“La ilusión de los más pobres por ingresar a la universidad se está haciendo realidad. Las becas favorecerán a jóvenes ecuatorianos de escasos recursos económicos”, aseguran.
Con becas de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), los más pobres están accediendo a las mejores universidades del país. El desafío sin embargo, no parce tan fácil.
Llegar desde un pueblo lejano, de un barrio pobre, muy probablemente sin las bases académicas necesarias, a estudiar al ritmo de las universidades más exigentes del país no es fácil. Muchos tienen que nivelarse y esto les implica estudiar más que oros que salen mejor preparados del colegio, afirma el experto Carlos Bolagay.
Aunque reconoce que algunos estudiantes entrarán sin el nivel adecuado y varios deberán retirarse, Carlos Bolagay, Psicopedagogo y Psicólogo Clínico con amplia experiencia profesional, anota que “la ilusión de los más pobres por ingresar a la universidad se está haciendo realidad”.
“El creciente avance hacia la sociedad del conocimiento, es muy destacable en este Gobierno”, enfatiza Bolagay.
La SENESCYT lanzó este martes 6 de noviembre de 2012 el Programa de Becas de Desarrollo Humano, en emotiva ceremonia que se realizó en Quito, en el Centro de Convenciones Quitumbe.
Para Bolagay, contrario a lo que se podría pensar, lo que más les conviene a estos estudiantes beneficiarios de las Becas de Desarrollo Humano que vienen de estratos y condiciones diferentes es no tratarlos como diferentes. “Mientras menos se los separe, mejor se adaptarán”. Además, señala que pese a que entre pares suelen buscarse por inercia, “debemos luchar por romper esos círculos y estimularlos para que se relacionen con estudiantes con más facilidades, lo que los ayuda a que los jalen hacia arriba y no se empujen hacia abajo”.
El Gobierno Nacional le apuesta a la formación de talento humano, como elemento principal de la transformación trascendental del país y la construcción del Ecuador del Buen Vivir.