Formemos ciudadanos de bien (III)

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva 

3. CÁTEDRA DE ORATORIA

En nuestra universidad debe existir una cátedra de Oratoria, porque es importante que los estudiantes, futuros profesionales, sepan hablar en público. Los Programas de Lenguaje y Comunicación de nuestra universidad, en forma positiva, han incluido un capítulo sobre Oratoria para que los estudiantes participen en certámenes en el ámbito nacional.

La oratoria, siguiendo el esquema de los griegos.- La oratoria constituye la capacidad humana para hablar en público teniendo únicamente un guión escrito o en la mente para la disertación.

3.1. Características.- De la oratoria, según los griegos:

  • La voz.- El orador habla en forma pausada y ordenada, utilizando una misma modulación de la voz, con el fin de hablar en público de la mejor manera.
  • La fluidez de las palabras.- Las ideas expresadas por el orador tienen que ser fluidas y expresadas en forma lógica, siguiendo una secuencia de ideas.
  • El sistema de señales.- Un orador utiliza un sistema de señales que se traduce en signos, gestos y señas propiamente dichas, con el fin de expresar las ideas con la ayuda de símbolos.
  • Expresión corporal.- Un orador tiene una tribuna para no estar quieto, ya que es necesario utilizar el lenguaje del cuerpo, especialmente de las manos, para expresar sus ideas de manera llamativa, con elocuencia, llegando al público de la mejor manera para conseguir que el auditorio se motive al escucharlo.
  • Presencia del orador.- El orador debe estar correctamente presentado para llamar la atención de su público por su forma perfecta de hablar y de vestir. Debe tener prosa para hablar y un semblante alegre para disertar.

3.2. Tipos de oratoria.- Son los siguientes:

  • Oratoria civil.- De personas naturales que se dirigen a su público (Gerentes, Presidentes de empresas y fundaciones, líderes sindicales, etc.);
  • Oratoria militar.- Utilizada por los militares que tienen que dirigirse a los oficiales y a la tropa en sus ascensos o ceremonias cívicas;
  • Oratoria religiosa.- De los sacerdotes que construyen su sermón en las misas o hacen catequización, con el fin de difundir el evangelio;
  • Oratoria forense.- De los Abogados que defienden a sus clientes en las cortes de justicia;
  • Oratoria política.- Manejada por los políticos que aspiran a tener la confianza ciudadana para llegar a cargos de elección popular (Mandatarios, Diputados, Alcaldes, Prefectos, etc.)

Para desarrollar la capacidad de hablar en público se organizan concursos de oratoria para los docentes y estudiantes.

Los concursos están reglamentados y es necesaria la presencia de un moderador, de un tiempo adicional para disertar en una segunda oportunidad.

3.3. Cualidades de los oradores.- Son las siguientes:

  • Tener capacidad para hablar en público por su formación académica e intelectual;
  • Conocer, en forma amplia, el tema de exposición, porque es de su especialidad. Un médico puede disertar con solvencia un tema de medicina, pero si es político, debe prepararse para un tema político;
  • Utilizar recursos intelectuales para lograr la atención del público, como: metáforas, desarrollar nuevos paradigmas, plantear utopías, tener mentalidad intuitiva, poner ejemplos de la realidad y lograr un método para la exposición que permita la correcta expresión de las ideas; y,
  • Ser ejemplo de cortesía y honestidad, es decir, ser transparentes y tener un perfil ético y moral elevado.

4. FORMEMOS CIUDADANOS DE BIEN

Es necesario en nuestra sociedad formar hombres y mujeres de bien, que sepan leer, escribir y hablar correctamente en público. Construyamos una Cátedra de Oratoria con el fin de preparar a nuestros futuros oradores.

Los griegos fueron ejemplo de superación. Hay enseñanzas del pasado que no debemos olvidar. Esas enseñanzas son las que formaron nuestra civilización y, la cuna de la misma, está en Grecia. Sigamos también el ejemplo de los grandes ecuatorianos: Juan Montalvo, Víctor Manuel Peñaherrera, Benjamín Carrión y Monseñor Leonidas Proaño.

La sociedad ecuatoriana necesita formar en las universidades ciudadanos de bien, al igual que la concepción griega de “los hombres de bien”, los cuales estaban en capacidad de ser buenos lectores y escritores, a la vez que oradores. Todo lo que hagamos para formar hombres y mujeres de bien: responsables, disciplinados, honrados y solidarios, incidirá en el Ecuador del futuro, con ciudadanos transparentes y ejemplo de laboriosidad.

Dr. Luis Rivadeneira Játiva: Doctor en ciencias de la educación y Master en nuevas tecnologías aplicadas a la Educación. PhD en Conducta Humana. Docente de la Universidad Tecnológica Equinoccial y Representante al Colegio Electoral – Asamblea del CES.

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