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Roderic Guigó, bioinformático en el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona: “Tras veinte años estudiando el genoma, aún no sabemos cómo funciona”

En 2001 se publicaron dos artículos, en Science y en Nature, que marcaron un hito en la historia de la humanidad. En ellos se presentaba el primer borrador del código en el que están escritas las instrucciones de la vida. Su consecución revolucionó nuestra comprensión de la biología y ha permitido avances importantes en ámbitos de la medicina como el cáncer. El bioinformático Roderic Guigó y su entonces estudiante de doctorado Josep Abril fueron los únicos españoles que participaron en el proyecto.

Roderic Guigó, coordinador del Programa de Bioinformática y Genómica del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona

“Estamos aprendiendo el lenguaje con el que Dios creó la vida”, afirmó el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, el 26 de junio de 2000 en la presentación del primer borrador del genoma humano. Aquel anuncio, “un hito para la historia de la ciencia y humana”, se hizo de forma conjunta y simultánea desde la Casa Blanca y Downing Street.

En aquella rueda de prensa también se encontraban Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, la institución que había liderado la iniciativa pública internacional Proyecto Genoma Humano, en la que también participaron Reino Unido, Francia, Alemania, Japón y China. Y Craig Venter, el científico visionario al frente de Celera Genomics, la iniciativa privada que también había competido por descifrar el código genético humano.

Aquel anuncio fue anticipado y aún hubo que esperar unos meses, hasta el 15 de febrero de 2001, para que se publicara simultáneamente en dos artículos científicos en las revistas Nature y Science el primer borrador del genoma humano. Entonces aún contenía muchas regiones sin completar e incluso no todos los fragmentos de ADN secuenciados estaban situados correctamente.

Aquella primera secuenciación del genoma humano nos permitió saber que tenemos 20.000 genes y que entre tú, que lees este reportaje, y un inuit o un bosquimano hay apenas un 0,1 % de diferencia

Pero aquella primera secuenciación del genoma humano nos permitió saber que tenemos 20.000 genes y que entre tú, que lees este reportaje, y un inuit o un bosquimano hay apenas un 0,1 % de diferencia. Aquel hito ha revolucionado la biología y la medicina: ha permitido avances importantes, aunque de momento no tantos como se esperaba, en el estudio y tratamiento de enfermedades raras, del cáncer, de la medicina de precisión. Incluso ahora, en tiempos de pandemia, ha permitido explicar por qué algunas personas pasan la covid de forma asintomática y otras, en cambio, desarrollan la forma grave con peor pronóstico.

En esa hazaña, una de las más importantes de la humanidad, participó el bioinformático Roderic Guigó, coordinador del Programa de Bioinformática y Genómica del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, y profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

¿Cómo entró a formar parte del proyecto?

A finales de los 80 y principios de los 90, fui a trabajar a el Instituto Dana Farber de cáncer, de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, junto a Temple Smith, uno de los fundadores del campo de la bioinformática. Mi investigación estaba centrada en el desarrollo de métodos para el análisis computacional de secuencias de ADN, porque en aquel momento, no se sabía cómo encontrar genes en esas secuencias.

El genoma es el conjunto de instrucciones que determinan los rasgos biológicos, desde el color de los ojos, de la piel, la altura, la predisposición a tener enfermedades

Para contextualizar un poco, el genoma es el conjunto de instrucciones que determinan los rasgos biológicos, desde el color de los ojos, de la piel, la altura, la predisposición a tener enfermedades; toda esa información está codificada estratégica y específicamente en unas regiones llamadas genes que ocupan cerca del 2 % del genoma. La mayor parte del genoma no codifica para genes y uno de los problemas que en aquellos momentos se planteaba era cómo identificar las regiones del genoma en que se hallaban los genes. Nosotros comenzamos a hacer programas computaciones para identificar precisamente los genes.

Luego me fui al Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, famoso por el proyecto Manhattan y la bomba atómica, pero donde también se instalaron las primeras bases de datos de secuencias de ADN. Y allí, junto a un estudiante de doctorado, Josep Abril, logramos hacer un software que permitía visualizar los genes, obtener un mapa visual. Y fue entonces cuando empezamos a trabajar con Celera Genomics.

¿En qué proyecto?

Nos llamaron para que secuenciásemos el genoma de Drosophila, la mosca de la fruta, que tienen unos 150 millones de nucleótidos o letras. Para comparar: los humanos tenemos 3.000 millones. Y aquello fue una especie de entrenamiento. Luego, cuando llegaron al final de la secuenciación del genoma humano nos llamaron de nuevo y nos propusieron producir el mapa visual del genoma humano. Fueron unas semanas muy intensas en las que los días pasaban sin que te dieras cuenta y deseabas que duraran el doble. Recuerdo irme a dormir deseando despertarme al día siguiente para poder seguir avanzando.

  Nos propusieron producir el mapa visual del genoma humano. Fueron unas semanas muy intensas en las que los días pasaban sin que te dieras cuenta y deseabas que duraran el doble. Recuerdo irme a dormir deseando despertarme al día siguiente para poder seguir avanzando

¿Tenía la sensación de participar en un hito histórico?

Sí, porque entonces ya había un ruido mediático importante alrededor del proyecto, que ya llevaba muchos años desarrollándose y había traspasado el entorno meramente académico. Pero fíjate que, a pesar de tener conciencia de que era un momento importante, ¡ni se nos ocurrió hacer ni una foto!

¿Cuál era el principal reto hace 20 años para secuenciar el genoma humano?

Sobre todo, técnico. Las tecnologías de que disponíamos no nos permitían avanzar más. Un genoma tiene 3.000 millones de nucleótidos, de letras, que están en los cromosomas. En cada una de nuestras células hay 23 parejas de cromosomas, cada uno con una longitud distinta de nucleótidos, que se ordenan por tamaño; así, el cromosoma 1 es el más grande y el 22 el más pequeño. Cuando decimos secuenciar el genoma nos referimos a saber la secuencia de nucleótidos del genoma, la secuencia de 250 millones de letras.

Y hace veinte años los instrumentos de que disponíamos solo nos permitían secuenciar moléculas de 300 o 400 bases. De manera que la única posibilidad para obtener la secuencia del genoma era partirla en trozos muy, muy pequeños y luego intentar ensamblarlos. Y aquello no podía funcionar de ninguna de las maneras porque el genoma humano es muy repetitivo, con regiones que son muy similares unas de otras. De alguna manera, estábamos intentando completar un puzle con piezas que son iguales en diferentes puntos.

La tecnología entonces no nos permitía hacer lo obvio, que era leerlo seguido, ni tampoco lo permite ahora, aunque sí podemos leer seguidas 100.000 bases o así. En su momento, Celera Genomics tenía uno de los ordenadores más potentes de la Tierra para, precisamente, enfrentarse al problema del ensamblado.

Una vez ensamblado ese puzle, ¿cómo identificaron las regiones donde estaban los genes?

Aquello fue lo complicado y es en donde nosotros contribuimos visualizando el mapa de los genes de forma observable para las personas. Tenemos 20.000 genes que no están situados de manera continua en el genoma, sino en trozos pequeños separados por regiones que no codifican. Nosotros teníamos que identificarlas, eliminarlas, e ir enganchando la parte de genes para poder ir dibujando este mapa. Era un desafío que no estábamos seguros de poder resolver.

Un día tuvimos una idea, utilizamos programación dinámica que nos permitió distribuir los genes y los exones y… ¡lo logramos! “Sois magos”, nos dijeron cuando mostramos por fin el mapa. Luego he visto el póster en muchos sitios e incluso he descubierto que se vende por internet aunque no sé por cuánto

Fueron días increíbles. Cada mañana nos reuníamos todo el equipo de análisis para revisar cómo íbamos avanzando, las nuevas predicciones de genes, su posible función, y trabajábamos hasta tarde cada noche. Y al final un día tuvimos una idea, utilizamos programación dinámica que nos permitió distribuir los genes y los exones y… ¡lo logramos! “Sois magos”, recuerdo que nos dijeron cuando mostramos por fin el mapa. Luego he visto el póster del mapa en muchos sitios e incluso he descubierto que se vende por internet aunque no sé por cuánto.

¿Qué hay del 98% del genoma que no mostraba vuestro mapa?

Aún no sabemos muy bien cómo funciona. La mayor parte del genoma no codifica para proteínas, no es funcional y al principio se le llamó ‘basura’, porque se pensaba que estaba allí sin función. Hoy sabemos que no es así. Todas nuestras células tienen el mismo genoma, los mismos genes, y en cambio son distintas unas de otras, las de la piel de las del corazón o las neuronas. Eso implica que, aunque tengan el mismo genoma, no se expresan todos los genes ni al mismo nivel. Así es que una parte de este ADN que no codifica para los genes se encarga de regular cómo se encienden.

Usted participó en la iniciativa privada de Celera Genomics, que competía con Proyecto Genoma Humano, la iniciativa pública, por obtener la secuencia del genoma humano, aunque al final ambas tuvieron que colaborar.

Así fue. El proyecto público para obtener la secuencia del genoma se preparó desde los Estados Unidos. Hubo un esfuerzo inicial para distribuir los cromosomas por distintos países y que cada uno secuenciara uno, pero eso no acabó de funcionar. Algunos países sí que hicieron una contribución importante, como Alemania, pero a la práctica la mayor parte de la secuencia del genoma humano se hizo en cinco laboratorios de los Estados Unidos. Y es lógico que fuera así porque la tecnología usada en distintos centros tenía que ser compatible y cuantos más lugares participaran para obtener la secuencia, más variabilidad técnica y más difícil resultaría integrar los datos.

Aquel primer proyecto público estaba planificado para que durara 15 años y acabara en 2005. Pero entonces, en 1996, se celebró una reunión clave, que cambió el curso del proyecto y lo aceleró, de alguna manera. Y yo estaba en esa reunión. En Colington Harbor, en Long Island, cerca de Nueva York cada año se muestran los avances más importantes en secuenciación genómica y allí Craig Venter presentó una estrategia alternativa que él llamaba de shotgun.

¿En qué consistía?

Todos los datos genómicos producidos con financiación pública tenían que ser públicos. La empresa Celera tenía acceso a los datos que arrojaba el consorcio público, pero el consorcio público no tenía acceso a los datos de Celera, que no tenía ninguna obligación de compartirlos. Fue una época de mucha tensión

En lugar de dividir el genoma en pedazos, secuenciar cada pedazo y luego ensamblarlos, Venter defendía que se tenía que hacer de golpe. Shotgun era como tirar perdigones, lo que para él era una forma más rápida y menos costosa para el contribuyente que la estrategia adoptada por la iniciativa pública. Venter creó una empresa para ello, Celera Genomics, contrató a científicos muy buenos y en 1999 secuenció el genoma de Drosophila de esta manera. Y presentó resultados en la reunión anual en Colington Harbor.

Entonces se empezó a temer que la secuencia del genoma humano, que se consideraba algo tan importante para toda la humanidad, quedara en manos de una empresa privada. Y eso determinó que se cambiara el planteamiento del proyecto público y se adoptara una estrategia intermedia, asumiendo parte de lo que proponía Celera. Eso hizo que el proyecto se acelerara.

¿Por qué?

Todos los datos genómicos, al menos los producidos en EE UU y Reino Unido con financiación pública, tenían que ser públicos. Celera tenía acceso a los datos que arrojaba el consorcio público, pero el consorcio público no tenía acceso a los datos de Celera, que como empresa privada no tenía ninguna obligación de compartirlos. Fue una época de mucha tensión y al final llegaron a un acuerdo por el que se decidió que los dos artículos científicos describiendo la secuencia, el del consorcio público y el de Celera, se publicarían el mismo día, uno en Science y otro en Nature. Aunque habitualmente las dos revistas salen en días distintos, aquella vez se publicaron el mismo día de la semana.

Pasó una cosa curiosa. En biología, antes de publicar un artículo, los autores tienen que poner los datos accesibles para todo el mundo; en el caso del proyecto público, estaban en GenBank, la base de datos genómicos pública de los NIH, y en la base de datos europeos en el EMBL. En cambio, Celera se negó a compartirlos. Y al final optaron por una estrategia que no acabó de funcionarles: podías acceder a la secuencia de forma gratuita, pero te tenías que registrar en su web y si después querías información adicional sobre la secuencia, como la anotación o dónde estaban los genes, tenías que pagar una subscripción. Fue realmente muy mal negocio al final, porque la secuencia del genoma a corta plazo no aportó nada, excepto casos muy excepcionales. No fue para nada un negocio millonario como pensaron.

¿Qué supuso tener el genoma?

Al principio, muy, muy poco.

Creíamos que una vez tuviéramos las secuencias donde estaban escritas las instrucciones de la vida ya podríamos decir ‘esta persona es miope porque tiene esta mutación’. El problema es que las instrucciones eran mucho más complicadas de lo que nos esperábamos y no teníamos ni idea de cómo leerlas

Pero la promesa era que acabaría con las enfermedades raras, con el cáncer, que revolucionaría la medicina, la biología.

Había expectativas de que así fuera, porque la idea que teníamos los científicos entonces, fíjate, era que en la secuencia del genoma humano estaban escritas nuestras características biológicas, entre ellas las que nos confieren susceptibilidad a determinadas enfermedades o a responder o no a ciertos tratamientos. Y que una vez tuviéramos las secuencias donde estaban escritas las instrucciones de la vida ya podríamos decir ‘esta persona es miope porque tiene esta mutación’.

El problema es que las instrucciones eran mucho más complicadas de lo que nos esperábamos y no teníamos ni idea de cómo leerlas. Para empezar, no sabíamos ni dónde estaban los genes. Incluso meses antes de publicarse el genoma humano, hubo una serie de artículos que trataban de predecir la cantidad de genes que tendría y especulaban que serían entre 25.000 y 160.000. Íbamos bien perdidos.

Ahora sabemos que el número está sobre 20.000, que codifican para proteínas.

Pero seguimos sin saber cómo conectar, porque no tenemos el conocimiento suficiente, el cambio en una secuencia del genoma con un fenotipo determinado. Solo podemos hacerlo mediante asociaciones estadísticas y para ellos necesitamos tener millones de genomas para un carácter, por ejemplo. Y entonces solo teníamos un genoma sin ningún fenotipo asociado. Imagínate, la secuenciación del primer genoma humano costó 3.000 millones de dólares, por lo que era imposible hacer un segundo. En aquel momento los científicos sobrevaloramos el conocimiento que teníamos sobre los procesos biológicos.

¿Y ahora?

Ahora gracias a la revolución tecnológica, a disponer de algunos instrumentos de segunda y tercera generación, podemos obtener secuencias de ADN de forma mucho más fácil y económica. Además, tener un genoma de referencia ayuda. Porque no se reconstruye todo el genoma, sino que se compara un genoma con el de referencia y se mira en qué posiciones hay mutaciones, y eso se puede hacer mirando secuencias cortas. No obstante, a pesar de los estudios de asociación, los genes asociados a enfermedades no ocurren en las regiones codificantes sino en las reguladoras. En resumen, que llevamos veinte años estudiando el genoma y aún no sabemos cómo funciona.

Gracias a la revolución tecnológica, a disponer de algunos instrumentos de segunda y tercera generación, podemos obtener secuencias de ADN de forma mucho más fácil y económica

¿Qué avances ha permitido en medicina?

Tiene una importancia central en el caso de las enfermedades raras. En la mayoría de casos es fácil identificar las mutaciones causales, lo que permite desarrollar terapias específicas. En este sentido, son muy importantes las plataformas internacionales de compartición de datos, como la Global Alliance for Genomics and Health (GA4GH). Otra área en que la secuenciación ha sido muy importante es en el caso de los tumores y en el avance de programas de medicina personalizada.

Y obviamente, la edición del genoma. Hasta hace nada no se podía trasladar el impacto que tenía el conocimiento de la secuenciación del genoma a la práctica porque no había herramientas para ello. Pero ahora contamos con CRISPR-Cas9 y similares que permiten la posibilidad de alterarlo y eso lo podemos hacer porque sabemos cómo es el genoma y a qué posición queremos ir. Sin la secuencia sería imposible.

