La docencia universitaria tiene múltiples y complejos problemas por resolver

La desarticulación entre la docencia, la investigación y la vinculación con la colectividad impide estructurar una formación integral de excelencia académica y de profunda sensibilidad social. A esto se suma la falta de una adecuada correspondencia entre los perfiles académicos con los perfiles profesionales. Los niveles de calidad de la formación académica son muy heterogéneos entre las instituciones de educación superior,señala  el Infome del Mandato Constituyente Nº 14 preparado en el 2009 por el ex CONESUP.

El documento precisa que la estructura curricular todavía mantiene esquemas rígidos y poco creativos, mientras en el proceso curricular sigue vigente un modelo pedagógico tradicional que se caracteriza por ser individualista, vertical, autoritario, repetitivo y memorístico. La educación en valores todavía no logra constituirse en un eje transversal de la formación académica y humana.

La cátedra, agrega,  ha dejado de ser el espacio de discusión y construcción colectiva del conocimiento, para convertirse en un monólogo intrascendente del profesor que no logra entusiasmar ni motivar a los estudiantes. Además, la cátedra, en la mayoría de los casos, no está asociada a la investigación ni vinculada con la sociedad, perdiendo su perspectiva académica y su pertinencia social.

La evaluación del proceso curricular en la mayoría de los casos todavía se centra en el estudiante y en los exámenes. A pesar de las disposiciones constitucionales todavía no se ha generalizado la evaluación sistemática del desempeño docente.

La formación académica y pedagógica de los profesores es insuficiente, al igual que el uso de materiales didácticos de última generación. Su dedicación a la docencia es parcial debido a las bajas remuneraciones. Tienen deseos de superación y capacitación, pero sus múltiples ocupaciones y el escaso tiempo que disponen les impide participar en postgrados.

Los estudiantes arrastran deficiencias académicas de los niveles escolar y colegial que no se pueden solucionar en el nivel superior, originando altísimos índices de repitencia y deserción. El problema se agrava debido a la heterogeneidad de la formación académica entre los colegios públicos y privados, urbanos y rurales, puntualiza el informe.

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