Por: Dr. Juan Morales Ordóñez
La Ley Orgánica de la Función Judicial en vigencia desde marzo de 2009, determina el funcionamiento de la Escuela Judicial en sus diferentes aspectos.
Establece que la sede permanente de la Escuela se ubicará en la ciudad que defina el Consejo de la Judicatura, situación que fue resuelta en noviembre de 2011 cuando los Vocales de esa Institución, entregaron al Alcalde de la ciudad de Cuenca, la Resolución Oficial con la declaratoria que distinguía a esa urbe con tan alta distinción.
La transformación o el mantenimiento del estatus quo de la administración de justicia, en gran medida es consecuencia de los procesos de educación jurídica que se dan en los diferentes escenarios académicos relacionados con el tema, como son las Escuelas de Derecho y sus cursos y programas de formación de pregrado y posgrado: y, claro, en la Escuela Judicial, que tiene como funciones específicas diseñar y aplicar cursos de formación inicial y continua que respondan a los requerimientos del Consejo de la Judicatura, la Fiscalía y la Defensoría Publica. Adicionalmente, la Escuela Judicial, debe programar en coordinación con otras instancias de la Función Judicial, la investigación científica y el procesamiento de datos estadísticos con el fin de contribuir con información válida en los procesos de toma de decisiones respecto a políticas de la Función Judicial.
El ámbito de acción de esta instancia del sistema de administración de justicia ecuatoriano, la Escuela Judicial, es muy amplio, pues comprende a jueces, fiscales, defensores públicos, personal administrativo, jueces de paz, notarios, depositarios judiciales, martilladores, síndicos y liquidadores de costas, entre otros. Miles de personas trabajando en sus funciones específicas en todo el territorio nacional.
Para todos ellos se deben elaborar procesos académicos que fortalezcan sus conocimientos, afinen sus destrezas y desarrollen su comportamiento moral. Las especificidades de los diferentes actores del sistema de administración de justicia, son claras, debiendo por lo tanto, diseñarse procesos educativos propios a cada función. Existen también temas de formación académica que son comunes a todos.
Los grandes objetivos constitucionales y aquellos que se definen en la planificación gubernamental en lo relativo a la justicia ecuatoriana, cuentan con la acción educativa inteligente, ordenada y sistémica que desarrolle la Escuela Judicial, pues si bien son importantes las instalaciones físicas y los modelos de gestión, la esencia del cambio se encuentra en el conocimiento y el comportamiento… elementos propios y razón de ser de los procesos educativos.