Un sueño hecho realidad

Diego J. Reinoso, un ingeniero graduado en la Escuela Politécnica Nacional, cuenta cómo realizó su sueño de estudiar becado una maestría en una famosa universidad de Japón.

Luego de terminar mis estudios de ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones en la Escuela Politécnica Nacional en el 2009, anota Diego, comencé a tratar de cumplir uno de mis sueños que era obtener una beca para poder estudiar una maestría en el exterior. Es así como luego de un par de intentos, en el 2010 el Ministerio de Educación del Japón me otorgó una beca para poder estudiar mi maestría en aquel país. El día que recibí la noticia fue muy emocionante, pero a la vez sentí miedo ya que no conocía mucho de ese país ni tampoco lo que me esperaba allí.

Con más dudas que certezas –continúa Diego- mi travesía comenzó en abril del 2011, apenas un mes después del gran terremoto y tsunami que devastó una parte del norte del Japón. De esta tragedia todavía se sigue recuperando este país, ya que la reconstrucción de la zona afectada continúa.

Cuando llegué me encontré con muchísimas cosas diferentes como: idioma, cultura, costumbres, clima, comida etc. Comenzando por el idioma, el japonés es completamente diferente al español. Yo creo que la parte más complicada es la escritura, ya que además de tener dos abecedarios también se usa un sistema de ideogramas conocido como Kanji. Creo que llegar a un lugar y no poder leer ni entender ningún texto fue algo muy frustrante. Además, se convirtió en una barrera el hecho de que la mayoría de japoneses no puedan hablar inglés en forma fluida, así que al principio comunicarse fue un poco complicado. Pero todo es cuestión de tiempo, esfuerzo y decisión, porque para mí la situación ha ido mejorando día tras día.

Impresiona la puntualidad de los japoneses

La gente japonesa es muy respetuosa y trabajadora. Además, la puntualidad es una costumbre muy importante. Es impresionante ver los trenes llegar y salir exactamente a la hora indicada. Lo mismo pasa en todas las otras actividades diarias como reuniones, horarios de atención de oficinas y por supuesto también con la hora de inicio y finalización de las clases en la universidad.

Vivir en un país con un clima de 4 estaciones también ha sido todo un reto. El calor del verano y el intenso frío en invierno me hacen recordar lo privilegiados que somos en el Ecuador. Pero las estaciones también traen consigo paisajes muy hermosos como el florecimiento de las plantas al comenzar la primavera o el rojo de las hojas de los árboles en el otoño.

Respecto a la comida japonesa, muchos de los ingredientes son muy similares a nuestra comida ecuatoriana. Por ejemplo, aquí en Japón también se consume bastante arroz, aunque el sabor y consistencia es un poquito diferente. Comúnmente también se consume carne de res, cerdo, pollo y por supuesto pescado. Creo que una de las grandes diferencias es que aquí se consume muchos vegetales, legumbres y fideos. Por supuesto, la sazón es distinta ya que hay muchas salsas con las que se acompañan ciertas comidas. Pero a pesar de que la comida es muy rica y me gusta, extraño bastante el sabor de nuestra comida ecuatoriana.

Vivo en la ciudad de IKOMA

Actualmente vivo en la ciudad de Ikoma, en la prefectura de Nara y muy cerca de otras grandes metrópolis como Kyoto y Osaka. Nara y Kyoto son dos de las ciudades del Japón con más riqueza cultural y que conservan muchos templos y lugares muy hermosos. En mi universidad hay muchos estudiantes extranjeros y uno de los grandes privilegios que he tenido es poder conocer y convivir con gente de los 5 continentes del planeta. Es muy interesante ver que a pesar de las diferencias de religión, raza e idioma, en realidad somos muy semejantes. He aprendido tanto de todas estas personas y creo que lo continuaré haciendo hasta terminar mis estudios y regresar al Ecuador.

Estudios académicos

En el plano académico, una de las cosas que más me sorprendió y me costó acostumbrarme fue el enfoque de investigación que tiene la universidad japonesa. Asistir a clases es sola una pequeña parte de las obligaciones del estudio. Cada estudiante tiene su tema de investigación que lo debe desarrollar y presentar periódicamente en cada uno de los laboratorios a los que pertenecemos. Además de eso hay reuniones grupales de estudio.

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Otra de las cosas que me sorprendió es el alto nivel de inversión que realiza el país en el campo de la investigación. En cada laboratorio de mi universidad hay equipos de punta y fondos para asistir a conferencias. Gracias a esto en algunas ocasiones he tenido la oportunidad de presentar los resultados de mi investigación en conferencias internacionales dentro y fuera del Japón con todos los gastos pagados.

Espero mi título de Doctor PhD

En marzo del presente año finalicé los estudios de mi maestría. Pero debido a que otro de mis anhelos ha sido trabajar en docencia e investigación, apliqué para obtener una extensión de mi beca para quedarme y continuar con mis estudios de doctorado. Afortunadamente todo salió muy bien y desde abril ya soy estudiante del curso de doctorado y, dentro de 3 años, espero obtener mi título de PhD. y regresar a Ecuador para poder aportar en el desarrollo de nuestro país.

Me gustaría terminar este pequeño relato diciéndoles que si tienen el sueño de ir a estudiar al extranjero no duden en esforzarse para cumplirlo. Ahora hay muchas oportunidades para obtener una beca y poder no solo especializarse en el campo académico; sino también vivir una experiencia que seguro enriquecerá sus vidas.

Esta hermosa historia de un ecuatoriano triunfador lo conocimos a través de la Dirección de Relaciones Institucionales de la Escuela Politécnica Nacional. Si usted conoce otras historias similares, háganos saber para publicarlas.

MCCTH

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