Miguel Vega, alumno de la tercera edición del Máster Oficial Biodiversidad en Áreas Tropicales y su Conservación, organizado por la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo y la CSIC con la colaboración de la Universidad Tecnológica Indoamérica, destacó que el Ecuador, que acoge a estudiantes de varios países de Iberoamérica tiene la ventaja de reunir en muy poco territorio una gran diversidad tanto biológica como cultural. Estos dos elementos, subrayó, permiten crear un escenario en el cual es relativamente sencillo estudiar y comprender la realidad en la que participamos.
Este Máster, enfatizó, nos ha ofrecido herramientas que serán útiles para el futuro laboral ya sea en un campo centrado en la investigación como en áreas más pragmáticas tales como la administración y gestión de las áreas protegidas.
Hemos sido, dijo, un minilaboratorio de lo que pasa realmente en conservación, un grupo de personas con el mismo objetivo de proteger la biodiversidad pero que tienen que aprender a trabajar en conjunto, resolviendo los posibles conflictos que puedan surgir y aportando el conocimiento y trabajo de cada uno.
Algo positivo de este Máster y que quizás muchos de nosotros no tuvimos presentes al postularnos, agregó, es poder compartir un año con compañeros de distintas nacionalidades, de los cuales aprendimos las experiencias y retos de la conservación que existen en diferentes países, y al mismo tiempo darnos cuenta que en Filipinas y Paraguay podemos encontrarnos con los mismos problemas que agobian a la biodiversidad en cada uno de nuestros puntos de origen. Y no podemos olvidar, continuó, todas las expresiones graciosas, bailes, como la saya, las sevillanas, la música, la gastronomía, como las papas a la huancaína, la tortilla de papas, las arepas, los encocados, etc. que disfrutamos.
Miguel Vega destacó que como en toda convivencia ha habido buenos momentos y otros que no lo han sido tanto. La cuestión es saber aprender de cada uno de ellos, aunque a veces es complicado, pues nos dejamos llevar por el primer impulso, pudiendo no ser el más acertado. Sin embargo, rectificar es de sabios, anotó.
Como supongo que os habrá ocurrido a lo largo de vuestra vida académica, enfatizó, coincidiréis con profesores que os hagan seguir adelante y otros con los que os plantearéis?! Por qué estoy aquí?! Sin embargo, una de las grandes ventajas de esta Maestría es poder disfrutar de ellos no sólo como profesores sino también como personas.
Esta ha sido, expresó, mi experiencia en este año y supongo que en parte la de todos mis compañeros. Espero que los que comienzan esta aventura la disfruten tanto o más si cabe.
Terminó agradeciendo a la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, al CSIC , a la Universidad Tecnológica Indoamérica y a todas las personas que conforman este proyecto por hacer posible esta Maestría.
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