Del “magister dixit” a los ambientes personales de aprendizaje

Por: Juan Morales Ordóñez

Vivimos la era digital. Las diversas actividades humanas se despliegan, por así decirlo, en dos planos: el tradicional relacionado con la corporeidad en sus diversas manifestaciones; y, el contemporáneo definido por lo informático y por internet que es un nuevo espacio, de cierta forma un mundo paralelo, construido por nosotros y del cual formamos parte.

La información global relacionada con todo se encuentra en internet. Libros, obras de arte, películas, videos, música o cualquier expresión humana “vive” también digitalmente. Es la vida humana objetivada en versión virtual.

Es posible, claro, ignorar esta realidad y optar por el mundo tradicional. También es posible entrar en ese escenario paralelo y contribuir con su afinamiento positivo para el desarrollo y proyección de la especie humana. Al ser el ciberespacio una instancia abierta que recibe todos los aportes, es preciso, que las contribuciones positivas sean cada vez más numerosas y potentes con el fin de incidir en la definición de lo que ahí pasa. Vivir el mundo de internet significa participar en el mayor escenario humano de todos los tiempos. No entrar en él representa una especie de autoexclusión y también una suerte de renunciamiento a participar en el desarrollo de esta nueva expresión de lo humano.

La educación superior no está fuera de esa realidad, por el contrario es protagonista. Los estudiantes universitarios forman parte de una generación hiperconectada que evoluciona e interactúa en gran medida en el mundo virtual. Las redes en internet, los software que se utilizan para diferentes necesidades y los diversos instrumentos informáticos forman parte de la cotidianidad actual y debe ser vivida pedagógicamente por profesores y estudiantes.

El docente universitario, naturalmente, también evoluciona en ese ambiente o, puede y debe hacerlo. Pensar y definir un ambiente personal de aprendizaje o construir un PNL o “Personal Learning Environment”, fortalecerá los procesos del aprender-aprender y permitirá conexiones con otras personas fuera de los espacios controlados por las instituciones y con otros recursos también ubicados en otros lugares. A través del concepto PNL el profesor y los estudiantes aprenden, comparten y establecen contactos con gente interesada en el mismo tema, recibiendo y brindando apoyo. Y esa praxis al interior de la comunidad virtual, estimula el aprendizaje y lo potencia.

El profesor que decide utilizar la tecnología puede construir ambientes de aprendizaje utilizando recursos como Facebook, Twitter, Wikis, Blogs, videoconferencias, Youtube, Dropbox, Slideshare y muchos otros disponibles. Al hacerlo su rol tradicional de “magister dixit” cambia y se convierte por la fuerza del entorno en un guía de los procesos de aprendizaje de sus estudiantes.

El cambio es radical. El entorno virtual contribuye a la ruptura del tradicional paradigma pedagógico… ¡Vale la pena intentarlo!

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