía al iniciado ser poseído por Baco, acto que llamaban entusiasmo, con el que arrojaban por la borda los complejos, se eliminaba la prudencia y se desataban las pasiones. En este rito, la imaginación y el apasionamiento permitían al creyente abandonar la dureza del mundo y entregarse a la búsqueda de Dios.

En un inicio, el ritual báquico era salvaje y contenía elementos atávicos bárbaros, en el que los participantes despedazaban animales salvajes para devorarlos crudos. Más adelante, Orfeo, célebre teólogo, poeta y músico, introdujo las características espirituales y ascéticas, con las que este rito influyó en el pensamiento filosófico griego. Orfeo, hijo de Eagro, rey de Tracia, desde muy joven recorrió Egipto, donde se inició en los misterios de Isis y Osiris. A su regreso a Grecia instituyó las fiestas de Baco y Ceres, enseñó a los griegos astronomía, perfeccionó la lira agregándole dos cuerdas, y su bella voz, unida a la dulce música que arrancaba a este melodioso instrumento, embelesaba al que la escuchaba; dicen que incluso la misma naturaleza se estremecía al son de su ritmo.

Al fallecer su amada y joven esposa, Eurídice, se volvió inconsolable, descendió a las orillas del Estigia y suplicó por su retorno con un acento tan enternecedor que los habitantes del Ténaro lloraron a lágrima viva su desgracia. El mismo Plutón, conmovido, permitió la partida de Eurídice bajo la condición de que Orfeo no la mirase hasta salir de los confines del reino de los muertos. No cumplió esta condición el impaciente esposo, que luego de romper su promesa pudo sólo estrechar entre sus brazos un halo de vapor y escuchar el profundo suspiro y el lamentable y eterno adiós de su amada, que le fue arrebatada de inmediato. Consumido de dolor, Orfeo se retiró al monte Rodope, donde vivió acompañado de animales salvajes, que domesticaba con sus cánticos, al mismo tiempo que hacía oídos sordos a las súplicas de todas las mujeres que vanamente intentaron conquistarlo. Las bacantes, furibundas por el desprecio, apagaron con gritos estentóreos y gran ruido de tambores su armoniosa voz, lo único que las conmovía y controlaba, destrozaron su cuerpo en mil pedazos y lo devoraron con ansias, volviendo así a resucitar el antiguo rito.

Los órficos hacían hincapié en el éxtasis mental; creían en la transmigración de las almas; en que, de acuerdo a la vida que se ha llevado en la tierra, existía un premio o un castigo después de la muerte, que podía ser eterno o temporal; aspiraban a la pureza evitando todo lo que contamina el alma, los más creyentes evitaban comer carne, menos en las ceremonias religiosas, donde la ingerían como parte de la ceremonia. Para los órficos, el vino era parte del ritual, algo semejante a lo que posteriormente fue el sacramento para los cristianos, y la embriaguez que buscaban era la de la unión con Dios; sólo así adquirían el conocimiento místico, inaccesible por otros medios. Según ellos, el hombre estaba condenado a un ciclo eterno de nacimientos y muertes, y sólo la vida ascética le permitía escapar a este sino y alcanzar en el éxtasis su unión con Dios. Para ser órfico se debía aceptar una vida basada en concepciones filosóficas místicas, para luego ser admitido en la comunidad mediante la iniciación. El feminismo nació con la escuela órfica, pues sus seguidores reclamaban la más absoluta igualdad política para las mujeres; la tragedia griega es otro fruto de esta doctrina, que estimuló las emociones violentas. Eurípides veneraba a Baco y menospreciaba al hombre moderado, incapacitado para sufrir y llorar, con un destino final anodino y merecedor de la locura.

