Comunicación efectiva

Los grandes problemas en las organizaciones radican en que la comunicación no es perfecta. “El que dice dice lo que dice y el que escucha escucha lo que escucha” es uno de los dichos que representan de mejor forma esta problemática. Entendiendo la comunicación como el mensaje que viaja de un emisor a un receptor este no es el mismo para quien emite que para quien recibe. Esto porque el lenguaje al no ser perfecto todos los mensajes requieren ser interpretados, la historia y las emociones propias de cada receptor hacen que las interpretaciones sean distintas.

Sin embargo, si un emisor quiere disminuir la disonancia entre el mensaje que quiere dar y el que se recibirá debe tener claras las siguientes definiciones le será de ayuda:

Historia del receptor: Es importante conocer bien a quien recibirá el lenguaje su historia y traumas dicen mucho de cómo interpretará el mensaje, por lo que este debe ajustarse según a quien se lo estemos comunicando.

Emociones del receptor: Quizás esta sea una de las principales variables que afecta a la disonancia. Los estados emocionales nos permiten conectarnos sólo con la parte de los mensajes que lo refuerzan. Por ejemplo, la forma de comunicar un mensaje que se debe dar a una persona triste y una persona alegre son completamente diferentes. La persona alegre no conectará con partes del mensaje que lo saquen de ese estado, no oirá situaciones negativas, por lo que el mensaje debe estructurarse en positivo. Una persona triste no creerá en la felicidad, por lo que la estructura del mensaje debe enfocarse como este ayudará a la contención de su tristeza.

Asertividad del lenguaje: Es importante conocer las definiciones de declaraciones, afirmaciones y juicios. Las declaraciones son acuerdos que hacen las personas para tener referencias comunes para describir la realidad. Por ejemplo la definición de lo que es un metro, como unidad de medida, es una declaración que señala que hubo un acuerdo para denominar una cierta longitud con ese nombre y a partir de ahí crear otras escalas. Por su parte, las afirmaciones son el relato de los hechos que usan como base las declaraciones, no son interpretadas por historia ni emociones, sólo describen la realidad en base a los acuerdos realizados. Un auto que mide dos metros de largo no es cuestionable, se toma la escala métrica y se mide. Finalmente, los juicios son los comentarios que hacemos que no hablan de la realidad, sino como nosotros la percibimos. Cuando decimos que algo es largo es claramente discutible ya que depende de nuestra historia, no así cuando decimos que mide dos metros.

Muchas veces al comunicar somos irresponsables emitiendo juicios cuando nuestro mensaje puede ser estructurado en afirmaciones. Un gran consejo a todas las personas que inicien trabajando es que se preocupen de que en su primera etapa estructuren mensajes basados en afirmaciones, ya que la organización no les reconocerá la experiencia necesaria para dar valor a sus juicios. Cuando en una cierta materia logren hacer muchas afirmaciones les generará la experiencia e historia para que sus juicios adquieran valor. En la etapa final de un ejecutivo se desea de él más juicios que afirmaciones, ya que implícitamente reconocen los conocimientos adquiridos con el tiempo.

Hacerse cargo de que el mensaje sea bien emitido y recibido puede hacerse con lo señalado anteriormente. Lograrlo traerá beneficios absolutos para quien los emite y para la organización en la que trabaja.

Por @Gerente2012

http://gerente2012.blogspot.com

http://ttnovela.blogspot.com

© 2011 EcuadorUniversitario.Com

 

Deja una respuesta