
El ecuatoriano, bajo la dirección del también cuencano Andrés Chocho, estuvo a nueve segundos del récord olímpico, aun en poder del chino Ding Chen, quien cronometró 1h18m46s en Londres 2012..
«Lo logramos, aun no lo puedo asimilar», dijo Pintado tras invitar «a soñar» a los ecuatorianos y latinoamericanos, que los sueños se cumplen con disciplina y trabajo.
La marcha atlética ecuatoriana volvió este jueves 1 de agosto a la cúspide del podio olímpico después de 28 años tras la medalla dorada que obtuvo Jefferson Pérez, también originario de Cuenca, en Atlanta 1996.
Pintado llegó a sus terceros Juegos Olímpicos con «1 % de probabilidades y 99 % de fe», según posteó en sus redes sociales, horas antes de la competición en la capital francesa.
«Con Dios todo es posible, PAPI eres nuestro campeón, estamos orgullosos de ti. Te amamos. Montse y Nico», fue el mensaje que le enviaron sus hijos desde Cuenca y que fue la gran motivación del andarín de 29 años.
Dado que, en las competiciones, no puede enviar por la cámara un saludo a sus hijos, una vez más al llegar a la meta celebró con el tradicional grito de Cristiano Ronaldo. Es su señal de que estuvo pensando en ellos.

En el kilómetro 15, Pintado encabezaba el pelotón con el italiano Massimo Stano (oro en Tokio 2021), los españoles Álvaro Martín (oro mundial 2023), Paúl McGrath y el etíope Misgana Wakuma.
A falta de tres kilómetros de la meta, apretó el brasileño Caio Bonfim. Después se frenó un poco al recibir dos amonestaciones por doblar la rodilla. Pintado tomó la delantera, marchaba firme, sin llamados de atención. Martín y Stano los escoltaban muy fatigados desde atrás.
Cuando los jueces hicieron sonar la campana, en aviso de que los líderes iban a la última vuelta, Pintado aceleró el paso. A un ritmo de 3m31s cruzó la meta y se adueñó de la medalla de oro y le dio la más grande felicidad a los ecuatorianos.
!GRACIAS CAMPEÓN!.