Posteriormente, Pitágoras reformó el orfismo y fundó una sociedad en la que hombres y mujeres eran admitidos como iguales y la propiedad era común; así mismo llevaban un estilo de vida comunitaria en el que incluso los descubrimientos eran considerados colectivos. También afirmó que todas las cosas son números y vinculó la aritmética con la música, relación que sobrevive hasta nuestros días. Su famoso teorema permitió el descubrimiento de los números irracionales, y la eternidad de sus aportes en la matemática dieron a esta ciencia una aureola mística, que le permitió sostener a Platón que Dios es geómetra. Su influencia en el pensamiento de la humanidad es tan fuerte que posibilitó a los grandes filósofos posteriores realizar una síntesis de la racionalidad con el misticismo, una especie de religión racional basada en el método matemático, que buscaba demostrar la existencia de Dios. La idea de que el conocimiento del mundo es revelado a la mente y no a los sentidos es totalmente pitagórica y no platónica. Sus principios fueron asimilados por la filosofía de Platón, que los desarrolló aún más. De éste se transmitió a la filosofía griega, religiosa en gran parte de su contenido, y de ahí a los estoicos tardíos, que creían en el libre albedrío, consideraban al alma inmaterial, a Dios el alma del mundo y a cada uno de nosotros una parte de Él. Afirmaban que todos los hombres son iguales por ser hijos de Dios, obraban bien para ser virtuosos e incluso llegaron a sostener que se debe amar al enemigo. Todo esto a vísperas del triunfo del cristianismo en el Imperio Romano.

A partir de la caída de Roma, el pensamiento de Platón, a través de San Agustín, dominó la filosofía cristiana hasta el alto medioevo, cuando se volvió aristotélica con la ayuda de Santo Tomás de Aquino. En conclusión, se puede afirmar que el pensamiento místico griego sobrevive hasta nuestros días en todas las religiones cristianas gracias a Orfeo, Pitágoras, Platón, Aristóteles y los demás filósofos; no sucede lo mismo con el paganismo, representado por la Mitología, que no muere debido a la gran belleza de sus leyendas y porque nos ayuda a entender el arte clásico.

El poder del voto

César Montaño Galarza

Por: Dr. César Montaño Galarza 
Rector de la Universidad Andina Simón Bolívar

En un régimen democrático, el poder del voto radica en que es el medio de decisión para elegir al gobernante de turno, también para reelegirlo o, para elegir o apostar a otro nuevo gobernante. Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española, historiador y jurista destacado sostiene: “La gente vota a locos, vota a sabios, vota a gente muy útil y eficaz y a gente que no lo es”, “lo importante es poderlo corregir en las elecciones siguientes”; agrega: “Ha habido gobernantes que llegan al poder por vía democrática y una vez allí se las arreglan para cambiar las constituciones y hacerse perpetuamente reelegibles”. Esto suena familiar en el vecindario latinoamericano.

Votar es hacer realidad la igualdad política, cada voto tiene el mismo valor, sin que importe el emisor y sus condiciones particulares; el voto también legitima al gobierno dotándole estabilidad política; el voto hace realidad la participación de los ciudadanos en las grandes decisiones nacionales, incluso impactando en las políticas públicas que le afectan, respecto a salud, educación, seguridad, trabajo, economía, derechos; el voto es un derecho y una responsabilidad, con él se aporta para el futuro del país e influye en su dirección política y social; el voto es un mecanismo correctivo que permite a los ciudadanos cambiar pacíficamente de gobernantes, así es antídoto contra el autoritarismo, el abuso de poder y la corrupción. El voto es como la argamasa que cohesiona y sirve para construir una sociedad más participativa, justa y equitativa.

Desde Grecia en el siglo V a.C. hasta hoy, el voto popular evolucionó expandiendo su alcance; en un tiempo se autorizó votar a hombres con privilegios, luego a otros hombres y a mujeres, hasta habilitarse el sufragio universal -sin distinción por edad, nacionalidad, sexo, raza, religión o condición social-. El poder del voto solo puede concretarse con elecciones libres y democráticas, sin cancha inclinada ni manipulación de la autoridad electoral o de las normas del proceso eleccionario, y esto solo puede garantizarlo un gobierno convencido de la necesidad de respetar las reglas de juego.

