Por: Wilson Zapata Bustamante
El licenciado Lenín Moreno Garcés asumió la Presidencia del Ecuador este miércoles 24 de mayo de 2017, a las 11:08; minutos antes, a las 11:02 juró respetar la Constitución y leyes de la República. En su primer discurso oficial ofreció a los jóvenes bachilleres la creación de cursos propedéuticos para el acceso a la educación superior gratuita hasta el tercer nivel, y la creación de nuevas universidades técnicas agropecuarias, para de esa manera impulsar el desarrollo del campo, porque crear mejores condiciones de vida en el campo sigifica llevar el progreso social al medio rural, y por ende impulsar el desarrollo nacional.
La ceremonia se cumplió en el Salón del Pleno de la Asamblea Nacional, en un ambiente de fiesta, vibrante de entusiasmo y alegría.
Tradicionalmente el Presidente de la República es el depositario de las esperanzas del pueblo del Ecuador; representa la soberanía nacional; es el ciudadano ecuatoriano que ejerce el poder político más importante durante cuatro años; su personalidad nos atrae y su cercanía nos produce un nerviosismo inexplicable; en suma, el Presidente es el símbolo de la posible solución a los más grandes problemas nacionales.
Todos los ecuatorianos aspiramos que el flamante Mandatario pueda llevar adelante una política de concertación con todos los sectores económicos y sociales del país; una política de no confrontaciones; una política de estabilización socio-política y económica para alcanzar el incremento de la producción y para que la estabilización económica pueda dar los efectos deseados; es decir, el bienestar social de todos los ecuatorianos. Queremos la colaboración de la empresa privada, porque ese sector reúne un cúmulo tal de conocimientos tecnológicos y científicos especializados en los diversos campos, que es indispensable su cooperación para el éxito de cualquier gobierno.
Los trabajadores, los empresarios, los maestros, los campesinos y todo el pueblo del Ecuador en su conjunto tiene diferencias y hay disputas, pero si el flamante Presidente de la República que desde hoy nos dirige, es político, debe mediar y hacer que los intereses del país se sobrepongan a cualquier otro interés.
El Mandatario, el político, debe ser humano pero también firme, y ante todo, entender la postura que se debe adoptar según el momento que se presente y continuar avanzando pero sin dejar ruinas, solo venciendo los escollos.
A los escépticos debe maifestárseles que en la política y en la administración no hay “arte de magia”, no se cambian las cosas “ de la noche a la mañana”.
Lo importante ahora es que el licenciado Lenín Moreno Garcés no baje la guardia y prosiga su lucha hasta el final; sin embargo, no es tarea de un solo hombre o Administración, se trata de un gran esfuerzo nacional que debe emprenderse en todo los ámbitos y grupos sociales.
El país es sin duda más grande que sus problemas y existe el ánimo de superar las deficiencias y por medio del trabajo edificar la patria que necesitamos dejando atrás desuniones o discordias, porque la solidaridad debe jugar un papel importante en el futuro nacional.
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