La libertad de expresión no se define: se ejerce. No es una idea sino un acto consciente y meditado de quienes buscan una sana convivencia social respetando ante todo a la verdad, como también a la honra de las personas. Su elemento natural es la democracia. Nos permite ser mejores y más libres.
Wilson Zapata Bustamante
La Convención Interamericana de Derechos Humanos en su artículo 13 párrafo primero establece que: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”.
Nuestra Constitución Política establece en su art. 18: ”Todas las personas, en forma individual o colectiva, tienen derecho a:
1.- Buscar, recibir, intercambiar, producir y difundir información veraz, verificada, oportuna, contextulizada, plural, sin censura previa acerca de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general, y con responsabilidad ulterior.
2.- Acceder libremente a la información generada en entidades públicas, o en privadas que manejen fondos del Estado o realicen funciones públicas. No existirá reserva de información excepto en los casos expresamente establecidos en la ley. En casos de violación a los derechos humanos, ninguna entidad pública negará la información.
El Art. 19 expresa que la ley regulará la prevalencia de contenidos con fines informativos, educativos y culturales en la programación de los medios de comunicación, y fomentará la creación de espacios para la difusión de la producción nacional independiente.
Se prohíbe la emisión de publicidad que induzca a la violencia, la discriminación, el racismo, la toxicomanía, el sexismo, la intolerancia religiosa o política y toda aquella que atente contra los derechos.
El Art. 20 enfatiza que el Estado garantizará la cláusula de conciencia a toda persona, y el secreto profesional y la reserva de la fuente a quienes informen, emitan sus opiniones a través de los medios u otras formas de comunicación, o laboren en cualquier actividad de comunicación.
Como puede apreciarse, existe una consagración constitucional en nuestro país sobre la libertad de difundir por cualquier medio, la expresión de pensamiento de los ciudadanos, lo cual se traduce en la libertad de difundir la información sin que pueda establecerse censura previa y siempre y cuando sean expresiones conformes a la ley y no constituya un delito.
La libertad de expresión es irremplazable e inamovible para poder construir una sociedad informada y mejor preparada para la toma de decisiones. Es vital para conservar nuestro régimen democrático. Libertad y democracia son sinónimos.
La libertad de expresión es realmente un derecho, todo ciudadano es activo respecto de la misma. La libertad de expresión nos permite ser mejores y más libres.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organizacion de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) exhortan a que los gobiernos reconozcan que realizar acciones transparentadas, legitimadas por una sociedad informada es fundamental para su propia estabilidad, ya que no basta con que se apoyen en la legitimidad ganada en las urnas si carecen de la respetabilidad que se gana día a día con actos de gobierno transparentados en la comunidad. Nada les ayudará tanto para alcanzar éxito en sus políticas como el apoyo real de una ciudadanía informada y convencida de que su proceder es correcto.
El 3 de mayo fue proclamado por primera vez Día Mundial de la Libertad de Prensa en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1993, a raíz de una recomendación aprobada en 26ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO en 1991.
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