Frente a las votaciones que se avecinan, los ciudadanos deben elegir con conciencia y memoria, puesto que, la realización de comicios libres, periódicos y transparentes, así como el despliegue pleno del poder del voto con todas las bondades que representa para la democracia, siempre dependerán del gobierno que esté en ejercicio.

Ecuador debe encontrar su futuro

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 Por: Rodolfo Bueno 

En general, en Ecuador, y en casi todo el mundo, los trabajadores ganan poco y laboran mucho, mucho más que las ocho horas diarias que conquistaron en Chicago el 1 de Mayo de 1886, en ocasiones, desde las primeras horas de la mañana hasta el anochecer. Parte del salario que les descuentan los patrones sin escrúpulos es birlado con el pretexto de otorgarles beneficios ficticios; no tienen jubilación, ni montepío, ni ningún tipo de ahorro o amparo que les permitan cubrir cualquier emergencia; si en sus quehaceres sufren algún accidente, la culpa es de ellos, sin que importe la gravedad del caso; tampoco tienen tiempo libre para averiguar de sus derechos. De esto deberían ocuparse los gobiernos y no de reprimirlos ciegamente.

Es inútil pedir al Presidente Noboa que tenga piedad de los trabajadores ecuatorianos, cuyos actos, a veces vandálicos, se explican por el hambre de justicia que se ha convertido en su brújula espiritual; también lo es porque él no es un estadista capaz de comprender a su país, al mismo tiempque ehambre del pueblo no cesa. ¿Qué va a pasar? ¿ A dónde marcha Ecuador? Sólo se sabe que si las decisiones que van a tomar los poderes del Estado no son sesudas, todo lo malo que pudiera pasar, pasará.

Presidente Noboa, si pretende encontrar las causas del malestar indígena, que ya es de todos los sectores populares, suba a los altos páramos de la serranía de los Andes o adéntrese en los suburbios de las ciudades o en las aldeas del agro, para que se entere que Ecuador está dividido en dos sociedades nada equitativas, una, donde se vive igual o mejor que en las zonas más ricas de los países desarrollados, y otra, donde hay una colectividad que, como dijo Montalvo, no se describe por no hacer llorar al mundo. Ese es el país que usted, señor mandatario, no conoce. Lo que está sucediendo muestra la insatisfacción del pueblo por la política económica de su gobierno, que no ha tocado los problemas sociales para paliarlos.

Dicen los sabios en economía que los subsidios son malos. De ser así, no deberían existir, pero existen, ¿por qué? Pues, porque son necesarios; si no, los pobres no podrían estudiar, ni tendrían acceso a la salud, ni gozarían de otros beneficios sociales. Los economistas neoliberales, que aconsejan eliminar los subsidios, no conocen la pobreza que esa medida genera y hablan de ella por hablar, no saben y no quieren saber que la genuina miseria es un círculo vicioso imposible de romper. Si un mago de las finanzas, como dicen que es el Presidente Noboa, hubiera tenido la desdicha de llegar al mundo en los altos páramos de la serranía del Ecuador, no estaría sentado en el solio presidencial y sería parte de los moovimienos populares.

El verdadero menesteroso es víctima de la incomprensión social de un medio que le achaca toda la culpa de sus desdichas y se encuentra encadenado a la penuria, la ignorancia y la tiranía del tiempo; se saca el aire desde el amanecer hasta el anochecer sin devengar siquiera para un pedazo de destiño, que por lo menos lo ilusione con el olor de la miel, siempre siente hambre y cansancio y lleva la vida a cuestas, cual pesado fardo, sin haber gozado nunca de un momento solaz. Toda una real y eterna pesadilla.