¿Qué avances permitirá en los próximos veinte años?

Tras la secuenciación del genoma humano, la investigación avanzó en tres áreas: la primera, secuenciar la variación humana con el foco puesto en la equidad. La mayoría de genomas secuenciados son de personas blancas europeas, cuando hay otras etnias que son susceptibles a determinadas enfermedades.

La segunda área es entender la función genómica, cómo la información está codificada en la secuencia del genoma humano. Quizás el proyecto más conocido es ENCODE, del que formo parte desde el inicio; en Japón tienen Riken y en Europa, BluePrint. Todos esos proyectos han evolucionado hacia el Atlas de las Células Humanas, un proyecto para caracterizar todos los tipos celulares del cuerpo humano.

Y, por último, se está avanzando en la secuenciación de otras especies. Los humanos somos solo uno de los 1,5 millones de especies eucariotas que hay en la Tierra. Tras secuenciar el genoma humano, se priorizó secuenciar organismos modelos, como el gusano, el pez cebra, el ratón y la rata. Nosotros tuvimos un rol de liderazgo en el proyecto de secuenciación del genoma del ratón.

En Reino Unido hay un proyecto en marcha para secuenciar el genoma de sus ciudadanos y, de hecho, ya llevan más de 100.000 genomas. Eso, que puede abrir las puertas a medicina de prevención y personalizada, pero también pone sobre la mesa cuestiones éticas, como de quién son los datos del genoma de los ciudadanos y quién tiene acceso a ellos.

La investigación en el genoma humano está financiada con los impuestos de los ciudadanos, por tanto, les pertenece a ellos y son ellos los que deberían poner los límites

La investigación en el genoma humano está financiada con los impuestos de los ciudadanos, por tanto, les pertenece a ellos y son ellos los que deberían poner los límites.  En una sociedad ideal, se debería poder hacer mediante procesos participativos, aunque es fácil hacer demagogia en estos temas. ¿Quién tiene acceso?

Es muy difícil garantizar la confidencialidad de los datos y los poderosos siempre tienen acceso a ellos; de hecho, poner muchos controles solo los beneficia a ellos, porque los que no somos poderosos no podemos acceder. A mi juicio, debería haber un modelo más igualitario. Obviamente, tiene riesgos, pero estos se deben controlar mediante la legislación.

Si esos datos son públicos, ¿nos podrían discriminar por ellos, como ocurría en Gattaca?

No tiene sentido decir no a publicar la secuencia de un genoma porque se puede discriminar a una persona a partir de la información que contenga. Discriminación hay siempre. Es cuestión de establecer límites para que la biología no sea un motivo más para ello.

Derechos: Creative Commons

Giorgia Pavani habla del proyecto OPT-IN que fue reconocido como buena práctica por parte de la Unión Europea

ENTREVISTA | Giorgia Pavani habla del proyecto OPT-IN que fue reconocido como buena práctica por parte de la Unión Europea

El proyecto OPT-IN, en el que participó activamente el Área de Derecho de la Universidad Andina Simón Bolívar, fue reconocido como de “Buena Práctica” por parte de la agencia de la Unión Europea. Se trata de un proyecto internacional de Erasmus+ Capacity Building 2017-2020, en el que participaron ocho universidades socias: cuatro en Europa y cuatro en Latinoamérica, entre las cuales se encuentra la UASB..

La Maestría en Derechos de la Naturaleza y Justicia Intercultural es el principal resultado de esta propuesta, un programa de posgrado para la formación de Operadores Transnacionales e Interculturales para la defensa de la naturaleza y la construcción de la paz en la Comunidad Andina. Con este motivo, Adriana Rodríguez, coordinadora de esta maestría, entrevista a Giorgia Pavani, profesora asociada de derecho público comparado del departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Bolonia, quien fue la coordinadora internacional del proyecto OPT-IN.

Pavani es actualmente coordinadora del proyecto Remove “Repensando la migración desde la frontera de Venezuela: nuevo programa académico en movilidad humana y convivencia en la Comunidad Andina” Erasmus+ Capacity Building 2020-2023.

La entrevista completa se encuentra aquí.

STR

Entrevista a Monseñor Luis Cabrera, Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana

Por: Brígida San Martín, Edgar Cordero y JM Castellano

La Clave Cuenca tiene entre sus secciones principales el compartir con la ciudadanía global la visión y reflexión de destacadas personalidades, en el escenario nacional como internacional, que son referentes en sus ámbitos disciplinarios, a través de una entrevista en profundidad en la que se pretende abordar temas de interés general. En este primer número de La Clave Cuenca tiene como invitado especial al Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y arzobispo de Guayaquil, con la finalidad de aproximarnos a tres grandes ejes temáticos de rabiosa actualidad: la crisis sanitaria, el contexto internacional y la situación política ecuatoriana.

MONSEÑOR LUIS GERARDO CABRERA HERRERA

Nace en Azogues el 11 de octubre de 1955 y tras realizar sus estudios primarios, en su ciudad natal, ingresa al Seminario Menor de los Frailes Franciscanos, donde cursó sus estudios secundarios, que concluía en el Colegio Fiscal Juan Bautista Vázquez. Tras su etapa secundaria iniciaba sus estudios filosóficos y teológicos en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (Quito) y obtenía su Licenciatura y Doctorado en Filosofía en la Pontifica Universidad Antonianum (Roma) y el 1 de octubre de 1975 tomó el hábito franciscano.

Mons. Luis Gerardo Cabrera Herrera cuenta con una amplia trayectoria en el desempeño de diversas funciones destacadas, como Secretario para los Estudios y la Formación de los Frailes Franciscanos y Encargado de la Pastoral Vocacional de la Provincia Franciscana en el Ecuador entre 1996–2001; Director del Centro de Estudios Franciscanos del Ecuador (1997–2000); Miembro del Consejo Provincial (1998–2000); Director del Instituto filosófico-teológico “Cardenal Bernardino Echeverria” (Quito) y Profesor de Teología y Espiritualidad franciscana (1996–2003); Secretario Ejecutivo de la Comisión de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (2000–2003); Ministro Provincial de los Franciscanos en el Ecuador (2004–2009); y Consejero General de la Orden de los Frailes Menores Franciscanos en Roma (2004–2009). El Papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Cuenca; desempeñó el oficio de Vice-Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y el 24 de septiembre de 2015 fue designado, por el Papa Francisco, arzobispo de Guayaquil. En la actualidad es presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y arzobispo de Guayaquil.

CRISIS SANITARIA

El Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana invita a la comunidad a reflexionar en este tiempo de pandemia.

¿Cuál es su mirada ante el convulso e inestable contexto internacional actual?

El saber que estamos en un mundo interconectado. De hecho, el Papa insiste mucho en ese concepto, de tal manera que todo lo que sucede en el mundo no es ajeno a nosotros. Los grandes problemas, que ahora nos tienen concentrados, buscan soluciones al tema de la salud, que copa la atención de la gran mayoría de las personas y de todos los sectores (economistas, sociólogos, médicos, religiosos). En fin, la pandemia está en el centro de atención. No hay día que la prensa, la radio o la televisión no se haga eco de esa realidad. La pandemia nos invita a reflexionar y también a tratar de interpretar de la manera más cercana y objetiva, porque hay tantas posiciones, desde una mirada que lleva a pensar que es una conspiración mundial para acabar con las economías, para acabar con la población. Hay otra visión, quizás desde un punto de vista más cercano al mundo religioso, que piensa que es una maldición, un castigo. Y se trata de un tema de carácter médico, donde lógicamente los profesionales en el campo de la salud tienen que hacer su trabajo. Alrededor de ese tema, lógicamente, vienen otros y prefiero que sean las personas que trabajan en esos campos los que nos ayuden a entender mejor, como el problema económico que se ha desatado, la pérdida de trabajo de cientos de miles de personas y otros de carácter político y social que van muy unidos.

¿Qué lecciones nos ha dejado la pandemia?

Por esas cosas de la vida, he tenido que vivir muy de cerca esa realidad en Guayaquil, la ciudad más golpeada de Ecuador, porque no estábamos preparados, ni los ciudadanos, ni las instituciones sanitarias, ni las organizaciones privadas o públicas. Fue un golpe muy duro. Muchas lecciones nos ha dejado. La primera ha sido el aprender a valorar la vida, aprender a valorar la salud y saber que, con todas las grandezas y bondades de la vida, es frágil, hay que cuidarla, hay que protegerla. Creo que ha sido la gran lección. Después otro aprendizaje, importantísimo para resistir, ha sido la solidaridad, esa capacidad de compartir con los demás. De hecho soy testigo, en Guayaquil nosotros tenemos el Banco de Alimentos Diakonía en coordinación con muchas organizaciones sociales y estatales, y hemos podido llegar a más de dos millones y medio de personas con kit de alimentos, pero eso gracias a la generosidad, a la bondad y a la solidaridad de muchísimas personas e instituciones que hicieron posible la entrega, a través del transporte, del embalaje, igualmente en el campo ya médico con todos los insumos. Creo que es una lección para mí importantísima que la solidaridad es capaz y pone en un mismo nivel a las personas que buscan formas de ayudar y superar esa situación. Otras lecciones, ser creativos, el tratar de buscar, de inventar, ser audaces para proponer alternativas, porque el miedo no sirve y todo lo que significa a nivel físico, psicológico y familiar. En medio de eso, el ser humano, como que tiene agallas, tiene fuerza para levantarse, para seguir adelante, sin desconocer cómo llegó el dolor, que ha causado la muerte de muchas personas y no poder despedirlos. Son lecciones donde el ser humano puede despuntar, puede levantarse y eso nos da esperanza para seguir adelante, para seguir afrontando esta pandemia con realismo, por supuesto, pero sin dejarnos dominar, sin permitir que la pandemia destruya nuestras vidas. Hay muchísimas más lecciones, hablo de lo que he vivido: el valor de la vida, el valor de la salud, la solidaridad y la esperanza.

Como usted muy bien ha señalado, la pandemia al menos en los momentos iniciales nos dejó toda una serie de señas, nos invitó a un proceso de reflexión con respecto a la propia existencia, a los propios comportamientos sociales, políticos, medioambientales, familiares, etc. ¿Usted cree que ese impacto inicial se ha ido diluyendo y estamos volviendo otra vez a olvidarnos de esas lecciones que nos enseñó la pandemia?

Sí. Creo que sí. Esas lecciones no las hemos asimilado, y hablo en plural, no lo hemos asimilado lo suficiente, aunque quizás vivimos todavía condicionados por aquellas formas que teníamos, donde la naturaleza, como usted ha dicho muy bien, se ha transformado en un simple objeto, una mercancía de compra y venta, y que no importa, por ejemplo, el calentamiento global, la contaminación, o sea, como que fue un alto pero casi presionado. Sí, es verdad, hay personas que a partir de ahí han asumido grandes compromisos pero en general yo sí comparto con usted esa especie de estancamiento o incluso de vuelta atrás, porque seguimos contaminando, pero ahí entran en juego los grandes intereses económico. Entonces no importa seguir contaminando, aunque hayamos tomado conciencia de la necesidad de hacerlo, pues no, priman ese tipo de intereses tanto políticos como económicos y por eso se prevé un gran desafío como un gran reto para todos nosotros. De hecho a nivel personal, recuerdo también el pasar encerrado aquí en casa, eso me ayudó a entender que tenemos que ahorrar el agua, ahorrar electricidad, a todo ese tipo de cosas. Pero a lo mejor pasa, esto es un momento y se olvida fácilmente y se vuelve a seguir explotando de una manera inmisericorde esta naturaleza, es el único planeta que tenemos y sin pensar en el futuro de las nuevas generaciones, que van a respirar ellos después de 10, 15 o 20 años. Coincido plenamente con su lectura y creo que hay que plantearnos un tema más de desafíos, a nivel educativo y de las familias. Es un trabajo de todos, donde se juega nuestra vida, nuestro presente y futuro.

La pandemia ha desencadenado otras formas de desesperación no sólo en salud sino de temor, inseguridad a un futuro incierto, al desempleo, a la falta de oportunidades y a ello se suman el sistema de información y desinformación, hasta dónde lo que llega de las redes, lo que me llega de medios, lo que me dice la ciencia o la pseudociencia es mentira o es verdad. ¿Cree que esas incertidumbres están generando una sociedad temerosa?

Bueno varios psicólogos, filósofos y teólogos siempre han hablado de que el miedo es el enemigo número uno del ser humano: el miedo a lo desconocido, el miedo a la muerte, el miedo a la soledad y, en este caso, al virus. El miedo hace que tengamos el sentido de sobrevivencia. Lógicamente hay que verlo desde un punto de vista positivo, como una alarma, como una llamada de atención, para poner en juego las grandes capacidades del ser humano. Aquí entramos en el campo puramente biológico y los médicos explican cómo el miedo estimula esa famosa glándula, llamada amígdala, y la amígdala al hipotálamo, las glándulas suprarrenales, de tal manera que desencadenan una serie de substancias, donde la persona ataca, huye o se paraliza. Entonces aquí, el gran reto es aprender a gestionar el miedo, de tal manera que el miedo no nos mate, no nos destruya, sino que sea una alarma, sea una llamada de atención para superar. Alguna vez escuché un pensamiento que me encantó, decía que el miedo lo experimentan las personas inteligentes ¿por qué? Porque prevén el peligro, saben que su vida corre un riesgo pero el miedo hace que la persona reaccione, buscando soluciones, alternativas. El miedo hay que superarlo ¿cómo superarlo? Es la gran pregunta, en el punto de vista físico médico, psicológico y desde la fe también, que es importantísimo para los creyentes, cómo superar el miedo. Lógicamente la recomendación es pensar en positivo que da seguridad, que da paz, porque una persona puede pensar mejor y puede desarrollar la solidaridad y la creatividad. La gran pregunta para mí es cómo gestionar el miedo, cómo ayudar para afrontar esa realidad que produce el virus, para no dejarnos dominar, porque si no nos perdemos. Es verdad que los medios de comunicación juegan con esa política del miedo, con mensaje negativo. Yo apostaría por la seguridad, apostaría por la esperanza pero de una manera concreta: que las personas con quienes trabajamos van a salir adelante y esa es mi experiencia en Guayaquil.

¿La crisis sanitaria y la visión de incertidumbre social, ese ambiente de miedo, de inseguridad ha generado una vuelta o incremento de la ciudadanía a la iglesia?

Bueno digamos que más que hablar de incremento en el número de participación, pues no podría decir, más bien todo lo contrario, por el miedo desencarnado, pese a que los templos son los lugares, no digo los más, pero sí son uno de los lugares más seguros. Pero el miedo es miedo, el miedo es libre. Hay muchas personas que por miedo han vuelto a la familia, a los abuelos, al amigo, a Dios, a la iglesia, buscando un refugio, un apoyo en la trascendencia. También he podido constatar, y eso lo digo abiertamente, que mucha gente sincera se ha replanteado la vida, ha dicho, bueno, mi vida es tan frágil que en cualquier momento desaparezco. Hay algo más, hay algo más que un rito, hay algo más que una celebración, hay alguien o hay alguien más. Conozco a personas que se han reencontrado con su ser más profundo, con esa espiritualidad que estaba dormida. Otras personas quizás por el miedo ahora han vuelto, pero esos temores una vez pasan, también desaparece la espiritualidad de religiosidad.

SITUACIÓN INTERNCIONAL

¿Cuál es su mirada sobre la situación de inestabilidad política en el ámbito internacional?

