Samuel Haro se encargó de dañar tempraneramente la fiesta del fútbol en Casa Blanca al expulsar a Edison Méndez, de manera innecesaria, apenas a los 20 minutos de la primera parte. 8 tarjetas amarillas y una expulsión para la Universidad Católica, completaron el cuadro de amonestados en un partido que le quedó grande al árbitro central. Sigue leyendo