Es inútil pedirle al Presidente Noboa que se compadezca del hambre de la gente y acepte tomar medidas populares, que sienta piedad por el pueblo ecuatoriano, cuyas movilizaciones se explican por la sed de justicia, brújula espiritual de las grandes mayorías, porque él no es un estadista capaz de comprender que Ecuador se hunde en la vorágine de lo desconocido. Las exigencias del pueblo no van a cesar mientras el gobierno sea sordo a la voz de cualquier manifestante, que no es ni leído ni instruido como los miembros del gabinete presidencial, pero tiene una filosofía y un pragmatismo contra los cuales es difícil discutir: ¡No puedo hacer otra cosa que protestar, pues tengo hambre!

Ecuador ha mejorado desde la época en que don Juan Montalvo dijo que no escribía sobre el indio por no hacer llorar al mundo. Ahora es diferente. Cualquiera es testigo de que en el siglo pasado había en las aulas universitarias muy pocas mujeres y ningún indígena. Para bien del país, todo eso ha cambiado. Ahora entre las mujeres y los indios hay especialistas preparados, que son las cabezas de las gigantescas movilizaciones nacionales.

Ha pasado a la historia el huasipungo, sistema de explotación establecido en la serranía del Ecuador a partir de la conquista, mediante el cual el terrateniente asignaba al indio una pequeña parcela, que le garantizaba su permanencia en el feudo. A cambio de ello, el indígena debía laborar en la hacienda gratuitamente con su familia, todos los días y las noches del año. El huasipunguero, supuestamente debía cobrar un salario por su trabajo, aunque nunca se le pagaba sueldo, ni tenía seguro, ni vacaciones, ni era dueño de nada. Tránsito Amaguaña, Dolores Cacuango, Ricardo Paredes, Luisa Gómez de la Torre, Nela Martínez, Jesús Gualavisí, del Partido Comunista, encabezaron la lucha del indígena ecuatoriano, que derrumbó este oprobioso sistema de explotación.

Tránsito Amaguaña, junto a Dolores Cacuango, impulsaron en la década de los cincuenta la creación de escuelas bilingües rurales, en las que por primera vez se enseñó al campesino indígena en quechua y español; también promovieron la creación de cooperativas agrarias como mecanismo de presión social y política para exigir al Estado la entrega de tierra a los indígenas.

La Revolución del 28 Mayo de 1944 permitió la creación de la Confederación de Trabajadores del Ecuador y de la Federación Ecuatoriana de Indios. El 28 de mayo de 1990, un grupo de indios tomó la iglesia de Santo Domingo, el Presidente Borja aceptó varias exigencias de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. Desde entonces, sus dirigentes supieron tomar el toro por los cuernos, para defender el derecho del ecuatoriano a existir con dignidad en un mundo en el que la indignidad cunde por doquier.

Hoy, el pueblo se ha organizado contra las políticas que el imperialismo intenta imponer, que de manera ineludible encarecen todo, y en Ecuador surge una organización popular que desde ya constituye un ejemplo para el mundo. ¿Qué va a pasar? Nadie lo sabe. Por lo pronto, el gobierno intenta aplacar el rugido del pueblo fingiendo que no pasa nada y con llamamientos a votar por el actual mandatario, pero la paz y la concordia, por cierto muy necesarias, llegarán cuando se eliminen las causas que motivan el malestar popular.

El 13 de octubre de 2019, durante el levantamiento indígena contra el gobierno de Lenín Moreno, el entonces Presidente del Movimiento Indígena y Campesino del Cotopaxi, Leonidas Iza, advirtió: “Señores del Gobierno, no subestimen al movimiento indígena, dejen de echar la culpa al correísmo… Me parece que es irresponsable… No están viendo bien, no están viendo con objetividad. Nosotros mismos nos sorprendemos por la cantidad de gente (que acompañó las manifestaciones). No creo que Correa en este momento tenga la capacidad de mover aquello”. De igual manera, es irresponsable atribuir las movilizaciones populares ctuales a la oposición, liderada por Rafael Correa, o al narcotráfico.