Creo que el diálogo entre las diversas ciencias son saberes que nos pueden ayudar a entender esta realidad, tanto política como económica. Mi posición es más desde el campo filosófico, a replantearnos muchas de esas grandes cuestiones del por qué, a qué se debe. Al final, llegamos a ciertas tendencias que son comunes a todos los seres humanos, independientemente de su etnia, de su cultura, de su género. En el campo político siempre está ese deseo de dominar, de subyugar y aparentar, de ser mejores que otros y esa pasión por ser el mejor. Creo que sigue siendo una realidad entre nosotros. Fíjese lo que acaba de pasar en EE.UU. En el fondo es quién manda, quién es más importante Trump o Biden. Eso está presente en todos los pueblos indiferentemente de su ideología, de su manera de ser. De hecho hablando de política muchas personas lo único que piensan y sueñan es tener el poder. Pero ¿el poder para qué? ¿Qué van a hacer con ese poder? ¿Van a ponerlo al servicio de los demás, de los más vulnerables y necesitados o es un poder que van a utilizarlo para su beneficio propio, particular, para obtener privilegios? ¿Para qué el poder? Depende de cómo se lo maneje. En el campo económico, esa tendencia a acumular, dejando de lado a los demás y para ello utilizan todos los medios posibles para convertirlo en acciones lícitas, se los legaliza. Prácticamente es terrible, porque son frutos de la explotación, son frutos del robo y todo lo demás. Aquí entra en juego los grandes modelos políticos y económicos.

En ese sentido ¿se puede entender la situación actual como el resultado de una crisis de valores en todos sus ámbitos?

Bueno el tema de la crisis de valores y de la ética creo que hay que ir más allá de lo coyuntural. La historia se encarga de demostrarnos que estos temas éticos, de valores y antivalores, han estado presentes en todas las etapas, en todas las culturas, en todos los sectores sociales, políticos y económicos. Creo que debemos entenderlo desde ahí, para no satanizar, para no pensar que es únicamente en este tiempo. Sin embargo, la manera de afrontar la crisis (de hecho, la palabra crisis no significa más que discernir) es el momento de tomar conciencia y analizar, ver realmente cuáles son las causas, qué está motivando esta situación. Y para ir a algo más concreto, se habla de crisis en el campo ético, justamente el tema de la corrupción está presente en todos los sectores (sociales económicos, políticos, religiosos, culturales). La corrupción, y ahí aparecen con rostros, con nombres (cohecho o coima, peculado, enriquecimiento ilícito), es un tema que ha estado presente a lo largo de la Historia. Recuerdo que hace años había un programa, elaborado por el Ministerio de Educación, que se llamaba “Copia y Coima”, dos modalidades que se daban en el ámbito educativo: copiar para pasar de año y, luego, la coima, el pago a los profesores. Me pongo a pensar en qué hemos cambiado desde allá hasta acá. También hay que reconocer que hay gente honesta. Recuerdo un librito que sacaron unos empresarios que decía: “ser honesto es rentable”. Demostrar que la honestidad es una fuente de generación de recursos, que se puede vivir bien y no hay qué recurrir a la corrupción. Hablaría más de un momento crítico, como en todas las etapas de la Historia, en que tenemos que ir más allá de los fenómenos y preguntarnos por las causas, ¿qué hay detrás de eso? ¿A qué se debe esa tendencia del ser humano de aprovecharse del otro, de engañar para explotar al otro?

¿Qué hacer ante esa situación?

Es todo un trabajo de la familia, de la escuela, de la universidad, de los movimientos sociales, políticos y, por supuesto, de los medios de comunicación, para trabajar en valores, en esos valores éticos y otro tipo de valores culturales. Hay que pensar también cuáles son los valores culturales que dan identidad a los pueblos, que dan identidad a los grupos humanos, aunque la globalización impone otro tipo de cultura, otro tipo de relación entre las personas, con la naturaleza, con uno mismo, pero veo que hay una resistencia muy grande, por eso el Papa Francisco habla de esa tensión entre lo universal, lo global y lo particular, lo propio, lo que hace, pues, que un pueblo sea tan diferente de otro. Pensemos en Cuenca, por ejemplo, he estado allí durante seis años, toda esa cultura que nos distingue de otros pueblos del Ecuador, pero esa cultura lejos de ser un obstáculo o un muro, una causa de enfrentamientos, resulta que puede servir también como enriquecimiento, como un aporte, hablamos ya de lo intercultural, donde todo es reconocido y valorado de forma integral. Entonces, cuando hablamos de valores como éticos y culturales es un tema bastante amplio y complejo, por no entrar en temas de valores estéticos.

El poder es precisamente uno de los factores que está definiendo nuevos conceptos, hasta el del ser humano. Los jóvenes conviven en una sociedad marcada por unas relaciones ya no tanto personales o interpersonales sino virtuales, donde la tecnología marca conductas, comportamientos, convicciones y concepciones ¿Cuál es su visión al respecto?

El poder no es más que una posibilidad real que tenemos, que podemos orientar en un sentido u otro, por supuesto, comenzando por el poder físico e intelectual. La tecnología es un poder impresionante, nos ha llevado a un mundo virtual, un mundo artificial, un mundo ficticio, donde todo es inmediato, todo es instantáneo. Así el esfuerzo, por ejemplo, queda de lado. La disciplina es un valor ya trasnochado para muchos. Todo es cuestión de aplastar una tecla, un botón o un icono y ya está todo. Entonces, el mundo es muy peligroso. Utilizo mucho una comparación, cuando uno va por el camino una noche y las luces encendidas nos encandilan la mirada y no vemos más que eso y nos quedamos perdidos. Creo que es importante que los jóvenes se conciencien que la tecnología es un instrumento que depende de ellos y no al revés. Creo que ese es un problema serio y uno se pregunta qué hay detrás, quiénes están manipulando esas mentes, esas conciencias, quiénes han convencido a los jóvenes de que ese es su mundo. Hay unas empresas, hay unos seres humanos, hay adultos que sí saben hacia dónde van. Es un momento para que el joven tome conciencia de su realidad y sea crítico, como se decía en mi tiempo, que sea preguntón. Para mí es la clave, hay que recuperar la pregunta, el por qué, por qué. Ojalá los jóvenes sean preguntones y que no se traguen todo, perdóname que utilice esa palabra, porque todo viene ahora como dice enlatado: use y no piense, propio de la sociedad del consumo.

¿Cómo ve a América Latina en la actualidad?

América Latina tiene que crear nuevos modelos, los tiene que inventar porque hasta ahora lo que ha hecho es copiar modelos, con todo el respeto que se merece los pueblos centroeuropeos, muchos modelos nacieron en el contexto histórico del siglo XIX, esos modelos siguen siendo presentados como los únicos posibles, los únicos válidos. Creo que América Latina a partir de sus realidades culturales y sociales debe proponer una alternativa política, una alternativa económica, donde realmente esa tendencia, esa ambición por acumular bienes o por dominar a los demás al menos sea contrarrestada y controlada.

En ese contexto ¿Considera necesario en Latinoamérica una revisión profunda del actual modelo y que evolucione hacia otro donde no se explote al ser humano y no agreda a la naturaleza?

Creo que sí. Al final es el ser humano, la persona de carne y hueso, la que tiene que estar en el centro de todos estos grandes sistemas políticos o económicos instruccionales. Históricamente sabemos que las instituciones son creaciones del ser humano y si una institución no funciona, hay que cambiarla. En ese sentido concuerdo con usted y ese ha sido mi discurso con los jóvenes, para que comiencen a pensar, a soñar en sistemas que respondan a las realidades, a sus aspiraciones, a sus sueños y que no se conviertan en títeres y en esclavos de un sistema.

POLÍTICA ECUATORIANA

Usted desempeñó un importante papel conciliador tras las protestas de octubre de 2019 ¿Qué valoración hace de las mismas ahora con la perspectiva del paso del tiempo?

Comenzaría por decir que lo importante es subrayar la decisión de dialogar, la predisposición, las ganas de sentarse a la mesa y confrontar diferentes posiciones y llegar a consensos. Creo que ese es el punto de partida. Tuve esa oportunidad porque en ese entonces desempeñaba el papel de vicepresidente de la Conferencia Episcopal y el presidente estaba en Roma en un sínodo sobre el tema de la Amazonía. Lógicamente tuve que asumir esa responsabilidad. Entonces por eso puedo dar testimonio, digamos desde cerca, no tanto desde dentro pero sí desde muy cerca. Lógicamente ustedes conocen cómo se desarrolló esa situación, comenzando por los trabajadores, por los indígenas, por otros grupos sociales y llegó un momento dado en que realmente la situación fue muy difícil, casi inmanejable. En esas circunstancias, tanto el mundo indígena como el gobierno, solicitó a las Naciones Unidas que la Conferencia Episcopal apareciera no como mediadores sino como facilitadores del encuentro del diálogo. Si usted me dice que pienso de eso, le digo abiertamente que fue una especie de frustración.

Una frustración ¿por qué?

Se invitó a los actores, representantes del gobierno y del mundo indígena, a dialogar pero al final ese diálogo fue prácticamente imposible. Cada parte se retiró a su trinchera y no se llegó a nada. De tal manera que para mí fue frustrante, porque por un lado se decía que ellos estaban dispuestos a dialogar, pero en realidad, en la práctica, ninguno manifestó sus pocas ganas de dialogar. Me quedó un sabor un poco amargo, porque eso no se dijo abiertamente y se creó una especie de fragmentación ideológica, una especie de fragmentación política, que cada quien trataba de defender su posición desde su ángulo. En cualquier caso fue una gran lección para mí, digamos la necesidad de sentarse a negociar, ya que la violencia nunca será el camino acertado, adecuado, para solucionar los grandes problemas que tenemos los seres humanos.

Entonces ¿los problemas continúan sin acuerdo?

El gran tema de los subsidios de los combustibles, pues ahí está pendiente. Otro era el de los juicios que se debía seguir contra las personas que provocaron daños y perjuicios al Estado, también están pendientes, o sea, no se ha avanzado. Uno se pregunta, qué hay detrás de esto, qué pasa. Entonces me sentí frustrado, porque se tomó el pelo a la ciudadanía, al decir vamos a conversar y no se hizo nada. Esperemos que las nuevas autoridades, los nuevos líderes políticos, estén dispuesto a dialogar, si no sería una especie de farsa y engaño. Eso me parecería una falta de respeto al pueblo ecuatoriano.

¿Cómo ve la actual campaña electoral en Ecuador?

En esta campaña electoral, con 16 binomios, son muy pocos los que se han dedicado a presentar sus propuestas para solucionar los grandes problemas, casi siempre están descalificando al vecino, al otro, porque el otro es malo y yo soy bueno. En el fondo hay una especie de sospecha, qué van a hacer cuando estén en el poder, volverán al revanchismo, volverán pues aprovecharse del otro, acabar con todo lo que el otro ha hecho. Es una reflexión que me permito compartir con ustedes, más desde el campo de la filosofía que de la sociología, de la política o de la economía. Son tendencias que uno descubre en todos los grupos humanos, también en los grupos indígenas, en los grupos afros y en la relación varón y mujer también se plantea en términos de poder ¿Quién manda el varón o la mujer? Habría que pensar desde unas categorías más profundas, que nos ayuden a entender este mundo desde la sociología, la economía y la política.

¿Esa realidad que usted ha descrito de tantos candidatos puede ser interpretada como un descontento y una desconfianza de la ciudadanía hacia el mundo político?

Bueno sí, puede ser un reflejo de desconfianza, por lo tanto, que hayan 16, 20, 30 o 40, pues da lo mismo, puede ser un signo de apatía, de casi indiferencia, aunque eso nos complica mucho más y evidencia la falta de formación política que le ofrecemos a los jóvenes. Esa debe ser una tarea de los partidos políticos, pero también de la academia, de los medios de comunicación, porque el problema es que nos concentramos en las elecciones cada cuatro años y, perdóneme la expresión, pasa el tiempo de la calentura y nos olvidamos. Volvemos a lo mismo de siempre. Creo que tendremos que apostar por una formación más sistemática más sólida en esta dimensión política del ser humano.

¿Cree necesario la aplicación de una especie de alfabetización política en la formación de líderes sociales que rompa con la apatía y falta de confianza?

Bueno, eso va en la misma dirección que hablamos de la formación en la dimensión política, la formación de nuevos cuadros, líderes que tengan principios éticos, que sepan que los bienes que tienen que gestionar son públicos, son de todos los ecuatorianos, y que no pueden hacer de los bienes un botín o una ocasión para repartir a los demás. Lógicamente habría que recuperar el digno valor de los partidos políticos, que juegan un papel importantísimo, una especie de intermediarios entre los poderes del Estado y las grandes aspiraciones del ciudadano. Además los partidos tendrían la misión de educar, de formar. El liderazgo había que trabajarlo también en todos los sectores y devolverle su dignidad a la política.

¿Qué posición debe adoptar la ciudadanía para alcanzar un verdadero cambio en el mundo político?

Lo primero que sugeriría es que el código de la democracia debe ser cambiado para evitar justamente la proliferación innecesaria de candidatos, además, de invitar a que asuman responsabilidad y un deber ético, que nos hablen desde la realidad, desde la verdad y que no utilicen el engaño, el proselitismo, la demagogia y las falsas promesas. Debemos pedir a los candidatos que nos digan, no solo qué van a hacer sino cómo van a hacer, con qué van a hacer, cuándo van a hacer, porque si no imagínense quedamos en lo de siempre: un millón de empleos, dos millones de viviendas. Por otro lado, la ciudadanía, quizás por un carácter hasta histórico, se siente defraudada. Temo mucho un ausentismo, algunos sociólogos hablan del 60% de indiferencia política. De ahí la invitación a los ciudadanos a asumir este deber cívico, a participar, sabiendo la política es una manera de organizar de la mejor manera el bien común, el bien de todos y saber que en las urnas nos jugamos el presente y el futuro de nuestra patria. Creo que es una tarea difícil pero hay que hacerla.

“La confianza hacia las vacunas de la covid mejora, pero seguirá siendo una preocupación de salud pública durante años”

Josep Lobera, coordinador del estudio español sobre percepción de las vacunas: “La confianza hacia las vacunas de la covid mejora, pero seguirá siendo una preocupación de salud pública durante años”

Una encuesta llevada a cabo por FECYT y publicada esta semana revela que seis de cada diez españoles se muestran dispuestos a vacunarse sin reticencias. ¿Se ha exagerado el miedo en los últimos meses? Hablamos con su autor, el sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid Josep Lobera.

Josep Lobera en Colmenar Viejo, Madrid. / Álvaro Muñoz Guzmán, SINC

En los últimos meses, numerosas encuestas generaron preocupación al mostrar que un porcentaje considerable de los españoles no estaba dispuesto a ponerse la vacuna contra la covid-19. En medio de la tercera ola y con nuevas variantes del SARS-CoV-2 al acecho, las tornas han cambiado. La última encuesta realizada por FECYT en enero concluye que el 60 % de la población se vacunaría sin problema alguno, y menos del 9 % mantiene una reticencia extrema.

Hemos hablado con el sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y autor de la encuesta Josep Lobera (Barcelona, 1975) para saber si esta tendencia optimista continuará en los próximos meses. Considera que es pronto para cantar victoria, explica que un sector importante de la población todavía alberga dudas y teme que tras el verano el problema vuelva a la palestra. La clave será llevar a cabo una buena comunicación que resuelva sus preguntas y huir de los alarmismos.

¿Cuál es la conclusión de su última encuesta?

Después del verano hubo una caída en la confianza hacia las vacunas; mucha gente con dudas se fue al extremo de mayor rechazo. Ahora, en enero, observamos una recuperación muy fuerte: casi seis de cada diez personas no tienen reticencias. Buena parte de esa zona gris intermedia ha vuelto a posiciones más favorables. Además, la proporción de los que en ningún caso querían vacunarse ha bajado en solo dos meses del 32 al 9 %. Este cambio de tendencia se ve también en la mayoría de países de nuestro entorno.

“En algunos momentos se ha comunicado que todos los que tenían dudas eran antivacunas irracionales; eso provocó que muchos se fueran precisamente hacia ese lado”, pero ahora se observa un cambio de tendencia

¿A qué se debe este cambio de tendencia?

Se han aprobado las vacunas con un proceso público de control a las farmacéuticas, se ha iniciado la campaña de vacunación y hemos visto a personas mayores vacunándose en residencias. A esto hay que sumarle la llegada de la tercera ola y de una variante más agresiva. Eso da una percepción mayor del riesgo que influye en las actitudes frente a las vacunas.

