Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
El criterio más objetivo para determinar si ha demostrado interés en asuntos universitarios, es el haber sido director o coordinador de una unidad académica, pues para poder serlo debió demostrar su interés participando por convicción en el proceso, elaborando e implementando un plan de trabajo para atender los asuntos propios de la unidad académica, a más de haber demostrado su capacidad de gestión para atender estos asuntos.
Gozar de estimación general como persona honorable y prudente, se puede asociar con su liderazgo y su calidad humana, lo cual se demuestra con la opinión de la comunidad universitaria y el apoyo que tenga de ésta, durante su trayectoria, manifestándose en el respaldo durante el proceso para nombramiento de rector.
Actualmente, existen los elementos que permiten determinar objetivamente el haberse distinguido en el área de su especialidad, por ejemplo: docente principal-investigador, miembro de una comunidad académica y científica universitaria, contar con el reconocimiento al perfil de rector, con título de PhD o su equivalente, haber escrito libros académicos, tener entrenamiento y visión de futuro. Estos elementos, sin duda, demuestran que un académico se ha distinguido en su especialidad pues, para lograrlo, debe someterse a una evaluación de pares académicos en su disciplina.
Debe tomar decisiones trascendentales para el desarrollo de la universidad, logrando la participación de la comunidad académica. Ser ejemplo de emprendimiento. Líder natural, con amplia capacidad de gestión, con carácter pero no intransigente, tolerante, incluyente, negociador, conciliador, realista, leal a la universidad y toda su comunidad.
En síntesis, las cualidades de un rector son las siguientes: Tener título de PhD o su equivalente, ser miembro de una comunidad académica y científica, ser escritor de libros académicos, contar con el reconocimiento de su perfil por parte del Consejo de Educación Superior, CES, haber sido director o coordinador de una unidad académica, persona con liderazgo y calidad humana, tomar decisiones trascendentales para el desarrollo de la universidad, ser emprendedor, tener visión de futuro y servir a la comunidad universitaria que le ha nombrado rector con calidad académica y calidez humana.