Sin conocer estas realidades, el Presidente Noboa decretó el estado de excepción y amenazó con aplicar medidas represivas ascendentes, que sólo pueden empeorar la situación que vive el ciudadano medio. Luego de irrespetar la Constitución viajó a EE.UU. a entrevistarse con el Presidente Trump ¿Acaso espera que la gente comprenda sus razones? Enfrentar a la fuerza pública con la población civil no va a darle resultado alguno, pues la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, que a buena hora no son propensas al fascismo, son también parte del país y ya antes han arrojado del poder a presidentes persuadidos de que con las protestas se pretende desestabilizar a sus gobiernos, legal y democráticamente constituidos, sin entender que el pueblo reacciona porque defiende el derecho a existir con dignidad. Lo legal y lo justo, la ley y el orden, la paz social y los gobernantes, no siempre coinciden, como pasa en el actual momento.

Puesto que el Congreso de Ecuador no reaccionó contra el Presidente Noboa no es justo que el país siga jugando a la democracia, esto es, vaya a elecciones, vote por el candidato que considere el mal menor, después se sienta defraudado y despotrique contra el electo, sino que los ecuatorianos hayan adquirido ya la suficiente madurez como para dirigirse por sí mismo, se organicen sus bases populares y elijan a gobernantes que lo representen, o sea, un gobierno del pueblo y para el pueblo.

Como dijo Pachakutik en su convocatoria: «En tiempos de crisis, la unidad es nuestra mayor fuerza. Frente al avance de una derecha violenta y antidemocrática, es momento de dejar las diferencias de lado y actuar juntos por un país más justo». Ojalá sea esta posibilidad la que se concrete y se destierre lo malo del pasado, porque no hay mal que dure eternamente ni ecuatoriano que lo resista.

Piden reformas que regulen la violencia digital contra las mujeres en América Latina

Muchos niños son sujetos de la violencia en línea.© UNICEF
Por Juanita Herrera

Esta violencia perpetúa las desigualdades de género y limita la plena participación de las mujeres en las sociedades democráticas. A pesar de que se han implementado normativas para actuar ante ella, aún existen herramientas sin regular que presentan una amenaza, como la inteligencia artificial. 

Las mujeres enfrentan una creciente incidencia de la violencia en los entornos digitales, la cual es una violación de los derechos humanos que perpetúa las desigualdades de género y limita la plena participación de las mujeres en las sociedades democráticas.

El evento (organizado por el Gobierno de España) *Violencia Digital Contra las Mujeres: Hacia Políticas y Alianzas Transformadoras en el Marco de Beijing+30, realizado este mes de marzo en la sede de las Naciones Unidas, presenta soluciones como la implementación de políticas públicas efectivas, la alfabetización digital y la cooperación internacional para crear entornos digitales seguros e igualitarios para las mujeres.

Según una investigación presentada en el evento existen cinco tipos de violencia de género digital: la subestimación de capacidades, con un 12% de comentarios en redes sociales basados en esto, los ataques por afiliación política y compromiso cívico (11%), los comentarios sobre el cuerpo y la sexualidad (2%), ataques a la identidad (1%), y tres amenazas directas por cada mujer.

Las soluciones a estos actos de violencia son: el fortalecimiento de los marcos normativos, la promoción de la educación digital con perspectiva de género, la mejora del acceso a la justicia y la exigencia de una responsabilidad a plataformas digitales y Estados.

Una nueva realidad alternativa exenta de controles

Ana Redondo, ministra de Igualdad de España y Presidencia de la Iniciativa (IIPPEVCM), explicó las dificultades a las que la igualdad de género se ha enfrentado con el desarrollo de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la situación de “realidad alternativa” en las redes sociales que está “exenta de controles”.

Cuando las redes sociales afectan la vida real se corre el riego de no proteger los derechos y libertades de las mujeres, quienes se ven afectadas por la violencia digital. Para afrontar este problema es necesario conseguir un compromiso a multinivel entre los ciudadanos, que deben exigir sus derechos en la vida real y en las redes sociales, los estados y de las instituciones, que deben crear acuerdos amplios y globales para enfrentarse al problema.

