El Vicepresidente Constitucional de la República, Lenin Moreno, fue el invitado de honor. Minutos antes de que se presentara Neil Harbisson en la ZonaVIP del Capus Party Quito, el segundo mandatario motivó con una breve charla a los jóvenes campuseros.

La exposición de Neil Harbisson, el primer ciborg del mundo reconocido por un gobierno, duró un poco más de una hora y concluyó a las 13h32 con una ovación del público asistente.

Harbisson tiene acromatopsia, una condición visual que desde su nacimiento le obliga a ver el mundo en blanco y negro. A los 20 años creó y se instaló un eyeborg en la cabeza para poder escuchar los colores. Es co-fundador y presidente de la Fundación Cyborg, una organización internacional dedicada a ayudar a los humanos a convertirse en ciborgs.

Harbisson declaró que se convirtió en ciborg cuando la unión entre su organismo y la cibernética empezaron a crear un nuevo tejido neuronal en su cerebro que le permitió percibir los colores mediante un nuevo sentido: «No es la unión entre el eyeborg y mi cabeza lo que me convierte en ciborg sino la unión entre el software y mi cerebro», explicó Habisson.

El eyeborg no solo permite percibir y escuchar colores, también significa que los sonidos cotidianos, como tonos telefónicos o la música, se asocian con los colores. Color Scores (Partituras de Color) son una serie de cuadros donde Harbisson transforma a color piezas musicales.

Sonocromatismo

El sonocromatismo o la sonocromatopsia  es un término que Harbisson utiliza para definir su nueva condición. Harbisson explicó que «acromatopsia» ya no puede definir su condición, porque los acromatópsicos no pueden percibir ni distinguir los colores. También expresó que «sinestesia» no define con precisión su estado porque en la sinestesia la relación entre el color y el sonido varía dependiendo de cada persona, mientras que la sonocromatopsia es un extra sentido que relaciona el color y el sonido de forma objetiva.

Manifestó que «Sound Portraits» (Retratos Sonoros) y del cual nuestro Vicepresidente ya es parte, son retratos de personas que él crea al escuchar los colores de las caras. Cada cara crea un acorde de diferentes microtonos en función de sus colores. Para crear un retrato sonoro Harbisson necesita estar delante de la persona y apuntar las diferentes partes de la cara con su ojo electrónico, luego escribe las diferentes notas en un pentagrama especial de 360 líneas. Aclaró que no puede usar fotografías para crear estos retratos ya que los colores no son los mismos en las fotos que en vivo.

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