La Prmio Nobel de la paz, Rigoberta Mechú ofreció el jueves 4 de junio la confernecia magustral: “Una Agenda Programática para Pueblos Indígenas en el Siglo XXI, en el Salón José Mejía Lequerica de la Asamblea Nacional.
Rigoberta Menchú destacó los resultados de la “Campaña de los 500 Años”, que parecía local, pero se extendió y pasó de una coyuntura regional a una mundial, dejando huellas como la reforma del Convenio 107, que provocó la discusión de la situación, inquietudes y problemas de los pueblos indígenas, que, por años, fueron marginados y negados por los gobiernos y los regímenes.
Decían que en sus territorios los indígenas ya eran asunto del pasado, una especie de piezas arqueológicas; cada vez que hablaban de indígenas todos pensaban en un museo, pero no un museo interactivo, era una visión de disecar una historia y una civilización ancestral, manifestó.
Sin embargo,agregó, la lucha de los pueblos posibilitó modificar sustancialmente la historia del derecho, llegando hasta la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Resaltó también la lucha de las mujeres por el derecho al voto durante más de 100 años y luego su activa presencia en la vida política.
La Premio Nobel de la Paz 1992, estuvo acompañada de las legisladoras Rosana Alvarado y Marcela Aguiñaga, primera y segunda vicepresidentas, respectivamente, de la Asamblea Nacional, el parlamentario amazónico Carlos Viteri e Irene León, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Es un honor compañera Rigoberta tenerte en esta casa del pueblo, la Asamblea Nacional, considerando que eres una personalidad, autoridad moral y ética para el mundo, señaló Carlos Viteri, presidente de la Comisión de Biodiversidad, al subrayar que el Parlamento ecuatoriano trabaja en una legislación para transformar las estructuras del poder.
Precisó que la Constitución, con mucho orgullo, ha sido expuesta como una de las más innovadoras a nivel internacional, más aún cuando reconoce a la naturaleza como sujeta de derechos, un Estado plurinacional, garantiza derechos colectivos para las nacionalidades y comunidades indígenas ancestrales, a los pueblos afrodescendiente y montubio.