Además, se deben crear leyes específicas que eviten el anonimato en redes sociales, establecer mecanismos de control judicial y promover la colaboración público-privada.

Amenaza directa a la democracia

Mayra Jiménez, ministra de la Mujer de República Dominicana, dijo que la violencia digital contra las mujeres en la política es una amenaza directa a la democracia y un factor que profundiza la polarización social.

Las campañas de violencia digital contra mujeres en la política, provocan ataques con mensajes de “mucho desaliento a otras mujeres”, que limitan el derecho a la representación y “debilitan el pluralismo político que tanto hace falta para contar con una democracia robusta”.

La violencia política en redes es uno de los principales obstáculos que limita la participación en la política.

Según datos expuestos por Jiménez, 8.43% de los mensajes que reciben las candidatas políticas contenían violencia de manera explícita, que “refuerza la idea de que las mujeres no debemos estar en la esfera pública”. Además, el 73% de los mensajes fueron enviados por hombres.

Esta violencia deja grandes huellas en las mujeres

Anais Burgos, diputada al Congreso de la Unión de México, explicó la importancia de crear reformas que regulen la violencia digital y protejan a las mujeres.

La diputada le explicó a Noticias ONU sobre el efecto que tiene la violencia digital en la región, que: “Este es un tipo de violencia que no se ve, pero que deja huellas importantísimas porque te genera zozobra, discriminación, paranoia, miedo, ansiedad y todo eso se ve reflejado en tu propia salud mental y física”.

“Hoy nosotras tenemos un gran compromiso (…) para sancionar este tipo de violencia en todas sus formas”.

Además, explicó el nuevo problema que presenta la IA al no estar regulada en la región: “El compromiso es regularla para que, como en el caso de mi país, no haya niñas que son violentadas, y en el que no pueda ser castigado el violentado, porque no hay un marco normativo”.

Este problema también afecta específicamente a las mujeres que participan en la política, Burgo dijo que: Nosotras cuando sufrimos este tipo de violencia, a veces pensamos en retirarnos de la política para ya no ser blanco de los ataques y de las violencias. Sin embargo, creo que las mujeres hemos aprendido a ser resistentes (…) porque, si me lo hacen a mí, que tengo voz pública, y lo puedo denunciar, ¿qué se espera una niña o una adolescente que no tiene este espacio de la esfera pública? Pues lo va a vivir de manera solitaria (…)”.

Burgos ha vivido la violencia digital en carne propia: “quienes se dedican a violentarme buscan hasta el último rincón y ocupan mis datos personales, ocupan mis relaciones familiares para atacarme, mi origen, mi color; me cosifican todos los días”.

Sin embargo, “vivirla me hace comprometerme a que tengo que hablarlo, tengo que visibilizarlo, tengo que denunciarlo. Pero ahora como legisladora, pues tengo que trabajar en ello”.

Nuevas tecnologías, un arma de doble filo

Marcela Hernández Oropa, forma parte del movimiento Ley Olimpia, además es fundadora de la Red de Defensoras Digitales.

La Ley Olimpia es un conjunto de reformas, y un movimiento social y político conformado por víctimas de violencia digital desde 2013, que incluye la prevención, la capacitación, y un conjunto de sanciones para que los agresores.

En una entrevista con Noticias ONU, Hernández explicó el impacto que esta ley ha tenido. “En México no ha sido fácil. Ahora puedo hablar de un gran impacto, pero la realidad es que fueron muchos años sin que nadie nos hiciera caso y eso me parece importante visibilizarlo porque no es como de la noche a la mañana”.

“Actualmente podemos tener documentadas más de 700 acciones de parte de diferentes entidades del gobierno en todo el país (…) que hacen, por ejemplo, campañas de información para para prevenir y atender la violencia digital, para dar a conocer y sensibilizar la problemática”.