En verano, los que dudaban se volvieron reticentes. ¿Fue una profecía autocumplida por dar a ciertas posturas más importancia de la que tenían?

Nuestros datos apuntan a que hubo un impacto significativo de las protestas contra el coronavirus y antimascarillas, y pasó en muchos países. También era una situación con mucha incertidumbre. Es normal que existan dudas y quizá no las afrontamos bien prematuramente, sino a partir de diciembre. Fue entonces cuando empezamos a explicar cómo se aprueban las vacunas.

En estos tiempos de incertidumbre, ¿es contraproducente dar voz a quienes rechazan las vacunas de forma categórica?

En algunos momentos se ha comunicado que todos los que tenían dudas eran antivacunas irracionales; eso provocó que muchos se fueran precisamente hacia ese lado. Deberíamos haber escuchado, comprendido y tratado de responder esas dudas, que es lo que se está haciendo ahora. No hay que olvidar que hay un porcentaje importante de gente que todavía las tiene: un 40 % de los españoles no iría corriendo a vacunarse o no está completamente seguro. Esperamos que esas reticencias sigan disminuyendo significativamente en los próximos meses.

¿Podría ocurrir lo contrario y que aumenten? Por ejemplo, si se hace una comunicación alarmista de los efectos secundarios o se producen conflictos como el actual entre AstraZeneca y la UE.

Es una preocupación razonable. En España jugamos con una ventaja clave: el sustrato de confianza en las vacunas y en el sistema médico es uno de los más altos de Europa. En el momento en el que las vacunas se empiecen a extender, ese sustrato que hay bajo las inquietudes se activará con mayor rapidez e intensidad que en otros países. Es un factor a favor, pero hay que cuidarlo. Las reticencias pueden volver a subir si hay una comunicación mal realizada de casos de reacciones alérgicas o no se abordan bien las dudas que todavía tienen algunas personas.

“Las reticencias pueden volver a subir si hay una comunicación mal realizada de casos de reacciones alérgicas o no se abordan bien las dudas que todavía tienen algunas personas”

La reticencia a las vacunas nunca ha sido alta en España. ¿Exageramos un poco el riesgo a que la gente no se vacunara?

Se ha exagerado, como con todo en la pandemia. Una parte de la población ha sufrido mucho durante la pandemia y en algunos casos se ha hecho una comunicación muy vinculada a lo urgente, dramático y catastrófico que no ha ayudado. En 2020 hemos visto lo mejor y lo peor de la comunicación de la ciencia. Lo mejor en comunicaciones accesibles y útiles que han salvado vidas, y lo peor en titulares irresponsables sobre efectos adversos. El desconocimiento de estos últimos sobre las vacunas genera efectos negativos en la sociedad.

En un reportaje publicado en SINC sobre la comunicación de las vacunas aseguró que  “se estaban comunicando mal” las encuestas que decían que un porcentaje significativo de los españoles no se vacunaría. ¿El tiempo le ha dado la razón?

Era un dato real que se estaba comunicando de manera incompleta. Era real porque las reticencias existían, eran intensas y estaban creciendo. Pero se estaba comunicando mal porque faltaban fases antes de que la vacunación real comenzara. Además, en la mayoría de países saltaron las alarmas y esto hizo que la comunicación fuese más adecuada; eso también ha hecho que las cifras estén mejorando. No en todos los sitios mejoran igual: depende también de cómo se ha comunicado en los últimos meses el proceso y la estrategia de la vacunación.

En el mismo artículo mostró temor por que vinieran “años complicados” respecto a las vacunas. En vista de la nueva encuesta, ¿ha cambiado de opinión?

Este año es decisivo y en los primeros meses tenemos que comunicar muy bien. Sigo pensando que existe el riesgo de que haya grupos sociales que se queden fuera de la vacunación por elección propia. Eso ahora mismo no parece un problema porque hay colas de gente, pero no vemos a quienes se alejan. Cuando las fases de vacunación se hayan completado será visible la magnitud de estos grupos y si su concentración puede favorecer que surjan rebrotes y mutaciones del coronavirus. No hay nada escrito y no hay que bajar la guardia.

Lobera es especialista en percepción social de la ciencia. / Álvaro Muñoz Guzmán, SINC

Entonces, ¿todavía no podemos cantar victoria?

No del todo. Seguirá habiendo grupos minoritarios que no se van a vacunar, o que de momento no quieren. También tenemos que tener en cuenta que hay muchos países que no tendrán acceso a las vacunas hasta dentro de muchos meses o años. Tenemos que hacer esfuerzos ahora más que nunca para hacer una comunicación horizontal, transparente y veraz sobre las vacunas.

“Después del verano habrá que entablar un diálogo con quienes no hayan querido vacunarse, porque su salud también es la nuestra”

Creo que esa preocupación [por las reticencias] reaparecerá con fuerza después del verano cuando, si se cumplen los plazos, quienes hayan querido vacunarse lo habrán hecho. Entonces quedará reflejado el volumen de quienes no desean hacerlo y habrá que entablar un diálogo y conversación con ellos, porque su salud también es la nuestra. En resumen, la confianza hacia las vacunas mejora, pero seguirá siendo una preocupación de salud pública durante años.

Llegados a ese punto, ¿la vacunación obligatoria puede ser la solución?

Creo que ahora mismo es contraproducente abrir ese debate. Primero tenemos que hacer bien los deberes durante estos ocho meses y luego ver qué tenemos enfrente, cuál es la magnitud y características sociales de estos grupos y ver si es más efectivo establecer una campaña de comunicación u otro tipo de medidas. Las evidencias que tenemos desde hace muchos años sobre qué cosas funcionan bien y mal para favorecer campañas de vacunación dicen que uno de los elementos clave que debemos comunicar ahora es un marco de solidaridad por el que la vacunación no es algo individual, sino que tiene un elemento de protección familiar y social.

¿Qué podemos hacer desde hoy para reducir al mínimo ese porcentaje de reticentes futuros?

Un grupo reducido será muy difícil de convencer, pero la gran mayoría se convencerá si ve que las instituciones sanitarias hacen una estrategia eficaz. Una de las asignaturas pendientes es definir protocolos claros con las dosis perecederas sobrantes: qué grupos deben tener acceso cuando la planificación no se ajuste a la realidad. Casos de personas públicas que acceden antes de su turno pueden aumentar la desconfianza hacia la estrategia de vacunación y hacia las propias instituciones que deben velar por nuestra salud.

“Casos de personas públicas que acceden antes de su turno erosionan la confianza hacia la estrategia de vacunación y hacia las propias instituciones que deben velar por nuestra salud”

En estos días se ha bromeado mucho con que no hay nada mejor para aumentar la confianza en las vacunas que ver a políticos saltándose su turno. ¿No está de acuerdo?

Estoy de acuerdo, pero es un arma de doble filo. Mejora las dudas hacia la eficacia y seguridad de la vacuna, pero erosiona la confianza en las instituciones, que es fundamental y no sabemos cómo afectará al desarrollo de la estrategia de vacunación. Es jugar con fuego: por un lado, puede tener un aspecto positivo a corto plazo, pero por otro la confianza en las instituciones es algo muy preciado que debemos preservar para que la disciplina solidaria de esperar, que es parte de la estrategia, se mantenga sana.

Insiste en que la gente todavía tiene dudas y que hay que esforzarse más que nunca en la comunicación. ¿Qué más podemos hacer?

Una información más directa podría resolver esas dudas. Nos falta un canal horizontal de comunicación más accesible, aunque sea una página web. Un chatbot al que puedas preguntarle desde el móvil si pasa algo por vacunarse si eres alérgico al huevo, por ejemplo. Que no haya que buscar en redes sociales o internet sino que puedas acceder directamente a una fuente fiable del Ministerio de Sanidad que responda las dudas científicas de un dato concreto. Eso mejoraría mucho la confianza y las actitudes favorables.

La semana pasada publicó otro estudio sobre cómo piensan quienes recurren a pseudoterapias. ¿Tiene relación esa percepción de la medicina y la ciencia como ente corrupto con las reticencias vacunales?

Estamos estudiando cómo perciben la vacuna las personas reticentes y, efectivamente, uno de los factores centrales es la desconfianza hacia las farmacéuticas. Hay grupos que piensan que hay una corrupción profunda en el sistema sanitario y eso está conectado con su desconfianza a medicinas que se han desarrollado rápidamente y que ahora te quieren inyectar. Hay que comunicar más en profundidad que existen controles públicos a los intereses privados de estas empresas, que hay agencias europeas y nacionales que revisan sus resultados y que todo esto ha hecho posible que enfermedades tan terribles como la polio estén casi erradicadas.

“Uno de los factores centrales para la reticencia es la desconfianza hacia las farmacéuticas. Hay que comunicar que existen controles públicos a los intereses privados de estas empresas”

¿La desconfianza hacia las vacunas es un problema de cultura científica?

Tenemos evidencias de sobra para mostrar que no es solo una cuestión de cultura científica. Hay factores, como la confianza en las instituciones, que no tienen nada que ver con el nivel educativo ni de conocimientos científicos. En las primeras ediciones de nuestra encuesta se vio claramente que las personas reticentes tenían estudios universitarios, y es solo un ejemplo. Creo que las personas que piensan que la desconfianza a las vacunas es una cuestión de cultura científica se pierden la mayor parte del fenómeno.

El sociólogo Josep Lobera. / Álvaro Muñoz Guzmán, SINC

¿En qué sentido?

La mayor parte del fenómeno está relacionado con otros factores como la confianza en el sistema científico sanitario, la mentalidad conspirativa, la percepción del riesgo de la enfermedad, el acceso a información veraz y transparente. Es algo que no ves si lo centras solo en una cuestión de cultura. Muy pocas personas que dicen que el problema es una cuestión de cultura científica saben exactamente cómo funcionan las vacunas de ARN: por muchos conocimientos que tengamos hay aspectos muy específicos que muy poca gente comprende. Lo que hacemos el 99% de la población es confiar o desconfiar, y en eso la cultura científica no es el factor fundamental. Cómo se construye la confianza es mucho más complejo que centrarlo solo en el conocimiento.

“Tenemos evidencias de sobra para mostrar que la desconfianza hacia las vacunas no es solo una cuestión de cultura científica. Hay factores, como la confianza en las instituciones, que no tienen nada que ver con el nivel educativo ni de conocimientos científicos”

Pero la cultura científica sí jugará algún papel en todo esto.

Se entiende mal lo que es la cultura científica: a veces la reducimos a poseer conocimientos científicos y eso es un error. Una parte fundamental tiene que ver con cómo se produce la ciencia. Las personas que creen que los investigadores no cometen malas prácticas alejadas del ideal científico en realidad adolecen de una falta de cultura científica. Esta tiene que ver con un conocimiento profundo de cuáles son los procesos por los que se construyen las evidencias y el consenso científico, y debería incluir los contrapesos dentro de la comunidad científica. Saber cómo la ciencia se aplica en el mundo real y qué implicaciones sociales y políticas tiene una vacuna también es cultura científica.

¿El cientificismo es negativo a la hora de combatir las reticencias vacunales?

Frecuentemente la verdad está en un terreno intermedio, en el diálogo y la confianza mutua. Las personas cientifistas y el pensamiento New Age son los dos polos con los que tenemos que lidiar y si el debate se polariza en esos dos grupos no habrá entendimiento. Necesitamos que la gente se escuche, entienda y cooperemos. En cierta manera los dos extremos están basados en un tipo de pensamiento mágico. Pensar que la ciencia funciona de manera perfecta cuando somos los humanos los que la hacemos es también una forma de tener un pensamiento sesgado acerca de la ciencia.

¿Es posible el diálogo entre ambas partes?

La ciencia es la mejor herramienta que tenemos, pero no es perfecta. Quienes piensan que lo es caen en una ilusión ideológica que dificulta el diálogo con la ciencia real y cuando se encuentran con dudas razonables las desprecian como falta de cultura científica. Por otro lado, hay personas que desconfían de la ciencia, han devaluado el valor de la evidencia y creen en terapias que carecen de ella. Es importante escucharlas porque plantean dudas reales: si no establecemos diálogo con quienes dudan, estaremos polarizando la sociedad entre quienes piensan que la ciencia es perfecta y quienes devalúan la importancia del consenso científico para gestionar cuestiones complejas y urgentes dentro de nuestra sociedad.

En definitiva, hay que escuchar a quienes tienen dudas sobre la vacunación para poder abordar sus preocupaciones, nos va mucho en ello.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

Dr. Ramiro Borja y Borja: «Las Facultades de Jurisprudencia deben insistir en el indisoluble nexo de moral y derecho»

 

Dr. Ramiro Borja y Borja

Centro de Estudios Borjanos: Una nueva obra del Dr. Ramiro Borja Borja

 

Por: Wilson Zapata Bustamante

Ramiro Borja y Borja, doctor en jurisprudencia, fue Concejal de Quito, Consejero Provincial de Pichincha, Director Jurídico de la Contraloría General del Estado, Director General de Inmigración y Extranjería, Secretario de la Cámara de Diputados, Vocal y Presidente de la Comisión Legislativa, Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Central del Ecuador. Además, fue Procurador Síndico Municipal de Quito, Presidente de una de las Comisiones de Reestructuración Jurídica del Estado, Ministro Fiscal de la Corte Suprema de Justicia, Presidente y Ministro de la Sala de lo Constitucional, Presidente y Ministro de la Tercera de las Sala especializada en lo Civil.

Fue Presidente de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción, institución a la que llegó en representación de los medios de comunicación social del país.

Autor de varias publicaciones como: El Régimen Interno de España y su actitud en lo Internacional, la Constitución Quiteña de 1812, la Codificación de Ley Orgánica de Hacienda, Derecho Constitucional Ecuatoriano (en tres ediciones), Colección de Constituciones de Hispanoamérica, las constituciones del Ecuador, Teoría General del Derecho y del Estado, Teoría General del Derecho Administrativo, Manifestaciones de lo Universa/ en Hispanoamérica, la Historia del Ecuador, Raíces Filosóficas del Pensamiento Político Hispanoamericano, Síntesis de Filosofía Tomista, Esencia y Existencia del Derecho Internacional.

LA ENTREVISTA

Esta entrevista fue realizada cuando el doctor Ramiro Borja y Borja se desempeñaba como presidente de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción y fue publicada en la Revista del Consejo Nacional de Educación Superior -CONESUP-.

P: ¿El Ecuador se muestra como una sociedad injusta?

R: Si el Estado consiste en la misma Sociedad en cuanto organizada para declarar y hacer efectivo el Derecho y, el fin del Derecho es la Justicia, el fin del Estado es realizar la Justicia.

Sin embargo, el Derecho, servidor de la Justicia por su esencia, no la realiza plenamente. Las exigencias de la Justicia respecto del Derecho son, en cierta dosis, antitéticas: exige la Justicia normas generales en que se funden las individuales, pues, de no existir las primeras, unos hombres estarían a merced de la voluble voluntad de otros, quienes expondrían a los demás a la injusticia, sumiéndolos por lo menos en el temor y la incertidumbre y privándolos así de la condición primera de la eficacia de sus actividades y su perfeccionamiento, condición que es una de las manifestaciones de la Justicia, la cual se revela ante todo rodeando al hombre del ambiente propicio para su desenvolvimiento, y exige también que se considere cada uno de los casos concretos con todas sus circunstancias y todos sus matices, nunca idénticos en dos casos. Las normas generales, siendo marco de las individuales, impiden que éstas consideren aquellos casos en su integridad.

La existencia de las normas generales que sean el marco de las individuales -existencia requerida por la seguridad, uno de los imperativos de la Justicia-, y la perfecta individuación de cada uno de los casos concretos -necesaria para que en cada uno se realice plenamente la Justicia-, se oponen. No es posible para el Derecho desatender por completo a ninguna de las dos exigencias: sacrifica algo de la una y algo de la otra, para que coexistan del mejor modo posible la seguridad y la individuación, considerando la eficacia en el papel del Derecho como rector de la sociedad y como servidor de la Justicia.

