La educación superior en nuestro país vive un proceso de transformación debido a la aplicación de tecnologías en las diversas actividades académicas. Esto ha generado una serie de cambios, desde organizacionales hasta conceptuales.
Los mayores cambios abarcan los roles de profesor y estudiante, los que se han visto afectados de manera positiva, el concepto de profesor tradicional empieza a desaparecer y en su lugar tenemos el de facilitador, quien cumple las funciones de guiar y orientar al estudiante en su aprendizaje proveyéndolo de recursos, orientaciones y actividades que lo llevan a adquirir competencias y cumplir los objetivos. El estudiante por su parte se ha visto obligado a cambiar sus métodos de estudio, sus horarios, sus herramientas, ha visto en la colaboración un medio para explotar su creatividad y socializar con sus pares, ha requerido de ciertas destrezas en el manejo de las nuevas herramientas y se ha constituido en el centro del proceso de aprendizaje, relegando al docente a cumplir su verdadera función: guiar.
Las tecnologías han permitido que los materiales educativos vayan adquiriendo nuevas formas y presentaciones, la interactividad que se puede lograr con las aplicaciones multimedia, la portabilidad de los libros electrónicos, el audio y video son elementos que cuentan con grandes ventajas para lograr un aprendizaje más significativo. El aprovechamiento de estas ventajas radica en su dosificación dentro del contenido, una combinación adecuada, pero principalmente práctica, asegura un mejor resultado en la satisfacción y nivel de asimilación del estudiante. Los materiales educativos que se producen en la actualidad permiten integrar diferentes medios, aprovechar la potencialidad del color, sonido y movimiento para mejorar la retención del aprendiz. En teoría, lo mencionado suena bien, sin embargo en la práctica exige al estudiante leer y desarrollar actividades completas de aprendizaje.
La comunicación entre los actores del proceso educativo, se fortalece al contar con herramientas que promueven la comunicación abierta, como: las redes sociales, los foros, los blogs y las Wiki, aunque estas últimas se encuentran en una etapa de gestación. También es posible emplear herramientas de tipo síncrono, es decir en las que los participantes deban comunicarse al mismo tiempo, estas pueden ser: Chat, video conferencias u otras que permiten intercambio en vivo no solo de video y audio, sino de otros recursos.
Los recursos educativos abiertos (REA) son sin duda el concepto emergente a inicios de este siglo, la tendencia open iniciada con el fenómeno “open source” a finales de los 90 ha contagiado los deseos de colaborar y compartir de la comunidad académica y hoy en día las instituciones educativas están en proceso de abrir sus contenidos al mundo. Por ello en la actualidad se cuenta con un amplio conjunto de repositorios de recursos educativos. Las universidades más prestigiosas del mundo ya cuentan con sus contenidos en línea, otras muchas están en proceso y actualizando la oferta cada día.
La tecnología ha hecho posible un gran salto, corresponde ahora a los actores, utilizan adecuadamente la abundancia de medios, herramientas y recursos para una formación pertinente y acorde a las necesidades de nuestra sociedad.
Vía Comunicaciones de la UTPL