Hernández profundizó en el impacto que las legislaciones que protegen a las mujeres de estos tipos de violencia tienen para ellas: “en el momento en que hay una legislación que confirma que lo que les está pasando es un delito, que ellas son víctimas y no culpables es un gran respaldo, una gran forma de empoderar a las mujeres que han vivido violencia digital (…)”.

“Me acuerdo la primera vez que yo supe de una chica que se suicidó porque difundieron un video en donde estaban abusando de ella sexualmente. Fue en 2008. Nadie hablaba de eso, y me dejó muy marcada. (…) . Yo no la conocía, pero supe de su caso (…) y supe en ese momento que algo estaba por venir, que iban a pasar más cosas”.

Las nuevas tecnologías han demostrado que más problemas estaban por venir. “Es súper impresionante cómo, en cuanto se masifica una tecnología, inmediatamente surgen casos como para la violencia de género en contra de las mujeres”.

“En cuanto se masificó (…) el uso de inteligencia artificial, inmediatamente [se dieron] un montón de casos en universidades y escuelas de diferentes partes del mundo, en donde los chicos tomaban imágenes de sus compañeras, para desnudarlas, para crear material sexualmente explícito, con su imagen, con su identidad, pero sin su consentimiento”.

“Parte de los grandes retos es apropiarnos nosotras de los desarrollos tecnológicos, porque solo así no van a estar impregnados de una visión y de una postura patriarcal”.

En la Red de Defensoras Digitales han impulsado una herramienta tecnología que hace justo eso. “Desarrollamos una plataforma de inteligencia artificial para apoyar los procesos de las víctimas de violencia digital (…) para generar una respuesta conversacional”.

“A través de un chat de WhatsApp, lo cual permite que estemos en todas partes del mundo las 24 horas del día todo el tiempo. (…) Es un chat al que le puedes preguntar qué hacer frente a una situación de violencia digital te puede contestar dependiendo de la región del mundo en donde te encuentres”.

En la búsqueda de la resiliencia digital

Roberta Braga, directora ejecutiva del Instituto Democracia Digital de las Américas (DDIA) explicó a Noticias ONU: “La violencia digital contra mujeres es un problema enorme y una cosa que se empeora, porque la polarización y la desconfianza en línea está empeorando. Lo bueno es que hoy en día ya sabemos cuáles son las narrativas meta que se reciclan y cuáles son las tácticas y manipulación que se presentan en contextos diferentes y en países diferentes».

«Lo que quiere decir que tenemos la información necesaria para combatir ese problema y que tenemos herramientas que podemos utilizar”.

“No existe una separación de nuestro mundo digital y de nuestro mundo real, entonces la violencia es algo que nos afecta en línea, pero también en el día a día”.

Los diferentes tipos de narrativas explican las formas en las que se ataca a las mujeres en línea, estas sirven para exponer las diferentes situaciones que se afrontan en internet, “y así crear una resiliencia digital”.

El primero es que nos llaman de “incontrolables”, nos llaman “muy emocionales” y nos acusan de ser controladas por hombres a nuestro alrededor. Lo que significa que están como que deseando que no podemos hacer nuestro trabajo sin la ayuda de otro”.

“La segunda narrativa es que somos “antipáticas”, que no somos amigables, que con nosotras no pueden trabajar. La tercera narrativa, tiende a ser que no estamos calificadas para lo que estamos haciendo, que no tenemos la experiencia, las trayectorias o los valores para hacer nuestro trabajo”.

“Yo no creo que la violencia digital contra las mujeres dejará de suceder, eso siempre existirá”.

Pero Brage explica las herramientas que se pueden tomar en cuenta, como “construir una narrativa proactiva de nosotras y trabajar con gente para amplificar ese aspecto positivo, y al mismo tiempo exponer las tácticas de manipulación”.

* El evento fue organizado por el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa Iberoamericana para Prevenir y Eliminar la Violencia contra las Mujeres (IIPEVCM).