Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Para ser docente universitario se requiere una alta formación académica y tener presente que el objetivo de la investigación científica es la publicación, a más de que es necesario vincularnos con la colectividad, ya que se pueden también publicar los resultados de esta vinculación, con el fin de generar evidencias. Los hombres y mujeres de ciencia no son conocidos por su habilidad en los trabajos de laboratorio, ni por su conocimiento innato de temas científicos, sino por sus publicaciones de artículos científicos.
Los artículos científicos publicados hablan por el autor. El artículo científico es una publicación primaria, por lo que los investigadores deben de encontrar en esta clase de documentos la suficiente información para analizar las observaciones, repetir los experimentos y evaluar los procesos intelectuales.
Un nuevo desafío para los docentes es desarrollar una nueva inteligencia informacional y comunicacional, recuperando el valor de lo humano y de la persona como el sentido fundamental que orienta la actividad de investigación.
Antes de que la LOES entrara en vigencia el tema de las publicaciones para los docentes universitarios era desapercibido. Actualmente, se abren nuevos horizontes, que debemos visibilizarlos, porque hace mucho tiempo debieron ser evidentes y, sin embargo, no lo fueron.
El Dr. Robert A. Day señala en su célebre obra “Cómo escribir y publicar trabajos científicos”, pensamiento que da pie a todo lo expuesto anteriormente: “Escribir bien un trabajo científico no es una cuestión de vida o muerte; es algo mucho más serio”.
Esta ponencia fue socializada en el marco del II Seminario Internacional de Editoriales Universitarias, realizado el 24 y 25 de enero de 2013, en la ciudad de Manta, en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), al cual tuvimos la oportunidad de participar en representación de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).
Nos viene a la mente la ejemplar obra de Prudenci Comes: “Guía para la redacción y presentación de trabajos científicos, informes técnicos y tesinas”, que no ha perdido actualidad para los docentes universitarios.