Jorge Célico ama el fútbol y el ajedrez

Jorge Célico, entrenador de la exitosa y orgullosa Selección de Fútbol Sub 20 del Ecuador, declaró en febrero de 2019, que quería que sus pupilos aprendan inglés y sepan jugar ajedrez, porque ambas actividades les brindarán mayores destrezas, capacidades técnicas y de estrategia. El ajedrez, dijo, “es un juego interesante que permite el desarrollo de otras destrezas. Ayudará a que los muchachos logren anticipase a las jugadas de los rivales”.

El éxio de su teoría está a la vista. En el 2019 ha logrado con nuestra selección de fútbol el campeonato sudamericano y ubicarse tercero en el Campeonato Mundial Sub 20 realizado en Polonia.

El profesor Jorge Célico tiene toda la razón para inculcar en los jugadores de fútbol que aprendan a jugar ajedrez. El juego ciencia, por su cultura e inserción en todo el mundo, abre una visión amplia de posibilidades, habilidades y destrezas. Los jóvenes encuentran, en el método de estudio del juego, las enseñanzas de conductas faltantes en el desarrollo curricular de las escuelas.

Con la práctica del ajedrez, según su edad, se obtiene una base de conocimientos que les permite ir descubriendo peldaño a peldaño inteligencias múltiples. El pensamiento lateral, la memoria visual, la deducción o el pensamiento analógico se enriquecen mediante conductas habituales frente a la resolución de problemas. Se obtiene serenidad en la toma de decisiones y respuestas más claras frente a cada situación particular en sus vidas.

La experiencia cubana, con el ajedrez obligatorio en las escuelas, la rusa y alemana con la enseñanza del ajedrez a temprana edad; las matemáticas, las múltiples inteligencias y el ajedrez en las escuelas canadienses, han logrado un mejor desarrollo intelectual.

En Alemania, en varias escuelas de Dresden se sustituyó una hora de matemáticas semanal por una de ajedrez; una decisión que se adoptó después de verificar en las investigaciones llevadas a cabo durante más de cuatro años por la Universidad de Treveris que la capacidad matemática y de lectura de los ajedrecistas es el doble de buena que la del promedio de los alumnos, y que sus capacidades lingüísticas son tres veces mejores respecto a quienes no juegan al ajedrez.

El aprendizaje y practica del ajedrez promueve el desarrollo de factores intelectuales, de aprendizaje y de personalidad: desarrolla el razonamiento abstracto, la memoria y la imaginación creativa; ayuda en el aprendizaje y entrenamiento de la memoria fortalece la atención y la concentración así como el hábito de organizar el propio tiempo y el propio trabajo. La enseñanza del ajedrez escolar desarrolla facultades fundamentales de orden intelectual como la atención, el raciocinio, el cálculo, la investigación, la toma de decisiones.

El ajedrez minimiza el cansancio físico y enriquece el espíritu. Aumenta la capacidad de concentración. Mejora la capacidad de resolución de problemas y toma de decisiones: durante la partida el jugador de ajedrez se enfrenta a distintos problemas que debe resolver, analizando todas las soluciones posibles y eligiendo la más adecuada, incluso muchas veces bajo la presión del límite de tiempo para tomarlas.

Los beneficios que ejerce el ajedrez sobre el desarrollo educativo de los niños y jóvenes han sido verificados en numerosas investigaciones a lo largo de los años, tal como recoge el doctor Robert Ferguson en su “Resumen sobre investigaciones del ajedrez y su impacto en la educación”.Entre las conclusiones que se derivan de estos estudios se pueden citar algunas como que “existe una correlación significativa entre la habilidad para jugar bien el ajedrez y las facultades espaciales, numéricas, administrativo-direccionales y organizativas”, o que “el ajedrez enseñado de una forma metodológica es un sistema de incentivo suficiente para acelerar el incremento del cociente intelectual en niños de ambos sexos de escuela primaria en cualquier nivel socio-económico”.

Hoy en día, la inclusión del ajedrez en la escuela se ha extendido en todo el mundo, no en vano la UNESCO recomendó oficialmente en 1995 a todos sus países miembro la incorporación del ajedrez como materia educativa tanto en la enseñanza primaria como en la secundaria.

En estas vacaciones de verano recomendamos a padres de familia, niños y jóvenes aprender a jugar ajedrez.

Por otro lado, subrayamos que todos los idealistas que se propongan sinceramente llevar a cabo transformaciones sociales, deben tener muy en cuenta una operación esencial: la de concebir y promover nuevas formas de istrucción, de educación y de cultura. Como es sabido, todo cambio radical presupone el desarrollo de nuevos sistemas de pensamiento, nuevos «intelectos», nuevos «valores», nuevos modelos culturales con que sustituir los esquemas tradicionales. Hay que plantearse, por consiguiente, la instrucción, la educación y la cultura en términos enteramente nuevos, sin pasión y guiados por un espírtu racional: así es como conseguiremos expresar, con una claridad absoluta, lo que conviene poner en práctica para acelerar una transformación coherente del hombre y de un mundo en perpetua evolución.

Las condiciones para que los países pobres salgan de su estancamiento estriban en la elevación del nivel educativo y cultural.

Los ecuatorianos le felicitamos y le agradecemos al Profesor Jorge Célico, por su gran trabajo profesional al frente de la gloriosa e inolvidable Selección Sub 20 de fútbol 2019, y por promover la práctica del ajedrez, más conocido como el juego ciencia.

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PD: En los archivos de www.EcuadorUniversitario.Com encontrará mucho material útil acerca del juego ciencia.