ONU Mujeres, agencia de las Naciones Unidas para la igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres en unión con la UNASUR convocaron a altas las autoridades de los Gobiernos de los Estados Miembros de esta instancia de integración sub-regional y del Ecuador, así como a las y los representantes de las distintas agencias de las Naciones Unidas (ONU) residentes en este país, para, durante dos días, a través de la discusión de ponencias y mesas de trabajo, consensuar cuáles serán los indicadores y los mecanismos para transversalizar el enfoque de género en los temas de trabajo de la organización.
Durante el primer día, el evento se inició con los discursos del Ex Presidente de Colombia, Ernesto Samper, Secretario General de la UNASUR; Mónica Pizani, Representante de ONU Mujeres en Ecuador; Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador y la Ministra de Justicia, Ledy Zúñiga.
El Secretario General de UNASUR, ex presidente Ernesto Samper, durante su intervención sobre la visión estratégica de la UNIÓN y su compromiso con la igualdad de género, recalcó que la mujer ha librado sus batallas, “en el siglo XIX consiguió la batalla por la igualdad política, en el siglo XX por la igualdad social y jurídica”, aunque no descartó que aún existe discriminación en diversos campos, como el laboral. “Se le ofrece a la mujer el 75% del sueldo para el mismo cargo que a cualquier hombre”, señaló.
Samper explicó que “todavía hay mucho machismo cultural” y que “no se ha logrado cambiar el rol y la percepción que se tiene sobre esa mujer que ha conseguido igualdad jurídica, social, laboral o que la está buscando», por lo que cree conveniente “cambiar el rol cultural, dándole estatus político, llevándola a los más altos niveles de representación”. “Solamente hasta que se abran espacios en los gabinetes, en ese momento va a ser realmente una política efectiva», dijo luego de destacar los avances que se han registrado en el tema de la igualdad, tanto en Ecuador como en Bolivia.
Además, el Secretario General, ratificó la importancia de implementar un sistema de semáforo similar al instrumentado por el gobierno ecuatoriano en materia nutricional, con al menos tres indicadores claves sobre el enfoque de género en la Región.
En un segundo momento, del evento durante el panel: Panorama de la igualdad de género en UNASUR, Luiza Carvalho, Directora Regional de ONU MUJERES para las Américas y el Caribe, explicó el panorama de la igualdad de género en UNASUR, y destacó que “la participación laboral de los hombres es mayor a la de las mujeres”. “La oferta laboral femenina es más volátil”, enfatizó.
En cuanto al acceso a la educación, Carvalho informó que “93 de cada 100 mujeres en los países de la Unión de Naciones Suramericanas acceden a la educación básica”. En ese sentido, insistió en que “una dimensión clave de bienestar de las mujeres e igualdad de género es el ejercicio pleno de los derechos humanos”.
Mónica Pizani, Representante de ONU Mujeres en Ecuador, en sus palabras de bienvenida al evento señaló: “Por eso esta primera reunión es fundamental, porque el reto que nos hemos planteado es contar con elementos medibles y comprobables del adelanto de las mujeres en los países del Sur de nuestra América.
Es importante también, acotar que Moni Pizani, dijo que para el 2030 ONU Mujeres se ha planteado alcanzar la igualdad. 50-50, en participación política, en participación en los mercados laborales, en distribución del trabajo no remunerado, entre otros, y para esto es necesario contar con la agencia de todas y todos; no podemos seguir creyendo que es solo una mitad de la humanidad la que tiene que luchar por alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres: Es un asunto de todos, de todas, puntualizó.
En este mismo marco, el Secretario General de UNASUR, se unió al compromiso #HeForShe, impulsado por ONU MUJERES, que busca la igualdad de género en el mundo.
Las autoridades regionales presentes, en su mayoría viceministras de los ministerios responsables de los temas sobre género y mujeres, presentaron ante el auditorio, los avances de sus países sobre mecanismos institucionales para el adelanto de las mujeres y su rol estratégico en la política pública. El factor común de este panel fue que todos los países están buscando cómo dar cumplimiento al mandato de Beijín, 20 años después de esta conferencia.
Mesas de trabajo
La reunión se complementó con dos mesas de trabajo en las que se propusieron temas referidos a la institucionalidad de género en UNASUR, las dimensiones e indicadores a priorizar para la región y los mecanismos de monitoreo. Además, se abordaron varios aspectos del enfoque de género como son las necesidades de información, la economía del cuidado, la prevención de la violencia de género, la situación laboral de las mujeres, la salud y derechos reproductivos, educación, presupuestos sensibles al género y paridad política para las mujeres.
En el ámbito de la educación, tema de interés primordial para la UNESCO y en el cual participó la Oficina UNESCO Quito y Representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, se destacó la importancia de promover una educación de calidad para la mujer porque además de ser un derecho humano fundamental, tiene efectos multiplicadores que influyen directamente en la prevención de las exclusiones y el fomento de la igualdad. Se indicó de parte de los participantes que si bien, es cierto, que la región ha avanzado en los indicadores de acceso a la educación primaria y secundaria, es muy importante resaltar la necesidad de establecer metas para los indicadores de permanencia y titulación en la educación superior de las mujeres. Es fundamental impulsar el ingreso, permanencia y prosecución de estudios superiores de las mujeres por sus efectos en la autonomía económica y social.
De los temas trabajados, entre otros, en las mesas fueron la necesidad de promover la presencia de las mujeres en las carreras “tradicionalmente masculinas”, monitorear que los contenidos y currículos de los sistemas educativos contemplen el enfoque de género, y que los indicadores de educación de las mujeres, estén desagregados por etnia, zona rural/urbana y nivel socio económico.