¿No cree Ud. que el Derecho ha sido en el Ecuador una de las manifestaciones del poder de una minoría para mantener su situación de privilegio?

R: El Derecho como servidor de la igualdad, tropieza en el Ecuador con la inobservancia de las normas jurídicas que fijan el lapso dentro del cual han de efectuarse los actos de creación normativa o de pura ejecución.

Por la unidad del Orden Jurídico, ninguna garantía existe de que cumplirá las demás disposiciones de la Ley, un juez o magistrado que desprecia ciertos preceptos de ella. Las normas jurídicas que fijan el tiempo dentro del que deben despacharse los asuntos, obligan tanto como las otras: no son meros consejos. El incumplimiento de las normas jurídicas que fijan el tiempo dentro del que deben realizarse los actos judiciales, debilita el Orden Jurídico y hace indigno al funcionario que en él incurre, de la confianza de que observará las otras, insisto en ello. El retardo indebido en los actos judiciales destruye o amengua notablemente su aptitud para servir a la finalidad de aquellos actos; impide que la sanción cumpla el papel que le corresponde; crea en la práctica una odiosa desigualdad entre el pobre y el rico, pues el primero carece de medios que le permitan esperar indefinidamente la resolución de sus asuntos y, el segundo, aprovecha de la angustia que la dilación produce al primero, para arrancarle concesiones exorbitantes; crea dentro de los abogados la especie del gestor habilidoso, siempre al servicio del económicamente fuerte y así adversario del débil.

Como ya lo indiqué, lo dicho del tiempo en lo judicial se extiende a todo el desenvolvimiento del Orden Jurídico, en otras palabras, a la actividad del Estado, un continuo proceso de creación y aplicación de Derecho.

El Derecho Político, el que regula las relaciones entre los ciudadanos y el Estado, se ha establecido de acuerdo con los modelos clásicos europeos y el Derecho Civil ha sido un trasplante de las instituciones básicas del Derecho Romano, adoptada a través del Código Civil Napoleónico y chileno. En las demás ramas del Derecho ha ocurrido en general lo mismo, o sea, la adopción voluntaria de la legislación europea. ¿Por qué no son originales los juristas ecuatorianos? ¿Qué papel juegan las facultades de Jurisprudencia?

R: La unidad es propia del ser, no solo de él considerado en su existir, sino también de sus actividades y de su conocimiento (Kant, «Crítica de la Razón Pura, capítulo III, intitulado «del Ideal de la Razón Pura», sección II, IIII, IV y V). Tendiendo a la unidad, el hombre al conocer se eleva de los datos a los principios; si se detiene en los datos, descuidando los principios, al aplicar las características de un Estado a otro, copia servilmente, infiriendo daño al segundo y supeditándolo respecto del primero en lo cultural. Es indispensable elevarse a los principios para aprovechar la experiencia de lo ocurrido en otro Estado para el Estado a que se pertenece.

El Ecuador, por superficialidad cultural, ha copiado instituciones y normas de otros Estados, sin llegar a los principios que las inspiraron.

Elevándose a los principios, a su sentido, útil y noble es adaptar los modelos que para Occidente especifican al Derecho Romano y al Código Civil Francés y el Chileno. Para orientarse en lo jurídico pese a sus contradicciones y fallas, es preciso captar el «sentido» del Derecho. Al hablar de «sentido» se alude a lo que en la escala de los seres racionales vincula a los de un grado con otro superior iluminándolos con destellos de la esencia de éste, dentro de la rama que los caracteriza en el Orden universal. Platón caracteriza al hombre como «un ser en busca de sentido». Si no se percata del sentido de su vida, el hombre se degrada: aunque parezca paradójico, el hombre deviene juguete de su vida, parece que la vida destroza o aplasta al hombre.

A medida que en una sociedad se pierde el sentido de su existencia, se producen en ella fenómenos que, yendo de lo trágico a lo ridículo, son algo así como la encarnación de lo confuso o de lo contradictorio.

Captar el sentido, los principios, del Derecho es indispensable para distinguir su esencia y los accidentes, en el tiempo y en el espacio, evitando copias serviles de lo extraño a lo nacional y el desastre que los continuos cambios de lo sustancial ocurren a menudo a título de modernidad: consérvese en el Ecuador lo esencial de su Derecho acomodando lo accidental a su contacto con lo extranjero y a las exigencias de los tiempos.

¿Es necesaria la enseñanza del Derecho Romano en las facultades de Derecho?

R: Los bárbaros destructores del Imperio Romano de Occidente, al regular jurídicamente los Estados que en el ámbito de aquél establecieron, se inspiraron por lo general en el espíritu germánico; pero, dada la perfección formal del Derecho Romano, lo adoptaron en mucho para dar eficacia a las Leyes (Códigos) que dictaron, hasta el punto de que el Derecho Romano deviene el Derecho de Occidente, con la salvedad de que su perfección formal se aleja del vicio del formalismo, que desatiende al fin del Derecho, y de esta manera esa perfección sirve a la finalidad del Derecho merced al espíritu germánico.

Es indispensable la enseñanza del Derecho Romano si se atiende a la eficacia del Derecho para servir a su fin, la Justicia.

Manifestación de esa eficacia constituye, con espíritu propio del Derecho Germánico y la perfección formal del Derecho Romano, atender a la finalidad próxima de las ramas del Derecho para servir con mayor eficiencia a la suprema, a la Justicia. En el Derecho del trabajo se atiende la finalidad de éste, consistente en dar la calidad de útil para el hombre al mundo exterior, adoptando medidas enderezadas a evitar que mediante la actividad en que el trabajo consiste se entregue su autor, y así se atente contra el hombre como persona y por ende contra el fin del Derecho: es considerando la finalidad por medio de la que se manifiesta la Justicia, como se preparan y ponen las bases para que quien da el producto de su trabajo y aquel a quien se da, pacten verdaderamente, se vinculen por vía contractual.

En el Ecuador el maremágnum legislativo es fuente de corrupción y responde al desconocimiento de la estructura propia del Orden Jurídico. ¿Qué opina Ud.?

R: Fuente de corrupción y desorden entraña en el Ecuador la fiebre legislativa, a la que con criterio superficial se aplaude a menudo.

Así como la multiplicidad de las Constituciones que como vigentes presenta la historia del Ecuador, invita a preguntar si ha regido alguna, el exorbitante número de las leyes provoca el temor de que el mar de leyes haya sofocado a la «Ley». El desorden nacional se suscita y refleja por encerrar la Constitución preceptos propios para Ley y abarcar las leyes disposiciones que ante la Doctrina son reglamentos.

Que una Ley vigente se desvirtúe o reforme por otras con lamentable ligereza a la cual se toma por agilidad, conduce a que se dicten leyes reveladoras de que se desconoce la esencia de la Ley, leyes que miran tan solo un caso concreto y que sirven según se cree para salir de un «mal paso». El vicio que se opone a la Moral y al Derecho y que se revela en la proliferación de leyes se traduce en el incremento de éstas, efecto de un mal que provoca su acentuación. El maremágnun legislativo responde no tan solo al desconocimiento de la estructura propia del Orden Jurídico, a la ignorancia relativa a la estructura formal de lo jurídico, sino que alcanza a la prescindencia en cuanto al fin del Derecho, la Justicia, a la cual procuran burlar pretensas leyes que se dictan para desvirtuar las finalidades de otras, los intereses humanos que éstas se propone proteger. El Derecho es protección de intereses humanos en los cuales se traduce la Justicia. Normas con apariencia de leyes burlan la protección que otras propiamente tales procuran brindar al hombre. Eviten los medios de comunicación actuar como portavoces de quienes con miras antisociales -egoístas o anárquicas- impulsan y festejan las vertiginosas expedición y reforma de leyes, midiendo la calidad del Congreso por la cantidad de éstas, confundir entre cantidad y calidad es signo de corrupción ¡Qué pesado resulta a la postre lo liviano!

La rectoría del Estado es mejor con pocas leyes observadas estrictamente que con numerosas, lo afirma Descartes («El Discurso del Método».)

Las Facultades han enseñado más leyes que Derecho y ha prevalecido el aspecto informativo, sin advertir que el proceso de enseñanza no debe dirigirse tanto a la divulgación de los conocimientos y de los textos legales, sino a la creación de hábitos mentales, actitudes, adiestramiento en la solución de los problemas, etc, ¿Qué opina usted?

R: Sentando ciertos criterios sobre el fin y esencia del Derecho y sus nexos tempo espaciales, puse las bases para las aseveraciones de que las Facultades de Derecho deben: a) enseñar Derecho Romano; b) elevarse a principios, evitando quedarse inmersas en multiplicidad de datos, fértiles en erudición indigesta; c) abarcar entre los principios el que guíe para adaptar lo fundamental a las necesidades tempo espaciales de cambios en lo accidental; d) no solo instruir sino educar, como medio de elevar cultural y socialmente al estudiante universitario; e) insistir en el indisoluble nexo de Moral y Derecho, materia de insistencia en la presente exposición.

¿Cómo deben las Facultades de Derecho preparar a los futuros profesionales para que se conviertan en un verdadero ejército contra la corrupción?

R: Educando, y no solo instruyendo, a sus alumnos, las Facultades de Derecho crean la igualdad de oportunidades, la única manifestación real de la igualdad en los tiempos modernos. La igualdad de oportunidades, culminación de la eficacia en las Facultades de Derecho, habilita al abogado para ejercer cabalmente su profesión, mirando al Derecho como protector de intereses humanos -los cuales revelan a la Justicia-, alejándolos de las funestas desviaciones que atentan contra su dignidad y contra el bienestar general.

De la manera enunciada, los abogados que, por la formación que se eleva sobre la instrucción, se han beneficiado de la igualdad resultante de la de opo1tunidades; al cumplir cabalmente su papel difunden la igualdad en el conjunto social, defendiendo la Justicia, que implica igualdad en la defensa de los intereses humanos.

Si el fin del Derecho es la Justicia, y el de la abogacía, el servicio del Derecho, ¿cómo se explica la verdad de que en los juicios dos o más abogados propugnen cada uno antitética norma individual? Si uno de aquéllos busca la Justicia, ¿no habrá de tildarse a los demás de amigos de la iniquidad? Para comprender cómo, luchando por la Justicia, dos abogados pueden hallarse en posiciones contrarias en cuanto al contenido de la norma individual que pretenden resuelva el problema de la aplicación de la norma general a un caso concreto; basta recordar que, por la estructura del Orden jurídico, dentro del marco formado por una norma hay libertad para determinar al acto para ejecutarla; que el escogido es siempre inepto para satisfacer plenamente las exigencias de la Justicia; que uno contrario puede aparecer como servidor más idóneo de una de tales exigencias; que no siempre el sentido de las palabras empleadas para una norma es unívoco; que a menudo una dicción cambia de contenido por el transcurso del tiempo; que con frecuencia la realidad referida por un vocablo de cierta manera al dictar la norma, es distinta de aquella que al mismo vocablo corresponde más tarde; que aun en el caso de ser indudable el sentido de la relación de la norma con un acto, cabe dudar sobre si éste se realizó.

Dentro de una sociedad en la que se han perdido los valores éticos y en la que se acentúa la corrupción, el Derecho no puede concebirse como un simple ordenamiento normativo, ausente de principios morales. Sería lamentable, que la profesión de abogado se vincule con una conducta que se desliza en el campo de la corrupción, del abuso y lo inmoral. ¿Esta imagen del abogado tiene que desaparecer para cambiar en la del hombre que busca el bien colectivo, el respeto a los derechos individuales y a la paz?

R: La corrupción se traduce u origina por la impunidad, que se opone al nexo que, dadas la contextura y finalidad del Orden jurídico, existe en sus normas entre acto antisocial y sanción. Dentro de la órbita de aquel Orden es imposible impedir y remediar la ruptura del nexo referido. Si, dados los elementos de la norma jurídica, se reprime la mentada ruptura por el papel peculiar de la sanción en norma persecutora de la impunidad, es decir, sancionando la infracción que, lesionando a otra norma, conlleva a la impunidad; se llega a una suerte de impunidad de segundo grado, a la impunidad involucrada en la ruptura del nexo establecido entre acto antisocial y sanción por la norma que castiga la violación de tal nexo ocurrida en otra norma: la anotada reiteración en la ruptura deviene algo así como círculo vicioso, puesto que se pretende corregir un defecto por algo que involucra el mismo defecto.

Ni la obra creadora ni la ejecutora de normas jurídicas es eficaz para prevenir la corrupción ni para remediarla sino envuelta en una red de actividad social más amplia que lo jurídico, lo cual, en el seno de ella, reciba lo que entrañan los conceptos de fundamento, cobijo, resguardo y coronación.

A los medios de comunicación social, orientados por el criterio del pueblo si se los mira desde un punto de vista y orientadores de este criterio si se los contempla desde otro ángulo, les corresponde presentar ante la sociedad valores más altos que lo jurídico prescindiendo de los cuales se opaca y en breve se torna ineficaz.

El Estado-Nación, para regular la convivencia social, económica y política, ha creado toda la estructura legal que se encuentra vigente. Desgraciadamente, en las últimas décadas ha ido perdiendo los espacios de control y regulación de las relaciones entre los ciudadanos, razón de la existencia de ese Estado-Nación, pues, ha cedido el criterio universal del pensamiento único, a las profesiones de los grupos de poder nacionales e internacionales, para implantar a rajatabla la economía del libre mercado, antítesis del ordenamiento jurídico nacional. Como panacea para la solución de todos los problemas del país, dentro de la llamada globalización, se ha perdido la identidad nacional, al mantener nuestra vida social, económica y política a los designios de organismos internacionales. Por ello toda la estructura jurídica actual ha sido lesionada y relativizada en su aplicación; desde las más altas esferas se ha violado, basta citar como ejemplo el feriado bancario y el congelamiento de depósitos, en franco desacato de la norma constitucional, hecho que, muestra la inobservancia y vulnerabilidad de nuestro andamiaje jurídico que regula toda la actividad de ese Estado-Nación, que lo encontramos organizado en áreas de derecho interno y externo; el primero, subdividido en los sectores público, privado y social; y, el segundo, subdividido también en público y privado, dentro de los cuales existen otras subdivisiones. ¿Qué nos puede comentar al respecto?

R: Manifestación del divorcio entre Derecho y Moral que torna ineficaz a aquel y dejó campante a la impunidad, fue lo ocurrido en el «feriado bancario», desate para la ola de corrupción. La norma presidencial de congelamiento de los fondos depositados en los bancos implica que su autor cometió múltiples delitos, como lo advirtió reiteradamente la Comisión Anticorrupción. El Ministerio Público rechazó el criterio de ésta aduciendo que tal feriado no se configura como delito en el Código Penal ecuatoriano, desadvirtiendo el indiscutible aserto de que encierra múltiples delitos, puntualizados por dicha Comisión.

La impunidad del autor de la norma presidencial ha traído por secuela otros actos de congelamiento de fondos consignados en ciertos bancos, con grave perjuicio de los ingenuos depositantes pobres -pobres ingenuos- que incurrieron en el error de confiar en esos bancos ecuatorianos y fueron sancionados por tal error con una condena a la miseria, la angustia y la enfermedad en compañía de sus familias, mientras los causantes del desastre, conociéndolo de antemano, sacaban sus fondos al exterior, y los contribuyentes, es decir el pueblo ecuatoriano en su conjunto, costeaban que el Poder público tomara a su cargo la administración de los bancos venidos a la quiebra, realizando así aquello de que pagan justos por pecadores. La verdad que acaba de enunciarse, se corresponde con la de que tales bancos han omitido cobrar a sus grandes deudores causantes de la quiebra en que cayeron dichas entidades.

¿Cómo se debe afrontar con acierto los problemas y exigencias de la globalización?

