El economista Rafael Correa Delgado, asumió el 15 de enero de 2007 la Presidencia de la República convirtiéndose en el Presidente número 81 que hasta el momento ha tenido el Ecuador desde que se inauguró el periodo republicano en 1830. Este domingo 15 de enero de 2017 se celebró una década de estabilidad política en el Ecuador y los festejos se cumplieron masivamente en la ciudad de Guayaquil.
Según el análisis de la CELAG, un dato político no menor para la historia reciente ecuatoriana es que hace décadas que no se observaba un ciclo de estabilidad política. El último presidente que logró terminar su período de gobierno fue Sixto Durán Ballén en 1996. Entre 1979 y 2006 ningún partido político logró ser reelecto: los ocho presidentes electos de dicho período pertenecieron a diferentes formaciones políticas. Dicha inestabilidad llegó a impactar incluso en la propia percepción ciudadana de la política a tal punto que en el año 2007 solo el 8 % de los ecuatorianos confiaban en los partidos políticos.
Al asumir la presidencia Rafael Correa planteó una Asamblea Constituyente dotada de plenos poderes “para trasformar el marco institucional del Estado y para elaborar una nueva Constitución”.
La gobernabilidad que ha logrado Correa en su administración de una década ha sido la consecuencia de la coherencia entre sus propuestas de campaña y las acciones de gobierno que llegó a concretar. Ha habido coherencia en ello y ha sabido ganarse el respaldo ciudadano.
Celebración de la década de estabilidad política
El presidente Rafael Correa subió este domingo 15 de enero de 2017 a la tarima levantada en la Avenida 9 de Octubre de la ciudad de Guayaquil, entusiasmado, mientras era ovacionado por decenas de miles de sus seguidores.
En su discurso, el Mandatario reconoció que durante esta década, aquellos soñadores que con él trabajaron los cientos de proyectos que se han desarrollado, ese minúsculo grupo que emprendió dicho camino, se transformó en millones de personas que «han tomado el control de su destino».
Destacó que en estos 10 años se logró transformar al país y se recuperó el valor de la palabra política, porque cumplió con el pueblo ecuatoriano que le «ha otorgado en 10 ocasiones consecutivas su confianza en las urnas».
Resaltó como parte del éxito de su gestión los grandes logros en todos los sectores y certificó que «de ser los últimos en muchas cosas, pasamos a ser los primeros».
Mencionó proyectos en materia de seguridad y elogió el desarrollo social, las nuevas infraestructuras, la calidad del Estado, el cuidado ambiental, el nuevo sistema de justicia, la seguridad social, la equidad de género, la política internacional, entre otros.
Dijo que sus proyectos no pararán y anunció la inauguración del nuevo hospital del Guasmo Sur, un sector históricamente marginado.
“Todos se han beneficiado en la ‘década ganada’: los trabajadores más que duplicaron sus salarios, los empresarios triplicaron sus ganancias, nuestros campos y ciudades mejoraron sensiblemente y el desarrollo social ha sido impresionante”, comentó el Jefe de Estado y agregó que el crecimiento de su gobierno es un punto más alto que el promedio de la región.
Mencionó que para disminuir la pobreza y desigualdad se utilizaron los ingresos petroleros y destacó la capacidad de recuperación que tuvo el país ante la recesión, asegurando que al próximo gobierno le tocará una economía en crecimiento y estable.
Nueva identidad política
Por otro lado, la CELAG expresó en diciembre de 2016 que Alianza PAÍS ha establecido diversas novedades. Entre las más importantes cabría mencionar la génesis de una nueva identidad política, el cambio de la matriz productiva conjuntamente con el desarrollo de la ciencia y la tecnología y la puesta en marcha de políticas redistributivas inclusivas. Todo ello en el marco de una inserción soberana e inteligente en el sistema mundo globalizado.
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