La Universidad representa un espacio de conjugación del presente y del futuro, de ahí que las instituciones universitarias conduzcan su propia transformación con el propósito de asumir las nuevas condiciones de su quehacer y continuar cumpliendo con las tareas que les han sido encomendadas.
Esto ha significado nuevos desafíos y oportunidades para los diversos órdenes de la gestión universitaria. En el ámbito docente ha implicado, entre otras cosas, el rediseño curricular y la gestión de nuevas ofertas educativas bajo estructuras flexibles. De lo que se trata ahora es de organizar los recursos humanos y materiales para generar mejores condiciones para el desarrollo de las actividades docentes, mediante la aplicación de una reingeniería universitaria, a fin de ofrecer educación de mayor calidad.
Las instituciones de educación superior tienen que adecuar la gestión de la docencia a las nuevas exigencias sociales, científicas, culturales y económicas derivadas del desarrollo de los países de América Latina y Europa en un conjunto de creciente integración y globalización.
Las universidades tienen que adaptarse y fortalecerse en este nuevo contexto, en el que sus tareas tienen cada día diferentes implicaciones. El impacto económico y social del conocimiento y el desarrollo tecnológico, la revolución de los sistemas informativos, el acelerado cambio de los perfiles profesionales, la importancia de la información crítica y la preservación de la cultura, evidencian la importancia económica y social que hoy en día tienen las funciones de las universidades públicas, lo cual implica una profunda reflexión que permite construir propuestas para sustentar el futuro de las instituciones de educación superior.
Asimismo, la comunidad es consciente de que todo proceso requiere de una evaluación y retroalimentación para hacer los ajustes y cabios que ayuden a lograr un esquema de excelencia y calidad no solo en los procesos, sino en los recursos, en especial en la gestión humana y en el servicio.
La creación de un sistema de evaluación del desempeño docente universitario se debe realizar con el objetivo principal de mejorar sustancialmente el proceso de enseñanza-aprendizaje y el sistema académico docente de la universidad. En ese sentido, la evaluación es un recurso para orientar, corregir, afianzar y consolidar la actividad.