R: Para afrontar con acierto los problemas y exigencias que se encierran en el concepto de «globalización», es primordial considerar que un Estado tiene previamente de afirmar, robustecer, su personalidad, su Soberanía, so pena de que en vez de sacar provecho de lo que tal concepto involucra, sea su víctima y llegue a desaparecer, convirtiéndose en una entidad subalterna de las grandes potencias que hagan de la uniformidad internacional el disfraz de su imperialismo. Como lo insinúa Joseph E. Stiglitz (El malestar en la globalización), el papel de la globalización y el de los organismos que la rigen, se cumplirán cabalmente si dan el carácter de universal a los requisitos que ha de cumplir la benéfica competencia, consecuencia o aspecto de la ley de la oferta y la demanda, en las relaciones de todos los países: como enseña la Economía política, para que sea posible la libre competencia, para que entre en juego la ley de la oferta y la demanda, se han de cumplir previamente ciertos requisitos que, elevando a los débiles, creen la igualdad sin la que no puede darse la libertad en el trato mutuo.

¿Qué le llevó al Ecuador a suscribir la Convención Anticorrupción, junto a otros 110 Estados en el 2003, en la Conferencia Mundial sobre la Corrupción que la ONU celebró en México?

R: Al cooperar dentro de lo internacional en la lucha contra la corrupción es congruente aplicar normas punitivas extranjeras porque al hacerlo se hace de las normas extranjeras contenido de una nacional, manteniéndose así incólume la Soberanía nacional. Lo dicho concierne a la Comisión Anticorrupción de manera directa por cuanto este Organismo es el centro ecuatoriano en la lucha contra la corrupción según Decreto Presidencial No 122 publicado en el Registro Oficial No. 25 y principalmente por ser dicho Organismo el único de los altos Órganos del Estado que se especifica por el papel de luchar contra la corrupción como ya lo anoté.

Centro de Estudios Borjanos: Adquirida una obra de otro Borja ecuatoriano

Imágenes cortesía del Centro de Estudios Borjanos

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Militza Saavedra: “Busco transformar la postura de mis alumnos, que salgan de la supervivencia, de la zona de confort»

Militza Saavedra,  es profesora de tecnología en el Colegio Villa Nonguén, quien desempeña su labor en Nonguén, región del Biobío, en el centro-sur de Chile.

Desde siempre Militza ha sido una estudiante y aprendiz comprometida que ha aprovechado durante su vida las oportunidades de conocimiento. Hoy, como maestra busca abrir el mundo a las y los estudiantes de la comunidad de Nonguén para que sean protagonistas transformadores de la sociedad, agentes de cambio responsables de su entorno a través del desarrollo de habilidades necesarias para el siglo XXI. Esta maestra busca que estas habilidades se traduzcan en proyectos viables e innovadores que hagan la diferencia en su región colaborando a través de la innovación y el emprendimiento.

Como profesora de Tecnología, Formulación e Incubación de Proyectos ha logrado que sus alumnas y alumnos comprendan el poder que está en cada uno de ellos, que pueden seguir estudios superiores, mucho más allá de lo que podrían haber soñado ellos y sus familias, y los llama a validar su poder de actuación y a aportar hoy, desde la escuela.

 Su labor en innovación pedagógica y curricular  en artes y tecnología le valió ser finalista nacional en la versión chilena del Global Teacher’s Prize, galardón en su versión nacional es organizada por la ONG Elige Educar.

UNESCO Santiago logró realizar la siguiente entrevista a Militza Saavedra:

¿Cuál era la realidad de sus alumnos en Nonguén, localidad del centro-sur de Chile donde usted se desempeña?

El Colegio Villa Nonguén está ubicado en la periferia de Concepción, región del Bíobío, en el centro-sur de Chile. En la escuela tenemos un 96% de alumnado en situación de vulnerabilidad. Se trata de estudiantes de familias que tenían muy bajas expectativas académicas respecto a que pudieran continuar con estudios superiores.

En general, son familias en las que muchas veces sus integrantes no han completado su escolaridad, cuyos niños y niñas no salían de la realidad de Nonguén. Su mirada era muy acotada a ese contexto. Es así como el colegio ha estado inmerso en una cultura muy subsidiaria. Además, existen numerosas situaciones de vulneración de derechos y problemas psicosociales que se han reflejado históricamente en el compromiso de los estudiantes con su educación y su aprendizaje.

Con esa realidad de vulnerabilidad ¿Cuál es la misión que usted se planteó para mejorar la calidad de la educación que reciben sus estudiantes?

Lo que yo busco es transformar la postura de mis alumnos, que salgan de la supervivencia, de la zona de confort para transformarse en personas validadas por sus conocimientos, que sean protagonistas, agentes de cambio de su entorno. Quiero que sepan que son seres políticos, que pueden empatizar con el lugar que los rodea, que pueden levantar problemáticas, asumir causas y que desde la innovación pueden encontrar soluciones con una infinidad de posibilidades para prototipar y emprender proyectos colaborativos.

Les intento enseñar que cuando uno se enamora de un problema, puede levantar causas desde la empatía, porque así uno entiende lo que ocurre a su alrededor, contigo, con tu comunidad, lo sientes parte de tu identidad personal y territorial. Esa es la magia de la innovación y de la transformación que estamos realizando en el Colegio Villa Nonguén. Y queremos compartirlo con muchos más establecimientos para ser parte del eje central en la estrategia de desarrollo de la región. Y la inserción en el ecosistema de innovación y emprendimiento regional y nacional ha sido fundamental para gestionar alianzas y apoyos desde la colaboración abierta y sistémica.

¿Cómo se preparó para cumplir esta misión?

Yo soy licenciada y pedagoga en Artes Visuales de enseñanza media. Cuando me tocó asumir la clase de tecnología empecé a estudiar las habilidades para el siglo XXI, innovación, trabajo colaborativo, emprendimiento e ingresé a un Magister en Negocios. Así empecé a aplicar todo lo relativo a aprendizaje y emprendimiento a mis clases de tecnología. Realizo proyectos colaborativos y así empezamos a generar conocimientos, en base a la sustentabilidad, innovación social, emprendimiento, lenguajes digitales, pensamiento del diseño, liderazgo y trabajo en equipo.

¿Cómo aplican esta visión en la escuela?

En la práctica lo que hicimos fue armar una malla curricular alrededor de la innovación y el emprendimiento, con las horas de libre disposición que nos da el Ministerio de Educación. En vez de asignar más horas a Lenguaje o a Matemáticas, las utilizamos para desarrollar habilidades para el siglo XXI como narrativa para desarrollar ideas de negocios, programación, formulación de proyectos, liderazgo, trabajo colaborativo, marketing, coaching. Todo tiene una progresión y articulamos todas las asignaturas para trabajar colaborativamente.

Yo coordino el equipo de innovación y estoy a cargo de la gestión de la innovación institucional. Imparto asignaturas de tecnología, formulación de proyectos e incubación de proyectos desde séptimo básico hasta cuarto medio. Asimismo, las demás asignaturas del currículum nacional tributan en distintas etapas y niveles a esta formación. Toda esta visión requiere de profesores (de planta y académicos) que estén dispuestos a desafiar, dialogar, a conversar y comunicar sobre cómo vamos en la progresión de las habilidades. Porque la innovación y el emprendimiento no son un fin, son competencias que se desarrollan en un proceso y que les abren oportunidades a los estudiantes, como personas y fuerza laboral del siglo XXI.

¿Cómo los estudiantes han recibido estos conocimientos y qué han logrado?

Al principio, hubo que hacer todo un trabajo de concientización. Los alumnos nos preguntaban por qué no tenían más clases de Lenguaje o de Matemáticas. Nos cuestionaban, ¿Por qué tengo que tener clases de emprendimiento? Si yo no sé lo que quiero hacer con mi vida, estoy en octavo básico. Los papás tampoco entendían por qué los estudiantes debían dar tantas horas adicionales a sus trabajos escolares. También los profesores y demás miembros de la comunidad debieron cambiar y capacitarse para integrar estos temas y lenguaje en sus aprendizajes, asignaturas o labores.

Así, empezamos a presentar nuestros proyectos a concursos regionales y nacionales de innovación  y nos comenzó a ir abruptamente muy bien. Llegamos inmediatamente al concurso “Soluciones para el futuro” de Samsung, a la final nacional con Totem verde, un proyecto de generación de energía en base a hidrógeno (@totem_verde) que está recibiendo el apoyo de universidades para poder ser expandido y llevar el prototipo a producto mínimo viable. Los estudiantes se empezaron a dar cuenta que esto no era una idea loca de profesores, sino que el mundo va a hacia allá y que es importante ser agentes de cambio. Eso les ha cambiado la mirada. Entienden que tienen el poder y el valor para asumir causas de diferente tipo hoy, a la edad que tienen.

¿Cómo ha afectado la COVID 19 en su forma de trabajo? ¿Qué papel ha tenido la innovación también en esta nueva forma de vivir y educarse?

Al tener a la innovación como sello de nuestro proyecto educativo, la pandemia nos encontró un poco mejor preparados para las clases en línea. En algunas asignaturas ya usábamos herramientas de la GSuite de Google. Y somos profesores responsables que hemos generado alumnos responsables por lo cual no ha importado la modalidad, eso no ha sido obstáculo.

Y así durante 2020 generamos tres proyectos nuevos en modalidad remota, los que han sido finalistas y ganadores en concursos regionales y nacionales: Swan (@proyectoswan.cl), sobre el cuidado y preservación del medio ambiente, que rescata servicios ambientales en humedales. Los otros dos, tienen que ver con innovación social: Mutam, que crea un nuevo concepto en educación para niños en edades temprana combatiendo la violencia de género, y Stay Gold, que educa sobre las emociones y el estrés y angustia en adolescentes. Estos proyectos han recibido el apoyo del sector privado y de organismos estatales para su desarrollo.

Ahora estamos buscando y gestionando alianzas con organismos colaboradores como universidades para que nos apoyen en el desarrollo de prototipos para nuestros proyectos.

Según estudios de la UNESCO, las expectativas de los padres y madres impactan mucho en lo que las y los estudiantes logran. ¿Cómo ha trabajado para cambiar la percepción del “yo no puedo” en sus estudiantes?

Les hacemos preguntas desafiantes. Y siempre validamos sus respuestas, porque cuando te planteas desde la empatía todas tus respuestas son válidas, porque las realizas desde tus experiencias de vida. Cuando construyes innovación, todos tienen cabida dentro de esos hallazgos, respuestas y soluciones.

Trabajamos los roles de equipo y cómo cada uno desde el autoconocimiento y desde la riqueza personal aporta. No tienes que ser distinto de lo que tú eres, reconocemos todo el trabajo qué haces y valoramos la diversidad. Damos mucho incentivo, generamos confianza y mucho diálogo sobre preguntas desafiantes. También nos ha servido mucho concientizar a los padres y madres, hacerlos parte de la construcción de proyectos. Es importante que ellos vean que se puede, que vean la colaboración sistémica, la aparición de los proyectos en la prensa, mi participación en el premio Global Teacher Prize…

Usted siente que las y los estudiantes entienden la importancia de las habilidades que están aprendiendo y que van más allá de saber para qué las van a utilizar?

Sí. Ellos entienden que el conocimiento está a un click, pero que las habilidades se desarrollan en un proceso y cuando uno trabaja una metodología que es progresiva, tú no puedes partir de la etapa 4. En la innovación no puedes partir si no has empatizado para levantar necesidades. La progresión permite a nuestros estudiantes valorarla como eje fundamental para el aprendizaje, porque ahí hacen hallazgos y levantan conocimiento que viene de ellos.

¿Tiene algún sueño respecto a cómo le gustaría que fuera la educación del futuro en su región, en Chile, en el mundo?

Mi sueño es una educación transformadora, responsable: profesores y estudiantes posicionados en el entorno, que salgan de las fronteras de la escuela y se paren en la comunidad como agentes de cambio, y desde ahí generar conocimiento colaborativo y empático que esté al servicio de la comunidad. Me gustaría que todos los estudiantes sientan que todo lo que van aprendiendo les sirve para impactar positivamente en el entorno y que pueden dejarlo mejor que como lo encontraron. Que sí se puede, aún en contextos vulnerables.

Y para ser responsables, transformadores, agentes de cambio, los profesores tenemos que “trabajarnos”. Porque es muy fácil victimizarse como docente y poner el foco en las condiciones desfavorables del contexto. Pero si uno trabaja desde lo que se es, desde la motivación, desde la convicción de que uno tiene el poder y el valor de transformar tu  comunidad, entonces uno cambia y puede cambiar el entorno. No se trata de dinero, sino de abundancia, de colaboración, de sueño común y compromiso.

FUENTE: UNESCO Santiago

 

 

 

María José Sanz, directora del Basque Centre for Climate Change: «No podemos permitirnos tener viviendas mal aisladas, es tan prioritario como cambiar a renovables”

Si algo estamos aprendiendo del arranque del 2021 es que la nueva normalidad también vendrá marcada por los fenómenos climáticos extremos. María José Sanz, directora del BC3 Basque Centre for Climate Change, tiene claro que el temporal de nieve Filomena y la ola de frío son fenómenos atribuibles a la crisis climática a la que deberemos adaptarnos. 

María José Sanz, directora del BC3. / Basque Centre for Climate Change

La excepcional tormenta de nieve Filomena, que ha llevado a gran parte del centro peninsular a la alerta roja, ahora continúa con una ola de frío que bajará la temperatura hasta récords históricos en la península ibérica. Los fenómenos climáticos extremos, cada vez más frecuentes, son una advertencia más de que la alteración del sistema climático nos trae consecuencias imprevisibles si no lo atajamos.

María José Sanz dirige desde Leioa el Basque Centre for Climate Change, especializado en la producción de conocimiento científico para abordar la toma de decisiones ambientales, socioeconómicas y éticas relacionadas con la crisis climática.

¿Cuáles son las características especiales que tiene Filomena para ser la gran nevada del siglo en España?

Llevamos años pronosticando que van a aparecer cada vez más eventos extremos. Que hablemos de cambio climático siempre en términos de calentamiento no quiere decir no puedan ser por ambos lados: tanto olas de calor como olas de frío. El sistema climático está sufriendo ciertas disfunciones, por ello fenómenos que antes se producían cada cien años o cada década, ahora se producen prácticamente todos los años. Lo primero que hemos observado es el aumento de olas de calor más frecuentes, pero también puede ocurrir con eventos extremos como las olas de frío. Podría atribuirse a las disfunciones del sistema climático que ya hemos visto que han empezado a aparecer y se van a hacer más intensas en el futuro.

 “Llevamos años pronosticando que van a aparecer cada vez más eventos extremos”

¿Y por qué este año?

Lo que se ha visto es un otoño con muchas tormentas casi tropicales en la cuenca Mediterránea y luego una alteración del sistema de anticiclón y borrascas en el Atlántico. Todas las borrascas están pasado por aquí.

¿Qué otros fenómenos extremos tendremos que afrontar en España?

Puede haber tropicalización de zonas no tropicales. Por ejemplo, se habla de la intensificación de lo que llaman las tormentas tropicales del Mediterráneo. Es decir, fenómenos tormentosos de mucha intensidad, casi pequeños ciclones o huracanes en la cuenca mediterránea por el excesivo calentamiento de la masa de agua, sobre todo en superficie. Este tipo de eventos van a ocurrir.

¿A qué se deben?

En ciertas épocas del año, el anticiclón de las Azores se coloca en una zona y eso provoca que las borrascas se bloqueen y no pasen por encima de la península ibérica si la posición de dichos anticiclones cambia. Estamos alterando las circulaciones marinas y, por tanto, el intercambio de energía de la superficie terrestre y marina con la atmósfera. Estas formaciones que tradicionalmente están ancladas en ciertos lugares y períodos se pueden ver alteradas.

“Mejorar la predicción, tanto espacial como temporal, es fundamental y puede ayudar a una distribución más eficiente de los recursos”

Si esta va a ser nuestra nueva normalidad, ¿cómo tendremos que adaptarnos?

Mejorando las predicciones a corto plazo de la aparición de este tipo de fenómenos, como se ha hecho con Filomena. Hay que prepararse con antelación, que no nos pille de sorpresa. Si las frecuencias van en aumento, tendremos que adaptar nuestras infraestructuras y nuestros medios de protección civil a esta nueva situación. Tendremos que aprender de lugares donde son más frecuentes.

