El progreso científico-tecnológico no puede continuar siendo un factor de enriquecimiento solo para los dueños del capital y de la tecnología, sino proporcionar una elevación de los ingresos a los trabajadores y dar un mayor aporte al presupuesto del Estado, para de esta forma contribuir al mejoramiento de los niveles de ingresos de toda la sociedad.

Revertir la distancia en la distribución de los conocimientos entre los grupos sociales es uno de los desafíos fundamentales de hoy, ya que en la nueva sociedad del conocimiento más que nunca será cierto que la redistribución de ésta implicará redistribución de la riqueza. Importante desafío constituye por lo tanto para las instituciones universitarias profundizar en el conocimiento de nuestros diversos recursos naturales y culturales, en el conocimiento de nuestros entornos geoestratégicos, y aprender cómo aprovechar mejor nuestras oportunidades y cómo desarrollar nuestras potencialidades, con criterios de sostenibilidad y equidad intra e intergeneracional; debemos conocer y conservar nuestra riqueza multicultural y las capacidades y valores de nuestros talentos humanos que constituyen nuestra más invaluable riqueza.

Una sociedad se considera desarrollada en la medida en que tenga ciudadanos que logren superar la pobreza, no solo material sino también intelectual, humana y ética, pudiendo así poner en práctica su creatividad en todas las dimensiones de la vida, con respeto a la diversidad cultural y en una relación estrecha y armónica del hombre con la naturaleza.

Para lograr todo lo anterior las universidades deben enfrentar el desafío administrativo y financiero de trabajar dentro de un marco de mayor eficiencia y capacidad administrativa en la asignación y gestión de recursos nacionales e internacionales.

Se debe modernizar e innovar la educación superior y la organización universitaria ecuatoriana, para lo cual es necesario su desburocratización; trasparentar la ejecución del gasto e incrementar el beneficio social por recurso asignado, así como establecer programas equitativos de financiación para los estudiantes.

Debe mejorarse la capacidad instalada en general, incorporar los avances de la ciencia y la tecnología en todas las áreas del quehacer de la universidad y facilitar el acceso de los docentes y estudiantes a la tecnología en el proceso educativo; crear y aplicar instrumentos legales que regulen la carrera administrativa; practicar una cultura de calidad y rendición de cuentas en la comunidad universitaria y la sociedad, así como una buena práctica de la democracia que propicie la responsabilidad y la libertad académica.

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