Hasta ahora se había analizado la Vía Láctea con luz visible e invisible, como los rayos X y las ondas de radio, pero el experimento IceCube localizado en la Antártida la ha observado con algo que no es luz, sino partículas: neutrinos de alta energía procedentes del plano galáctico.
En lugares sin contaminación lumínica, podemos ver la Vía Láctea como una banda de estrellas difusa en el horizonte. La comunidad astronómica también la observa y estudia con detalle en distintas longitudes de ondas, pero desde ahora va a contar con un nuevo tipo de ‘lente’: los neutrinos.
Por primera vez, el observatorio de neutrinos IceCube, un gigantesco detector de un kilómetro cúbico construido bajo la estación Amundsen-Scott del Polo Sur, ha producido una imagen de nuestra galaxia utilizando esos mensajeros astronómicos diminutos y fantasmales.
El detector IceCube registra las primeras pruebas de emisión de neutrinos de alta energía procedentes de la Vía Láctea
“Los neutrinos son partículas subatómicas, como lo son los electrones. Sin embargo, son especiales porque interactúan solo mediante la fuerza débil. Así como la luz puede atravesar el vidrio de una ventana sin dificultad, los neutrinos pueden pasar por todo, incluyendo el planeta Tierra, de ahí que sean tan difíciles de detectar”, explica a SINC el portavoz de IceCube, Ignacio Taboada, profesor de Física en el Instituto Tecnológico de Georgia (EE UU).

Estas partículas subatómicas pueden atravesar todo, incluyendo el planeta Tierra, de ahí que sean tan difíciles de detectar

El laboratorio IceCube bajo un cielo nocturno estrellado, con la Vía Láctea al fondo sobresaliendo sobre auroras bajas. / Yuya Makino, IceCube/NSF
Taboada subraya la importancia de este hallazgo: “Esta es la primera vez que se observa la Vía Láctea con algo distinto de la luz: los neutrinos. La luz visible e invisible (radio, microondas, infrarrojo, rayos X, rayos gama) se ha utilizado ampliamente para estudiar nuestra galaxia, pero los neutrinos no son luz. Y al estudiar de formas distintas, se aprenden cosas nuevas”.

Es la primera vez que se observa la Vía Láctea con algo distinto de la luz: los neutrinos, y al estudiarla de forma diferente, se aprenden cosas nuevas

El equipo de IceCube ya había detectado neutrinos de alta energía de origen extragaláctico, como los procedentes de la cercana galaxia NGC1068, y suponen que puede suceder lo mismo en otras más alejadas. ¿Pero qué ocurre en nuestra Vía Láctea? Las observaciones de rayos gamma muestran emisiones brillantes procedentes del interior del plano galáctico y, puesto que se cree que los rayos gamma y los neutrinos son producidos por los mismos procesos astrofísicos, ese plano era el lugar esperado de emisión de neutrinos, como así ha sido.
Técnicas de aprendizaje automático
La demostración se ha realizado gracias a técnicas de inteligencia artificial de aprendizaje automático, utilizando datos registrados (unos 60.000 neutrinos) a lo largo de 10 años por el observatorio IceCube en la Antártida. Los investigadores han presentado las primeras pruebas estadísticamente sólidas de emisión de neutrinos de alta energía desde el plano galáctico, con resultados coherentes con la distribución y las interacciones esperadas de los rayos cósmicos dentro de nuestra galaxia.
Vista de los neutrinos (mapa del cielo azul) delante de una representación artística de la Vía Láctea. / IceCube Collaboration/Science Communication Lab for CRC 1491
“Detectamos neutrinos de nuestra propia galaxia estudiando su dirección y energía”, explica Taboada, “hay un exceso de estas partículas de altas energías que apuntan aproximadamente en la dirección del plano de la galaxia, y especialmente hacia el centro galáctico”.
La misteriosa fuentes de estos neutrinos
¿Pero de dónde proceden exactamente? “No es posible saber con certeza qué produce estos neutrinos, ya que hemos observado la Vía Láctea como un todo”, responde el profesor, “aunque hay dos posibilidades razonables y probablemente ambas ocurren, pero no sabemos cuál es más importante”.

Los neutrinos podrían proceder de fuentes puntuales de rayos cósmicos, y estos, a su vez, producir más al propagarse. Así podría brillar nuestra galaxia de forma difusa en todas partes, especialmente hacia el centro

“Eso resultaría en nuestra galaxia brillando de manera difusa en todas partes, pero más intensamente hacia el centro”, señala Taboada, quien adelanta que ahora “el siguiente paso es identificar las fuentes específicas dentro de la galaxia”. Ese y otros retos se abordarán en los siguientes análisis previstos por IceCube.

A medida que evolucione la astronomía de neutrinos, obtendremos una nueva lente con la que observar el universo

Cronología de los principales hitos de la astronomía de neutrinos. / IceCube Collaboration
El observatorio de neutrinos IceCube
En el corazón de la Antártida, en la base polar Amundsen-Scott, se encuentra este observatorio financiado por la National Science Foundation (NSF) de EE UU, con el apoyo de los 14 países que acogen a miembros institucionales de la colaboración IceCube.
Este detector de neutrinos, de aproximadamente un kilómetro cúbico enterrado en el hielo, opera con más de 5.000 módulos ópticos digitales (DOM) congelados a profundidades de entre 1.450 y 2.450 metros.
Esquema del observatorio IceCube. / IceCube/NSF
Referencia:
The IceCube Collaboration. “Observation of high-energy neutrinos from the Galactic plane”. Science, 2023