Esto supondrá una gran inversión económica…

Si los eventos son extremos por ambos lados, harán falta más recursos todavía porque tienes que estar preparado prácticamente para cualquier cosa. Por esta razón, mejorar la predicción, tanto espacial como temporal es fundamental y puede ayudar a una distribución más eficiente de los recursos.

“Tendremos que adaptar nuestras infraestructuras y medios de protección civil a esta nueva situación”

¿Qué es necesario para anticiparnos?

Lo primero sería mejorar las predicciones meteorológicas. Los modelos climáticos han mejorado muchísimo en las últimas dos décadas, pero ir perfeccionándolos es un tema que no se puede dejar de la mano. Además, hay que conectar mejor esas predicciones con la gestión en el terreno, con protección civil, con la planificación a medio y corto plazo de los recursos dentro de las diferentes unidades administrativas. Cuando te enfrentas a circunstancias imprevisibles, a priori, lo único que puedes es mejorar la coordinación y la comunicación.

¿Estamos a tiempo de frenar esta mayor frecuencia?

Obviamente estos fenómenos son también una llamada de alarma a que la mitigación es fundamental. Hay que empezar por eliminar las causas, aunque sepamos que va a haber una inercia. Si no, empeorará y será mucho más impredecible. La conclusión es que tanto mitigar como adaptarse al cambio climático son dos caras de la misma moneda. Tenemos que afrontar el cambio climático desde las dos perspectivas y ambas tienen la misma importancia.

“Hay que empezar por eliminar las causas, aunque sepamos que va a haber una inercia. Si no empeorará y será mucho más impredecible”

Desde el punto de vista energético, el alto consumo durante las grandes heladas, ¿qué consecuencias tiene?

Lo que indica es que otro sector en el que sería fundamental actuar es en el de la vivienda y la construcción. No nos podemos permitir tener construcciones que no estén bien aisladas con las últimas tecnologías para evitar usar en exceso la calefacción cuando hay olas de frío o en verano el aire acondicionado. En las nuevas construcciones, desde luego, pero también hay que abordar el programa de rehabilitación de construcciones que ya existen. Es tan prioritario como cambiar el modelo energético a renovables.

¿Y sobre la salud?

Las olas de frío tienen consecuencias derivadas del invierno que se pueden agudizar, pero estas son más fáciles de superar porque estamos más acostumbrados a pasar los inviernos. Sin embargo, con las de calor es más complicado, porque uno de los problemas graves que existen es el incremento de temperatura nocturna. Con el frío regulas la temperatura, con el calor es más difícil y el aire acondicionado genera muchos más problemas que las calefacciones en la salud.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

José Miguel Viñas: “Los episodios de tiempo extremo tenderán a ser cada vez más frecuentes”

Entrevista al meteorólogo de Meteored

La borrasca Filomena, que ha dado paso ahora a una ola de frío extremo con temperaturas de hasta -12 º C, ha dejado la mayor nevada registrada en el último siglo en España. Este fenómeno meteorológico adverso, que ha provocado cortes de carreteras, de suministros, caídas de árboles, y pérdidas humanas, podría llevar un apellido: el cambio climático.

Efectivos de la Unidad Militar de Emergencias UME, despejaban de nieve el entorno de la Plaza de Cibeles en Madrid, ayer. Hoy ha llegado una ola de frío, con un acusado descenso de las temperaturas, según la Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet). / © EFE/Rodrigo Jiménez

Después de varias horas nevando sin cesar, el centro de la península ibérica amaneció el pasado sábado cubierto, en algunas zonas, por unos 50 centímetros de nieve que colapsaron carreteras y redes de suministro, y obligaron a cerrar el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez y las vías ferroviarias. El temporal Filomena llegó con fuerza a nuestro país y se prolongó hasta el domingo, tal y como se lo esperaba, según las previsiones meteorológicas.

Hacía más de un siglo que no se vivía una nevada como la de este fin de semana, a la que le sigue estos días una ola de frío extremo en parte del país. Pero, en un escenario de cambio climático, caracterizado por un aumento generalizado de las temperaturas y eventos meteorológicos extremos, es posible que episodios como Filomena se vuelvan a repetir.

“Lo más probable es que vayamos viendo cada cierto tiempo entradas de frío o nevadas importantes, pero intercaladas con periodos anómalamente cálidos”

Según el meteorólogo de MeteoredJosé Miguel Viñas, el clima se está volviendo cada vez más extremo y se acusarán cada vez más eventos invernales adversos, así como sequías más frecuentes y duraderas, lluvias torrenciales e incluso huracanes y tormentas tropicales.

La borrasca Filomena ha causado la mayor nevada registrada en el último siglo. ¿Qué condiciones se han dado para que haya resultado tan intensa?

Dos han sido las claves. Por un lado, el aire muy frío de origen ártico que llegó a la Península y Baleares en Año Nuevo, que mantuvo las temperaturas muy bajas (ambiente muy invernal), y por otro la propia borrasca Filomena, que al acercarse a la Península, en su camino desde el Atlántico hasta el Mediterráneo, inyectó durante un largo período de tiempo —cuatro días— aire muy húmedo, que fue el detonante de las copiosas nevadas, particularmente abundantes e intensas en la zona centro.

¿Qué probabilidades existen de que este evento se vuelva a producir en nuestro país?

De esta magnitud es baja, ya que tenemos que remontarnos del orden de un siglo hacia atrás para encontrar una nevada de similar o mayor magnitud. Establecer un periodo de retorno es complicado, ya que el clima últimamente se está volviendo más extremo, lo que obliga a replantear este tipo de cálculo. Lo estamos viendo con las olas de calor y también con los episodios de precipitaciones intensas.

¿Y qué posibilidad hay de que este tipo de fenómeno sea cada vez más frecuente?

José Miguel Viñas

El meteorólogo José Miguel Viñas

La tendencia es a tener un clima más extremo, pero en el escenario actual de calentamiento global eso encaja con inviernos que tienden a ser más suaves. Así que lo más probable es que vayamos viendo cada cierto tiempo entradas de frío o nevadas importantes, pero intercaladas con periodos anómalamente cálidos en los mismos inviernos, por la tendencia al alza de las temperaturas. En cualquier caso, los cambios en la circulación atmosférica en nuestras latitudes, que son templadas, como consecuencia del cambio climático son, en la actualidad, objeto de estudio y de debate científico.

El cambio climático no es únicamente sinónimo de olas de calor, sino de otros acontecimientos climáticos extremos mientras suben las temperaturas. En este sentido, ¿qué papel ha desempeñado el cambio climático en este temporal?

A día de hoy no podemos vincular de manera inequívoca esta gran nevada con el cambio climático. Lo que sí que podemos decir es que episodios de tiempo adverso o extremo como este, no solo invernales, sino en cualquier otra época del año, tenderán a ser cada vez más frecuentes en un planeta donde que la temperatura sigue subiendo.

Aunque Filomena y la ola de frío que le sucede ahora van a marcar temperaturas mínimas de récord, la tendencia de aumento de temperatura global no varía. ¿Cómo se pueden explicar ambos procesos dentro del cambio climático?

Desde hace años se baten muchos más récords de calor que de frío. A escala global, el dominio de las anomalías positivas de temperatura es aplastante frente a las negativas. Sin esa perspectiva podemos caer en el error de pensar que están compensados los episodios de frío con los de calor extremo, pero son estos últimos los que marcan tendencia. Aunque la temperatura media global siga subiendo, tal y como apuntan las proyecciones climáticas, en diferentes momentos y lugares podrá producirse un destacado episodio invernal en el que se alcancen temperaturas bajas de récord.

“Podemos caer en el error de pensar que están compensados los episodios de frío con los de calor extremo, pero son estos últimos los que marcan tendencia”

¿Qué otros eventos extremos, asociados al cambio climático, se han producido y se podrían producir en España?

En la España peninsular y Baleares —algo extensible a toda la región mediterránea— la mayor irregularidad pluviométrica es uno de los principales impactos del cambio climático. Pero también lo son el aumento de la frecuencia de sequías, cada vez más intensas y duraderas, como los episodios de lluvias torrenciales, o tal y como ha pasado ahora, un temporal invernal, con nevadas muy abundantes. Tampoco debemos de olvidarnos de las olas de calor o del riesgo potencial de que una tormenta tropical o huracán se acerque hasta nuestro ámbito geográfico, que es algo que estamos observando en los últimos años.

¿De qué manera las medidas adoptadas para mitigar los efectos del cambio climático, como reducir las temperaturas, podrán impedir la sucesión de acontecimientos como Filomena en los próximos años?

El tiempo juega en nuestra contra. Tenemos todavía cierto margen para evitar los peores escenarios que plantean las proyecciones climáticas. Esta década es crucial. Si no se actúa globalmente de manera decidida, reduciendo rápido y en gran medida nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, con el CO2 a la cabeza, entraremos en un territorio inexplorado, en el que quizás perdamos nuestra capacidad de modular el comportamiento de la temperatura global por las inercias del sistema climático.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

César Montaño: La Universidad Andina resistió y ganó la lucha en el correísmo

El rector de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB)César Montaño,  recordó el acoso que sufrió la institución y él mismo durante el gobierno de Rafael Correa. También el intento de apoderarse de ella para callar con las voces críticas y de imponerles a correístas que se consideraban académicos. Esa Universidad pagó un alto precio por oponerse al abuso de poder, pero defendió principios, legalidad y verdad, resistió y ganó la lucha.

René Ramírez, el ex Secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y ex presidente del Consejo de Educación Superior, desconoció su rectoría, lo obligó a poner a un reemplazo y no les entregó los recursos del Estado, que les correspondía porque son cofinanciadas. Aunque consiguieron el apoyo de rectores de universidades, otros prefirieron mirar hacia otro lado. Ese régimen impuso el Consejo Superior, pero nunca fue reconocido por la Universidad.

Con el presidente Lenín Moreno esa situación cambió radicalmente. Se hicieron gestiones al más alto nivel con los Países Miembros de la Comunidad Andina (CAN) y con su máxima autoridad de la Secretaría General, activaron un grupo de trabajo para tratar ese tema. Los presidentes y los cancilleres de la CAN tomaron la decisión de fortalecer la institucionalidad y la autonomía de la UASB, con la reforma a los estatutos y la conformación de un nuevo Consejo Superior.

Para Montaño, quien fue restituido a su cargo por la Corte Constitucional en 2018, es un paso histórico que coincide con una época de consolidación académica, y a pesar de todas las adversidades de los últimos tiempos.

-En la década de Rafael Correa, en los años 2015, 2016 y 2017, la Universidad sufrió un intento de intervención por parte del gobierno. ¿Por qué razones?

Identifico algunas, por ejemplo, las voces críticas de algunos docentes de la Universidad sobre políticas y acciones del régimen; el informe de derechos humanos (2011), elaborado por el Programa Andino de Derechos Humanos; la colaboración académica de dos docentes en el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 y 2014, de Transparencia Internacional (TI).

También el interés de apoderarse de la Universidad para clausurar la crítica académica y contar con una institución que albergue a los correístas que se consideraban académicos. Recordemos que los gobiernos del fracasado Socialismo del Siglo XXI, como el que tuvo por una década el Ecuador, se tomaron las instituciones más importantes de la sociedad, entre ellas, las universidades, en este sentido, evidentemente que la Universidad Andina les apetecía.

-La Universidad Andina era crítica y no calló lo que ocurría en esos años: persecución, hostigamiento a opositores, líderes sociales, periodistas, indígenas. ¿Cree que pagaron un alto precio por decir la verdad?

Un alto precio sí, pero era nuestro deber, pese a todo el daño causado hemos podido demostrar que cuando se defiende principios, legalidad y verdad es posible sumar en la resistencia y ganar la lucha.

Nuestra comunidad universitaria tuvo el apoyo firme de muchos y amplios sectores de la sociedad, de organizaciones sociales, pueblos y nacionalidades, trabajadores, periodistas, gente de opinión pública. Más de mil académicos de todo el mundo exigieron respeto a la autonomía universitaria y al pensamiento crítico.

-Desconocieron su rectoría, los obligaron a poner a un reemplazo, no les entregaron los recursos del Estado. ¿Cuánto pesó eso en la academia y en la moral de estudiantes y docentes?

Con orgullo podemos decir que a pesar del irracional asedio que sufrimos, la Universidad no paralizó sus actividades educativas y administrativas ni un solo díaesto se logró gracias al compromiso de estudiantes, docentes, funcionarios y trabajadores.

En todo ese tiempo hubo temor ante las frecuentes amenazas y acciones del poder, sin embargo, pudo más el coraje para defender la decisión soberana de los diferentes estamentos cuando eligió a su rector legítimo en 2015.

Nuestra comunidad también apoyó decididamente a Jaime Breilh en su rectorado, quien condujo la institución por un poco más de dos años defendiéndola con éxito del acoso oficial y sus amenazas.

Luego, en 2018 retomé la conducción de la casa de estudios. La lucha de nuestra comunidad con cada uno de sus líderes y autoridades ha estado unida por un hilo conductor irrompible que tensa la defensa efectiva de principios, y el compromiso para lograr el fortalecimiento de una institución cuya razón de ser es la sociedad.

-Pero la Andina era la única universidad que resistió ese acoso. El resto de las universidades siguieron aplaudiendo a Correa y callando. ¿Es un triste papel que la academia se funcionalice a un gobierno autoritario y corrupto, no cree?

En efecto, pero contamos con el apoyo de un grupo importante de rectores, aunque ciertamente, otros prefirieron mirar para otro lado, es penoso decirlo pero así ocurrió.

La institución universitaria es autónoma por definición, solo así puede cumplir su misión en provecho de la sociedad; el no estar atada a condicionamiento políticos, económicos o de otra índole es una garantía para su desempeño.

El gobierno de turno pisoteó la autonomíachantajeó con la entrega de rentas y la categorización, burocratizó el sistema de educación superior, desmovilizó al sector estudiantil y lo perjudicó en materia de cupos en las universidades, y persiguió a quienes cuestionaban sus políticas, regulaciones y decisiones.

-¿Cómo evitar que eso ocurra en el futuro?

Cuando la política partidista entra en la vida universitaria todo puede ocurrir, a tal punto que se puede perder la racionalidad inherente a su naturaleza. Pienso que al menos son tres los ingredientes más eficaces contra el abuso de poder, de manera general, y que pueden servir en el ámbito de la educación superior; hablo de lo importante que es contar con institucionalidad, con reglas idóneas y claras, y con justicia para eliminar cualquier resquicio de impunidad.

En específico, para la universidad será de gran valor fortalecer la autonomía como garantía y coraza ante cualquier intento de funcionalizarla, lo que incluye buscar los mecanismos que garanticen también la autonomía financiera.

-Usted, que ganó con mayoría, fue restituido a su cargo por la Corte Constitucional en abril de 2018. ¿Podría demandar en cortes internacionales al Estado ecuatoriano por este tema?

Un daño como el que me tocó sufrir a mí y a nuestra comunidad universitaria, efectivamente puede ser materia de litigio en cortes internacionales, pero ante el proceso legal que impulsé se recibió la tutela esperada por parte de la Corte Constitucional, lo que significó una restitución bastante completa de los derechos que fueron vulnerados, esto incluyó la restitución del cargo de rector.

Más bien, considero que la acción que estaría pendiente es la del Estado en contra de los responsables que abusaron del poder, violaron derechos de toda una comunidad universitaria.

-René Ramírez era el títere del expresidente. ¿Qué hizo él en todo este ataque a la Universidad Andina?

Fue un personaje funcional a las órdenes emitidas desde Carondelet; jugó un papel nefasto en las universidades junto a algunos operadores que tenía en el Consejo de Educación Superior y a funcionarios del Parlamento Andino de ese entonces.

Ramírez operaba con doble estándar, por un lado, actuaba con aparente apertura para dialogar, y por otro, abusando del poder público que coyunturalmente ejercía, comandaba acciones que perjudicaban a nuestra casa de estudios y a la comunidad.

