En días pasados estuvo por Quito Euclides Mance, filósofo brasileño de la liberación y teórico de la economía solidaria. La CONAFIPS aprovechó para invitarlo a que impartiera una charla sobre circuitos económicos solidarios. La importancia de los conceptos por él desarrollados hace necesaria la publicación de la presente nota.
Mance parte de que todos los seres humanos tienen necesidades que satisfacer y que cada persona depende de las demás para sobrevivir y desarrollar su libertad. Por ello, las sociedades se organizan. Sin embargo, así como en los núcleos familiares y comunitarios prevalece la solidaridad, como forma de proteger y ampliar la libertad de todos sus miembros, hay otros tipos de organización, como la capitalista, que reproducen economías de explotación y poderes opresivos.
Para aumentar el bienestar de todos –dice–, se requiere transformar simultáneamente hogares y sociedades reorganizando los flujos económicos, los de poder y los de conocimiento. Los flujos económicos constituyen la oferta y demanda de bienes, servicios y materias primas de unidades productivas familiares, empresas, organizaciones e instituciones de gobiernos, energía, ahorro, valores monetarios y otros; los de poder se refieren a la posibilidad real de tomar decisiones en la vida privada, en la micro-política de lo cotidiano, en la esfera pública, en la macro-política arbitrada por el Estado y en la organización de la sociedad civil; los flujos de conocimiento son la información, educación y comunicación. La transformación de estos flujos debe buscar la construcción de comunidades, resolviendo responsablemente las necesidades de todos los seres humanos de manera solidaria, protegiendo y mejorando sus libertades privadas y públicas, que deben ser ejercidas de manera ética.
Las redes de economía solidaria
Mance considera necesario organizar redes que conecten los flujos económicos, de poder y de conocimiento y constituir comunidades solidarias ampliadas.
Señala que en una red de economía solidaria, parte del superávit resultante de las actividades económicas se reinvierte en su expansión a través de mecanismos de finanzas solidarias como fondos de solidaridad, cooperativas de crédito o bancos comunitario, lo que permite a las comunidades avanzar en la liberación de las fuerzas productivas, estableciendo otros grupos productivos, empresas, cooperativas y más iniciativas solidarias.
Una red en la economía solidaria es una estrategia para el desarrollo sostenible que reorganiza las cadenas de suministro para producir todo lo necesario a fin de satisfacer las necesidades, corrige los flujos de valor para evitar que los valores escapen de la red, genera nuevas oportunidades de trabajo y nuevas iniciativas económicas.
Circuitos y comunidades de la economía solidaria
Cuando los flujos económicos de un territorio o nación se reorganizan para superar su dependencia de los flujos económicos capitalistas, ampliando su capacidad de producción y satisfacción de sus propias necesidades, se produce un desarrollo endógeno. Pero como ningún territorio puede producir todo lo necesario para su consumo, es necesaria una organización interterritorial e internacional de los flujos económicos solidarios en redes colaborativas, para que el desarrollo sostenible pueda consolidarse en estos territorios y naciones.
Los circuitos económicos solidarios integran procesos de consumo, comercialización, producción, financiamiento, desarrollo tecnológico y humano de manera de promover el desarrollo económicamente viable, ecológicamente sostenible y socialmente justo para el buen-vivir de todos.
Para organizar los circuitos de la economía solidaria, Mance plantea siete pasos: mapear los flujos económicos que atraviesan los territorios y redes locales, nacionales e internacionales; proyectar la producción bajo demanda para el atendimiento de las necesidades mapeadas; proyectar los circuitos económicos solidarios y redes colaborativas para conectar emprendimientos y facilitar su integración; crear emprendimientos y adoptar las tecnologías sociales adecuadas para fortalecer los intercambios económicos solidarios proyectados; formar redes de economía solidaria integrando a los actores involucrados; reorganizar las cadenas de producción, comercialización, consumo y financiamiento, y constituir arreglos socio-económicos solidarios para promover el desarrollo endógeno sustentable en sus dimensiones económica, ecológica y solidaria.
Se trata, según Euclides Mance, de “construir otro modo de producción, otro sistema de intercambio y otra forma social, ecológicamente sustentable y socialmente justa, coherente con nuestra naturaleza humana comunal, superando la alienación en las actividades de producción, consumo y comunicación, superando el sistema capitalista, organizando el poder de manera democrática en los niveles micro y macro-políticos para promover el bienestar de todos”.
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