Prospectiva Universitaria

La Universidad investigativa actual tiene que evolucionar hacia un modelo que ponga un énfasis mayor no solo en la formación de investigadores, sino ante todo en formar los profesionales (ingenieros, licenciados, arquitectos, médicos, etc.) creativos y comprometidos que la sociedad y el país necesitan, y en garantizar su educación continua y permanente, mediante un proceso docente educativo de calidad, que eduque a personas de todas las edades y en todas las etapas de su vida. Este cambio solo será posible, por las oportunidades que proporcionan la revolución tecnológica e informática que tenemos ante nosotros.

Dos desarrollos tecnológicos, las computadoras personales y las redes –fundamentalmente Internet-, han estremecido las estructuras universitarias y han cambiado radicalmente sus procesos, especialmente el proceso de enseñanza aprendizaje, cambiándolo de simplemente un proceso que emplea nuevas tecnologías a un proceso trasformado por las nuevas tecnologías.

El empleo masivo de la computación y el uso de modernos paquetes y softwares será algo común entre los estudiantes que próximamente llegue a la Universidad.

Probablemente las funciones básicas universitarias, relacionadas con la formación del profesional, la investigación y la educación postgraduada, sobrevivirán en el futuro con sus categorías amplias, aunque con un cambio profundo dentro de ellas.

La tendencia en el aumento de la matrícula de la Educación Postgraduada, es una realidad en muchos países, sobre todo en los desarrollados, como una consecuencia del increíble desarrollo que han tenido las fuerzas productivas y el impacto de la actual revolución científico tecnológica en la economía, la producción y los servicios.

Se conoce que la cantidad de información que posee la humanidad se duplica cada cinco años, y que ya en el pasado año 2000, el 97% de los descubrimientos acumulados por el género humano, habían sido descubiertos por científicos que compartían sus días entre nosotros. Algunos pronósticos predicen que para el 2020 la cantidad de información se duplicará cada 73 días.

En la actualidad, como nunca antes, se desarrollan infraestructuras de información nacionales, regionales y globales que han comenzado a mejorar nuestras habilidades para sentir, enseñar y aprender a través de las barreras de la distancia y el tempo.

Dentro de unos años, la principal habilidad a formar en las universidades, no será el desarrollo de métodos de búsqueda de información, sino métodos que filtren y sinteticen el cúmulo de información que se recibe.

El nuevo tipo de proceso de enseñanza aprendizaje requerirá que estudiantes y profesores se sumerjan en un mar de información, y sepan orientarse a lo largo de un derrotero determinado, a fin de extraer patrones estructurados de conocimiento. Cómo estructurar y diseñar las experiencias de enseñanza y aprendizaje para hacer que dicha inmersión sea posible, será la esencia de la nueva pedagogía.

Las redes de conocimiento y las comunidades virtuales complementarán las relaciones interpersonales de los estudiantes en las aulas, posibilitando el trabajo colaborativo.

En pocos años, las redes de conocimiento permitirán a los profesores y estudiantes postgraduados, en forma rutinaria tener acceso a amplios círculos de especialistas y expertos, bases de datos especializadas e investigaciones compartidas.

La aplicación del trabajo colaborativo permitirá realizar experimentos compartidos, en diferentes momentos y en distintos lugares, en los cuales cada miembro del equipo aprenderá más de lo que sería posible en forma aislada individual.

La “teleinstrucción” y el “teleaprendizaje” entre los estudiantes y los expertos serán ejemplos similares de la aplicación de la comunidad virtual y de las habilidades de las herramientas de grupo al aprendizaje distribuido. Otra capacidad para mejorar el aprendizaje distribuido serán los Ambientes Sintéticos Compartidos que extienden las experiencias de los estudiantes más allá de lo que pueden encontrar en el mundo real.

Además de la simulación distribuida, las Nuevas Tecnologías de la Información y las comunicaciones permitirán también la inmersión sensorial de los estudiantes en el campo de las “realidades artificiales”. Mediante la tecnología de la Interface de Inmersión, el estudiante se sentirá “dentro” de una realidad artificial en lugar de mirar por la ventana de un acuario…

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