-En la década correísta, se pretendió una falsa excelencia en las universidades: exigencia del PhD para rectores y profesores; mientras más títulos tenía un docente era mejor; se limitó la edad del trabajo cuando en Europa los docentes tienen más de 70 años. ¿Qué puede decir de todo eso?

Uno de los tantos errores que cometieron fue desconocer precisamente la valía de gente con experiencia, no solo para diseñar las políticas y normas, y para organizar las instancias gubernamentales de la educación superior, sino para que las universidades casa adentro puedan contar con los mejores académicos.

Infelizmente impusieron el criterio de la supuesta meritocracia, para enrolar en las universidades a gente con títulos incluso de dudosa calidad y sin experiencia en docencia e investigación, lo que les afectó sensiblemente en la calidad de su desempeño.

Por desconocimiento de la realidad ecuatoriana y de la historia de la universidad en el país impusieron criterios y exigencias copiadas de otras realidades, lo que complicó el desempeño académico, así como el manejo administrativo y financiero de las universidades.

-Pero quedó pendiente un conflicto con la Andina, el Consejo Superior designado con los amigos del correísmo, intentaba seguir controlado a la institución, ¿Cómo resolvieron esto?

Nuestra comunidad universitaria nunca reconoció a ese Consejo Superior espurio. Luego del cambio de gobierno se realizaron muchas gestiones al más alto nivel, con los cancilleres de los Países Miembros de la Comunidad Andina (CAN) y con la máxima autoridad de la Secretaría General de la misma Comunidad, lo que permitió activar un Grupo de Trabajo para tratar el tema de la Universidad.

Más adelante, en julio del presente año en el marco de la XX Cumbre Presidencial Andina, los jefes de gobierno instruyeron a los ministros de relaciones exteriores para que adopten una normativa supranacional que permita la reinstitucionalización de la Universidad y su fortalecimiento.

Una vez dictada la normativa fue posible reconducir la institucionalidad con la integración de un Consejo Superior provisional que hace pocos días reformó el estatuto universitario, realizó varios cambios sustanciales que estaban pendientes desde hace aproximadamente ocho años.

-¿Qué reformas hicieron al estatuto que fueron aprobadas finalmente el 3 de noviembre de 2020?

Destaco los puntos más importantes: se reafirma la naturaleza y personalidad jurídica internacional y comunitaria; se profundiza la autonomía al no depender la universidad de ningún otro órgano del Sistema Andino de Integración.

Se define la nueva estructura que tendrá el Consejo Superior definitivo con una presencia mayoritaria de académicos, lo que favorecerá la gobernanza; sitúa enteramente en el propio Consejo Superior el poder de reforma del Estatuto; establece un consejo universitario en la sede nacional.

También ratifica la calidad de los programas académicos, su evaluación y acreditación, así como el carácter internacional de su docencia y titulaciones; reconoce y garantiza con amplitud los derechos de la comunidad universitaria; determina claramente las condiciones para la eventual ampliación de la universidad a otros países miembros y no miembros de la CAN.

-Uno de ellos profundiza la autonomía de la Universidad Andina Simón Bolívar al eliminar cualquier dependencia de otro órgano o institución del Sistema Andino de Integración. ¿Esto es lo óptimo, pero no es mejor tener autonomía plena para que ningún gobierno haga lo mismo que Correa?

Ahora es lo posible, pero estamos seguros de que hemos dado un paso muy importante que constituye un hito en la historia de la Andina, porque al tiempo que representa la victoria en una lucha de resistencia contra el abuso de poder con dimensión nacional y latinoamericana, significa también haber logrado un nivel de autonomía que le permitirá cumplir su rol con mejores posibilidades.

La autonomía total o absoluta no es factible, pues siempre debemos cumplir las exigencias propias del proyecto de integración andina, como las de políticas y normas de la educación superior nacional. Además, bastante conocemos que cuando la política de servicio pierde su rumbopuede convertirse en instrumento al servicio de políticos inescrupulosos que se creen por encima de las leyes y de los principios; lamentablemente, este riesgo siempre existirá.

-¿Concretamente qué hicieron el excanciller Valencia y el actual Ministro Gallegos en este tema?

Ellos y otros personeros del servicio exterior han apoyado decididamente a la Universidad en su cruzada por la institucionalidad y el fortalecimiento. Con el excanciller José Valencia logramos que el Estado ecuatoriano prácticamente desconozca al Consejo Superior espurio tomado por las autoridades del Parlamento Andino de ese entonces, y más recientemente, el impulso del tema de la Universidad para su inclusión y definición en la directriz dictada en la cumbre de jefes de gobierno en julio de 2020.

Después, contamos con el apoyo del canciller Luis Gallegos para la adopción de la Decisión supranacional 863 sobre el proceso de fortalecimiento de la Universidad Andina Simón Bolívar.

-Es un avance institucional y  de desarrollo académico, a pesar de la crisis económica. Ustedes tienen 3.000 estudiantes de posgrado con la Oferta Ecuador. ¿En qué consiste?

El paso histórico que hemos dado coincide con una época de consolidación académica de nuestra Universidad. La pandemia impulsó la reinvención a pasos acelerados, al incorporar herramientas tecnológicas de manera más intensa en los procesos de formación de posgrado, no ha sido fácil, pero con decisión y compromiso lo hemos logrado.

Todo esto nos indujo también a ser más creativos en medio de la crisis sanitaria y económica sin precedentes; la Andina siempre se ha destacado por su capacidad de generar propuestas diferentes en beneficio de la sociedad ecuatoriana, es así que con creatividad y un gran esfuerzo financiero, decidimos colectivamente diseñar la Oferta Ecuador, inédita, con 12 programas no presenciales a precios especialmente reducidos; fueron ajustados sobre la base de programas vigentes y aprobados por las instancias de la educación superior; es una propuesta dirigida a profesionales de los sectores más golpeados por la pandemia.

Tenemos estudiantes de prácticamente todas las provincias del país y también del exterior. La Oferta Ecuador significa mucho más trabajo para los docentes y funcionarios, pero es nuestra responsabilidad contribuir con la reactivación económica de la sociedad y el fortalecimiento de las aptitudes de nuestros compatriotas; somos convencidos de que la educación es como un motor que nos puede hacer resurgir de la grave crisis que nos aqueja.

-En época de crisis, las universidades cofinanciadas o financiadas por los gobiernos sufren recortes. ¿Qué salidas hay a este tipo de problemas?

Según la Constitución, se deben garantizar los recursos para salud y educación, por lo que no es dable aplicar recortes presupuestarios en estos campos, como sí puede suceder en otros de menor trascendencia.

Si no hay recursos suficientes se puede reprogramar los pagos, toda vez que la educación pública debe ser financiada por el Estado, y debe estar en un permanente fortalecimiento. Adicionalmente, sería aconsejable hacer esfuerzos a todo nivel para cuidar la calidad del gasto.

-Al mismo tiempo, esa situación puede afectar a la calidad de la educación o al desmoronamiento de la infraestructura universitaria. También hay excesos en los salarios de las autoridades. ¿Qué plantear para evitar todo eso?

Todo recorte afecta directamente la operación de las universidades, menoscabando, sobre todo, la calidad de la docencia y la investigación, oferta académica, cupos, infraestructura, tecnología, etc., con lo cual se perjudica a los alumnos, causando retroceso al sistema; en nuestra casa de estudio nos hemos esforzado al máximo de tal forma que los recortes no ocasionen un impacto de índole cualitativo, pero ciertamente estamos ya en números rojos.

Para mejorar estos y otros tópicos es necesario retomar cuanto antes la discusión de una reforma a fondo de la Ley Orgánica de Educación Superior, pero con la participación directa de los agentes del sistema, es decir, de las propias universidades a través de sus autoridades. Los estudiantes también deben tener un espacio importante en esta tarea.

-En Ecuador hay 500 mil estudiantes que no han logrado pasar ese examen de ingreso a las universidades. ¿Usted está a favor o en contra del examen de libre acceso a la universidad?

Se trata de una temática compleja y delicada, puesto que está en juego el futuro de la juventud que desea seguir formándose para sacar adelante al país. Está aún pendiente lograr la democratización de la educación superior, motivo por el cual urgen cambios profundos no solo en la regulación, sino también y previamente a nivel de políticas que además estén enfocadas a mejorar el bachillerato.

No me gusta la fórmula del examenLos bachilleres deben tener la oportunidad de ingresar a la universidad, además, es su derecho escoger la carrera que les interesa, al efecto, la propia universidad podría establecer su sistema de selección de alumnos.

FUENTE: EL TELÉGRAFO

03 DE DICIEMBRE

Redacción Política

La mejor retribución es tener lectores: Andrés Cadena, premio Miguel Donoso Pareja

ENTREVISTA | La mejor retribución es tener lectores: Andrés Cadena, premio Miguel Donoso Pareja

Por Sofía Tinajero Romero

Andrés Cadena, graduado de la Maestría de Estudios de la Cultura, mención Literatura, en la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador,  hace pocas semanas ganó el premio Miguel Donoso Pareja 2020. Su libro de cuentos Camino errado fue el seleccionado por el jurado.

Cinco cuentos reunidos luego de un trabajo pausado y alternado con otros textos, presentó bajo un título que rinde homenaje a Blanca Varela, escritora que estudió a profundidad en una de las asignaturas de la maestría.

Este premio, que no es el primero, llega después de 20 años de dedicarse a la escritura, y a la lectura. Por ello, uno de los espacios centrales de su casa es el cuarto de estudio, con un escritorio amplio y libreros en tres paredes, algunos aún con espacio para albergar nuevos títulos. No tiene autores ni géneros de preferencia, pero sí la curiosidad de descubrir historias y dejarse sorprender por nuevas lecturas.

Quizás por ello reserva un separador de páginas para cada libro. Nunca reutiliza un separador. Y aquellos de modelos o materiales especiales que ha recibido como regalo de sus amistades, los reserva para los libros que más le han gustado.

A propósito del premio, Andrés Cadena responde unas breves preguntas.

¿Desde cuándo te propusiste dedicarte a la escritura?

Escribo más o menos unos 20 años. Es una actividad bastante cotidiana para mí, irrenunciable y que es paralela al resto de cosas que me ocupan el tiempo y todo lo que he vivido. Siempre convivo y he convivido con la lectura y la escritura. Para mí son un mismo ámbito, el ámbito literario, de mucho disfrute y mucho goce.

¿Tienes predilección por algún género en específico?

Es una relación cambiante o aún en formación. Ha cambiado mi manera en cómo me acerco a la escritura. Al principio, me fijaba mucho más en la parte técnica, tratando de emular muy al pie de la letra de lo que leía y me deslumbraba. Luego, con la propia teoría que iba leyendo, trataba de ver cómo se podía aplicar, o también por intuición al revisar los autores y las autoras que me gustaban, trataba de entender qué hacían y por qué me gustaban tanto. Y luego evidentemente, sin que haya sido tan consciente, trataba de seguir ese camino.

Pero con el tiempo, esa relación con la escritura ha ido cambiando, quizás no totalmente. Por lo menos ahora parto de muchos menos objetivos trazados previamente. Es mucho menos programático. Y lo que siempre está, en diferentes medidas, a lo largo de esta relación, es el goce y el disfrute. Me da muchísimo placer y muchísimo interés y gozo escribir. Y con escribir me refiero también a revisar, volver, tachar. También hay momentos difíciles de concentración.

¿Cómo llegas a las historias? Ese proceso de elaboración ¿empieza en tu mente, o cuáles son los motivadores?

No sucede de una sola manera. Hay ideas, o una intuición. A veces una sensación. Y luego empiezo a tratar de ponerle un orden. Muy pocas veces o casi nunca me ha pasado que se me ocurra una trama, sino se me ocurren partes muy pequeñas que son más sensaciones inexactas.

Enmarco estas sensaciones en relatos, en un proceso en que sí hay mucha incertidumbre, al principio no se puede saber muchas cosas, y por eso me interesa escribir, porque no sé qué más va a pasar; hasta un punto en que ya lo sé, y ahí sí viene la parte de más trabajo, es decir, ser consecuente con esa forma que he estado pensando, y tratar de que sea lo mejor lograda.

¿Cómo asumes este reconocimiento?

Yo he estado más familiarizado con no ganar. Entonces, eso de haber recibido un premio es chévere, porque es un reconocimiento, pero también es una cuestión puntual. Es decir, significa que a un grupo de personas que fue un jurado, le gustó y le pareció que esta obra funcionó; tal vez solo funcionó un poco mejor que otras que estuvieron ahí. Es muy coyuntural todo.

Para mí la parte que más me alegra es la oportunidad del lector. Esa es la retribución inesperada cuando uno está escribiendo: tener lectores. Los lectores no tienen concesiones; están sentados leyendo un libro y nadie les ve. Si no les gusta, se duermen o lo dejan. No están fingiendo. Pero si es que alguien algún rato te dice «oye, leí esto y me enganché», y ha despertado un interés, esa gratificación y ese reconocimiento son emocionantes. Entonces, de un reconocimiento de estos, más formales, para mí lo que me alegra sobre todo es que normalmente funciona para que tengas chance de tener más lectores. Y eso da alegría. O posibilidad de alegrías futuras.

¿Cómo surgió este libro premiado, Camino errado?

Tiene cinco cuentos. El título proviene de un epígrafe de Blanca Varela, justamente es una poeta que conocí en la clase de poesía de la maestría que impartió Vicente Robalino. Había que hacer un trabajo sobre la obra completa de un poeta latinoamericano; y yo hice de Varela, y desde ahí sus obras me han impactado de una manera honda. Me identifico con tantas sensaciones. A esa obra de Varela he vuelto muchas veces, y siempre que vuelvo es de un goce muy profundo, y doloroso; pero con el que me identifico mucho.

La escritura de los cuentos parte de una intuición, como decía. Y normalmente tengo varias ideas, que escribo al mismo tiempo, en relatos diferentes en los que avanzo de manera disímil, pero paralela. No todos llegan a buen término. No todos acaban bien, no todos me complacen, sino unos pocos; y ya solo cuando tienes unos pocos y empiezas a ver ciertos puentes emocionales o de sensibilidad entre unos textos, estos parece que podrían ir juntos. Se empieza a formar la idea de libro.

Y en esos momentos hay ciertas lecturas, que ocurren en los momentos en que deben ocurrir, y de repente viene una idea como este epígrafe y es la sensación que engloba a todas estas búsquedas, a este conjunto que tengo armado, y por eso se llama así. Tiene el epígrafe de ella y me alegró enormemente hacer este tributo a la obra de Varela. Eso me ayudó a cerrar.

¿Y actualmente está en camino algo más?

Sí, como te decía, yo siempre estoy escribiendo. O sea, escribo unos seis días a la semana, pero claro, a veces solo unos minutos. Y eso de escribir a veces implica sentarme a leer unos párrafos que tengo escritos y cambiar una frase o algo así. Es dedicarle un momento del día a esta parte de la literatura, que es como ejercitarla desde la creatividad.

Ahorita mi mayor ansiedad, o interés, es poder ver ese libro impreso, porque sería parte natural de un proceso de escritura que realmente acabó el año pasado. Ya estoy escribiendo otras cosas. Para que eso se culmine, sí quisiera ver el libro impreso, que exista; y desembarazarme de lo que le pase.

Una autora que conociste en la maestría te inspiró el título de tu libro. ¿Cómo fue tu experiencia en la Maestría de Estudios de la Cultura, mención Literatura?

A mí me encantó la Universidad. Muchos profesores, muchas clases y las lecturas y la dinámica fueron enriquecedores. Los compañeros, el grupo funcionó súper enriquecedoramente; cada uno venía de diferentes áreas, diferentes ramas, con diferentes inquietudes e investigaciones. Entonces era un aporte bien especial, porque no es que los profesores estuvieran en completo control de todo lo que pasaba en las clases, sino que se dejaban alimentar por todo eso que traían los estudiantes.

Conocí algunos compañeros muy interesantes. Algunos venían desde la historia o desde la sicología o el psicoanálisis, entradas a la literatura que no había visto antes y me parecieron sumamente interesantes; me permitieron abrirme a diferentes sensibilidades.