¿Por qué las aptitudes interpersonales y la inteligencia emocional son más importantes que nunca?

El mundo posterior a la COVID-19 puede estar lleno de incertidumbres y desafíos. Como consecuencia de ello, las empresas necesitan trabajadores con inteligencia emocional y con una serie de competencias interpersonales que les ayuden a navegar por estos tiempos difíciles.

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Las destrezas interpersonales de una persona están relacionadas con la manera en que interactúa con sus colegas, resuelve problemas y gestiona su trabajo, mientras que la inteligencia emocional es la capacidad de comprender y ser consciente de sus emociones y las de los demás. Aquí vamos a examinar algunas de estas destrezas y por qué son ahora más importantes que nunca.

Autonomía y responsabilidad

El teletrabajo ha traído consigo una mayor autonomía para los empleados, lo que podría convertirse en una característica permanente del mercado laboral después de la COVID-19. Si bien a largo plazo el aumento del teletrabajo tiene el potencial de mejorar la productividad y una serie de indicadores económicos y sociales (por ejemplo, bienestar, igualdad de género y regional, vivienda, emisiones), su impacto global conlleva riesgos, especialmente en términos de innovación y de satisfacción de los empleados. Muchos trabajadores denuncian que hacen «horas extraordinarias ocultas» porque se ha difuminado la frontera entre su trabajo y su vida personal. Para limitar este problema, los trabajadores deben saber gestionar su propio tiempo. Deben ser capaces de establecer límites, maximizar su productividad dentro del horario laboral y asumir responsabilidades cuando proceda, a la vez que respetan las pausas asignadas y el tiempo de descanso personal para evitar el agotamiento.

Comunicación proactiva y colaboración

Las escasas interacciones físicas dentro del espacio de trabajo compartido implican una reducción considerable de las oportunidades de aprendizaje entre iguales. En consecuencia, los empleados deben ser proactivos a la hora de buscar nuevas capacidades, conocimientos y reacciones.

Para que esto provoque una perturbación mínima y fomente una colaboración eficaz, los trabajadores deben tener en cuenta la manera en que sus colegas desean ser contactados y desarrollar un sentido de la «etiqueta digital». ¿A los colegas les gustan, por ejemplo, los correos electrónicos largos y detallados, o prefieren hablar por teléfono? ¿Con qué frecuencia desean recibir actualizaciones mientras efectúan una tarea? ¿Les gusta hacer videollamadas o prefieren que se les contacte a través de la mensajería instantánea?

El trabajo a distancia también requiere un nuevo énfasis en el «lenguaje corporal virtual». Para ser eficaces cuando asisten a reuniones virtuales, los trabajadores deben ser conscientes de la manera en que se presentan, mantener su profesionalidad y estar presentables en todo momento. Esto incluye mantener el contacto visual con la cámara, sonreír, evitar el excesivo nerviosismo, silenciar su micrófono cuando proceda y sentarse en posición vertical y adecuada para esa tarea.

Inteligencia emocional y empatía

La crisis de la COVID-19 ha tenido un enorme impacto en las personas que la han vivido. Como consecuencia de ella, muchas personas pueden estar experimentando un mayor estrés relacionado con una elevada carga de trabajo, tensiones financieras, problemas con su propia salud o la de un ser querido, un duelo, o la falta de guarderías para los hijos, entre otras muchas cosas. Como resultado de todo ello, es ahora más valioso que nunca que las personas puedan manifestar su preocupación por las experiencias vividas por sus compañeros, al tiempo que mantienen un equilibrio con la responsabilidad por la calidad de su trabajo.

Adaptabilidad y motivación para mejorar las capacidades

Para adaptarse al mercado posterior a la COVID-19, las empresas están reconsiderando componentes críticos de sus cadenas de suministro. A fin de responder a esta situación, los trabajadores deben estar motivados para mejorar sus capacidades con objeto de cumplir con las nuevas exigencias impuestas por sus funciones, y seguir centrándose en la creación de un conjunto de capacidades pertinentes para las demandas del nuevo mercado.

Esperamos que este artículo le haya ofrecido una visión útil de por qué las aptitudes interpersonales y la inteligencia emocional son ahora más importantes que nunca.

FUENTE: EURES